Nació en Ovalle (Chile), Provincia de Limarí en septiembre de 1956. Se desempeña como profesor y siempre ha permanecido en su región natal.
Trabajos suyos incluidos en “Poesía Contemporánea de los Andes”, editada por el Gobierno de Coquimbo a fines del año 2005.
PREMIOS REGIONALES
-"El Papiro" por contribuir al desarrollo de la literatura de su tierra. La Serena, Región de Coquimbo,Chile. 2002
-“Primer concurso de cuento breve semanario tiempo”. Ovalle, Región de Coquimbo,Chile. 2008
-“Cataloe” al Mérito Literario, premio otorgado por poetas y escritores de la provincia del Limarí, Región de Coquimbo, Chile. 2012
PREMIOS INTERNACIONALES
-“Primer Concurso internacional de cuentos de Viña del Mar”. 2007, Chile.
-“Gabriel García Márquez”. Medalla al mérito. 2007, Colombia.
HA PUBLICADO:
POEMARIOS
-“Eros y Palabras”. 1980
-“De dos en Dios”. 1995. Junto al poeta y novelista René Leiva
-“Ningún ángel lloró en la palma de mi mano; azules de piano y orquesta” 2007. Publicado por el Fondo Editorial del Gobierno de la Región de Coquimbo, Chile.
OBRAS TEATRALES
-“Viaje al país de las Raices” 1999. FONDART Nacional de Teatro
-“Cantando bajo la lluvia” 1996. Obra que ha sido escenificada por grupos profesionales y aficionados en distintas regiones de Chile.
Once
Si alguna vez amor yo tuve alas,
y a ti me derramé como una lámpara,
fue antes de la muerte y su cosecha.
Antes que el polvo los ojos me comiera.
El tiempo en su alcohólica vendimia
aún no desgarraba las viñas de la furia,
y su racimo ensangrentado no caía
para mancharnos las manos y la boca.
¡Ay! De tanto amor y tantos días,
de tanto beso herido en sus raíces,
del mutilado sol de nuestros lechos
clavado entre el dolor y las cenizas.
Y tanta cicatriz no pasa en vano,
al corazón lo gastan ácidas espumas,
y donde el amor voló como una rosa pura
hoy caen amargos los labios de la ira.
y a ti me derramé como una lámpara,
fue antes de la muerte y su cosecha.
Antes que el polvo los ojos me comiera.
El tiempo en su alcohólica vendimia
aún no desgarraba las viñas de la furia,
y su racimo ensangrentado no caía
para mancharnos las manos y la boca.
¡Ay! De tanto amor y tantos días,
de tanto beso herido en sus raíces,
del mutilado sol de nuestros lechos
clavado entre el dolor y las cenizas.
Y tanta cicatriz no pasa en vano,
al corazón lo gastan ácidas espumas,
y donde el amor voló como una rosa pura
hoy caen amargos los labios de la ira.
Cine de barrio
Cuando los muertos van al cine
No llueve en París
Y la sala se llena de moscas.
Los muertos no se toman de la mano
Pero lloran,
Cae sal de las nubes
Y los perros se convierten en paraguas.
Humphrey Bogart,
El Gordo y el Flaco
Se dan una vuelta de cordero
Y nada sucede.
Una anciana defeca alegremente
Para que pueda salir la luna,
La noche se llena de melones eternos.
Cada butaca es una sepultura,
Los muertos vuelan por el techo,
De sus intestinos caen árboles;
Pasa una manada de elefantes.
Dios prosigue la película,
Sucede como un tren con zapatos;
Se escucha un redoble de gusanos.
Al final el cine estalla
Y se enciende una lámpara de sangre.
Cuando los muertos van al cine
No llueve en París
Y la sala se llena de moscas.
Los muertos no se toman de la mano
Pero lloran,
Cae sal de las nubes
Y los perros se convierten en paraguas.
Humphrey Bogart,
El Gordo y el Flaco
Se dan una vuelta de cordero
Y nada sucede.
Una anciana defeca alegremente
Para que pueda salir la luna,
La noche se llena de melones eternos.
Cada butaca es una sepultura,
Los muertos vuelan por el techo,
De sus intestinos caen árboles;
Pasa una manada de elefantes.
Dios prosigue la película,
Sucede como un tren con zapatos;
Se escucha un redoble de gusanos.
Al final el cine estalla
Y se enciende una lámpara de sangre.
ECLIPSE
Digan lo que quieran
De esta situación:
Niéguenla,
Muérdanla,
Que se pudra como un tomate,
Exhíbanla desnuda
En una plaza
O como un toro
Mátenla a la luz de la luna.
Qué hacer
Si de una axila
Nacen docenas de pájaros.
Y la otra es un nido
De culebras?
¡Ay! Yo no sé;
pero duele mucho el corazón.
Y cuando uno se come
Una manzana,
O escucha caer un huevo
Del cielo,
Hay que pedir perdón
En cuatro patas.
TRABALENGUA
¿A dónde van nuestros sueños
Cuando nos desensoñamos
Y sólo queda la tumba
Para que nos entumbemos?
Y cuando nos entumban:
Será verdad verdadera,
O purísimo gusano,
Que nos desentumbamos
Y de ese desensueño
Ahí nos desengusanamos?
Contésteme el contestador,
El que se desentumbó
Un día para este lado,
Volviendo del desensueño
Al sueño desengusanado
Y deje mi trabafé
Completamente desentrabado.
Digan lo que quieran
De esta situación:
Niéguenla,
Muérdanla,
Que se pudra como un tomate,
Exhíbanla desnuda
En una plaza
O como un toro
Mátenla a la luz de la luna.
Qué hacer
Si de una axila
Nacen docenas de pájaros.
Y la otra es un nido
De culebras?
¡Ay! Yo no sé;
pero duele mucho el corazón.
Y cuando uno se come
Una manzana,
O escucha caer un huevo
Del cielo,
Hay que pedir perdón
En cuatro patas.
TRABALENGUA
¿A dónde van nuestros sueños
Cuando nos desensoñamos
Y sólo queda la tumba
Para que nos entumbemos?
Y cuando nos entumban:
Será verdad verdadera,
O purísimo gusano,
Que nos desentumbamos
Y de ese desensueño
Ahí nos desengusanamos?
Contésteme el contestador,
El que se desentumbó
Un día para este lado,
Volviendo del desensueño
Al sueño desengusanado
Y deje mi trabafé
Completamente desentrabado.
TENGO LOS OJOS NUBLADOS
No pude volar en este día,
Arrastrando se ha ido la semana;
Me sangran los ojos y las dudas,
Me caen insectos de la espalda.
El cielo no abre su ventana,
Me pierdo entre nichos y escaleras;
Caen raíces de las nubes,
Confundo la altura con la arena.
¿Estos son ángeles o moscas?
¿Me cubro de plumas o escamas?
¿Soy paralítico o camino?
¿Escribí un poema o una lápida?
No pude volar en este día,
Arrastrando se ha ido la semana;
Me sangran los ojos y las dudas,
Me caen insectos de la espalda.
El cielo no abre su ventana,
Me pierdo entre nichos y escaleras;
Caen raíces de las nubes,
Confundo la altura con la arena.
¿Estos son ángeles o moscas?
¿Me cubro de plumas o escamas?
¿Soy paralítico o camino?
¿Escribí un poema o una lápida?
AQUÍ SE CUMPLE MI ESCRITURA
No es nieve esta página,
No es agua crepitando,
No es una nube sobre los árboles
Ni la transparente sombra de un pájaro.
Es un muro donde vuelan ángeles feroces,
Con espadas de fuego y lenguas de azufre,
Y perros que orinan sangre en mis ojos
Cuando me acerco a escribir la palabra Paraíso.
NI TODAS LAS PUERTAS DEL MUNDO
Ni todas las puertas
del mundo
podrían detenerte
si vinieras.
No hay corazón
que no pueda recibirte.
¡Ay! mi Señor,
ven a mi casa
moribunda.
Yo soy
una mala esposa,
se apagó
mi lámpara
y estoy
en las tinieblas.
Pero aún tengo los ojos
abiertos
y en lo más triste
de la noche
me despierta
el ángel de la espera.
Amado mío,
ha pasado tanto tiempo
y estoy marchita
como un espino.
¿Cómo vas a reconocerme?
mi casa es una cueva
de lágrimas,
está seco el manzano
que me diste.
Ayer no más,
después de una lluvia
de cenizas,
pasó una serpiente
con alas de oro
y me dijo
que habías muerto:
-¡Ven conmigo,
yo soy la llave
del mundo!-
hombres y mujeres
corrían tras ella
y me miraban riendo.
Ebrios cantaban
arrastrándose
como culebras.
Pero yo,
tu mala esposa,
aún rota mi lámpara
te espero.
¿Acaso el viento,
las aguas
y hasta los mismos
muertos
no cantaran tu nombre
cuando vengas?
Aunque a veces lloro,
me da vueltas
la cabeza
y pienso que estoy
loca.
"Ningun ángel lloró en la palma de mi mano, Azules de piano y orquesta" Ramón Rubina, 2007
COLCHÓN BAJO LOS ASTROS
Para mi casa no hay piedras,
duermo bajo el viento
y cuando sueño el frío deja
Un pájaro muerto en la puerta.
Nadie es hombre sin casa,
es un perro atado a una pregunta.
Sopla la muerte sobre el hombre solo.
Corre la sangre bajo los puentes
donde duermo.
¿Dije duermo?
quiero decir donde me entierro
como un pedazo de carne descompuesto.
Ya no puedo llorar,
los insectos me comieron la lengua,
pero cuando me acuerdo de mi madre
el dolor me hace ladrar
la noche entera.
la noche...
Yo sé que no tengo derecho,
huelo mal,
me rasco,
Tengo pus en la muela
y no conozco más ángel que las moscas.
Pero esta noche llena de cebollas,
concédeme Señor una tumba.
un lugar donde el olvido
no me devore con sus ratas,
enormes como conejos,
y amanezcan intactas
mis orejas.
HAY UNA CASA DONDE LLORO
Como otros vuelven a su casa,
yo regreso al dolor, siempre al dolor:
la alegría es un exilio de pájaros en mí.
Precisamente lo que siempre se me va,
una voz que a la distancia me invita
y se convierte en polvo en mi mano.
Sólo ríe el hombre con una mariposa
en el árbol de la mano,
una mariposa que voló desde el vacío.
Esa breve luz de color verdadero,
de la que recordamos su sangre,
sangre para alimentar nuestros inútiles sueños.
Muchacha: Tú me miras con ojos inolvidables;
yo podría alcanzar tu frágil racimo de oro,
volar a tu constelación en espera.
Sin embargo, ¿qué hay en mí para darte?,
si lo que toco se convierte en un ancho río de
lágrimas y yo regreso al dolor, con más dolor.
15
Tu voz se multiplica
Como la lluvia en las ventanas.
Quizás para decir lo inabarcable.
Quizás para nombrar otro silencio.
Hay más claridad en tus palabras
que en la luz que baja de los cerros.
La noche la espera como a un astro.
Los días se llenan de naranjas.
Nómbrame aquí para estar vivo.
Déjame un sol en los oídos.
¡No quiero una muerte sin palabras!
¡Sólo en tu voz renace el mundo!
¿Qué voy a oír si no me hablas?
el aire olvidará todos los nombres.
Las aguas serán páginas blancas.
Muda Babel mi casa triste.
¡Solo el olvido nominará las rosas,
en sus cuadernos de polvo y cenizas!
.
No es nieve esta página,
No es agua crepitando,
No es una nube sobre los árboles
Ni la transparente sombra de un pájaro.
Es un muro donde vuelan ángeles feroces,
Con espadas de fuego y lenguas de azufre,
Y perros que orinan sangre en mis ojos
Cuando me acerco a escribir la palabra Paraíso.
NI TODAS LAS PUERTAS DEL MUNDO
Ni todas las puertas
del mundo
podrían detenerte
si vinieras.
No hay corazón
que no pueda recibirte.
¡Ay! mi Señor,
ven a mi casa
moribunda.
Yo soy
una mala esposa,
se apagó
mi lámpara
y estoy
en las tinieblas.
Pero aún tengo los ojos
abiertos
y en lo más triste
de la noche
me despierta
el ángel de la espera.
Amado mío,
ha pasado tanto tiempo
y estoy marchita
como un espino.
¿Cómo vas a reconocerme?
mi casa es una cueva
de lágrimas,
está seco el manzano
que me diste.
Ayer no más,
después de una lluvia
de cenizas,
pasó una serpiente
con alas de oro
y me dijo
que habías muerto:
-¡Ven conmigo,
yo soy la llave
del mundo!-
hombres y mujeres
corrían tras ella
y me miraban riendo.
Ebrios cantaban
arrastrándose
como culebras.
Pero yo,
tu mala esposa,
aún rota mi lámpara
te espero.
¿Acaso el viento,
las aguas
y hasta los mismos
muertos
no cantaran tu nombre
cuando vengas?
Aunque a veces lloro,
me da vueltas
la cabeza
y pienso que estoy
loca.
"Ningun ángel lloró en la palma de mi mano, Azules de piano y orquesta" Ramón Rubina, 2007
COLCHÓN BAJO LOS ASTROS
Para mi casa no hay piedras,
duermo bajo el viento
y cuando sueño el frío deja
Un pájaro muerto en la puerta.
Nadie es hombre sin casa,
es un perro atado a una pregunta.
Sopla la muerte sobre el hombre solo.
Corre la sangre bajo los puentes
donde duermo.
¿Dije duermo?
quiero decir donde me entierro
como un pedazo de carne descompuesto.
Ya no puedo llorar,
los insectos me comieron la lengua,
pero cuando me acuerdo de mi madre
el dolor me hace ladrar
la noche entera.
la noche...
Yo sé que no tengo derecho,
huelo mal,
me rasco,
Tengo pus en la muela
y no conozco más ángel que las moscas.
Pero esta noche llena de cebollas,
concédeme Señor una tumba.
un lugar donde el olvido
no me devore con sus ratas,
enormes como conejos,
y amanezcan intactas
mis orejas.
HAY UNA CASA DONDE LLORO
Como otros vuelven a su casa,
yo regreso al dolor, siempre al dolor:
la alegría es un exilio de pájaros en mí.
Precisamente lo que siempre se me va,
una voz que a la distancia me invita
y se convierte en polvo en mi mano.
Sólo ríe el hombre con una mariposa
en el árbol de la mano,
una mariposa que voló desde el vacío.
Esa breve luz de color verdadero,
de la que recordamos su sangre,
sangre para alimentar nuestros inútiles sueños.
Muchacha: Tú me miras con ojos inolvidables;
yo podría alcanzar tu frágil racimo de oro,
volar a tu constelación en espera.
Sin embargo, ¿qué hay en mí para darte?,
si lo que toco se convierte en un ancho río de
lágrimas y yo regreso al dolor, con más dolor.
15
Tu voz se multiplica
Como la lluvia en las ventanas.
Quizás para decir lo inabarcable.
Quizás para nombrar otro silencio.
Hay más claridad en tus palabras
que en la luz que baja de los cerros.
La noche la espera como a un astro.
Los días se llenan de naranjas.
Nómbrame aquí para estar vivo.
Déjame un sol en los oídos.
¡No quiero una muerte sin palabras!
¡Sólo en tu voz renace el mundo!
¿Qué voy a oír si no me hablas?
el aire olvidará todos los nombres.
Las aguas serán páginas blancas.
Muda Babel mi casa triste.
¡Solo el olvido nominará las rosas,
en sus cuadernos de polvo y cenizas!
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