Jaime García Maffla es un poeta y ensayista colombiano, nacido en Cali en 1944. Estudió Filosofía y Letras en la Universidad de los Andes y un Máster en Literatura de la Pontificia Universidad Javeriana. En su obra se traslucen influencias del existencialismo. Fue cofundador de la revista de poesía Golpe de Dados, que apareció en 1972, junto con Mario Rivero, Giovanni Quessep y Fernando Charry Lara. Ha sido catalogado, con muchos otros poetas, en el grupo de la Generación sin nombre. Fue autor de las notas y el prólogo de la primera edición colombiana del Quijote. En 1997 recibió el Premio Nacional de Poesía Universidad de Antioquia. Ha trabajado con la Casa de Poesía Silva como coordinador de talleres de poesía y actualmente se desempeña como profesor de Literatura en la Pontificia Universidad Javeriana y en el Instituto Caro y Cuervo, en Bogotá.
Obra poética
Morir lleva un nombre corriente (1969)
Guirnalda entre despojos (1976)
En el solar de las gracias (1978)
La caza (1984)
Las voces del vigía (1986)
Poemas escritos a lápiz en un viejo cuaderno (1997)
Vive si puedes (1997)
Al dictado (1999)
Caballero en la Orden de la Desesperanza (2001)
Antología mínima del doncel (2001)
Obra ensayística
En otoño deberían caer todas las hojas de los libros (1987)
En la huella de Miguel de Unamuno (1985)
Don Quijote (1987?)
Fernando Charry Lara (1989)
Estoraques de Eduardo Cote Lamus (1994)
¿Qué es la poesía? (2001)
Hacia la sacritud del lenguaje: Stephane Mallarmé (2001)
RECONOCIMIENTO
Los ojos que me miran desde un cristal imaginario
Evocando los rasgos que tuviera un día
Nada tienen que ver o saben del final que me aguarda
Y no imagino.
Sin embargo
cuando lunas y soles hayan cumplido con su tránsito
Y de la memoria hayan partido imágenes y sueños eternos
Quedarán
como la parte mía no encontrada, los ojos que me miran
OTOÑO
A la mesa sentados a la tarde
quietos abuelos dóciles como el trigo
al oro de la sombra contemplan
sueños trozos de objetos
en el patio desierto la aurora
de la estirpe
breve tiempo
caer sobre los muros con alas apagadas.
PASOS
Esta vez vino breve
sonido de una caja de música
acaso porque huyera
haciendo un alto en cada puerta
Cada uno miraba en torno a sí
o al patio
y algo adentro escapaba de las manos.
LAS SOLEDADES SUYAS
Ni una sonrisa,
ni un gesto de benevolencia
o amistad,
extranjera llamada que a las puertas
De mi pasión un día se llegara,
pues apenas persigo la estación y e fin
justos
a mi desvelo, acabadas mis fuerzas,
hora que se aproxima desde mi nacimiento.
Ni auxilioi ni llmado, menos aún
calor,
bienes ajenos todos,
por otra mano concedidos
de donador más eficaz y ecuánime,
aquel que sabe quién tiene la gloria
o la gloria es.
Nada de mi pasión
ni de mis vencimientos en esta hora
final,
si al asilo que acojo o que me aguarda
no asiste estrella alguna,
salvo la soledad demi anhelo que querría,
Así como la niebla silenciosa se tiende
sobre el aire
o como el tiempo ignora
Con su desdén la mano inexistente,
ver en las cosas todas
transportada y ajena solitaria mi imagen.
CANCIONES DE AUSENCIA
En otoño deberían caer todas las hojas de los libros (1987)
En la huella de Miguel de Unamuno (1985)
Don Quijote (1987?)
Fernando Charry Lara (1989)
Estoraques de Eduardo Cote Lamus (1994)
¿Qué es la poesía? (2001)
Hacia la sacritud del lenguaje: Stephane Mallarmé (2001)
RECONOCIMIENTO
Los ojos que me miran desde un cristal imaginario
Evocando los rasgos que tuviera un día
Nada tienen que ver o saben del final que me aguarda
Y no imagino.
Sin embargo
cuando lunas y soles hayan cumplido con su tránsito
Y de la memoria hayan partido imágenes y sueños eternos
Quedarán
como la parte mía no encontrada, los ojos que me miran
OTOÑO
A la mesa sentados a la tarde
quietos abuelos dóciles como el trigo
al oro de la sombra contemplan
sueños trozos de objetos
en el patio desierto la aurora
de la estirpe
breve tiempo
caer sobre los muros con alas apagadas.
PASOS
Esta vez vino breve
sonido de una caja de música
acaso porque huyera
haciendo un alto en cada puerta
Cada uno miraba en torno a sí
o al patio
y algo adentro escapaba de las manos.
LAS SOLEDADES SUYAS
Ni una sonrisa,
ni un gesto de benevolencia
o amistad,
extranjera llamada que a las puertas
De mi pasión un día se llegara,
pues apenas persigo la estación y e fin
justos
a mi desvelo, acabadas mis fuerzas,
hora que se aproxima desde mi nacimiento.
Ni auxilioi ni llmado, menos aún
calor,
bienes ajenos todos,
por otra mano concedidos
de donador más eficaz y ecuánime,
aquel que sabe quién tiene la gloria
o la gloria es.
Nada de mi pasión
ni de mis vencimientos en esta hora
final,
si al asilo que acojo o que me aguarda
no asiste estrella alguna,
salvo la soledad demi anhelo que querría,
Así como la niebla silenciosa se tiende
sobre el aire
o como el tiempo ignora
Con su desdén la mano inexistente,
ver en las cosas todas
transportada y ajena solitaria mi imagen.
CANCIONES DE AUSENCIA
Fragmento
1
Ondas del mar de mis sueños
¿en qué playa habrán de dar?
2
Florecido por tu ausencia
un rosal tengo de quejas
para plantar en las eras
del corazón que me alejas.
3
Tu cuerpo y mi alma
¿cuándo se tendrán?
Tu cuerpo que vive y mi alma que sueña.
4
Te acercas a mi recuerdo
como una mano intocada
a cuyo tacto los sueños
fueran verdad y me amaras
5
Si duermo
vives conmigo,
contigo voy
si despierto
6
He amado tanto tus ojos
y tanto los he soñado
que ya no puedo decir
si al mirarlos me han mirado,
7
Todavía conmigo está
el color de los geranios
que querías una vez
poner tras este cristal.
8
Me llamas
y no respondo
porque en silencio
me hablas.
9
Si caminar a tu lado
ya toda la fantasía
me ha devuelto ¿qué sería
contigo estar?
10
Eres el aire que pasa
y que mueve sin rozar
las hojas de mi nostalgia.
11
Las mariposas que vuelan
por tu mirada
¿en cuál red podré apresarlas?
12
Te vi llegar y no supe
de cuál de las vidas mías
venías porque llegada
ya ninguna vida tuve.
13
¿A qué al mundo
hemos venido
si no ha sido
para amarnos?
14
Las eras de mi recuerdo
sin eriales porque en ellas
es tu alma lo que pierdo.
15
Quien amores da
temores aguarda,
quien amores guarda
temores tendrá.
16
¿Dónde abrevaré la sed
que me abrasa tras haber
vuelto a encontrarte otra vez?
17
Muérome porque me dejas
y estás a mi lado,
muérome porque a mi lado
te me alejas.
18
¿Me amarías
todavía
si mi vida
ya no es mía?
(....)
Duelo
1
Ondas del mar de mis sueños
¿en qué playa habrán de dar?
2
Florecido por tu ausencia
un rosal tengo de quejas
para plantar en las eras
del corazón que me alejas.
3
Tu cuerpo y mi alma
¿cuándo se tendrán?
Tu cuerpo que vive y mi alma que sueña.
4
Te acercas a mi recuerdo
como una mano intocada
a cuyo tacto los sueños
fueran verdad y me amaras
5
Si duermo
vives conmigo,
contigo voy
si despierto
6
He amado tanto tus ojos
y tanto los he soñado
que ya no puedo decir
si al mirarlos me han mirado,
7
Todavía conmigo está
el color de los geranios
que querías una vez
poner tras este cristal.
8
Me llamas
y no respondo
porque en silencio
me hablas.
9
Si caminar a tu lado
ya toda la fantasía
me ha devuelto ¿qué sería
contigo estar?
10
Eres el aire que pasa
y que mueve sin rozar
las hojas de mi nostalgia.
11
Las mariposas que vuelan
por tu mirada
¿en cuál red podré apresarlas?
12
Te vi llegar y no supe
de cuál de las vidas mías
venías porque llegada
ya ninguna vida tuve.
13
¿A qué al mundo
hemos venido
si no ha sido
para amarnos?
14
Las eras de mi recuerdo
sin eriales porque en ellas
es tu alma lo que pierdo.
15
Quien amores da
temores aguarda,
quien amores guarda
temores tendrá.
16
¿Dónde abrevaré la sed
que me abrasa tras haber
vuelto a encontrarte otra vez?
17
Muérome porque me dejas
y estás a mi lado,
muérome porque a mi lado
te me alejas.
18
¿Me amarías
todavía
si mi vida
ya no es mía?
(....)
Duelo
El duelo de la hora:
Cómo se vive y cuánto
Enemiga nostalgia
Lo lleva de la mano.
Y el corazón que va
Con la vida que escapa,
Abraza sólo el sueño
De las cosas que ama;
Música o soledad,
Duelo ya fantasía
De ser y de vivir
A solas el milagro.
Duelo que en celo y vela
va en alas de presagio,
De una nada a otra nada
Hacia el último tránsito.
Cómo se vive y cuánto
Enemiga nostalgia
Lo lleva de la mano.
Y el corazón que va
Con la vida que escapa,
Abraza sólo el sueño
De las cosas que ama;
Música o soledad,
Duelo ya fantasía
De ser y de vivir
A solas el milagro.
Duelo que en celo y vela
va en alas de presagio,
De una nada a otra nada
Hacia el último tránsito.
Razón
Vive si puedes
Fueron las tres palabras
Que le dijo a su propio corazón
Al saber que debía
Despedirse de todo e ir al desapego
Plantar en su jardín la flor morada
Del desprendimiento
Ahora si puedes vive
Asi se dijo
Asi oyó de sus labios su razón
Siendo él su contrario
Siendo él mismo aquel otro
Que en enemigo suyo se volvía
Luego de abandonada la vida que una vez
Fuera su aliento
Su alimento y su senda
Cuando su alma era el norte de sus pasos
Y ahora se lo dice
Vive si puedes
Ajeno ya de si cuando el final del día
Le hace exiliado de su ensueño y el huésped de su duelo.
Fueron las tres palabras
Que le dijo a su propio corazón
Al saber que debía
Despedirse de todo e ir al desapego
Plantar en su jardín la flor morada
Del desprendimiento
Ahora si puedes vive
Asi se dijo
Asi oyó de sus labios su razón
Siendo él su contrario
Siendo él mismo aquel otro
Que en enemigo suyo se volvía
Luego de abandonada la vida que una vez
Fuera su aliento
Su alimento y su senda
Cuando su alma era el norte de sus pasos
Y ahora se lo dice
Vive si puedes
Ajeno ya de si cuando el final del día
Le hace exiliado de su ensueño y el huésped de su duelo.
Voluntad del juglar
Sea la inexistencia
Que mi ser todo desaparezca
Que no quede huella de mis escritos
Memoria de mis actos
Rastro de mí
Semilla o fruto de mis pensamientos
Que mi nombre se hunda en el olvido mi alma en el no ser
Mi vacío en el vacío universal
Como se han ido ya mis horas
Así se seque el cauce de mi sangre
Ay que huella no quede de mis pasos
Ni eco de mi voz
Ni sombra de mis cosas
No se guarde de mi ni la nostalgia
Así sea en una urna
Borrada de los lienzos toda imagen
Que los espejos ya no me reflejen
Y si algo quedare
Sea pues de mi ser lo que no ha sido.
Que mi ser todo desaparezca
Que no quede huella de mis escritos
Memoria de mis actos
Rastro de mí
Semilla o fruto de mis pensamientos
Que mi nombre se hunda en el olvido mi alma en el no ser
Mi vacío en el vacío universal
Como se han ido ya mis horas
Así se seque el cauce de mi sangre
Ay que huella no quede de mis pasos
Ni eco de mi voz
Ni sombra de mis cosas
No se guarde de mi ni la nostalgia
Así sea en una urna
Borrada de los lienzos toda imagen
Que los espejos ya no me reflejen
Y si algo quedare
Sea pues de mi ser lo que no ha sido.
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