BUSCAR POETAS (A LA IZQUIERDA):
[1] POR ORDEN ALFABÉTICO NOMBRE
[2] ARCHIVOS 1ª, 2ª, 3ª, 4ª, 5ª 6ª 7ª 8ª 9ª 10ª 11ª 12ª 13ª 14ª 15ª 16ª 17ª 18ª 19ª 20ª y 21ª BLOQUES
[3] POR PAÍSES (POETAS DE 178 PAÍSES)

SUGERENCIA: Buscar poetas antologados fácilmente:
Escribir en Google: "Nombre del poeta" + Fernando Sabido
Si está antologado, aparecerá en las primeras referencias de Google
________________________________

jueves, 2 de enero de 2014

AMABLE ARIAS YEBRA [10.602]


Amable Arias Yebra

(1927-1984)
Nació en 1927 en Bembibre del Bierzo (León). En 1936 a poco de empezar la Guerra Civil, Amable sufrió un fatal accidente. Jugando en la estación, un vagón situado en vía muerta le aplastó contra un muro. A lo largo de cinco años tuvo que someterse a catorce dolorosas operaciones. Estos años le provocaron una cojera que le obligó a utilizar, cuando pudo moverse de nuevo, muletas durante toda su vida.

En 1942 la familia se traslada a San Sebastián. Fueron años llenos de tristeza y reclusión durante los cuales Amable no recibió ninguna enseñanza. El padre infringía frecuentes malos tratos a la madre y, finalmente les abandonó. Con alivio se interrumpió toda relación con él. La familia sobrevivió con dificultades y, procurándose penicilina de estraperlo, consiguió que Amable mejorase considerablemente.

Después de muchos años empezó a salir de casa e inició en el estudio de Martiarena unas esporádicas clases de dibujo. Las enseñanzas apenas ejercieron influencia sobre él, pero su vocación pictórica se convirtió en decisión irrevocable.

Consciente de su nula cultura, se propuso con una inteligente estrategia superar su falta de formación artística apoyándose en otros medios. Pasaba las mañanas leyendo en la Biblioteca Municipal, y por las tardes aprovechaba la cercanía del Teatro Principal en cuyo guardarropa trabajaba, para acudir de nuevo entre el inicio y el final de las representaciones. Sin rigor selectivo escogía los autores que había oído nombrar o aquellos que le resultaban más atrayentes por su fisionomía. Con casi veinticinco años entró de golpe desde el mundo de los tebeos al mundo de la filosofía, la ciencia y la literatura.

En 1956 pintas sus primeros óleos. Son paisajes de Bembibre y en ellos se descubre ya la fuerza de unos grafismos que serán una constante en su pintura.

Para su primera exposición individual, año 1958, salas Aranaz Darrás de San Sebastián, hizo tres grandes y magníficos Cristos. Aunque educado en un catolicismo casi fanático, para entonces ya había desterrado toda idea religiosa.

Amable, que usaba como estudio un amplio sótano en la donostiarra calle Garibay, decidió con su amigo pintor Rafa Ruiz Balerdi, organizar allí una exposición colectiva de oposición a la trasnochada línea “oficial” de la ciudad; llamada “De los 10” sentaría un precedente para el posterior desenvolvimiento de lo que sería el Grupo Gaur.

Cada vez más controvertido por su postura rebelde, en 1963 su exposición de los “Espacios Vacíos” en las Salas del Ayuntamiento crispó el ambiente de la ciudad hasta el punto de que el alcalde prohibió en el futuro cualquier otra manifestación parecida. El mito de un artista “raro” y poco conciliador siguió creciendo.

Amable siguió pintando paisajes en el Bierzo. De su visceral identificación con la tierra surge una despojada interpretación cada vez más próxima a la abstracción; aunque el retrato, siempre presente en su obra, le impide desprenderse de la figuración.

No se puede silenciar la importancia que la mujer tuvo en la vida de Amable. Tanto los testimonios personales como la repercusión que alcanzó la temática femenina en su obra plástica y en sus escritos corroboran este rasgo psicológico. Es posible que la deplorable figura paterna influyera en su valoración de lo femenino, pero más bien parece el resultado de un talante personal. La atracción que sintió por la mujer fue recíproca, porque, a pesar de estar tan alejado por su mentalidad, su físico y su manera de comportarse del estereotipo masculino, tuvo una gran capacidad de seducción.

De sus conversaciones con Sistiaga, amigo y pintor, críticas con la carencia de apoyos y falta de criterio de las instituciones, surgió la idea de mostrar su discrepancia organizando una muestra de tendencia abstracta que reuniera a los artistas guipuzcoanos. La participación de Oteiza impulsó un enfoque más ambicioso e influyó para la creación del Grupo Gaur en Guipúzcoa, compuesto por los pintores Basterretxea, Ruiz Balerdi, Sistiaga, Zumeta y Amable y los escultores Oteiza, Chillida y Mendiburu.

En 1964 expuso en la galería Neblí de Madrid, en 1965 en la galería Maeght de París, en 1967 en la Galería Barandiarán de San Sebastián...

Durante los años 1966-1967 se concentra en la “pintura del átomo” o “pintura de la gota” proceso reductor en el que va descomponiendo la materia por medio de pequeños toques. Son cuadros generalmente de gran tamaño en los que el vacío ocupa grandes áreas.

En 1970 coincidente con su encuentro con Maru Rizo que fue su compañera, alquiló un pequeño estudio en el que dio rienda suelta al torrente de imaginación e ideas que poseía. Se alejó de las actividades públicas y se concentró en su propia obra mientras sufría la marginación de los estamentos oficiales como consecuencia de toda una trayectoria en la que se impuso un estereotipo de “pintor maldito”.

Aunando las tendencias abstractas y figurativas sus cuadros se fueron poblando de personajes llenos de delicadeza, humor y utopía. Para Amable la obra artística abarcaba un campo total. No hacía distinción entre óleo, obra gráfica, escritura y sonido. Investigó con los métodos menos ortodoxos impidiéndole el vicio de acomodación.

Los últimos años de Amable, marcados por la proximidad de una muerte anunciada, promovieron en él un ardoroso deseo de apurar el tiempo con una actividad desbordante. Como casi todos los intelectuales y artistas avanzados de entonces, Amable sostuvo una postura antifranquista, y su reflexión ideológica y teórica le llevó a situarse en una línea radicalmente marxista. Murió en 1984 a consecuencia de un coma urémico por fracaso renal. Tenía 55 años.

Carmen Alonso-Pimentel


Escritos publicados:

1963-1982. Artículos en diversos periódicos y revistas. 
1980. “La mano muerta”. Ed. Hordago, San Sebastián. (Agotado).
1981. “23”. Ed. Hordago, San Sebastián.( VV. AA.).
2003. “Sobre el vaivén de las cortinas”. Ed. Instituto de Estudios Bercianos, Ponferrada. 
2005. “Sherezades”. Ed. Bassarai, Vitoria-Gasteiz. (Agotado). 
2007. “Cuadernos experimentales de arte”. Ed. Universidad de León, León. (Agotado). 
2012. “La mano muerta” (Lobo Sapiens, S.L.)



1956. crucita.

Te he visto llegar caminando
por la arena húmeda. Tus pies
descalzos se hacían palomas del suelo.
Te vi llegar con la emoción
contenida, llena tu piel de mar, tus
cabellos en sortijas.
Tu reías, e ilusionados velos tejías y
fluían de tí, en torno. Ansias espumosas
salpicaban tu luz.
Te vi llegar con las pestañas
llenas de rocío y los ojos anchos 
cuajados de ti y de tu luz.




1957. el busto con pátina dorada.

La luna en mi palma
se echó
lunas de plata bruñidas con vinagre y sidol
alumbrad siempre en ese 
cielo 
azul, 
alumbrad la noche, la juventud
alumbrad mis ojos abiertos
y después muertos, 
no os desprendáis del alto 
cielo
ciego.
Tendría que mandar coser 
ese roto y el hilo
hoy anda escaso.




1957. renunciación.

Peinarás con tus peines las copas de los árboles 
tu delicadeza sin fin los acariciará.
Cómo te agradecerán, amor mío, 
que tus manos se entretengan en desenmarañar sus pelambreras.




1958. a elena.

Es pura vaguedad dormir despierto 
tener tarde en las manos 
mañanas en los ojos
ser noches los pies 
y un bienestar infinito como si hablando de amor no hubiera ningún ruido.




1966. poemas a lourdes.

Seré siempre en tu conciencia
el enigma sin resolver.
Yo tendré siempre contigo un tiempo muerto, 
tú, lo mismo, 
una losa negra en tu devenir.




1974. de la verdad. 

El indio piel roja 
miró la tierra 
y enrojeció mi cara.
La vergüenza me trastorna a mí
y maldigo ser blanco bajo la historia.

(parcialmente publicados, "la mano muerta" y "sobre el vaivén de las cortinas").






1977. de la madreselva en flor. poemas.

Homenaje al indio Gerónimo

De pie eréctil granito marrón sobre la pradera 
estás eternamente acusando a la vieja historia americana
llamada nueva. 
El tiempo de poema es propio y mío y lo hago como quiero.
Gerónimo en su caballo se rompe en prismas de colores
pero yo recojo los trozos del papel y te recompongo de nuevo victorioso, 
héroe infantil de las fábulas 
te recompongo para siempre 
adulto para los hombres de siempre.
Gerónimo será siempre el héroe de la
inmortalidad histórica contra la barbarie americana
contra todos los blancos.
Lloraré un rato junto al almirez del pasillo
y galoparás por mi sangre roja
sobre el prado verde de mi alfombra.




1977. encantamiento y desencantamiento.

Cuando encontré el libro misterioso jamás soñado 
lo primero que hice fue abrirlo y me tropecé, con sorpresa, 
letras
dibujos a fuego, a agua, a viento
dibujos que nunca por sus formas vi. 
Pensé de inmediato sentarme e ir pasando lentamente cada hoja 
como si en cada una estuvieran 
todas las pinturas hechas que no se han hecho 
y todos los cuentos escritos que no se han escrito 
y, aún así, pensé,
qué lejos queda de la realidad este libro sin igual.





1980. el niño judío sin patitas.

Un duende: ¡Oh, qué sueño! 
Un enanito de Blancanieves: ¡Oh, qué sueño tengo!
El enanito Don Sebastián de Morra: ¡Oh, qué sueño tengo!
Un momo: ¡Oh, qué sueño!
Una enanita, Mari Bárbola: ¡Oh, qué sueño tengo!
El enanito Don Juan Filiberto de Asturias: ¡Oh, qué sueño tengo!
Luis XIII, junto a él un enanito duerme en su cuello y otro tiene un cuchillo.
La Cenicienta: ¡Oh, qué sueño tengo!
El Lazarillo de Tormes: ¡Oh, qué sueño tengo!
El enanito pinchaúvas y el comenueces: ¡Oh, qué sueño tengo!
Y la enanita María Pineda: ¡Oh, qué sueño!
El enanito Ernst Bloch, feo, con gafas: ¡Oh, qué sueño tengo!
El enanito esdrújulo: ¡Oh, qué sueño tengo!
El niño judío sin patitas: ¡Oh, qué sueño tengo! 
Los siete niños de Écija:
¡Oh, qué sueño tengo! 
7 veces






1980. hojas sueltas.

Sólo la noche es habitable. 
Cuando sale la luna el mundo es bueno, el perro ladra, 
tan de perro que el aullido es sonoro. El refugio de Wols...
La noche, 
en ella nos hacemos fantasmas tiritantes 
lóbregos y suaves de los sueños palpitantes del no-serán
serenos y atormentados, pero vivos.
Por un momento somos algo que fuimos, 
como si fuéramos mañana lo posible que aún hoy somos. 
Es un tiempo, trozo pequeño, cúbico, y en él estamos eternamente, 
y eternamente seremos ya, por haberlo sido un segundo. 
Un segundo que está más allá de todas las nadas 
y de todos los no-seres, 
y en él no caben los fracasos, la miseria, la muerte, el fascismo y el tirano.
El individuo se hace genial, se estira como chicle y 
se hace nudo eterno de hombre, de ser. 
Y se positiviza y 
rescata todo el infierno, hasta las jaulas de tigre de los presos de Vietnam.
Tu loca muerte 
tu sangría mirada 
tus ojos venenosos 
tu zarpa sanguinaria. 

Doy mi angustia al día y a la noche doy mi voz. 
La angustia desinfla mi voz. 
Una pausa. 
Silencio y muerte. Sadismo. Castración y culpa.
Pompa florida y cresta en abanico, causa de sueño.
Soy la zozobra de la generación segunda. 

Me estremezco. 
Un millón de miles de muertos deambulan, hacen chistes y babean. 
Sus cuerpos híbridos, 
terribles tormentos que nadie conoce, ni a nadie importan. 
Tortura en el asilado mundo de cada individuo.

Sobre este cementerio alzo mi voz afligida, voz provocativa y peligrosa. 
Y sonora, ella rueda por el ancho mundo maldiciendo vengadora. 
Estuve presente con mi canto nocturno.





1981-1982. frankenstein.

El señor Reagan ha aprobado la construcción de la bomba H. de neutrones. Esta bomba puede matar solamente a los hombres y los animales, pero deja intacto el resto. ¿Se puede pedir algo mejor? ¿Y más bestial?

Un tiempo terrible se aproxima, Frankenstein, tu monstruosidad será como una figura de Rafael Sanzio.




No hay comentarios: