Hugo Gola. Poeta argentino. Nació en Pilar, provincia de Santa Fe, en 1927. Cursó estudios en la Universidad Nacional del Litoral graduándose de abogado. Fue profesor de literatura en el Instituto del Profesorado (UNL) y en el Instituto de Cinematografía de Santa Fe (UNL) y coordinó el Taller Municipal de poesía de esa ciudad. Desde 1976 reside en México D.F. donde ha llevado a cabo una importante labor de enseñanza y difusión de la poesía moderna y contemporánea. Allí ha dictado cursos de literatura en la Universidad Iberoamericana y en la Universidad Autónoma de Puebla. Punto culminante de esa dedicación ha sido la creación de las revistas Poesía y Poética (1990-1999) y El poeta y su trabajo (fundada en el año 2000). En el año 1987 publicó el libro titulado “Jugar con Fuego”, Poemas 1956-1984, que reúne cuatro libros anteriores (UNL). Ese libro se publicó también en Francia en edición bilingüe, en la editorial Arcane 17, en 1989. Es autor, además, de una Antología de literatura para jóvenes (Universidad Iberoamericana, 1984). En l996 publicó el libro titulado “Filtraciones”, y en el 2004 la editorial Fondo de Cultura Económica de México publicó su poesía reunida que incluye la totalidad de su obra bajo el mismo título. Tradujo del francés y del italiano a varios escritores contemporáneos (Pavese, Valéry, Reverdy, Bachelard y Michaux, entre otros) En 2004 recibió el Premio Konex, de Poesía, por el quinquenio 1999-2003. En 2007 publicó “Prosas”, libro de reflexión sobre el quehacer poético y crítica literaria en Alción Editora, de Córdoba, Argentina.Y en la misma editorial apareció su último libro de poemas "Retomas" (2009).
silbidos en el oído distraído...
es cierto
que de la
oscura gravedad
de algunos giros
nace
a veces
un resplandor
irreprimible
que desborda
la inactividad
de los días
sí es cierto
que la
gravitación
de unas
palabras
revela otras
no hay duda
no la hay
que aquellos
sonidos
afilados
abren la entraña
la perforan
sacuden la
superficie
entredormida
y traen su paso
hacia la hoja
tímida
ciñéndola
hasta estallar
fueron apenas
soplos
sílabas
silbidos
en el oído
distraído
pero la mano
moviéndose
ahora
por oír
la voz interna
que borbota
rumores
viene de
aquella
vibración
y enfila
plegarias
ecos de
aquel murmullo
astillas
de un tumulto
luminoso
de un derrumbe
armónico
apenas percibido
en el comienzo
del alba
(De: Retomas)
(Selección: Iván García)
a fuego lento
cociné
salmón rosado
no sólo para mí
su sabor
resultó delicioso
tal vez
por eso
precisamente
precisamente
(De: Retomas , Alción, 2009)
me hubiera gustado...
me hubiera
gustado
a mi también
como aquel viejo
de Wallace Stevens
en China sentado
bajo un pino
refugiarme
bajo un árbol
cualquiera
bajo
un sauce
o un fresno
a reposar
y repasar
momentos
vividos
mirar de paso
pasar
como aquel viejo
no las alondras
que no he visto
nunca
sino las bandadas
de patos
y bandurrias
renovadas
sobre ríos y
lagunas
en un cielo
total
sin una nube
reposar
mientras el viento
trae sus voces
y un silbido
tenue
acompaña intervalos
luminosos
u oscuros
el reposo
recupera
mas el reposo es
también
un salto
estar sentado
bajo un sauce
y sentir correr
el río
aunque no lo veas
y sentir volar
bandadas
de cuervos
o caranchos
alejarse
alejarse
sumergirse
en la imprecisa
sombra
dejar
que vuelen
las aves
en círculos
muy altos
y que vuelvan
aquellos
círculos
atrapar
ahora
aunque desde otro
extremo
como aquel viejo
de China
el vuelo de las
alondras
o el grito agudo
de los pavorreales
desde los
bordes que asoman
en las orillas
estaban allí
en reposo
y vuelven
perfectos
soberanos
imborrables
(De: Retomas , Alción, 2009)
ALTO EUCALIPTO GRIS
Se mueve
y baila
entra en las nubes
o queda
quieto
Horada el cielo
lo cubre
para mis ojos
que largamente
miran
Vuelve a bailar
incesante
sin pedir nada
moviendo apenas sus ramas
Pasa por el tiempo
se envuelve con el tiempo
me aplasta con su tiempo
alto eucalipto gris
indiferente
erguido
como yo quisiera estar
cuando me toque
bracear
en el oscuro río
caminar
sobre la arena blanca
del desierto
Bailaría también
tu danza
pero no aprendo
pero no puedo
balancearme así
todavía
en el aire oscuro
de la noche
SE OYE
un murmullo
a la distancia
el viento pasa
vuela una hoja
el sol se apaga
el agua cae
cierro los ojos
desde el silencio
oigo una rama
Si sólo fuera un soplo
el amor poco valdría
si fuera sólo un fuego
el paso de los días lo apagara
si un agua suave fuera
el sol lo absorbería con su llama imperial
qué es entonces
si no es soplo ni fuego ni agua?
tal vez sea una sed
que clama un llamado que no puede
ser oído una memoria que traspasa
los días un olvido que vuelve
y vuelve
más vivo que todo lo vivido
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