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sábado, 5 de enero de 2013

FÉLIX GÓMEZ [9093]



Félix Gómez.  Médico Venezolano con Postgrado en Orientación de la Conducta miembro de la EMDR Association of Australia y de la Asociación Latinoamericana de Modificación y Orientación de la Conducta, formador y conferencista internacional con mas de 2 décadas de experiencia profesional en el manejo de grupos en el área de la Salud y la Psicoterapia Breve, actualmente su enfoque integra EMDR, la Hipnoterapia Ericksoniana,,La terapia Narrativa, Arte terapia ,modelado simbólico y la Terapia Cognitivo Conductual,ha trabajado en países como el Salvador, Colombia, Venezuela y Australia entre otros enfoque actual esta centrado en grupos de personas con cáncer y con trauma por Shock Cultural entre ellos inmigrantes y refugiados en Australia ,Desarrollo en Venezuela múltiples Proyectos para el abordaje de la no violencia en comunidades introdujo en Venezuela el modelo del Self Relations del Dr Stephen Gilligan y la Hipnoterapia Breve Centrada en la Solución debe mucho de su formación a Maritza Corrales ,Manuel Barroso, Salvador Carrion,Stephen Gilligan,Steve Andreas y Michael Yapko 

Actualmente radicado en Sydney (Australia)





Caminando con Lilith por la calle de King cross.

El vientre de la ballena se esta abriendo 
en medio una noche en que la diosa oscura me espera
El resplandor anuncia la llegada del ángel 
mientras a lo lejos el viejo tose su pesadilla 
entre el trance del miedo y del alcohol.
Sydney se divierte en medio de los fuegos artificiales 
mientras el baile de los coyotes se inicia 
con una balada triste para un refugiado de Ruanda
La guitarra eléctrica se pierde en un lamento 
cada vez mas profundo
Ah! de nuevo mis ancestros me llaman 
en medio de la tempestad
Un amigo se ha perdido en la esquina del delirio 
con una de las hijas de Lilith disfrazada de caperucita roja 
esperando el momento para devorarlo sin compasión 
en el hotel de la soledad.
El aborigen australiano le hace círculos sagrados 
al pavimento de la calle para reunirse con la tristeza 
de los espíritus de la generación perdida.*
El guerrero que me guía mira sereno 
los mundos de la reina de la noche 
y me recuerda la ruta de mi viaje 
en medio del nuevo portal que se me abre a lo lejos 
sé que Lilith me espera en silencio.


*La generación perdida fue un periodo comprendido entre 1911-1978 donde el estado australiano les quitó el derecho a los padres aborígenes tener a sus hijos enviándolos a Orfanatos; la mayoría de estos niños jamás volvió a ver a sus padres.



Lloviendo sobre Sydney

Caminar despacio entre el silencio del desierto
Respirar rápido entre el portal de dos mundos paralelos
Sonreírle al sin sentido por las calles del blues y del desvelo
La mirada perdida del aborigen y su generación perdida
Mi amigo el refugiado y sus historias del naufragio 
por el mar del dragón rojo
Los mapas antiguos que se me borran en contrastes 
con los libros del desamor
El soldado australiano y el recuerdo de sus piernas 
dejadas en Vietnam
El movimiento hipnótico de mi gato Merlín,
el olor a café de mi tierra que se cuela 
entre los libros sobrevivientes 
de mi ultimo naufragio 
y los nuevos que pueblan mi nuevo rincón
La lluvia que desafía dibujando símbolos antiguos 
en mis ventanas
El dios del katabis hablándome a través de una paciente 
caminando desgarrada por el amargo destierro de la melancolía 
seguida por el blue de la noche en Alice Spring.
Mi amigo imaginario Don Juan Mathus 
dándome unas palpados en mi hombre izquierdo 
antes de mi encuentro con Quirón.


* Alice spring pueblo australiano cerca del Urululu, Australia Central.






BAHIA DE SYDNEY

La noche cae sobre Sydney
El tren mueve el alma del Inmigrante
El músico de la Bahía entra en trance con su propia música
La música del desamor y la esperanza se encuentran
Los transeúntes miran y siguen
El aborigen y su dangeridoo* sonando como un quejido antiguo
La mirada de mi padre a través del mi propia mirada lejana
El refugiado y su mujer le sonríen a su bebe de 7 meses.
Los relatos de tantos sobrevivientes en mi cabeza.
El país que llevo dentro y el país que está afuera.
Los voces de millones que llegaron y las voces de los millones 
que recuerdan a los que partieron
La canción de tierras lejanas.
Los mitos de mi tierra se entremezclan con los mitos de esta tierra
Mientras cae la noche mi alma transmigra 
en mis propios trances hipnóticos entre el ruido del tren
y las lejanas siluetas de los barcos de la bahía de Sydney


*Dangeridoo =instrumento antiguo de los aborígenes australianos que consiste en un largo tubo de madera que hace sonidos guturales.






El blues del Canguro

El anciano de los brazos tatuados y aretes lleva a su nieto al colegio
La refugiada iraki grita consignas contra EEUU 
al lado un grupo de expresos chinos lo hacen contra los rojos.
El tren se traga las personas en el puerto y las escupe en Central
Hay una pequeña de tres años mirando al músico exorcizando 
sus demonios a través de una plegaria convertida en un blue por su guitarra.
La madre que llora a la niña que se le quedo extraviada en la calle del ayer.
El hombre entregado al alcohol mientras atraviesa la noche oscura
Los canguros siguen dibujando líneas sagrada en el aire 
mientras el sol se va a besar a la tierra.
Los aborígenes tirados en la plaza en soledad, 
en silencio, en ira, desgarrados en dolor, 
mientras el tren sigue tragando y escupiendo personas.
El coyote sonríe al caer la tarde en Sydney
yo sigo juntando al ajedrez con mi amigo el exiliado chileno 
que se quedo combatiendo en estas tierras nuevas utopías.






Inmigrante

La caída puebla mi universo
Esta sensación de inmigrante herido
Este viaje al centro de mí mismo
Estos círculos abiertos que se me doblan en cierres
Este pasaporte cansado y expectante
Domador de madrugadas salvajes por ciudades planetas
Trenes lobos, taxis lobos, vuelos lobos aullando
entre lo que dejo y lo que me espera
La patria que dejo con las lágrimas de los míos
La patria que me espera con los sueños preñados 
de vientos marinos
Los ojos de mi viejo a través de del vidrio de mi memoria
El ascenso puebla mi universo.






Blues de la ballena

Profundo azul en el agua.
Descenso azul y negro
La ballena canta y mi alma rota viaja 
montada en su joroba.
Atravieso descensos
Qué negro lo profundo
El corazón y el arpón de plata
Atravesándome el ventrículo derecho.
Y mi descenso en el reino de Poseidón
Entre delfines y orcas.
Entre guerras y terrores.
Apnea estática de mi mismo.
No hay nadie a mi lado 
sólo el sonido mítico del canto.
Y la ballena bajando
Alma despedaza en trance hipnótico profundo






Baba Yaga

La mirada de fuego
El fuego rojo que quema
Las cascadas de adrenalina
Fluyendo en el río de mi vida
El rostro duro
La sonrisa fría con su ritual negro
La pregunta como arma
Como láser,
Los monitores y el tubo endotraqueal
Mi mandíbula aferrada
El peso en el pecho
Los colmillos de baba yaga
En negro, en rojo en blanco
Lo femenino y su lado oscuro
En tormento en hielo miedo
Danzando en la mañana.






BOCANADAS

Me estoy muriendo
Lentamente las hojas caen y con ellas muero.
Las lanzas quebradas.
La fe rota.
La familia distante.
Los amigos se hacen fantasmas.
Lo efímero se hace gigante.
Lo duradero se hace frágil.
Miro por las calles los rostros cansados del desamor
Y me miro a mí mismo.
El paso rápido y el paso lento igual la muerte me espera.
Me agarro de mi respiración y me fumo el dolor.
Me respiro la herida, la espada, los colmillos.
Me respiro las puñaladas, los besos, los odios
Me respiro los sueños, las ganas y el sueño.
Me fumo las historias, los cuentos y los recuerdos.






Conexión Caracas Sydney

Cuando caen las hojas del invierno en Sydney
me desplomo sin retorno en este inmenso katabasis
Entre las muecas burlonas de witkin fotografiándome 
sin cabeza
Por los caminos impuesto de mi auto exilio en Australia
La negra noche tragándome en sus largas y rojas calles
Con el grito en silencio y la piel rota de frío
El corazón que camina desterrado entre idiomas y rostros vikingos
Sydney me devora entre la prisa 
y el silencio de la gran barrera de coral.







OLLAYTANTANBO

El valle sagrado le hace el amor a mis ojos.
Imágenes arquetípicas estallan en emociones, 
que me tocan y conmueven.
El espíritu del valle me sonríe a través de un colibrí
Camino entre lo sagrado y lo profano
Sólo acompañado, transitorio, cambiante

Respiro fuerte, no llevo prisa en este instante
Soy un inmortal.






Cover Girl en Ushuaia

Entro al mundo de Afrodita
La noche, los instintos y los colmillos del maligno brillan en la caverna.
El whisky penetra mi sangre y mientras 
los mil rostros de Eva saltan cuánticamente sobre mi conciencia,
las luces rosas se apagan.
Círculos de neón que se conviertes en haces de trance violeta azul.
La mujer pantera seduce al tubo de platino
y entre deslizamientos y gemidos 
el coyote le guiña el ojo mientras se toca los bigotes
La música del desamor suena al fondo, 
el hombre del traje gris duerme después del polvo 
mientras una adolescente le quita los últimos billetes.

La prostituta me clava una mirada hostil
Por donde llegue tomo mi camino, guardo en una servilleta mi noche, 
los colmillos y mis instintos. 
Y partió al filo de una madrugada azul






PLANETA HOMBRE

Respiro el aire azul sigue mi danza celular
Corazón latiendo, músculos, raíces tendones
Huesos guardianes.
Piel mi frontera con el mundo exterior
Espíritu planeta, espíritu hombre, camino, traslado,
Cambio, cruzo, caos, forma, reorganización,
Muerte me transformo.






EXTRATERRESTRE

Hay una danza en la vida

Galaxias, mundos formas en un océano amniótico

Cósmico el cordón de luz sanguínea irriga el porvenir nuevo.

Tu placenta universo, madre azul violeta.

Silencio oscuro forma grávida rompe el mundo del caos 
muerte nacimiento, llanto, onzas, ternura, 
trasmutada en pecho, leche vida.






ESPÍRITUS DEL METRO

Ábrete puerta trágame, pasajero aliado pasajero enemigo,
distante, frío, calculador, tierno, imaginativo.

Observo y soy observador, ojos múltiples diversos étnicos.

Dimensiones se abren me dejan ver los mundos 
en los que el color de una flor expresa sus prismas y voy mas allá.

El espíritu de mis de mis antepasados 
abraza la canción del cambio que está llegando que está poblando.

El shaman se ha transformado en una inmensa águila dorada 
silenciosa y atraviesa los vagones sin ser vista.

La serpiente padre repta por el techo en su danza 
de resurrección alucino sin peyote, canto al nuevo día 
mi corazón se conmueve.







Balada del herido

Qué necesito para escucharme

Qué necesito para ver las metáforas decisivas.

Qué necesito para dejar de ser un hombrecito 
y hacerme un guerrero de carne 
mas no un soldado de dibujitos y medallas en el pecho.

Qué necesito para hacerme a mi lado hombre, 
padre, masculino, yan sin cuestionarme por ser sensible, frágil, humano.

Qué necesito para mandar esta falsa de vida al carajo 
y hacer una historia mas viva, mas real con mas de mí 
y menos de pose.

Qué necesito para cubrirme la espalda en esta selva humana.

Qué necesito para encontrarme.

Qué necesito para dejar de buscar a la mujer ideal 
y quedarme en la cama con la mujer real.

Qué necesito para ser más quien soy y dejar la mascara

Qué necesito para quitarme tanto miedo tanta desconfianza 
y tanto materialismo y estar más en paz.

Qué necesito para hacerme un hombre de verdad

Qué necesito para reencontrar sin trampas.






MIEDOS

No temo los demonios del mundo del miedo,
no temo los demonios del silencio,
pero si temo los demonios del desamor que joden las calles que piso,
que me corroen en el pecho.
El shaman sigue burlándose de mi pálida figura 
y hoy se ha disfrazado mirándome 
a través del águila terriblemente encarcelada, 
en el triste zoológico del centro.







Hospital militar

Abordo estas fronteras silenciosas
Estos pasillos, fríos, oscuros, poblados de fantasmas.
Me estremezco ante la mirada desencajada 
de la psicótica del piso 15.
Me aprieta, me busca, mi salida torpe brusca huyo de otra cosa
que no es más que de mí mismo
Enanejado, solo cruzando el frágil portal 
de mi locura con el de mi trance cotidiano.
Estos sonidos danzantes, penetrantes, me esclavizan,
Estas espirales azules, rojas, violetas, chocan, corren
y se burlan de mí, entrelazándose con estos ecos 
de ecos donde moran mis propios demonios.






Ruinas

Hay viajes que sólo se pueden hacer hacia dentro 
adentro en los mundos profundos del ser 
donde las fuerzas misteriosas habitan, 
allí me debato entre los sueños que pueblan los mundos remotos, 
del pasado, presente y futuro.






Piso 15

Este trajinar por estos mundos inmensos y solos 
poblados de tantos seres psíquicos, donde los demonios del odio, 
convertidos en duendes terribles, cuyas voces te atormentan 
cuyas formas solo tu percibes me asombra hoy vi la locura, 
no en tus ojos, sino en el psiquiatra quien intenta adentrarse 
en los abismos profundos de tu mente con pastillas azules, rojas, 
teorías y tomografías como si el mundo de los espíritus astrales 
pudiera plasmarse en una tomografía.
La locura danza alegre, azul triste, gris, terrible 
como la insondable soledad de su visión el loco sonríe,
el que se cree cuerdo se burla

Entre la burla y el miedo cada quien mira su propio espejo 
y yo aquí mirando, pasivo, crédulo, 
incrédulo caminando en noches de luna llena por estos pasillos, 
de luz de neón entre la locura y el desamor, 
la ternura y la esperanza sorprendido estremecido 
mientras los inquilinos del psiquiátrico entre fármacos y visiones 
terminan su ultimo acto.






Rosmary

El guerrero ejecuta sus últimos latidos
El túnel se abre, las manos tiemblan,
El llanto de los suyos emerge,
El espíritu parte a mundos de luz o de sombras
Los ojos de la pequeña Rosmary me conmueven
Las estrellas conspiran a través de sus pupilas 
contra el reino de la desesperanza, 
mientras tanto el mundo de los hombres sigue danzando, 
creando y destruyéndose, al compás de la música de dios y el diablo.







Virus

El sol emerge me levanto oro a mis dioses personales
pasta de dientes, café, llaves y salgo a los ríos de hombres 
envueltos en el smog que me envenena la sangre 
la música la música de pink floyd me droga
y me acelera corro empujo me empujan 
miradas indiferentes rostros inexpresivos 
sumando desamor convertido en virus exacerbado 
la inmunosuprimida ecológica de la astronave madre planeta Tierra.







Duende urbano

Ocho años tan delgado tan frágil cachorro de hombre, 
curtido por la violencia hijo de la calle, 
rostro anciano en la noche rostro del hombre 
en el día el arma escondida en la roída camisa
Hambre apaciguada con pega.
Recorres sin norte sin sur
Sin padre sin madre
Por las esquinas del polvo blanco
Entre asesinos por tutores
Prostitutas por vecinas compañeras de viaje
Bogotá muestra su elegante lado
mas no puede ocultarte
El dios del desamor invita al señor del oído para que te cobije pequeño
Mientras a lo lejos de miles de
Duendes urbanos se congregan debajo de las alcantarillas, 
entre la pega y el frío
Los duendes desafían la noche, el miedo el destierro.





Venezuela 18 de diciembre

El viento del norte se apoderó de mi ciudad 
la montaña ruge y la madre ira arroja de su piel 
a los hijos de la incertidumbre, 
los ranchos caen la lluvia emite terribles gemidos, 
entre el espanto y la tragedia los elementos vitales 
buscan lo que les pertenece, miles de manos enterradas.
Claman ante el sol que esta vez anuncian
la desolación niños verdes azules sin madre, 
corazones unidos por la destrucción, 
en este quántico planeta Kali la diosa salta desafiante su danza cíclica.





Amsterdam

El silencio desciende en mi camino horas 
tragándome imágenes rostros, 
historias milenarias de lo efímero la ciudad me traga
La prostituta de la calle roja me sonríe, 
me hechiza entre el cannabis y el alcohol
Mis sentidos me llevan por los caminos de la trasmigración
Mis amigos se han marchado y la soledad me aguijonea
Las luces círculos, serpenteantes verdes, violetas, 
azules doy un salto y ya mi espíritu mira 
desde arriba la estación central 
hoy me he vuelto un espantapájaros loco.






Piel

Mi frontera con el universo
piel extendida efímera retadora de lo inútil seductora
Frágil como la vida misma
Ondulada serpentinas buscando
La otra frontera para danzar la instintiva canción de las hormonas






Conciencia

El encuentro con la hechicera me paralizó 
Este ser proveniente de los confines de la locura me estranguló
la tranquilidad ahora vivo en el descenso, las cenizas, 
el negro mundo extraño, paradójico, misterioso trágico, cómico. 
Sólo por este laberinto sin un Hermes sin un chaman 
que me ayude a cruzar el umbral desnudándome en el espejo 
para ver mis propios monstruos mi propia enfermedad 
mi propia enfermedad a mi encuentro, por estos pasadizos 
me encuentran y me encuentro espectros,
energías psíquicas, poderosos abismos fuerzas, fuerzas el lado oscuro me sonríen.






Autana

El gigante asciende entre la inmensa alfombra vegetal 
estoy vivo aquí sobrevolando en este pájaro mecánico
No me importa si cae y me estrello, qué más da 
el tiempo se detuvo en esta inmensidad, nítida, serpentina tierra de gracia
Entre la poesía posesa, ecología viva el pulmón planetario
Emite sus murmullos vitales de acantilado, de anaconda
De ancestral azul, planeta vivo como el ser que
me engendro, como tu ADN, como la ternura de mi hijo
La montaña de cristal guerrero erguido, mitológico
guardián del místico amazona aquí mi espíritu inconforme
se aquieta se maravilla se templa, se aquieta, muere 
y renace convertido en polvo cósmico de mi conciencia.






Tráfico

Celebro mi respiración con el viento del nuevo canto 
poseído por el espíritu de la mañana 
sonrío el trafico ritual colectivo 
inicio mi ciclo diurno entre el smog y el estrés 
el chacal me guiñe el ojo a través de la prostituta de la calle 33 
mi sangre corre rápido por las avenidas de lo gris y con ella mis ancestros,
Mis guías la serpiente
el águila el coyote,
el jaguar
Compañeros de tantas y tantas de ciclos de transición 
mi corazón de guerrero
Late, late buscando besar el corazón del arco iris al final del camino 
mientras tanto caminare entre el smog y la soledad de Caracas.





Mitad del mundo

Lluvia gris extranjero, volcán de hielo transmigrando 
mi ánimo el viaje continua desierto implacable helado
Personas de diferentes mundos
Contemplo y soy contemplado por ojos anónimos 
la soledad implacable me clava sus colmillos, 
estoy conversando con el cosmos, 
danzando con mis propios arquetipos 
mi sombra ríe ella sabe que la reconozco 
mientras prosigo el viaje en esta vocación de nómada colgante 
al filo de la navaja entre trenes, desiertos, ciudades, glaciares, 
hembras sedientas la lluvia ha terminado.






Pasaporte

Detrás de mis gafas tengo
un mundo poblado de miedos
Defensas, emociones reprimidas
Qué hay más allá de mi cuerpo
Retador erguido caminante 
con miedo repleto de historias del desencuentro 
y encuentros mas allá de la soledad el dolor me penetra 
el pecho pero el guerrero que danza en mis venas 
continúa la travesía de mi alma en mundos aeropuertos
Fronteras hoteles anónimos, idiomas extraños
Cuidado del mundo extraviado consigo mismo.








Esquizofrénico

Sueño con un momento de claridad caminar mirar el sol, 
comerme un helado sonreír a la chica del frente.
Ordenar mi mundo isla.
¡Pero no! Las serpientes revolotean mi cara
Las voces fuera de mi mente ondulan, penetran
Taladran.
Esos extraños incestos que se apoderan de mi cuerpo.
Quiero que me mires sin asco, sin temor, 
me estoy descompensando, me hundo de nuevo.
Mi padre se desespera mi madre llora mi hermano se violenta.

EL manicomio me espera, las batas blancas, el sinogán

La soledad me canta de nuevo la canción del blue negro
mientras el medico me diagnostica...

Prosigo mi extraña procesión por estos mundos poblados
de espíritus telúricos oscuros, burlones, 
mas todavía sonrió besando el arco iris de papel que me dibujo mi hijo.

El taladro penetra mi alma
las sonoridades de los demonios me hablan 
voces guturales de seres mentales atraviesan 
estas fronteras tan francamente terribles desoladas, 
estas formas de seres telúricos menudos gigantescos, 
coyotes burlones cactus de mundos poblados de arideses 
entre claro oscuro y llantos, el niño perdido que llevo dentro 
muy dentro mira con miedo aquí solo entre tanto estar y no estar 
por estas dimensiones tan desoladas del ser madre abrázame tengo frío.







Aserradero

Hombre virus,
Colmillo depredador
Sierra inmensa,
Como me duelen tus mordidas
Dientes de metal odio
Tala hija de la no conciencia,
Aserradero
Cementerio de árboles
Guardianes del viejo y del nuevo
Tiempo
Maquina, presencia oscura
Trituradora de vida.
Miles de lunas y soles para criar al hijo vegetal
Por la madre fértil,
Acariciado por el espíritu del viento
Besado por el padre sol
Bañado de ternura por los mundos del agua,
Ser entrelazado por los seres del
Aire,
Tierra,
Agua
Fuego
Guardián con raíces centradas en la tierra,
Millones de pequeñas raíces
Convertidas en luz cósmico de las estrellas
Testigos silenciosas de la gran canc1on planetaria
Devoradas por el hombre antiguo
Cayendo en silencio,
Despedazados por el metal,
devoradas por la ambición de lo inútil.







Grietas

Camino por los grietas de mi alma
Si entre el azul y el negro
Entre la búsqueda entre el desconcierto
La maraña, a la mañana, pensamientos cuánticos
Entre tantos besos, arañazos, la vida continua
Mi energía me lleva por los caminos de la rabia
Los laberintos de la tristeza.
La confusión me canta alegre por los pasillos
La alegría prepara su emboscada de colores
El hechizo busca encontrarme
A través de los rituales
Del frío del trance azul







Vigil

El viento se desata mientras muero con la tarde.
La muerte que me sonríe y me guiñe el ojo.
Mis ojos que caen del cansancio y la multitud que es tragada por el metro.
El loco tirado en la calle besando una foto de un niño en la pared
Caracas que me patea mugre, decadente y feroz 
Mi corazón roto de tantas derrotas azul plomo.
La música de Marillion en el fondo de mi soledad







Pavimento

Campos poblados desérticos plenamente integrados 
a mi desolación urbana
Los vientos de la transformación arremeten contra mi vida cotidiana
Las fuerzas arquetípicas, primitivas, padre instinto del ir y el devenir
El concreto de mi ciudad no ha matado 
el espíritu cósmico de mis ancestros
Bailando desenfrenadamente en mi ADN
Camino rápido entre la basura y el smog 
entre el desamor y las ganas de amor
En esta gran camisa artificial de fuerza 
que conforma este concreto, aplastando
Ahogando, la tierra madre.
La ecología violada, ignorada mas los ciclos silentes, 
emergentes aguardan
La danza sagrada del espíritu guardián del planeta.







Autoexilio

La música de B.B King al fondo
Mi pasaporte roto con visa de inmigrante
Mi mujer y sus lágrimas acuáticas y verdes
Las ruedas del avión y el corazón roto
Mi hijo y su padre venezolano
Mis manos viejas y mi nostalgia en Caracas
El odio y el amor en el pecho
Voy perdiendo mis raíces.
Voy perdiendo mi nacionalidad.
Voy perdiéndome
La patria que se me desintegra se me despedaza
se me vuelve mierda
Mi familia envejece, se carcome se incinera
y yo con ella
Los miedos y su estiércol revolucionario
Mis argumentos sin sentidos
Mis sueños ya sin guardián
Mi canción negra como la vida y la muerte
La tierra extranjera que me cobija
Mi nueva identidad
Mi nueva casa
El árbol nuevo
Mi nueva herida
Mi auto exilio en el abismo
Mi abismo en mi herida.







Vientos

La calle calla y grita sus mentiras
La ciudad se cae a pedazos
El ladrón mata al transeúnte
La mujer calla su desesperación en la bañera
El hambre se traga al niño
El revolucionario roba y mata a sus propios hermanos 
en nombre de la patria
El músico de la guitarra azul se lo traga la droga
Y el silencio ese silencio de la multitud
En mis pasos en mis ojos, en mi pecho
Taladra, toma, mata me aísla me cansa
Ese tensa calma en trance en velo
Este silencio de calma de trance negro
Autoexiliarme, desterrarme
Arrancarme, despedazarme, partir lejos
Sangrar lejos, con la voz de mi madre
Con la voz de mi padre, con la voz de
mis amigos que un día partieron también lejos
Lejos a lo lejos con mis pasos cruzando la línea
Cruzando desiertos, océanos, ciudades
Soñando herido, respirando herido, amando herido
Viendo en tus ojos mi ferocidad, mi miedo mí angustia
Mi tristeza y mi muerte.







Extraterrestre

Hay una danza en la vida y en la muerte
Galaxias, mundos formas en un océano 
amniótico cósmico
El cordón de luz sanguínea irriga al viejo peregrino humano.
Placenta universo, Madre azul violeta.
Silencio oscuro forma grávida
A punto de romper el mundo del caos la muerte
el nacimiento, el llanto, onzas, ternura,
Trasmutada en pecho, leche vida.
La luna y el peregrino.
La madre piel guardando al cachorro humano








Ira Roja

La noche cubre mi calle
Y con ella los espectros del odio danzan
El miedo se agazapa en el pecho de mi vecina
Los odios se miran a la cara antes de despedazarse.
Los pedazos de luna se me caen en días de ira
La ira me taladra el pecho el dolor me atraviesa los sueños
Y el trance oscuro del fundamentalismo danza
Anda noche oscura entona tu canción de muerte
En calles de espanto en estas calles de desencanto
Danza muerte vomita tus espectros
Los cuerpos despedazados por Marte
La mueca desfigurada del comandante
Los niños de la calle que ya son de la muerte
Entonan el concierto de las pistolas 9mm.
Madre ¿dónde están los sueños?
Padre ¿dónde dejamos los paseos por la montaña?
Amigo ¿dónde se nos extraviaron las cervezas?
Conny Méndez ¿Porqué me estafaste cuando era adolescente?
Hermana donde dejamos las fotos abrazados en la infancia.
El país se nos pierde como el mapa, como la inocencia
Como el sueño
Simón Bolívar púdrete de una vez
Asumo el derecho a sonar sin tenerte cerca







Dragón

Adentro gotas de silencio
En medio de ningún lugar
En el exilio
en el miedo
El dragón que me mira
La caída inevitable
La flor que se extravía
La noche que arde con la herida
El callado dolor en el pecho
El no saber el no estar
El trance negro el trance rojo
Adelante en medio del silencio
Dejarlo todo para seguirme
Ir detrás de mí para perderme
Extraño a mi mismo
Extraño en medio del huracán.
En medio de tantas y de ninguna tierra.
Loco desterrado sangrante.
De nuevo la herida, de nuevo
Ir tras la neblina saltar y encontrarse
Mirada callada cautiva.
La vuelta a la patria interna
El recobrar el prisma
Los brazos de la madre
El fuego en el pecho
Los vientos del cambio
Los mares azules de la fe.
La brisa del despertar profundo.







Quirón

El miedo alado
La herida y el arco
Los sueños del trance
La disnea en ascenso
El nuevo aniquilo en mi alma
La ballena y el puerto
Los destellos y la musa verde
Los nuevos gatos y sus ojos
El desierto de sonora y el tiempo
El polvo cósmico de Quirón en su cueva
Mitad instinto mitad paradoja
Las manos y las pesuñas
Mi herida sagrada
Y mis anhelos
El viaje por las tierras del mil y más
El guerrero y la batalla
El rey y sus deseos
La reina y sus dominios
El caído y el duelo
Mi runa céltica y mi espada de fuego
Quirón y sus ojos
El nuevo aniquiló en mi alma. 








Descensos Nocturnales

El estómago me presiona en soledad

El gato ausente de mi alma rota

Mis pasos buscando el sustento

LA familia distante.

Mis sueños en el metro que va de prisa.

El sueño y mi no sueño.

El amor que me rompe y me descose

La decadencia de la ciudad roja y seca.

El niño herido y sangrando mirando al arco iris de la tarde.







Árbol de luz

La niña y el árbol
Las raíces del árbol y el canto de la lluvia.
El búho y el pavo real juntos.
Hera mirando a la luna
Afrodita mirando la mañana.
La artista emergiendo y el sueño descendiendo.
El niño y el conejo
El conejo y su corazón.
El niño y su corazón de conejo.
El viejo y el león
El corazón de león en el viejo
El niño, el hombre, la lluvia y el árbol.
La danza hipnótica de la vida en ellos.
La niña y el niño jugando. Junto al árbol.
El niño corazón de león y el viejo corazón de conejo
Juntos
Creciendo
Aprendiendo.
Soñando.
En una tarde de luz y vientos blancos.






El padre y el árbol

El hombre mira al centenario árbol
La tarde cae llena de nostalgias
El verde siembra metáforas en el pecho herido
El hijo muerto aparece envuelto en ráfagas de vientos
y hojas mensajeras
De batallas perdidas.
La lágrima que cae y el árbol mudo en una tarde 
que detiene el mundo.
Las manos vacías y un hombre mirando a un árbol.
La mirada en las cortezas.
Mis latidos centrífugos y efímeros me acercan a mi muerte y
el padre encorvado de dolor
Y el dolor fiero muerde la tarde sin compasión
La sinfonía de flores en el jardín botánico
Y el padre mirando la tarde sin el hijo
Y el hijo sin árbol en el trance del no trance final.






Madrugada

La música se evapora con la madrugada fría
Los parpados pesados y el cuello descendiendo
El alma rota en sótanos de destierros profundos
La canción amarga que se hace dulce con el café
Y el soñador azul vuelve a la casa de los mil blues
Entre pasillos de gemidos de maderas y el viento del desamor encuentra
los latidos de mi corazón desafiando los pavimentos de la calle
Y la ciudad que devora,
Escupe
y trasforma sueños
y pesadillas
en un semáforo.








Músicos locos

La música de la harmónica se devora mi sueño
Los músicos locos de las ramblas se aferran 
a un blue de madrugada.
Mi aliento empapado de alcohol 
entre alucinaciones de miedos errantes
y perros viejos.
Mis botas viejas gastados caballos 
por tantos valles transcontinentales
Me piden el exilio final.







La muerte también baila

La tristeza baila dentro de mi pecho
Me recorre en un río de imágenes y emociones.
Mis técnicas de auto hipnosis no me sirven
Sólo el dolor fluye como el río de mi sangre
Los gritos de la violencia introducen el ceremonial
Ares sonríe desde los ojos del pistolero ensangrentado
Yo corro y desciendo entre los pedazos de país que me quedan
En viejas postales y viejas fotos
La lluvia alegre lava la sangre de mi calle por unas horas.
Yo solo veo el trance de la muerte sonriéndome
Y como baila en círculos, mientras mis palpitaciones y mi disnea
en ascenso se transforma en mi propio trance negro.
Preludio de mi muerte y con ella también baila mi trance







Peter witkin fotografiando a una miss en Caracas

El flash atrapa la mueca bella que se hace un mascara decrepita.
La flaca se vuelve cadáver, seca sin sesos sin sentimientos
Las siliconas retan al viento en unas tetas de goma.
En el San Ignacio el cadáver de la bella se despereza 
en perfumes fresas







Padre herido Hijo herido

Los pasos secos, la puerta se abre la lluvia y el abrigo
La mirada que se evapora entre la humedad y el desierto
Mi corazón palpita ante este extraño de mirada cercana
La mesa es un tablero de ajedrez entre el silencio
En cada bando los mísiles se preparan y la palabra
hiere desgarra y asesina mis ganas de libertad
Crezco, maduro me hago padre abro la puerta y
allí mis ojos miran los ojos de mi hijo en una tarde de lluvia
El ciclo se inicia me muerdo la lengua para exorcizar
mis demonios.






Machupichu

Ruinas retadoras del viento antiguo
Donde el cóndor guía a los espíritus altivos
El puma camina seguro por las cuánticas formas
Del Samara.
Mientras en silencio a través del Riobamba
La serpiente de los reinos del submundo aguarda
Serena, reina absoluta.
En este sitio mi peregrino ese que emerge en noches
De luna llena se reencuentro con el viejo chaman
Transmigrado en un cachorro de lobo
Colores intensos
Me hechizan
Me alucinan
Me conectan
Con mi acuarela interna
Planeta aldea
Espíritus de feroces guerreros
Custodian los secretos de la montaña
Danzando su ritual
se ríen
se emborrachan
Hacen música.
Los prismas del sol
Los pasos inquietos
Los caminos nuevos y viejos
Los niños peregrinos llegan al templo que besa con
Sus piedras al sol de la mañana.
Por estos mundos donde habita el silencio y la soledad
Mi viajero nómada
Emerge
Frágil
Tierno,
Cósmico,
Efímero.







Planeta Hombre

Respiro el aire azul.
Sigue mi danza celular
Corazón
Latiendo
Profundo
Rojo
Azul
Redes capilares
Músculos y tractores
Raíces y tendones
Huesos guardianes.
Piel retadora mi frontera final
Mundo exterior
Espíritu planeta interior.
Espíritu hombre
Camino
Me traslado,
Cambio mis identidades
Cruzo mundos caóticos
Reorganizo mis ejércitos,
Muerte iniciativa
Transformación arquetípica.
El rey emergiendo
El rey descendiendo.






Ushuaia

El mundo arde
La herida sagrada arde
El ojo de plata
En el corazón de la ballena
El pecho duele
El pecho salta
La soledad me clava sus dientes
El frío me rompe los labios
Los lobos los lobos y su isla
El glaciar blanco y el glaciar azul.
El alma y el vino y el blue negro
El rojo y el frío y los bandidos
El avión, el tren y el alma que me puebla
El hogar que se me escapa como la vida
La muerte que me sonríe
La búsqueda el santo grial
Que se vuelve un par de piernas y su
tibio y húmedo centro cósmico.
Tierra de hielo y fuego
El espíritu desnudo de los Yámala
Soplan su leyenda a través de la visión.







Mirando el mar de Tasmania

Puedo trasmigrar mirando al gigante acuático
Mientras la música me lleva por un portal cercano al silencio interno
Ese de corales y vientos azules 
con delfines acrobáticos entre nubes de historias remotas.
Mi único trance posible por estas tierras 
de aborígenes con dolores profundos y gritos silentes
Y ese espíritu circular que danza en mi pecho
susurrándome tantas metáforas y tantas historias 
pobladas de alquímicos símbolos.
¿A caso se puede mirar igual después de haber sobrevivido
al encuentro con la Medusa madre?
¿Puede un hombre despedazado
por los colmillos de la Baba Yaga seguir el sendero?
¿Puede reencontrar el mapa y la brújula 
después naufragio ocasionado por el encuentro con Poseidón?







Navegando por Jersey Bay 

Puedo trasmigrar mirando al gigante acuático
mientras la música me lleva 
por un portal cercano al silencio interno
Ese de corales y vientos azules 
con delfines acrobáticos entre nubes de historias remotas.
Mi único trance posible por estas tierras de aborígenes 
con dolores profundos y gritos silentes
y ese espíritu circular que danza en mi pecho 
susurrándome tantas metáforas 
y tantas historias pobladas de alquímicos símbolos.
Los delfines del fin del mundo dibujan sus ritos 
en medio del dios de las aguas.
¿A caso se puede mirar igual después de haber sobrevivido 
al encuentro con la Medusa madre?
¿Puede un hombre despedazado 
por los colmillos de la Baba Yaga seguir el sendero?
¿Puede el frágil aleteo de un colibrí reencontrar el mapa 
y la brújula después del naufragio ocasionado 
por el encuentro con Poseidón?

*Bahía a tres horas de Sydney 







A Samir

Samir el poeta iraní entra en la esquina del alcohol 
con su amigo el destierro de tres décadas en su espalda
Mientras sus ojos se desplazan a las montanas de Afganistán y su exilio
La noche me ha invitado a entrar el inframundo una vez más
¿Qué más puede hacer un hombre en medio del terror y el abismo
de la caverna de la ingrimitud?
La música de Marillion le hace fondo a mis arquetipos
Una la dama del fin del mundo con ojos de océano le coquetea 
a mis ganas de trasmigrar
El condenado en medio de la noche
se ahoga en esta su última expedición antártica
Mi amigo compañero de naufragio llora la muerte de su dama del lago
en medio de las contorciones de la reina de la noche.
Mis cicatrices se han abierto sangrando una vez más
Y el trance en mi mente vuelve convertida en una imagen multicolor
Un viejo irlandés me cuenta las historias
De los niños del triángulo del mar del dragón*
Un pintor alucinando su infancia pinta las líneas de sus sueños
en la Elizabeth Street.
Un embajador corrupto se paga una noche de ilusiones rotas 
en nombre de su revolución de bambalinas sangrantes.
El sol ha emergido expulsando los mendigos de mi mente 
en medio de los insultos de mi mujer.
Un nuevo día ha comenzado.

* Triangulo entre Camboya, Vietnam y Tailandia donde miles de niños y adolescentes son vendidos al turismo sexual.







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