JUDE STÉFAN. FRANCIA, 1930
Que la mano de mujer
de lujuria me cure
que la risa del imbécil
me cure de la soberbia
que un sueño vivo
del aburrimiento me cure
que la universal muerte
me cure del odio
que el triunfo de lo vulgar
de la cólera me cure
que el inocente suicidio
me cure de la avaricia
que no me incline a nada
más que inclinarme a nada.
(Ejercicio espiritual.)
Jude Stéfan, À la vieille Parque,
Paris, Gallimard, 1993.
TREN QUE DESFILA
Lujosos antes de ser flácidos
los senos adulados de Juana sobre
cruzados sus muslos a acariciar
en el tren un potro bajo un
árbol dóciles antes de anciano
terminado pájaro raro volatizar
en el siglo moviente. Mi anillo mis ojos
mi rubia me dejan con y sin
pena mis ínfimos libros apisonados
de olvido y todas las vanas palabras
nacarado meliloto resbalan de mí
como arenilla sin socorro sin
socorro
A LA MESA
bajo la lana tus senos pesados tan
de deseo a dos dedos del amor de los ojos
tus ojos verdes clavados hasta gravarme de
demasiada blanca juventud pero el ojo se
une a la mano en el lago de tu leche
toda la noche inmerso cuando tu no mueves
tus brazos cerrados ni tus piernas hermanas
carne ausente sin mi deseo que sueña
(cuando camino en las rojas hierbas la
mañana rostro soledad mi perro)
PONTORMO MURIO LOCO
que es vuestra sonrisa sino un compromiso de
como Silvia huyendo al lobo que ella ha herido
el pone fin a sus días en compañía de su
segunda mujer oh Polonia desmembrada
con tu chal lila eres tanto más endeble aun
como fea no es la esperanza
(a favor del sábado de Pascua figuran
además del sol: arpilleras y fundiciones)
no enamorado de ti yo caía yo subía
más bien loco como otros de tus manos florales
mi título de gloria en la indiferencia general
DELIRIO
dulces ojos miosota de Lotte
los molinos en la llanura bracean la calma
luego pasa una negra amarilla
de encallecida caricia un
soldado que me protege con su escudo del sol
para que yo vea los pétalos sobre el río
el miedo quiere empujar los muros de mi nacimiento
los caballos iluminan la noche con su testera
oigo la risa embelesada de la marquesa de Sevigné
en el vehículo que atraviesa los vergeles
la altas rosas orgullosas sí cavadme
mis uñas de cadáver y mis versos comidos por los gusanos
de un raudal de flores una sofocación de coronas
JUNTO AL TÁRTARO
pasaba lento el cortejo de las suicidadas a la cabeza
Tsvetaèva y la última traída devuelta por las aguas
Sofia Podolski
ellas tienen la frente ornada de rosas
cantan como nuestros ciegos
en el campo de los lloros
llegaran a ser sombras por odio de la luz
que los hombres que ríen ofuscaban
ellas demandan predicen
no hay que hablar mal de abril
sus racimos feroces de retamas
tus días de amor en las hojas
tus ruidos de lengua en las noches
por haber matado el tiempo nosotras estamos muertas
Edición y traducción: Ximena Godoy y Louis Dalla Fior
Antología de la poesía francesa actual 1960/76.
Editora Nacional. Madrid, 1979