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miércoles, 14 de diciembre de 2011

5527.- RUBÉN BAREIRO SAGUIER


Rubén Bareiro Saguier (* 1930, Villeta, Paraguay) es un escritor, poeta, abogado y Licenciado en Letras por la Universidad Nacional de Asunción.
Doctor de Estado en Letras y Ciencias Humanas por la Universidad Paúl Valéry-Montpellier III.
Distinciones
1950: 1er Premio – Concurso de Cuentos – Revista Panorama. Asunción.
1954: 1er Premio-Concurso de cuentos –Revista Panorama. Asunción
1952: 1er Premio-Concurso Ateneo Paraguayo, Asunción
1970: Mención Especial- Concurso de poesía Latinomericana- Revista Imagen Caracas
1971: Premio Casa de las Américas por su libro de cuentos Ojo por diente

Trabajos y Publicaciones
Cuento y Novela, en colaboración con Manuel Arguello. Paraguay nación de métis.
Biografía de ausente, con ilustraciones de Carlos Colombino.
Misa por un continente, con música de Francisco Marín, grabada por Barclay.
Ojo por diente. Pacte de sang (traducción de “ojo por diente” hecha por A.M. Metailié
A la vibora del mar. Ilustraciones de Carlos Colombino. 2da edición con ilustraciones de Carlos Colombino, 2ª edición, con introducción de Augusto Roa Bastos.
Literatura Guaraní del Paraguay, en colaboración con Jacqueline Baltran.
Antología Personal de Augusto Roa Bastos
Cultura y Sociedad en América Latina.
Antologìa de la novelle hispano- americaine en colaboración con Oliver de Leòn.
Estancias/Francias/Querencias.
El séptimo pétalo del viento. Prólogo y entrevistas de Augusto Roa Bastos.
Les dictadures en Amérique Latine, Introducción y convocatoria de diapositivas.
Anyología poetic, selección de Daniel Leyva
Augusto Roa Bastos, caída y resurrecciones de un pueblo.
Anthologíe de la poésie pataguayense de XXé, en colaboración con Carlos Villagra Marsal
Anthologíe de la nouvelle latino-américaine, wn colaboración con Oliver de León.
De nuestras lenguas y otros discursos.
Tentaciónde la utopía-La República de los Jesuitas en el Paraguay en colaboración con Jean Paul Duviels.
De la litterature guaraní a la Literature paraguayenne:un processus colonial (Tesís de Doctorado en Letras. Mención Muy Honorable).
L'Amérique hispaníque au XXe siécle.
Cuentos de las dos orillas.
Antologíe poétique (bilingüe)
Comment L'oncle Emilio gagna la vie étemelle-Pareil á mon défunt man.Besancon, Les Solitaires Intempestifs.
Antología de la poesí guaraní y en guaraní del Paraguay, en colaboración Carlos Villagra Marsal.
Fiesta patronal, Texto -Fotografías de Fernando Allen.
El río, la vida.Texto-Fotografías de Fernando Allen.

Bareiro Saguier y sus escritos
El crítico y poeta argentino Saúl Yurkievich opina sobre la personalidad de Rubén Bareiro Saguier, diciendo que el poeta personifica el Paraguay. Encarna en mi Paraguay, proyección de un cosmos indisolublemente ligado a su persona, a partir de una identificación consubtancial con la tierra de origen. Rubén parece modelado con la argamasa de su pueblo. Su oriundez intrínseca, entrañada, su activa y versada pertenencia me conmueven. Rubén Bareiro Saguier es el intermediario más adherente y más comunicativo de su comunidad cultural e histórica. Casi todo mi saber acerca del Paraguay y mi solidaridad con ese país hermano provienen de mi amigo, el escritor esclarecido que a lo largo de una duradera y conversada convivencia me contagió su pasión nativa y me fue introduciendo en su mundo paraguayo. Me puso en conocimiento de la cosa guaraní, de la singularísima historia de su grey, de su lengua, de sus usos y costumbres, músicacocina, dichos, mitos; todo ese humus humano que se transmuta en arte y en literatura, en la de Rubén, palpitante muestra de la que puede la palabra cuando acoge el hálito de lo paraguayo como modo singular de ver, vivir y de nombrar.
Rubén Bareíro Saguier ha entramado su existencia personal con la de su colectividad, su intimo transcurso con los avatares de su país. Desde sus tiempos de estudiante ha librado todos los combates-políticos, estéticos, culturales y lingüísticos que al Paraguay incumben, ha defendido en múltiples frentes su ideario acerca del sentido y los destinos nacionales antes de resultar el Embajador a justo título del Paraguay en Francia, fue para nosotros el Embajador innato. A nadie que yo conozca corresponde mejor esta dignidad. Ella en Rubén atañe a una condición connatural, está por él convertida en esencial identidad. Esto lo expreso su amigo Saúl Yurkievich admirado por el talento del poeta.







De Biografía de ausente

Carta filial


Tu palabra borbota
Junto a la sal y el papel
Tu corazón de música
Crepita entre la leña
De entre las brasas brota
Crece del fuego
llega
Este río de pasto
Una canción dormida en tu regazo
El guardapolvo de agua
La lengua del azúcar

Al fondo
Los mismos campesinos
Bordan los mismos surcos
En una tierra vieja
Cansada de semillas
Más atrás
El retrato de abuelo en marco oval
El de papá en el marco de la puerta
En el patio
En los muros
En el cielo
Y en su caballo zaino

Pero has vuelto a tu carta
Con aroma de leño
Al íntimo registro civil afectuoso
(Que ha nacido
Que ha muerto
Que ha casado
La fiesta del bautismo)
La historia en miga fresca

Yo pienso en tus palabras
Yo pienso en el follaje
Constelado de pájaros
Los labios del cariño han escrito mi piel
Lo sé
Pero me gusta oírtelo de nuevo

Entre el fogón y el día
Una paloma de humo
Levanta vuelo
Desde tu mano










Sarmientos

El mar es mar y es hoja en los viñedos
Y es hoja y linfa oscura por las venas
Una selva purpúrea en cada flanco
La herrumbre del otoño por las cuestas
Mientras suenan las trompas de plata golpeada
Mi estatua hecha de sal
La sombra como un perro
Y este valle de lágrimas
Lamido por las lenguas del azufre
Simiente cementerio
El pan de nuestras culpas
El perdón de todos los pecados
La lumbre permanente
Entonces yo pregunto
Por la resurrección del hueso

La joven madre con la sangre seca
Una noche
La vara florecida
Y apagada al instante

El purgatorio existe sin embargo
Y el perdido cielo
Aquí
El velorio de humo
De palabras
Y los aniversarios familiares
El merecido infierno
La misa
Los bautismos
El vino consagrado
El pan que sangra
El aceite y la sal
Por obra y gracia
De mi tronco y la greña
Antes ahora y siempre
El campo y el solar
Los mostos de la parra
Fermentando de abejas
Un solo racimo
Una viña sola
Una única copa
De todas las copas

Los álamos temblaron de amarillo
Cuando la escarcha vino en madrugada
La ceniza castaña en los viñedos
Como a través de un vidrio
Porque siempre es otoño
Cuando se engendra el árbol
Follaje espeso de la sangre
Por páginas y páginas y páginas
Los ríos tumultuosos desbordando
El sueño de Jacob junto a la escala

Mayorazgos de dudosa intriga
Pastores vigilando sus silencios
Pesadores de especias
Traficantes de sueños
Segundones de fuste y de neblina
Concubinos del suelo
Caciques del corazón diario
Astas y astillas
Alféreces del sacrificio último
Señores de señoría cordial
Solanos profetas campesinos
Con barbas
Romeros de la piel mordida
Con ojos y ojos por estrellas
Varones de la siega
Caballeros de pólvora y harina
Varones de la siembra
Padres de las doce tribus
El polvo numeroso de la tierra
Sin fondo hacia el boscaje
En la tarde de otoño requemado
Hacia algún alfarero sonámbulo en las rías
O algún señor de sable viñatero
En ribazos del sur mediterráneo
Dulce higuera asediada por las viñas
Con el año cumplido
Frugífera
Las mujeres de pan sumiso y tierno
De altiva cocedura
De suave arrope
Tonel y caldo fermentando
Tronco alburente mineral
Tallo sangrante
la fibra del horcón
Madera de hilo
La madera de sanjuán
Las vestales del culto masculino
Moneda de mandrágoras
Madre salida de madre
La madre del cordero nuestro
Madre nuestra
La más ancha puerta en este reino
Carne resedácea
Relincho y humareda
La hembra del terrón
El humus permanente
La madre del pelícano
La fuerza del borbote
Las alas del ave cenicienta
El hilo del rosario
Las cuentas y el murmullo
La puerta más estrecha

Entre el cristal y el vino
La afelpada garganta
Tú el aroma
El trago interminable
Y el brillo en el trasiego
El cuenco capitoso
Junto al sabor terrero
Como una flor o un canto
O un canto rodado entre mis labios
Paloma en la cornisa de ladrillo desnudo
En las petrificadas ranuras de la roca
Moneda de luz entre el follaje
El licor la licorna
La viña florecida
La viña madurando entre el herrumbre
Entre el rubín y el cobre
Y tu dulce presencia de cuévano repleto
Como el abrevadero
Y el nido de la sangre al mismo tiempo
El pañuelo anudado junto al calor del cuello
El largo toque a fuego
Y la paz de la leña
La lanza de agua fresca
La mañana ordeñada
Los labios de la miel
Y el olor del serrín

Pues todo te traía
y todo me llevaba
A la embriaguez del humo
De la lluvia cayendo
Del aromado zumo
Del vino más redondo
Cerca de la raíz
La cepa y su corriente
O la greña primera
O la serpa vacía
La noche en la semilla
El retoño del aire
Y el cántaro que aguarda

Mas la pregunta es otra
Bajo el cielo de arcilla
Engendrarás el hijo
Con el dolor del pecho
Hasta colmar la tierra
Estirarás el brazo
Recogerás el heno
Casi todos los días de la vida
Con el rostro enfundado en sudor
La desnudez del rayo en los cabellos
Sobre el hombre del hombre
Y el hijo del hijo de su hijo

Entonces el lodo se deforma
La oración cobra boca
Las algas se reúnen en el fondo del mar
Y las olas con la alta marea
El tajo sobre el agua
La muralla a izquierda y a derecha
Y el camino seco por delante
El sueño que trepa por las ingles

La señal de la sangre coronando el dintel
Lejos los huesos ancestrales
Sobre la palma ácida
Entre los ojos
La arena sembrada por el cielo
Como granos
Como gotas
Como estrellas
Jalonando el sendero

Porque es necesario
Por todos mis sarmientos enterrados
Con mis sienes despiertas
Con mis manos
Con mis dientes
Con el agua ahogando la torre de mi cuello

Al borde de la sangre
Y del barro anterior
Un pájaro o un grito










Tríptico con otoño


I

Se me caen las calles amarillas
Me transitan las hojas amarillas
Y en un vaso de aguas amarillas
Lentos peces de asfalto me navegan
Una lluvia intimísima
Ennegrece mis ramas
Inaugura mi mano
Una cuerda rascada
Un puerto sin asilo

II

El vuelo de la noche
Me devuelve los ojos
Y hay un trino de casas
y hay un río de cielos
En esta mi provincia de mis huesos
Valle del aire triste
Y el azul imposible

III

Veleta para el sueño
Una cigarra estática
Carne tibia y solar
Granero del tiempo más plomizo
Cuando el cielo se achica
Y se achican los días
Tu tibieza me busca
Y una espiga te encuentra
No la cápsula hidrópica

Sino el cántaro henchido
O la pulpa cuajada
La ráfaga del beso
La lengua azul
Y el vino tan reciente
Tú en la cima del viento
En musical resina
Desnuda de cenizas










Para inventar los árboles

Porque ningún arbusto aún sobre la tierra
Ninguna yerba del campo había brotado
Hoy escribo tu apodo
Y escribo la sonrisa
Y verde
Y piedesnudo

Y de pronto el reverso lustroso de la vieja moneda
Bajo un cielo de yemas
Surge de entre sí el viento cansado
La eclosión presentida
Por la guitarra sola de la plaza
En la llovizna oscura de las ramas

El mensajero pájaro
Sobrevolando nubes de pizarra
Trae los rostros jóvenes
El violín renacido
La savia temblorosa
Los labios entreabiertos
Con camellos de cansado paso
Con voces infantiles
Con nidos aleteantes

Un río de hojas nuevas
Por las flautas del aire
Por el hilo dorado
Por la lluvia tiernísima
Ha bajado a la calle
Por la sangre surcada de comino y lavanda
Por las manos que estrenas
Por la primera espuma que te nace en los ojos
La mañana de golpe






Danza de las horas

La mañana huele a cascarita de limón.
La siesta a cáscara de naranja
la noche a cáscara seca.







Inminencia

Las diamelas rebotan contra los lapachos
Está la primavera llegando.









Ancestral

La tierra roja y agrietada
Mis innumerables sangres enterradas.









Separación

Qué cosa más extraña
estar vivo bajo el árbol oscuro de la distancia.










Biografía

Y cuando llegue al corazón de la cebolla
no me quedará sino la humedad en los ojos.











Estancias, errancias y querencias

Coda Primera-Tristes

Ya las muchachas recogen,
alegremente,
las amapolas silvestres.
Las praderas se empellejan
de colores,
y el pájaro bullanguero
canta la primavera.
La tijereta teje bajo los horcones
la tibia modorra de su nido.
La hierba, hasta ayer escondida,
asoma, empuja fuera de la tierra
su delicada ceja.

oiméne tajy poty,
pe cerro ompoytambáva

En el parral del patio
un brote apunta fuera del sarmiento;
pero la viña está lejos
de estas orillas.
Allá donde crece un árbol
el ramaje se hincha;
esos árboles están lejos de
estos parajes.

Aquí sólo contemplo
los restos de la nieve,
el lago de endurecidas aguas.

oiméne hy 'akuâ porâ
opárupi ka 'aguy.



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