CARLOS ÓRDENES PINCHEIRA es un poeta chileno nacido en 1939. Amigo de grandes personajes de la literatura chilena y conocedor de la agria historia de su patria.
Ha publicado: Grillos en el alma (1962); Lagarto (1963); Llanto milenario (1967); Eternidad (1967); La tierra pide silencio (1974); El viajero iluminado (1975); El cielo sobre los árboles tiembla (1997); Dios en el aire sobre un trino (1997); Alguien camina sobre mi tumba (1998); Firmamental agonía (1999); Llanto milenario (2000); Brizna en la noche sobre el pasto (2000); Poemas para una estancia diluida (2001); De las bestias al hombre (2001); Poemas del monstruo de la laguna verde (2003); La ciudad soñada (2004); La patria que no tenemos (2004).
BAJO NUBES
He ahí
el camino: aún procuro
encontrar llaves,
astros, albas cadenas...
La noche gira en un sollozo...
AQUELLA ENMOHECIDA LUNA...
Vuelve aquella enmohecida luna
que oculté bajo la almohada,
niño-cielo
montado en asombros.
Una puerta cerrada
me deshace los ojos. Un perro
se detiene
a lamer los talones de la noche.
Me encuentro en extraña selva y
escucho, comprendo:
la tierra es una sola guitarra
repleta de luciérnagas...
ETERNO LLOVER
Lejos de mi propia estatura,
derrotado por visiones,
cierro los ojos
para no ver
la mísera caminata
que me conduce hacia vedadas oscuridades.
Hace centurias
que llueve sobre mis hombros.
CÍRCULO
Andar
miles de kilómetros
sin mover un solo pie...
Desde el povo jamás se alzarán
manos alas rostros dioses...
Se debe asumir una estepa dura:
en la otra orilla
sólo el viento canta...
SEÑAL
Nunca tuve patria que avalara mis horizontes.
Al nacer
me esperaba una tierra surcada de máscaras, cementerio
de ilusiones
donde entre ratas y relámpagos
la miseria alzaba su tiniebla olorosa a muerte...
Mientras pasaban papeles y números y
en las calles
lloraban infelices engendros,
yo sólo era un trozo de vida doliente
entre el barro
la lluvia el frío el hambre...
Tampoco tengo patria ahora que me voy alejando...
Haber nacido fue un accidente, un error
la caída en esta costra planetaria
donde la injusticia
es una hechicera de uñas alargadas hacia los desposeídos...
Dejo mi palabra
Tal vez algún triste atienda mi señal cuando ya no esté...
ALFORJAS VACÍAS
Pastor arreando arreboles
Un vaso de sangre se balancea sobre las olas
Un barco repleto de gargantas aserradas
pareciera hundirse
entre las patas del horizonte... Nada importa ahora
si las gaviotas desdeñan los peces y
se abalanzan sobre sueños truncos.
En la arena llora un niño que ya se fue. Dos enamorados
se suicidan
mirándose los ojos y las manos...
Comienzan a trotar armónicos los caballos de la noche.
El viento olvidó la letra de la última canción,
se ha detenido a susurrar,
una estrella se aleja y
muere en el pecho del mar...
Toda la belleza del planeta está presente
en este cerro arbolado y solo.
Aún no quisiera vivir más allá del silencio,
antes debo grabar en tu alma
un poema que te sostenga
cuando en el infinito se pierda mi voz...
Tú ya sabes,
acercándome estoy con mis alforjas vacías:
nada coseché
en la chacra de la demencia colectiva...
[http://revistaextramuros83.blogspot.com/]
ANTIGUO MUÑECO DE TRAPO
Háblame de comarcas encantadas,
translúcidas princesas,. alegría
de galopes
en mañanas encendidas. Dime que en medio del bosque
entre luminosas hojas,
hay un viajero
vestido de lluvia
narrando mágicas aventuras... Háblame ahora,
ángel de trapo,
de un dulce monstruo
cazador de aromas nocturnos...
La niebla es constante en este último camino,
en los huesos ya no cabe un trino.
Cántale a mi corazón frío...!
Nómbrame un lugar en la tierra, apacible,
llévame con tu mudez
a la estancia
donde los niños moren en transparencias,
armonías y cantos, y las sonrisas
hagan resplandecer la noche.
Quiero capturar la risa ahora.
Y de ramas de un sauce
columpiarme hasta tocar el firmamento...
Señálame la senda
antes que un sollozo destruya la faena y el canto.
VIRGINIA
Presiento en los cuartos abandonados tu magia,
en la penumbra tus pasos,
cuyo sonido está reservado
para un niño
vencido en tormenta de pájaros mudos.
Detrás de cada puerta
te adivino aspiro tu cuerpo como un aire y
hay en mis venas un galope de aguas siderales.
Hasta este rincón que acoge mis andrajos
te siento llegar
bendecida de cristales lluviosos,
rostro distinto en cada niebla,
iluminado,oloroso a hierba mojada.
ólo al recorrer tu piel
aromos derriban la oscuridad...
PATRIA MÁRTIR
en la penumbra tus pasos,
cuyo sonido está reservado
para un niño
vencido en tormenta de pájaros mudos.
Detrás de cada puerta
te adivino aspiro tu cuerpo como un aire y
hay en mis venas un galope de aguas siderales.
Hasta este rincón que acoge mis andrajos
te siento llegar
bendecida de cristales lluviosos,
rostro distinto en cada niebla,
iluminado,oloroso a hierba mojada.
ólo al recorrer tu piel
aromos derriban la oscuridad...
PATRIA MÁRTIR
patria mártir
grito ahogado por el llanto
frente a la inclemencia de las bombas...
aquí hubo mujeres,
niños hombres soñando con una patria libre de tiranías...
calor de hogar,
el pan en su visita diaria acogedora...
solo quedan ruinas,
seres diseminados entre los escombros,
sueños sepultados bajo el derrumbe de los muros...
entre la vida y la muerte sólo tu nombre fue gran farol...
antes de caer tenían en sus ojos
el verdeceleste camino de la libertad...
¡ah de los asesinos que no vacilaron
en sembrar la negra semilla del silencio último...!
hasta los astros lloraron
cuando el mundo se llenó de nieblas
ante la masacre de los valores...
todo volverá a renacer, se alzarán las murallas,
se vestirá de ciudad
este abandono y
surgirán nuevos hijos
para hacer de tí la más libre de las naciones: ¡Palestina...!
dejarás de ser la patria mártir
al son de los nuevos cantos y a la flor encendida del amanecer...
PADRE NUESTRO
grito ahogado por el llanto
frente a la inclemencia de las bombas...
aquí hubo mujeres,
niños hombres soñando con una patria libre de tiranías...
calor de hogar,
el pan en su visita diaria acogedora...
solo quedan ruinas,
seres diseminados entre los escombros,
sueños sepultados bajo el derrumbe de los muros...
entre la vida y la muerte sólo tu nombre fue gran farol...
antes de caer tenían en sus ojos
el verdeceleste camino de la libertad...
¡ah de los asesinos que no vacilaron
en sembrar la negra semilla del silencio último...!
hasta los astros lloraron
cuando el mundo se llenó de nieblas
ante la masacre de los valores...
todo volverá a renacer, se alzarán las murallas,
se vestirá de ciudad
este abandono y
surgirán nuevos hijos
para hacer de tí la más libre de las naciones: ¡Palestina...!
dejarás de ser la patria mártir
al son de los nuevos cantos y a la flor encendida del amanecer...
PADRE NUESTRO
a Nadia Ivonne Ordenes Duffau
Padre nuestro que no estás en la olla vacía,
harapos
caminantes,
tos
que se escurre lágrima adentro.
He caminado
siglos
esperando
repartición de panes transparentes.
Nada eres
entre todos los hombres de buena voluntad.
Adoradores de
becerros de oro
nunca invadirán
de manzanas y palomas
el corazón de los
niños solos,
ni derramarán luciérnagas en los rincones
donde mueren
al
pie de una esclavitud disfrazada de libertad.
"En nombre del Padre,
del Hijo y
del Espíritu Santo, te niego la sal y
el agua,
te condeno
a morir en la ignorancia
por el pecado de nacer
pobre y encadenado..."
Ya no conozco amaneceres limpios:
oscuridad inunda corazones,
tropezamos,
caímos entre biblias apagadas, la mudez danza en las
esquinas...
Poetas-títeres, cerdos felices con Dios
y con el Diablo
-entre cruces y
tridentes-
declaman sus ayes...
Ya nadie busca rumor distinto,
agua
recién nacida. Eres
un bello cuento
para adormecer conciencias,
apagar
el grito frente al macabro festival.
Y este amanecer
es sombra repetida
desde mis nacimientos.
He de caminar sobre mis hombros
para no darle vida
a mi muerte...
Un caballo enfermo bebe flores, mariposas,
y se rompe las sienes contra
los árboles.
Padre nuestro que no estás en la ausencia
de los frutos,
agonizas
en
desolación y desconsuelo.
Habría sido alucinante verte caminar sobre el
agua,
repartir oportunidades,
darle claridad al mundo abatido...
Has muerto en la eterna noche del planeta...
¡Qué pena saber
que
estamos solos, helados y ciegos...!
de "El cielo sobre los árboles tiembla" enero, 1997
[WEB DE CARLOS ÓRDENES PINCHEIRA
http://carlosordenes.blogspot.com/]
Padre nuestro que no estás en la olla vacía,
harapos
caminantes,
tos
que se escurre lágrima adentro.
He caminado
siglos
esperando
repartición de panes transparentes.
Nada eres
entre todos los hombres de buena voluntad.
Adoradores de
becerros de oro
nunca invadirán
de manzanas y palomas
el corazón de los
niños solos,
ni derramarán luciérnagas en los rincones
donde mueren
al
pie de una esclavitud disfrazada de libertad.
"En nombre del Padre,
del Hijo y
del Espíritu Santo, te niego la sal y
el agua,
te condeno
a morir en la ignorancia
por el pecado de nacer
pobre y encadenado..."
Ya no conozco amaneceres limpios:
oscuridad inunda corazones,
tropezamos,
caímos entre biblias apagadas, la mudez danza en las
esquinas...
Poetas-títeres, cerdos felices con Dios
y con el Diablo
-entre cruces y
tridentes-
declaman sus ayes...
Ya nadie busca rumor distinto,
agua
recién nacida. Eres
un bello cuento
para adormecer conciencias,
apagar
el grito frente al macabro festival.
Y este amanecer
es sombra repetida
desde mis nacimientos.
He de caminar sobre mis hombros
para no darle vida
a mi muerte...
Un caballo enfermo bebe flores, mariposas,
y se rompe las sienes contra
los árboles.
Padre nuestro que no estás en la ausencia
de los frutos,
agonizas
en
desolación y desconsuelo.
Habría sido alucinante verte caminar sobre el
agua,
repartir oportunidades,
darle claridad al mundo abatido...
Has muerto en la eterna noche del planeta...
¡Qué pena saber
que
estamos solos, helados y ciegos...!
de "El cielo sobre los árboles tiembla" enero, 1997
[WEB DE CARLOS ÓRDENES PINCHEIRA
http://carlosordenes.blogspot.com/]
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