Carina Radilov Chirov. Poeta argentina. Nació en Sunchales, provincia de Santa Fe, en 1972. Trabaja como Profesora de Lengua y Literatura. Comenzó su vida pública en el año 2008, cuando leyó en varias ediciones de FestiPoet, encuentros de música y poesía realizados en la ciudad de Rafaela. Publicó textos en la Antología Lxs Célebres Desconocidxs, editada por la editorial independiente rafaelina Nunca tengo razón (Ediciones auto(su)gestionadas), en el año 2008. En ese mismo sello se publicó su primer libro, Flor del llano (2009).
Mercancía
en una tienda de barrio, con rejas duras
como el olor de las verduras frías
se daban las vecinas, unas a otras,
sin parpadear, con ojos rojos de palomas,
los nombres y los estados de los agonizantes
en las casas linderas, en los dormitorios
con crucifijos, morfina, polleras mudas
se fue una dellas
continuó la vendedora
en su oficio,
envolviendo un par de medias
la clienta miró un ramillete de flores plásticas
es una pena
II
hacé tu faena sobre mí, aunque ahora piense
en reses inermes degolladas en el matadero
escondeme bajo tu peso, rebuscá mis entrañas
con tu hocico de perro famélico
somos vasallos, somos carne de cañón
dejame nombrarte
por hoy
amor
III
mi abuela decía que estaban amurando
eran los descabellados
eran los ardidos, los llagados en las bocas,
con apuro, sin hueco en las casas decentes
te amuro yo a vos: una liquidez
mullía la pared del barrio
me dejo amurar: mi espalda y los muslos
una rabia verde se suelda al ladrillo
que busca hacerse barro
nos amuramos es casi nos enamoramos
pero la u retumba, huele oscuro
Diapositivas
¡Comprar flores, cambiar el agua, abrillantar las placas!
Madre, padre, abuelos, no me esperen en el cementerio.
A la hora de la siesta me acosté
con los vivos.
Cuando te invito a viajar quisiera que comprendas mi deseo:
por la ventanilla pasan diapositivas hipnóticas,
que no alcanzás a ver y nombro para vos.
Trigo verde, autopista en construcción.
Por estas palabras seremos una sociedad,
un matrimonio imaginario.
La tarde ocurre antes de que cruce la mujer
empujando la lluvia con sus hombros.
Lleva al hijo a la práctica de fútbol.
Tres albañiles estrenan un departamento
en el futuro edificio “Italia”.
Tienen un calentador y
una frazada
de cortina.
La letra cursiva me salió calma y redonda esta mañana.
Escribiendo en el pizarrón, estoy ahí.
Lo copado hubiera sido que el chabón
escribiera algo alegre
con esa vida de mierda,
comenta un alumno
leyendo a Vallejo.
Las uñas me las dejé crecer, las limo, para que te distraigan.
Dijiste que podrías mirarme como a una chica Chandler
y me pinté con esmalte rojo N° 34 de Revlon.
Nunca escribiste ese retrato pero
para mí fue una aventura.
¿Conocés la causa que habilita mi lujuria?
Muñecas, cuello, espalda deben existir.
Temo desaparecer una mañana
sin haber tomado contacto
con tu cuerpo.
Materiales de construcción
A portland y arena recién mezclados
sobre el ladrillerío hostigado de las paredes.
A mezcolanza gris que acogota el aliento,
un sobrante de humedad que no viene de algo natural,
como un charco o la sombra de un tapial.
Mirando los agujeros donde afloran, embrollados,
los cables de la instalación eléctrica.
Una caja de la luz cuelga, pero rinde así igual.
Es un albergue, transitoriamente devastado.
Picaron en un día paredes, techo y la ropa
en las perchas, en los estantes se empolvó de lo lindo:
cuando saco la prenda de arriba,
la de abajo queda marcada por la línea del polvillo.
A telas empapadas de partículas huele el aire en la habitación.
Les doy movimiento cálido con el secador de pelo,
microarenisca se va por la abertura de la ventana;
otro mucho regresa a las superficies.
Como el desasosiego de la tardecita.
Lo soplo, lo remuevo, tornando a aposentarse
sobre la imprecisión,
entre el nudo en la garganta y el revoltijo en el vientre.
Ya van como cinco o seis días que no lo ahuyento
ni con el espiral verde, menos con el lila.
La estela bífida de un avión arañó anoche la cara de la luna.
Pican cada tanto las fibras cerebrales
durante el tránsito de la tarde a la noche.
Como la huella del avión a chorro
las buenas intenciones se disuelven.
Saben a materiales de construcción secándose,
ásperos, mientras se traga un poco de saliva.
Y se levanta una a destapar la cerveza.
Toda la energía del universo le entró por este cable, dice el técnico loco.
El 96% del universo no se sabe de qué está compuesto, se lee en la revista.
Cada habitación tiene su propia tonalidad musical; los ingenieros de sonido lo saben.
Bocabajo sobre el colchón,
atravesada por las ondas sonoras del cuarto,
cercada por la materia oscura,
vuelvo a pensar en esa descarga.
Que por alguna terminal vulnerable
se me infiltró la energía del universo.
De a ratos hago saltar la llave del disyuntor.
DEDOS DE CABALLERO
I
ayer descargaron
pila y pila de leña
para el horno de la panadería
el olor de la madera quemada
alimentando el fuego
donde el pan se cocina
vuelve hasta la boca
en el sabor de la miga
II
tenemos planes:
comprar elástico
saltar la soga
construir un barco
cocinar tortitas de manteca
III
sobre el mosaico del baño
barbie está insomne
mientras la niña duerme
miro a barbie
ella, con rímel, me mira
desnudas todas
barbie, la noche y yo
(barbie deshojada de su ropa rosa
porque su dueña no sabe
dónde dónde estará)
(la noche está huérfana
pobre noche tan pequeña)
miro a barbie y ella me mira
se calla los secretos de mi niña
tiene el pelo pegoteado
tiene las manos mordidas
IV
cuando la noche arrecia,
le pedirías a un desconocido
acariciame la cabeza
hasta que me duerma
esto es la noche
un agujero cuyos bordes palpo
a su vera me acuesto
dejo vagar un brazo en el vacío
y confío en que por hoy no caeré
V
despierto temprano
a los pies de mi cama
el tiempo me espera
con ojos de perro bueno
VI
el hijo hace un pozo en la tierra del patio
siembra unas semillas del corazón de la manzana al sol
lo necesita la planta que nacerá
en el lugar que marcó con un círculo de papel
para no olvidar
me recuerda que riegue las semillas
porque así tendremos manzanas
que vamos a comer bajo la enramada
del árbol vivo
en su corazón creyente
VII
en tanto ocurre el mundo
la niña se mece
aunque hamacarse
nunca sea juego
alas de hada
le crecen
desde la nada
de su deseo
(deseotensocielo)
ciego ante el mundo
indecible deseo
que en la memoria del cuerpo
también sostengo
las cuerdas
el centro
del mundo
mi terco deseo
VIII
para que leve la masa
y libere su olor que calma
hay que hundir los dedos
sin ternura, con violencia
golpear golpear golpear
la materia se hace una,
junta coraje
para ser alimento
IX
donde hubo un cultivo de zapallitos,
está el ciruelo que padre plantó:
tiene frutos aún verdes sobre ramas grises,
las flores blancas se ven desde la cocina
una tarde cocinábamos guiso de vizcachas
el puerro, el ají, las cebollas, las zanahorias
en trozos, sobre la mesada
fui a la quinta a buscar zapallitos
entre flores amarillas de pétalos débiles
cuando volví, las papas estaban cortadas
sobre los huesos astillados
madre cumplió su reto
X
¿dónde te fuiste, abandonado de vos?
¿cómo ocupa tanto lugar el silencio?
XI
mamá freía dedos de caballero
con baño de azúcar y limón
siempre hay algo dulce
para las visitas
en bandejas
sobre los roperos
XII
volver a casa, pedaleando fuerte
con ganas, contra el viento
sobre la mesa la ropa está recién planchada
y la pava se calienta sobre el fuego
(de: Flor de llano)
No hay comentarios:
Publicar un comentario