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domingo, 4 de diciembre de 2011
5453.- ADELA ZAMUDIO
Adela Zamudio (Cochabamba, 11 de octubre de 1854 - 2 de junio de 1928) fue una escritora y poetisa boliviana.
Adela Zamudio, que fue otra de las grandes mujeres de América, ella de Bolivia que se adelantó a su época, protestando por la discriminación de que era objeto la mujer.
Inicios
En el siglo pasado (1854) nació en el valle de Cochabamba, bañado por sauces llorones e impregnado por el perfume de las flores que se extienden por doquier, una extraordinaria mujer: Adela Zamudio. Se educó bajo normas de la moral y corrección de la época. Aprendió a leer y a escribir en la escuela católica de San Alberto, solamente hasta el tercer curso de primaria, porque en esos tiempos era la máxima educación que se le ofrecía a la mujer. Pero ella se cultivó con la lectura. Su ansia de conocimientos la hacía acudir a los hombres relevantes de la ciudad en busca de libros y fuentes de cultura provenientes de España, y del mundo entero.
Juventud
Cuando el Partido Liberal sube al Gobierno a fines del siglo pasado, Adela tiene la oportunidad de ser profesora en la misma escuela donde se educó. Posteriormente (1905), fue directora de la Escuela Fiscal de Señoritas de las ciudad de Cochabamba. Desde ese pedestal vaciaba sus ideas en la juventud y se dedicó con verdadero entusiasmo a la educación de la mujer.
Todas las conquistas que ha alcanzado la mujer en estos tiempos, bullían ya en su alma. Protestaba enérgicamente del plano secundario y el desprecio en que le mujer se encontraba. En su poema “Nacer Hombre” dice:
Una mujer superior En elecciones no vota, Y vota el pillo peor; (Permitidme que me asombre) Con sólo saber firmar Puede votar un idiota, Porque es hombre.
La sociedad conservadora de la ciudad del Tunari, atribuyó el sentido de sus estrofas a alguna decepción amorosa, ya que su vida se convirtió en un solterío largo y penoso. Su seudónimo “Soledad” era el que más correspondía al desierto en que se debatía sus pensamientos. ¿Cómo hablar de matrimonio civil, de una profesión para la “parindera del hogar”, de reformas y de “Liberación Femenina”, en un ambiente estrecho, plagado de beatas y de prejuicios sociales? Pero ella desafió a esta sociedad que no comprendió sus ideas revolucionarias en favor de su sexo.
Obra
Su primer libro de versos se titula: “Ensayos Poéticos”, contiene poesías de gran belleza. Es una poetisa neo-romántica . Sus estrofas, siempre profundas en su contenido, llevan el mensaje de la reforma a favor de la mujer y de la clase necesitada.
También cultivó con talento y gusto artístico la prosa. Publicó varias novelas como: “Intimas”, en la segunda parte de ella habla de la psicología femenina. "La Inundación", "Noche de Fiesta" y otras.
Entre sus cuentos: "La reunión de Ayer", "El Velo de la Purísima", "El Diamante", etc.
Reniega de la guerra, como si la batalla fuera el peor de los crímenes y un terrible desacierto. Hoy desde su tumba oye ese clamor por la paz que el mundo lanza y que tiene por respuesta el silbido de cohetes. En su poema ¿Quo Vadis? expresa:
“Hoy como ayer, los pueblos de la tierra se arman para el asalto y la traición, y alza triunfante el monstruo de la guerra su bandera de espanto y confusión”.
A pesar de haber nacido en cuna de encajes y brocados, la igualdad entre los hombres era uno de sus temas favoritos, y así se dirige al mundo en su mismo ¿Quo Vadis?
¡Siempre en la lucha oprimidos y opresores! De un lado, la fortuna y el poder, Del otro, la miseria y sus horrores; Y todo iniquidad. . . hoy como ayer.
Debido a sus ideas liberales, el grupo social de su ciudad natal, a la que ella pertenecía, la aisló, pero supo sufrir en silencio la indiferencia de amistades y parientes. Fue entonces que le dedica versos a la tristeza:
¿Dime, por qué es el tedio, la tristeza Que devoro en silencio a todas horas? ................................................
Ah, si al menos, jamás interrumpida, Me dejaran vivir reconcentrada. En mi dulce tristeza sumergida Nada quisiera, ni aspiro a nada: Porque esta mi interior melancolía Es más grata y mejor que la alegría.
Como todos los poetas le cantó a la muerte. La espera como a la nada inevitablemente que sigue a la vida cuando dice:
“Pero morir no es detener la marcha, sólo es dejar el terrenal ropaje; hundirse en los espacios invisibles seguir, seguir el misterioso viaje”.
Podemos decir con justicia que esta escritora boliviana ha sido una de las más grandes de América, pero lamentablemente no ha alcanzado la fama de Gabriela Mistral, ni de Juana de Ibarbourou, por la desventaja de haber nacido en una ciudad pequeña donde sus ideas revolucionarias a favor de la mujer, chocaron con el muro de una sociedad cerrada. Se la puede considerar, indiscutiblemente, como precursora de las reformas feministas, que ha alcanzado la mujer en los últimos tiempos, por ser la primera que, literalmente, lanzó ese grito justiciero.
Allá por el año 1926, el presidente de Bolivia, Hernando Siles, le pone la Corona como a una gran pensadora y eximia poetisa de Bolivia y América. Esa Corona fue el máximo triunfo sobre el beaterio de su pueblo.
Murió consciente dejando su epitafio, que se lee en su tumba en el cementerio de Cochabamba:
Vuelvo a morar en ignorancia estrella libre ya del suplicio de la vida, allá os espero; hasta seguir mi huella lloradme ausente pero no perdida.
El 28 de mayo de 1925 el Gobierno de Bolivia en la persona del Presidente Hernando Siles, coronó en Cochabamba a Adela Zamudio, quien había cumplido 70 años de edad, reconociéndola como la más elevada exponente de la cultura en Bolivia. El rector de la Universidad de Cochabamba, Guillermo Viscarra afirmó:
"Con el activo y eficaz concurso del Jefe de la Nación, y el asentimiento y aplauso unánime del país, Adela Zamurio debe hoy ser coronada, después de Corina en Grecia, Petrarca y Tasso en Italia, Gertrudis Gómez de Avellaneda en Cuba, Quintana, Zorrilla, Guimerá y Salvador Rueda en España, Numa Pompilio Llona en Ecuador, Cisneros y José Santos Chocano en el Perú."
Representantes de la comunidad universitaria y de los sindicatos obreros, así como numerosos poetas bolivianos también apoyaron la coronación de Adela Zamudio. En homenaje al nacimiento de la poetisa, el gobierno de Lidia Gueiler instituyó el Día de la Mujer en Bolivia.
Obras
Entre sus obras más importantes:
Ensayos políticos (1887)
Íntimas, novela realista, ambientado en Cochabamba.
Peregrinando
Ráfagas, editado en París en (1914)
Cuentos breves
Noche de fiesta
El velo de la Purísima
NUBES Y VIENTOS
Del sol del verano Los rayos de fuego
calcinan la tierra,
Las horas transcurren y en lenta agonía
se abraza y consume la mustia pradera.
En la árida playa del próximo río
tan sólo hay enjutas y ardientes arenas;
vapores que se alzan de un fétido estanque,
brillando a lo lejos titilan y tiemblan.
En todo el espacio que abarca la vista
ni un alma se mueve, ni un eco resuena.
Que paz y que tedio! solemne el paisaje
de un gran cementerio la calma remeda.
De pronto en la línea del ancho horizonte
blanquísima nube surgiendo ligera
se agranda, se extiende, y en pocos instantes
entolda la esfera.
La atmósfera ardiente palpita de gozo
y el leve murmullo de brisa indiscreta
en prados y bosques esparce el anuncio
de próxima fiesta.
La anuncian distantes Los ecos confusos
del viento que vuela;
sutil, diligente, retoza en el prado,
se lanza a la aldea,
Recorre Las calles, tropieza en Los muros,
sacude Las puertas,
y en calles y prados exclama triunfante:
Ya vienen ! Ya llegan!
Y plantas y flores sacuden el polvo
y al goce se aprestan,
y en tanto, en la nube que entolda el espacio
retumba la orquesta.
Turbión de agua y viento que anubla el paisaje
con loco algazara chillando se acerca
y al soplo pujante se agita confusa
la vasta pradera.
Turbión de agua y viento que arrastra en sus giros
ramajes y flores, guijarros y arenas,
y en pocos instantes, sembrando el desorden,
transforma la escena.
Flexible y gozosa se entrega a su impulso
la inquieta arboleda,
y molles y sauces ensayan la danza
tendida a Los aires la gran cabellera.
Los troncos añosos, el bárbaro empuje
resisten apenas
con secos gruñidos, de bosques y prados
la suerte lamentan:
Pared piedrecillas de la árida playa,
sabeis, revoltosas, a dónde se os lleva?
queréis ver mañana cubierta de escombros
la hermosa pradera?
Las flores que al borde del fétido estanque
lucieron sencillas su blanca inocencia
qué harán si ese fango se agita y rebosa
de miasmas malsanos llenando la senda?
Al ave que el nido colgó de la rama
que suerte le espera?
Qué hacéis, insensatos, trastorno y desorden
sembrando doquiera?
Y el viento, aturdido, con risa estridente
responde a sus quejas;
y en tanto en la nube que entolda el espacio
retumba la orquesta.
La danza prosigue. Mil gritos de orgía
se apagan por grados... La noche comienza...
y el campo, cubierto de fango y destrozos,
se envuelve en tinieblas.
Qué fue de las aves, qué fue de las flores,
qué fue de la hermosa, fecunda pradera?...
Tras noche de horrores se ve como siempre
surgir la mañana brillante y serena.
Vistiendo ropajes de frescos matices
las ramas se cubren de brotes y yemas,
el campo renace luciendo sus galas,
sus galas eternas!
Tal es oh misterio! la ley de la vida
que todo renueva,
que el viento y la nube son fuerzas que a un tiempo
destruyen y crean.
Mas ay! que esa aurora transcurre cual otras,
la pálida tarde de nuevo se acerca
y exhala en el fango confusos gemidos
el alma doliente de flores ya muertas.
Vosotras que, erguidas, alzáis a los cielos
la frente serena
sabéis por ventura lo que es la existencia?
Ah! triste el destino que cupo a las flores
Felices las piedras,
felices las rocas que ignoran la vida
que sienten apenas.
También cual vosotras ufanas un día
pasamos las horas forjando quimeras;
mas ahora... que somos? despojos humildes
que abonan el surco que el germen sustenta.
Brotar de la nada, sentirse inmortales,
soñar unas horas... volver a la tierra...
Oh ley misteriosa! continua mudanza,
cuál es tu grandeza?
Si el íntimo anhelo, perfume del alma
que sube a la esfera,
no alcanza otra vida; si sólo es engaño,
si sólo es quimera,
maldita mil veces! oh madre! oh Natura!
maldita mil veces tu vana tarea!
NACER HOMBRE
Cuánto trabajo ella pasa
Por corregir la torpeza
De su esposo, y en la casa,
( Permitidme que me asombre).
Tan inepto como fatuo,
Sigue él siendo la cabeza,
Porque es hombre!
Si algunos versos escribe,
De alguno esos versos son,
Que ella sólo los suscribe.
(Permitidme que me asombre).
Si ese alguno no es poeta,
Por qué tal suposición
Porque es hombre!
Una mujer superior
En elecciones no vota,
Y vota el pillo peor.
(Permitidme que me asombre).
Con tal que aprenda a firmar
Puede votar un idiota,
Porque es hombre!
El se abate y bebe o juega.
En un revés de la suerte:
Ella sufre, lucha y ruega.
(Permitidme que me asombre).
Que a ella se llame el "ser débil"
Y a él se le llame el "ser fuerte".
Porque es hombre!
Ella debe perdonar
Siéndole su esposo infiel;
Pero él se puede vengar.
(Permitidme que me asombre).
En un caso semejante
Hasta puede matar él,
Porque es hombre!
Oh, mortal privilegiado,
Que de perfecto y cabal
Gozas seguro renombre!
En todo caso, para esto,
Te ha bastado
Nacer hombre.
¿QUO VADlS?
Sola, en el ancho páramo del mundo,
Sola con mi dolor,
En su confín, con estupor profundo
Miro alzarse un celeste resplandor:
Es El! Aparid6n deslumbradora
De blanca y dulce faz,
Que avanza, con la diestra protectora
En actitud de bendid6n y paz.
Inclino ante El mi rostro dolorido
Temblando de ternura y de temor,
Y exclamo con acento conmovido:
-¨A d6nde vas, Señor?
- La Roma en que tus mártires supieron
En horribles suplicios perecer
Es hoy lo que Los césares quisieron:
Emporio de elegancia y de placer.
Alli está Pedro. El pescador que un día
Predicó la pobreza y la humildad,
Cubierto de lujosa pedrería
Ostenta su poder y majestad.
Feroz imitador de Los paganos,
El Santo Inquisidor
Ha quemado en tu nombre a sus hermanos...
¨A dónde vas, Señor?
Allá en tus templos donde el culto impera
Oué hay en el fondo? O lucro o vanidad.
Cuán pocos son los que con fe sincera
Te adoran en espíritu y verdad!
El mundo con tu sangre redimido,
Veinte siglos después de tu pasión,
Es hay más infeliz, más pervertido,
Más pagano que en el tiempo de Nerón.
Ante el altar de la Deidad impura,
Huérfana de ideal, la juventud
Contra el amor del alma se conjure
Proclamando el placer como virtud.
Las antiguas barbaries que subsisten,
Sólo cambian de nombre con la edad;
La esclavitud y aun el tormento existen
Y es mentira grosera la igualdad.
Siempre en la lucha oprimidos y opresores!
De un lado, la fortuna y el poder,
Del otro, la miseria y sus horrores;
Y todo iniquidad... Hoy como ayer.
Hoy como ayer, Los pueblos de la tierra
Se arman para el asalto y la traición,
Y alza triunfante el monstruo de la guerra
Su bandera de espanto y confusión.
Ciega, fatal, la humanidad se abisma
En Los antros del vicio y del error.
Y duda, horrorizada de sí misma...
¨A dónde vas, Señor?
El Cisne
Soy la flor que en su tallo se dobla,
porque sufre guardando en su seno.
de un gusano escondido el veneno,
que devora mi triste existir;
¡de un gusano escondido el veneno,
que devora mi triste existir!
Cuanta pena contiene un recuerdo
olvidando las penas se calma,
si el olvido es el sueño del alma,
pero mi alma no puede dormir…
¡si el olvido es el sueño del alma,
pero mi alma no puede dormir!
Confundido por onda tristeza
el dolor se retrata en mi frente,
cuan amarga es mi vida presente,
cuan amargo será el porvenir
¡cuan amarga es mi vida presente,
cuna amargo será el porvenir!
Soy el cisne que canta doliente
De mi muerte el momento esperando
Yo que siempre he vivido llorando
Quiero al menos cantado morir
¡yo que siempre he vivido llorando
Quiero al menos cantando morir!
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