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miércoles, 25 de agosto de 2010

925.- JUKKA KOSKELAINEN

JUKKA KOSKELAINEN nació en Finlandia en el año 1961. Su primera colección de poemas, Kierros (el Ciclo) fue publicada en 1995. Después ha publicado, Er ää la n taistelun kuvaus (la Descripción de una Cierta Batalla, 1997), Niin lavastetaan lännen taivas (Así Organizamos el Cielo Occidental, 2001) y Mit ä et sano (2005). Además de estos trabajos ha publicado una colección de ensayos y varias traducciones de poetas, por ejemplo de Octavio Paz y Paul Celan entre otros.






LA ETERNIDAD

(A Eliseo Diego)

La eternidad
comienza un lunes después del carnaval,
la vida verdadera que estaba en otra parte
por fin acude,
deambula por los pasillos del centro comercial,
vaga sin destino por la calle principal,
pasa la mañana de febrero en un semitrance,
cuando la luz es más oblicua, el aire agrio,
propenso a los vientos,
se demora en las esquinas,
en los semáforos, toma café tibio
temprano en la mañana, contempla
una casa arruinada,
no recuerda adónde iba,
porque no iba a ninguna parte,
no le molestan el humo ni la ceniza
que suben de debajo de la tierra,
de los desperdicios,
porque por fin ha encontrado un lugar
donde no grita el mandamás, no vigila
el comisario, no vale la ley de la historia,
no refunfuña el subconsciente,
no arenga el superego,
sólo viento, ceniza, unos transeúntes humildes,
el café tibio, y el día que tiene un nombre,
tu nombre, mi nombre,
pues eso también significa ser casi libre.



*****



si una vez estás ahí habla
deja a la carne viva sostener la palabra
que dejaste sin terminar en la costa
antes que el año empezara
y los cambios del cielo pasaran por la cabeza
y superficie tras superficie se rompieran
ola tras ola se adentró la basura
así que habla ahora
como la presión del aire que cede al final
y los caminos son una dirección
los vacios se abren en medio
se junta la noche con la noche
dí la palabra que separa la carne de la carne
el hueso de sus cadenas
que todavía nos queman mañana
cuando apenas queda nada
habla



*****






... no ves cambios en el sol?
las manchas aumentan, la piedra es más dura,
la ventana se funde, no sientes el cambio en tu piel?
es otra la frecuencia, las huellas han terminado
y allá sólo hay arena
comienza el regreso eternal: los arboles
se derrumban,
la tierra vuelve a sus antigos cauces,
el barro vuelve a resbalar

no notas?: la afinación ha cambiado,
los rayos forjan el suelo más despiadado,
al despertar, eres el mismo? aún eres
raíces y hojas, venas murmurando
en lo profundo?
no notas?



*****



Hoy también

Hoy no hay nadie visible en el cielo,
sólo sus venas estallan y
las manchas del sol perforan la piel,
las espinas del sol.
Y todavia, íntegro como cualquier océano,
voy en círculos: la ciudad se atormenta
fastuosamente,
mástiles y oleadas se escriben uno en otro.
Regreso, nadie, una larga vocal declinante
por las losas
como un canto gregoriano o una purificación
de la fe.
Nadie: es para él que se canta?
Para eso todos estos mástiles y líquidos centelleos?
Nada cambie,
el agua de las cuencas no se renueva. Regreso.
Y TODAVIA




*****



Despues del sueño

No más tormentas de imagen: el mar está calmo
y ya brilla de acuerdo a las escrituras,
el exilio acabará,
y esas palabras: Creamos el sentido
y lo sacamos de nuestra habitación interior,
y se desuelve en el horno cuando estalla el sol,
dijo ella cuando nos volvimos a la curva del río
o lo hizo ella, despues de todo, comenzó a susurrar
mientras al viento maduraba con uñas de sal y algas.

Y ahora se hunden las colinas en el crepúsculo
a mil kilómetros,
las agujas de pino recortan el paisaje.
Nada se mueve, el aire se afina,
listo para la ruptura.