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lunes, 7 de noviembre de 2011

5277.- VIRGILIO RODRÍGUEZ SEVERIN


Virgilio Rodríguez Severin, nacido en Valparaíso, CHILE en 1946, es director del Instituto de Arte, con sede en Viña del Mar, y uno de los más conocidos creadores y formadores en la Quinta Región del país. Después de un largo silencio (su más reciente libro, Tierra Prometida, fue publicado en 1988) entrega en esta muestra cinco poemas de singular calidad, que dan cuenta de la condición humana y sus particulares aprehensiones metafísicas. Su gran preocupación es el destino, ese tiempo que lo condena a desaparecer sin dar razón de su conducta: Caemos en el lugar justo. Ni más ni menos (...) y caminamos en el ancho espacio abierto/ por nuestra desventura.
Rodríguez ha publicado además Necesaria lejanía (con A. Bresky, Randolph Pope y Santiago Daydi Tolson, 1964), Los simulacros (1972) y la plaqueta El Hexaplus (1976), y figura en la Antología General de la Poesía Chilena, de Miguel Mínguez (1969), entre otras apariciones. En esta reciente edición se presenta como «poeta chileno de raíces guatemaltecas, que vive en el Instituto de Arte de la Universidad Católica de Valparaíso»








ASCOLTA L'UCCELINO

He oído
el débil crepitar de un espejismo
se consumía en el futuro
nada tengo ya
sino una compleja vocación
de ocio y cielo.









MIENTRAS TE ESCRIBO,

imperceptible se filtra
esa ausencia de luz.
Ve.... ve cómo va desenrollándose
en su viejo pergamino,
lee tú...... percibe la tinta,
el avance de la oscuridad.
Como una constelación opaca
el fondo amargo
busca los márgenes.
El mundo es el amor mezclado
y lo oscuro ilumina.
Observa:
desaparecida en su transparencia
la sorpresiva imagen
huye de sí misma
a gritos,
vuela en súbito dragón
sus membranosas alas
húmedas batiendo
el mundo.

Algo no soporta
ver su pérdida.
Son mis propios ojos
que se van velando.
Se oxida la mirada de la tinta
y el mundo queda fijo
mientras escribo.








ULISES CONTRARIADO

¿Me ato al mástil de las horas
o tapo mis oídos con sonidos familiares?
Para retornar
hay que haber sido tentado
por el final del viaje.
La patria me salva
del entusiasmo.

De De ocio y cielo. Beuvedráis Editores, Santiago, 2007.

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