Luis Eduardo Rendón
Nació en San Roque, Colombia en 1972.
Libros de poemas: Arpa a merced de las manos invisibles, 1996; La velocidad de las piedras es azul, 1997; Universal Gong Night, 1997; Tras la loba espectral, 1998; La Plaza Mercurio, 2000; Libro de presagios, 2011.
Pertenece a la organización del Festival Internacional de Poesía de Medellín y al Consejo Editorial de la Revista Prometeo.
La piedra florecida
Atención
florecerá una piedra
y los reyes exigirán explicación
los niños la pintarán
la buscarán en sueños
y montañas
los periodistas peregrinarán
la academia revelará un nuevo reino
por doquier se hablará del milagro
todos pretenderán ser dueños de tal piedra
¡Salvémosla!
Clamarán los partidos verdes
los enanos azules
los arqueólogos locos
pero una piedra seguirá floreciendo
en los místicos desiertos
en los huertos de los ríos
en la comunión de los amantes
y en los deseos de otras piedras
De: Libro de Presagios (2011)
NOS ESCULPEN LAS ESTRELLAS
III
Porque nos recorre en 28 días
como al teclado de un piano
la Luna semeja el vértigo del amor
geisha de los imanes
acupunturista del rocío
colibrí de nuestro néctar
crecemos en sus fulguraciones
en nuestros juegos conejos
porque roza nuestras vértebras
con la delicadeza de una bailarina
ella cuece todo presentimiento
leño adentro
De: Libro de presagios (2011)
SED
Grifos tus palabras
paraguas
en tempestades inefables
grúas
en el accidentado tráfico
del pensar
tenazas
para desapretar
el mundo
relojería acuática del sueño
desierto es lo que fuimos
De: Libro de presagios (2011)
S.O.S. ÓSEO
I
Calambombo nuestro
blanquísimo fémur de la vaca
que cuelgas en las carnicerías
danos hoy nuestro caldo de cada día
los economistas te recomiendan
los ascetas te imitan
perros te acechan
señoras humildes te aderezan
a semejanza de tu imagen
¡Caímos al estado calambombo!
II
Madame sequía
con su collar
de huesos
exige báscula
metro
gotero
dosifica chamizo
ración pucho semen
hilo de voz
III
¡Caímos
Caínes
al estado calambobo!
Hidropónicamente unidos
aprenderemos a succionar
milímetro a milímetro
el agua de la roca
el amor en una boca
De: Libro de presagios (2011)
IX
(Fragmento)
aunque las cifras
como cuervos
prefiguren nuevos cataclismos
no vamos a desaparecer
aunque
se desaten nuevos
demonios
adentro
y afuera
y nadie diga nada
porque es prudente callar
en los funerales
no vamos a desaparecer
aunque hagan todo lo posible
por hacer olvidar
lo que no puede ser olvidado
y logren hacer creer
que tienen la razón
y que la poesía
es un adorno
y que el cielo no es un lugar
no vamos a desaparecer
aunque afirmen
que sus momias nos representan
y que sus enciclopedias nos contienen
no vamos a desaparecer
aunque
quisiéramos
deshacernos
borrar
las huellas
incendiar
los mapas
hablarían
entonces
los santuarios
como viejos sabios
moverían sus labios
las piedras
por doquier
brillarían códices
como luciérnagas
tablillas
se reunirían
milagrosamente
atravesando mares
y museos
porque no vamos a desaparecer
aunque
hayamos olvidado la boca
cuando teníamos que hablar
y los pulmones
cuando teníamos que respirar
y las manos
cuando teníamos que asir
no vamos a desaparecer
aunque
pretendan
poner el misterio
en una báscula
insertar
un programa
en un embrión
aunque ansíen
medir el anhelo
del salmón
y descifrar
los cantos
de las ballenas
no vamos a desaparecer...
De: La plaza mercurio (2000)
Rebeldía de la savia
Plomo
el más anciano
entraste al joven Beethoven
a través de peces contaminados del Danubio
lo ensordeciste
y lentamente
murió
pues gradualmente devoras
para no ser destronado
plomo nunca melódico
somos con Ludwig
repudio contra ti
resistencia de sangre musical
contra el metálico absolutismo
Sigilo de las grandes ostras
La belleza que les crece producirá su muerte
como la fatalidad que desolla al tigre
ninguna perla las acusa de encerrarlas
ninguna vecina les envidia la gema
en las manos puras
en el óvalo de una lágrima
en la inmensa cuna del mar
las perlas perdidas brotarán
de las profundidades del sueño
Hojarasca razón
Raíces del caos
prenden de los sueños
jardines de los muertos
ramas del pensamiento
arden en la noche
del fin de los números
frutos del héroe
se pudren
a gran velocidad
las flores del amor
en olvidos irrompibles
Vamos
¡A un baile de pingüinos!
¡hacia jirafas de vino
pintadas lingualmente en las bailarinas!
¡a olvidar el armario!
no hay llaves para la brisa
cajones para la niebla
espejos para cabellera de cometa
ni vestidura para cinturón de asteroides!
¡a saltar sobre cuerdas de chelo a otros cielos!
¡hacia la carne cristalina de la pitahaya!
¡hacia el ojo de cuarzo de la luna!
¡hacia la carroza con relojes de sandía!
No hay comentarios:
Publicar un comentario