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lunes, 7 de noviembre de 2011

5274.- MAURICIO MENA ITURRIAGA


MAURICIO MENA ITURRIAGA
Extranjerías es el segundo poemario de Mauricio Mena Iturriaga (Santiago, CHILE 1982). A lo largo del libro el autor indaga en los distintos parajes por los cuales el ser transita, sin ser nunca más que un extranjero. Extranjerías es, precisamente, este sentimiento que abriga todo hombre, cuando el mundo lo enfrenta a diversas emociones; las cuales configuran un lugar de paso, un nuevo timbre en el pasaporte de la experiencia. Mauricio Mena Iturriaga nace en Santiago en 1982. Tras asistir al Taller Tirso de Molina, dirigido por el poeta Fernando Valenzuela, publica su primer libro “El comienzo de las sombras”. El año 2004 forma parte del Taller de la Fundación Neruda. Ha sido finalista en diversos concursos literarios, entre los cuales se destaca el Premio Stella Corvalán, organizado por la Ilustre Municipalidad de Talca. El año 2008, junto a la editorial Animita Cartonera, obtiene un Fondo del Libro, gracias a su selección y prólogo de la obra de Alberto Rojas Giménez. Desde hace cinco años es director del taller literario Grupo Bellet 255, además de ser cofundador del grupo de gestión cultural Cultura a la Vena. Su obra ha sido publicada en diversas antologías y sitios en internet.
http://elsilenciodixit.blogspot.com/




ARTESANIA DEL NOMBRE

Su voz llega a mí en la voz de otros
que me hablan de usted, así como
de una mujer que ni conozco pero
he aprendido a nombrar como si fuese
usted, mi bellísima otra y ninguna.

Porque así me viene el mundo, en
lo que es y no es al mismo tiempo,
en aquello que no es esto ni eso
pero, sin embargo, es todo lo otro.

Aprendí a nombrar lo que conozco
gracias a todo aquello que ignoro
o más bien a todo lo otro que duerme
en ésta mi vigilia de lo propio.

Así, todo lo que escribo en este blanco
es lo que usted ha callado en su boca
o lo que mis manos han arrebatado
de su largo silencio, su inútil titubeo.








Condición Humana

Me admira la fauna humana
su precario afán
su absurda pretensión
de vuelo: aire terco

Gesto construyendo
tejados de vidrio
por donde transita
nuestra mañosa carne.

Hay tiempos donde no cabe
tiempo para el tiempo,
espacios abismos precoces
poblados de asombro.

Villorrio sonámbulo de hálito
comarca del espanto
refugio expuesto
donde arden cirios accidentales:

anécdota urgente, causa libre
condicionada al vínculo del ojo
a la rutina del latir.

Somos deseo vinculando
apetitos más alla del proyecto
que habita la catedral
de nuestra muda devoción:

misterio encallado en el espasmo
preceptiva de viento
donde va a morir el anhelo.

Y no muere, creo
como mueren los simulacros
del universo cautivo
que la imaginación reivindica.

En fin, comienza así el asunto:
erguidos en nuestro arrojo
bosquejamos la ceniza
y con ella levantamos
la profundidad de nuestras cimas.

P.D:
Dsede la duda nos aferramos
a la vanidad de nuestras certezas.










Canto del abismo

Es tu ausencia lo que sangra mi voz
eres tú
dormida al fondo de algún asombro
eres tú
océano donde va a morir mi canto

Es tu quedo decir la altura de mi silencio
eres tú
clavadista de puntillas al borde de mi boca
eres tú
un pueblo fantasma poblado de eco
eres tú
frente al desierto
la estación húmeda de mis brazos
los restos mortales de una manada de soles

Es tu olor el lenguaje del otoño
son tus manos
dos palomas reventadas en el tacto
son tus manos
el frío mármol sin epitafio de las mías

es tu olor
la geometría macabra de una noche
eres tú
río dibujando el valle de mi nostalgia.









A una mujer de viento

Mirar
ojos a oscuras
piel
adentro, piel
afuera.

Tu cuerpo
leve
invierno en llamas
caer
al fondo de tu risa
inédita.

Asir
tu hemisferio
colonia
península puerto…

tus suaves piernas
saben
a miel de corcho.

Bella
bestia ruborizada
Hito
delirio y espina
eres;

Gris
altura macabra
tu voz
Dios ignorado
niña
jugando al absurdo.

Viene
dibujando horizontes
tu voz.

Manifiesto del genio
tu voz
reseña del espanto.
Viene
dibujando tu boca
tu boca
lámpara y fosa
tu voz.

Viene tu boca
viene
tu cuerpo.

Eres
tus ojos
hito
viene tu boca.

Viene
viene
tu voz viene.

Faro
estrella muda
eco
hueco vacío

Risa
canto fácil
germen
semilla de pánico…

Luciérnaga
ampolleta errante
todo en ti
es tibio asombro.








A ti

Perdona el ejercicio inoportuno de mis manos,
la irrealidad posible de mi tacto. Dolora
del agua que acontece en el canto, ejercicio
del verbo hecho en sombra, barro
de la forma insuficiente en su acontecer.

Y es que me basta el espacio de tu asombro,
la macabra pasividad de tu boca, el baile
de tu cadera entregada al asombro.
Soberana del reino de mis prédicas, milagro
de la piel sembrada entre guijarros.

Júbilo de mis manos en lo profundo. Oda
de la greda informada. Loa erguida
emancipada de lo sucente. Bestia leve
arrellanada en el asombro, torbellino
de lo acontecente, arquetipo necesario
reventado en el éxito: dios desnudo.

Soy el vacío de tu sombra, reaccionario
demonio habitado de ausencias,
bebedero del espanto de tu silencio, lloro.
Todo en mí ejerce lo otro, lo tuyo,
como plétora de distancias que se nombran.









Arte político-poética

Vacío donde anida mi instancia,
amargo y lejano como el invierno,
estoy llovido de ausencias repentinas.

Porque habito la provincia de las sombras,
enarbolando la esencia de la muerte:
Tragedia de una mano privada del tacto.

Monarca del reino del asombro,
todo crece bajo el sol de mi llanto
mientras mi voz, hija del trino, mi voz
camina sobre los tejados que la tarde incinera.

Llevo alojada la caricia del espanto
y la bofetada del mundo justifica mi ausencia.

Me exilio de la sangre petrificada,
luciendo esta carne: abrigo de plomo,
invitado de piedra, acontecer inesperado.

Soy de los ignorados el aval,
gárgola observando desde lo alto,
monarca vagabundo del reino de las veredas.

Mi canto es el manifiesto de los ojos tristes,
la política de los hijos del hastío.

Pasajero en el bus del destino, transeúnte,
a la deriva recojo las colillas del júbilo,
la risa de los idiotas acostumbrados al tedio.

Entonces, alquimista del instante, mago del cieno,
construyo arquetipos modelados en estiércol.






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