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miércoles, 1 de enero de 2014

PIERRE ALFERI [10.601]


Pierre Alferi

(Nacido en 1963), es un poeta francés, novelista, ensayista y profesor de la Escuela Superior Europea. Alferi es hijo del filósofo francés Jacques Derrida y de la psicoanalista Marguerite Aucouturier.

OBRA:

Poesía

Les Allures naturelles POL, Paris, 1991 ISBN 2-86744-218-4
Le Chemin familier du poisson combatif , POL, Paris, 1992 ISBN 2-86744-308-3
Kub Or , POL, Paris, 1994 ISBN 2-86744-411-X
Sentimentale journée , POL, Paris, 1997 ISBN 2-86744-557-4
Personal Pong (avec Jacques Julien), Villa Saint-Clair, Sète, 1997
Handicap (avec Jacques Julien), Rroz, 2000
petit, petit , Rup et rud, 2001
La Voie des airs , POL , Paris, 2004 ISBN 2-86744-993-6

Novelas

Fmn , POL, Paris, 1994 ISBN 2-86744-440-3
Le Cinéma des familles , POL, Paris, 1999 ISBN 2-86744-713-5
Les Jumelles , POL, Paris, 2009 ISBN 978-2-84682-309-8
Après vous , POL, Paris, 2010 ISBN 978-2-8180-0009-0

Ensayos

Guillaume d'Ockham le singulier , Minuit , coll. « Philosophie », Paris, 1989 ISBN 2-7073-1200-2
Chercher une phrase , Christian Bourgois , coll. « Détroits », Paris, 1991 ISBN 2-267-01025-9
Des enfants et des monstres , POL, Paris, 2004 ISBN 2-86744-992-8



domicilio y territorio de los peces 
(fragmentos)

Primera habitación. Los muebles, los objetos se disponen 
en orden de importancia alrededor, sin embargo 
sus preocupaciones aumentan. 
¿Dónde estás? Es hora de levantarse y volver 
a casa. Las paredes son amarillas y la madera es azul, 
las cortinas tienen un pliegue inquietante. Acá estoy 
sin hablar, un lado se pega al suelo, una calcomanía. El cuerpo 
se extiende a las seis paredes, en casa 
o no, no sabe. Está exactamente acá -- empieza 
despojándose, con un cambio – lo puede imaginar. 
La habitación de mi infancia es ahora uno de los archivos de mi padre. 
Una pintura abstracta en la puerta, en tonos pastel, 
canciones de cuna checas, una mano en la oreja, 
y el sueño hinchado como una funda de almohada, persiguiendo a ciegas
ideas por los rincones. Estoy hablando de una sombra no física 
y un eco. Un desprendimiento, una adherencia, algo del todo distinto 
a ser huésped, a simplemente ser. Esta habitación también, 
esta burbuja que no contiene nada, aire.
Además del papel de la pared y los títeres de sombra, 
además de una cama fantasma debajo de la mía, 
no recuerdo nada. Esta es la única versión habitable 
de un cuerpo: dado vuelta como un guante. 
Un lugar donde somos felices, un lugar agradable, 
es todo lo que quiero encontrar. 
Es claro, incluso acá, algo queda, 
algo que ya no pertenece al niño, algo que los padres 
nunca consiguen heredar. Para vivir, pero de un modo pasivo, 
como en voz media, sin sujeto ni objeto. 
Una habitación, cuando no es propia, 
de la misma manera que una idea. El primer acto 
es perderse, dejar los lugares así como están. 
Quiero decir una especie de idea de habitación, 
La idea de entrar.

Le Chemin familier du poisson combatif (1992) 
versión Patricio Grinberg






domicilio y territorio de los peces (fragmentos)

Segunda habitación. Cuando el huésped adivina tu cara, 
la presencia que los lugares no consiguen de mí, 
un enfrentamiento empieza. Vamos, dejá de quejarte. Vos 
me reprochas tu reticencia, tu miedo a entrar. 
Mi habitación de estudiante daba a un patio,
un sol blanco, un árbol desnudo. 
Un espacio que asegura casi todas las necesidades, 
relegando al segundo lugar, al exterior, al menos un elemento
de la lista vital básica, comer, dormir, lavarse, leer. 
Un casillero, una variación sobre el tema arquitectónico más elemental: 
el cubo. En un pequeño marco de hierro, 
bajo un número de tres dígitos, había un nombre en la puerta; 
yo proyecto una sombra todavía temblando, 
que zigzaguea entre una cama plegable y un escritorio, 
estantes. Pura coincidencia, pero a la que le debo 
esta sospechosa y poco saludable primera sensación de autonomía. 
Eras esta sombra, y mucho más, agrandada
hasta los ángulos de la habitación. Seguimos un pasillo,
linóleo, neón. Viniste acá para coger.
Me metí en tus sábanas frías, oímos pasos.
Cada uno en su puesto día y noche, la única ventana parpadea,
emite señales, mira la ciudad sin abarcarla,
vigila. Pero las escenas a través de las separaciones 
y -peor- las reconciliaciones? Yo no tenía mi lugar.
Eco y discordia, una pregunta que se responde con otra pregunta.
Recuerdo un aro que se había caído,
la separación de voces, una pelea. El segundo
pasa al primero. Sin embargo, estas todo el día solo,
como hacías antes, como una página, como una habitación. 
El segundo acto no es encontrarse, sino
dar un paso frente a la puerta. Casi nunca siento
la puntada de la soledad o su extenderse, uno es 
a más que una habitación, o menos, aunque contenido.

Le Chemin familier du poisson combatif (1992) 
versión Patricio Grinberg




domicilio y territorio de los peces 
(fragmentos)

Séptima habitación. En casa, donde uno nunca está, 
cerrando una utopía con paredes. 
Mi habitación no es la suma de todas las otras, la copia 
de sus llaves están en el placard. 
Sólo tengo sobreimpresiones, la familiaridad, la resonancia. Y, si hay 
espacio, teatro. Cuatro rectángulos de techo, 
una máscara de asustar africana, 
un cabeza precolombina cortada, varias máquinas, 
tres fotos sin color y un torso tatuado bajo un vidrio, 
dos alfombras rojas y marrones, los libros en posición vertical cubiertos por 
otros libros. El negro domina. Los muebles, 
los visitantes fueron reemplazados, a veces por ellos mismos. 
Nada es seguro, excepto el desorden, su crecer lentamente 
como tu voz en la mía. Sólo un deseo. 
Algunas cosas dispersas en el piso, documentos, cartas, un colchón 
que un cinturón mantiene sin desenrollar, pero 
una habitación extraña, un centro vacío, 
un refugio temporal. Desde donde yo me oriento. 
hacia donde me gusta dirigirme, incluso cuando no voy hacía ahí. 
Sin embargo, siempre encerrado en si mismo, cuidando este placard, 
esta zona libre donde no hiciste casi nada. Un verbo 
que sería simultáneamente frecuentativo de tener y su contrario. 
Así. El séptimo acto es para volver a dibujar el lugar 
donde uno se deja a sí mismo. Dejé que me guiaras 
hasta este lugar. Nos detuvimos en la entrada. 
Después cerré la puerta.

Le Chemin familier du poisson combatif (1992) 
versión Patricio Grinberg









I

cuando nada conduce a nada 
no agita fuera de la inercia 
se hace agitación conducida para 
nada más que una nada que es 
dificultad y el mínimo contacto 
invirtiendo el sentido de la marcha (sin saber 
que lo miran a través de dos ventanas, un desconocido 
vestido, se desviste, se sienta, se levanta, atiende, cuelga 
el teléfono) primero la incoherencia 
de partículas en suspensión 
después un período. Un gesto cotidiano 
filmado en video 
un gesto repetido, su lugar 
recorrido por completo como un paso 
de breakdance que sólo puede ocupar 
el reverso del reverso, ya está 
otra cosa: una forma 
cristalina impasible

Les Allures Naturelles (1991) 
versión Patricio Grinberg



from Les Allures Naturelles

1.

when nothing entices nothing
stirs beyond inertia
becomes agitation impulse aiming at
nothing but a nothing in the
way and the slightest contact
reverses the directional flow (ignorant
of being observed through two windows, a stranger
dresses, undresses, sits, gets up, lifts up, sets down
the receiver): first the incoherence
of suspended particles
then the period. An ordinary movement
filmed in video
a gesture replayed, its space
run through in every direction like
a break-dance whose surface is only
the other side of the reverse, is already
something else: a form
impassive crystalline





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