Affonso Romano de Sant 'Anna (Belo Horizonte, Brasil, 1937) obtuvo una licenciatura en letras románicas en la Facultad de Filosofía de la Universidad, en 1962. En 1964, se convirtió en doctor en Literatura Brasileña, la UFMG, con una tesis sobre Carlos Drummond de Andrade. Al año siguiente se publicó su primer libro de poesía, canción y Word. En ese momento, estaba trabajando como colaborador en periódicos como el Estado de Minas Gerais, Diario de Minería, Trend y la Lectura. Entre 1970 y 1983 fue director del Departamento de Artes y Letras, PUC / RJ, donde organizó el EXPOESÍA (1973), lugar de encuentro de las nuevas corrientes poéticas de la década de 1970. En la década siguiente fue profesor en la Universidad de Texas (EE.UU.), Universidad de Colonia (Alemania) y la Universidad de Aix-en-Provence (Francia). Entre 1990 y 1996 fue presidente de la Biblioteca Nacional.
En 1987 apareció una edición de su poesía reunida con el título de: A poesía possível (La poesía posible).
Como ensayista ha centrado su atención en la literatura brasileña, destacándose sus trabajos "Carlos Drummond de Andrade, análise da obra" de 1969, "Canibalismo Amoroso", de 1984 y "Paródia, paráfrase e Cia", de 1985 y "Barroco, alma do Brasil", de 1977.
Los hombres aman la guerra
Los hombres aman la Guerra.
Por eso se arman y se visten de colores
para el dudoso deporte de la muerte.
Aman y no lo disfrazan.
Alardean ese amoren las plazas,
crean manuales y escuelas
alzando banderas y recogiendo cajones
entonando slogans y sepultando canciones.
Los hombres aman la guerra. Pero no la aman
solo con el coraje del atleta
y el orgulho militar, sino con la piadosa
vos del sacerdote, que antes del combate
-sirve la Hostia de la Muerte.
Fué así en Crimea y Troya
en Eritrea y Angola
en Mongolia y Argelia
en Siberia y Ahora.
Los hombres aman la guerra
y mal soportam la paz.
Los hombres aman la guerra, profana
o santa, lo mismo dá.
Los hombres tienen la guerra como amante
aunque desposen la paz.
Y que arrobos, Dios mio! en ese encuentro voraz,
qué placeres, qué gemidos, qué eyes!.
Qué sublimes perversiones urdidas
en la mortaja de las sábanas, agostando
la cama o campo de batalla.
Durante siglos pensé
que la guerra seria el desvío
y la paz la ruta. Me equivoqué. Son paralelas,
márgenes de un mismo rio, la mano y el guante,
el pie y la bota. Más que gemelas,
son siamesas, par e impar, suerte y pesar
son el uróboro-serpiente circular
devorándonos eternamente.
La guerra no es un intervalo
es parte del espetáculo, y no sólo es tragedia,
es comedia,real o popular.
La guerra no es cruel imprevisto.
Es reincidente vicio. Es un rito
lleno de riesgos. Por eso es mejor que el circo:
es donde el alegre trapecista
vestido de kamikases
salta sin red ni soporte,
se quiebran todos los platos
y el contorsionista se parte
en el Kamasutra de la Muerte.
Pero la guerra no es el revés de la paz,
es su cuna, y seno complementarlo.
Y el horror no es el reves del belo.
El horror no es oscuro, es la contrapartida de la luz,
lúcifer es Luzbel, brilla como Gabriel
y el terror seduce. Nada más seductor
que Cristo muerte en la cruz.
Por lo tanto, la guerra no es sólo misa
que oficia el padre, ciencia
que alucina al sabio, deporte
que fascina al fuerte. La guerra es arte.
Por eso con ardor de vanguardistas
frecuentamos la Bienal del Horror
e inauguramos la Bauhaus de la Muerte.
Pero sobre la carniceria no hay cuervos,
chacales, buitres, hienas.
Hay lindas garzas de alumínio, serenas
en un electrónico balet.
Tal vez fuese la danza de la muerte, patética.
Pero no lo es. Apenas es otra leccion de estética.
Por eso los soldados modernos
son como médicos y ingenieros
y ningún ministro de guerra
usa ropa de carnicero.
Guerra es guerra
decía el invasor violento
violando la monja en el convento.
Guerra es guerra
decía la estatua del almirante
con su boca de cemento.
Guerra es guerra
decimos en el radar
degustando al enemigo
al norte del paladar.
Por lo tanto, no es preciso disfrazar
el amor a la guerra, con historias de amor a la Patria
y defensa del hogar. Amamos la guerra
y la paz, en bigamia ejemplar.
Yo, poeta moderno y el eterno Baudelaire,
yo y hasta vos , hypocrite lecteur
Mon semblable,mon frère.
Queremos la batalla, aviones en llamas navios hundiéndose ,
el espetacular enfrentamiento
De mañana abrimos visceras de peces
con la punta de las bayonetas,
y al son del culinario clarín
hundimos nuestras adagas en los chanchos
y adornamos de medalla
los muertos sobre la mesa.
Si es posible, la carne limpia, sin sangre
que el misill, lanzado a la distancia,
en silencio, no salpique nuestra ropa.
Pero si fuera preciso un “baño de sangre”,
como decía Terencio: “Soy humano
y nada de lo que es humano me es extraño”.
La muerte y la guerra, por lo tanto
ya no me agarran de sorpresa.
Inscrivo su esfigie en la piedra
como si el dado de mi suerte
yo no rodase al azar.
Como se pasase del blanco
ao negro y al blanco retornase
sin ensombrecerme jamás.
Que venga la guerra. Cruel. Total.
El atómico clarín y la génesis del fin.
Cauto como conviene a los sabios,
primero gritaré contra ese hecho.
Pero voraz, como conviene a la especie,
ao ver que invaden mis huertas
de la hojas del banano inventaré
la ideológica bandera
y haré estallar el cuerpo de mi enemigo
antes que ataque.
Y si el no tira, ni viene aprovecho
su descuido de hombre débil, invado su casa
realizando mi hambre de canibal
rugiendo bajo mi máscara de hombre.
Terrible es tu discurso, poeta!
escucho a alguien decir.
Terrible fue elaborarlo,
ahora me siento libre.
La muerte y la guerra
ya no me puedem alarmar.
Como Édipo perplejo
las descifré en mis vísceras
antes que la dudosa esfinge
me pudiese devorar.
Ni cínico ni triste. Animal
humano, voy en marcha, danzas , rezos
para el gran carnaval.
soldado,penitente, poeta
la paz y la guerra, la vida y la muerte
me aguardan
en un atómico funeral.
Se acabará la especie humana sobre la Tierra?
no. Han de sobrar un nuevo Adán y Eva
para rehacer el amor, y dos hermaos:
Cain y Abel
a reinventar la guerra.
Trad.Nahuel Santana
El muro de Berlín
1
¿Qué se levanta en mí
con este muro
que cae en Berlín?
Podría decir cosas banales, como
esperanza & paz, repetir titulares, mas
del humus de este muro brota más.
¿Como nombrar lo que allí nace
si toda palabra es límite, señal escasa
y la realidad
- excesiva señal?
2
Desde hace años, sentado
sobre la piedra de este muro
conjeturo:
muro mundo
sin fin ni fondo.
Esto es ruina.
Esto es ruina
donde el perro orina
y el moho se pega, ruina
de abajo arriba, que no se sabe
dónde comienza o culmina
muro mundo
sin fin ni fondo
multitud
multitud
multitud
solitud
soledad
solitud
contra el muro
Una nueva generación va.
Otra generación viene
y donde había musgo y miedo
piedra y furia,
ahora hay una canción.
3
Ese muro nos petrificaba.
Ese muro nos cementaba.
Ese muro nos golpeaba.
Ese muro nos muro-dejaba
muro-aislaba
muro-humillaba,
ese muro nos momificaba.
Como la historia del sí
contiene la historia del no,
este muro comenzó a ser erguido
antes que nuestra mano: antes
del kaiser, antes
del zar, antes
de César, antes
- del Gran Khan.
Y ese muro
no cayó de repente. Cayó
hacia afuera al derrumbarse
completamente.
Así el pasado al presente
otra vez se acopla: otra vez
ayó el Imperio Turco y el Romano
y uno se horroriza
y maravilla
con otra caída de la Bastilla.
4
Ese muro ya caía
cada vez que en Siberia
alguien soñando en el hielo
- lo derretía.
Ese muro se caía
cuando lo que separaba
en lugar de separar
unía.
Ese muro se caía
siempre que la tiranía
pensaba estar dando frutos
y, al contrario,
se pudría.
De piedra en piedra
la historia del hombre
es la sublime historia
de su derrumbe.
Nunca más, como ratas, huir por orificios
sinon en humana fiesta.
Es hora de, con júbilo, bailar
sobre sus deserdicios.
Por eso, vuelvo a preguntar:
¿que se levanta en mí
con ese muro
que cae en Berlín?
Leo y desleo la historia viva.
Todo muro es límite, señal escasa
y la libertad
señal excesiva.
Traduccion de Ana Lía Torre Obeid
Epitáfio para el siglo XX
1.
Aquí yace un siglo
donde hubo dos o tres guerras
mundiales y millares
de otras pequeñas
e igualmente bestiales.
2.
Aquí yace un siglo
en que se creyó
que ser de izquierda
o de derecha
eran cuestiones centrales.
3.
Aquí yace un siglo
que casi se esfumó en la nube atómica.
Se salvó por suerte
y por los pacifistas
con su homeopática
actitud
- nux vómica.
4.
Aquí yace un siglo
que un muro dividió.
Un siglo de concreto
armado, canceroso,
drogado, apestado,
que al fin sobrevivió
a las bacterias que parió.
5.
Aquí yace un siglo
que se abismó
con las estrellas
en las telas
y que el suicidio
de supernuevas
contempló.
Un siglo filmado
que el viento se llevó.
6.
Aquí yace un siglo
semiótico y despótico,
que se creyó dialéctico
y fue sidoso y patético.
Un siglo que decretó
la muerte de Dios, la muerte de la História,
la muerte del hombre, en que se pisó la luna
y se murió de hambre.
7.
Aquí yace un siglo
que oponiendo clase a clase
casi se desclasificó.
Siglo lleno de anatemas,
antenas, siberias y gestapos
e ideológicas safenas;
siglo tecnicolor
que todo transplantó
y el blanco con el negro
a la fuerza juntó.
8.
Aquí yace un siglo
que se echó en el diván.
Siglo narciso & esquizo
que no pudo computar
sus neologismos.
Siglo vanguardista,
marxista, gerrillero,
terrorista, freudiano,
proustiano, joyceano,
borges-kafkiano.
Siglo de hippies y utopías
que en un chip entrarían.
9.
Aquí yace un siglo
que se llamó moderno
y mirando soberbio
el pasado y el futuro
se creyó eterno;
siglo que de sí
hizo tal alarde
y, sin embargo,
- se va ya muy tarde.
10.
Fué duro atravesarlo,
Muchas veces morí, otras
quise volver al XVIII,
o al XVI, saltar al XXI, salir de aquí
¿ a qué lugar?
- Ninguno.
11.
Piedad de nos, oh vosotros,
que en otros tiempos nos juzgáis
desde la amena galaxia
en que irónicos estáis.
Piedade de nos,
-modernos medievales-
piedad de nos, como Villon
y Brecht, que por mi voz
de nuevo imploran. Piedad
de los que en este siglo vivieron
per omnia saécula saeculorum.
Tradución de Ana Lía Torre Obeid
RILKE
Rilke
cuando quería hacer poemas
pedía prestado un castillo
tomaba la pluma de plata o la de pavo real,
llamaba a los ángeles de cerca,
palpaba la soledad
como un delfín
conversando de las cosas al gusto europeo
entre esculpidos gamos y cisnes
—en un geométrico jardín.
Yo
moderno poeta, y brasileño
con la pluma y la piel resecas por el sol de los trópicos
cuando pienso en escribir poemas
me aterran siempre los terrenales problemas.
Cuánto me gustaría llamar
a mi familia, a mis amigos, a todo el pueblo
y salir con un salterio bíblico
a bailar en la plaza como un loco David.
Pero no puedo,
porque, cuando en gesto del poema me apremia
tomo cualquier bolígrafo o lápiz y papel desarrugado
y, esclavo
escribo entre bulliciosas bocinas secuestros
salarios cocteles televisión torturas y censuras
y los tiroteos
que cinco veces al día
estallan en la favela de al lado
metrificando así mi verso marginal de perseguido
que va a caer baldío en un terreno abandonado.
(Traducción de Nahuel Santana)
*******
Textos en castellano: Ricardo Ruiz (Argentina)
EL GRAN HABLA DEL ÍNDIO GUARANÍ (1978)
(fragmento)
3
Y la pregunta martilla y se posa
como un cuervo
en la desesperación abierta de la ventana.
- ¿Quién escribiría el poema de mi tiempo?
- ¿Yo mismo? ¿Mas, con que manos, éxtasis, locuras?
¿con que vanidades, premios, vejámenes?
Habla alguien por alguien
- ¿con ajeno corazón?
Vive alguien por alguien
- ¿o muere siempre de este lado de mano propia?
¿No serían el habla
el amor
la vida
la metafórica versión del exilio
el brillo de una estrella apagada
ausencia y concreción de la nada?
Sí, es verdad que cada día se más de lo que
EL GRAN HABLA DEL ÍNDIO GUARANÍ (1978)
(fragmento)
3
Y la pregunta martilla y se posa
como un cuervo
en la desesperación abierta de la ventana.
- ¿Quién escribiría el poema de mi tiempo?
- ¿Yo mismo? ¿Mas, con que manos, éxtasis, locuras?
¿con que vanidades, premios, vejámenes?
Habla alguien por alguien
- ¿con ajeno corazón?
Vive alguien por alguien
- ¿o muere siempre de este lado de mano propia?
¿No serían el habla
el amor
la vida
la metafórica versión del exilio
el brillo de una estrella apagada
ausencia y concreción de la nada?
Sí, es verdad que cada día se más de lo que
se componen la poesía y la nada.
Desgrano poemas y maizales
como un campesino abona estancias y mujeres.
Pero me siento maduro e inútil. Como ayer:
- inmaduro y fútil.
No me levanto más a las cinco
no yerro mas al animal
me desesperan los vegetales. Del huerto
veo mi inútil biblioteca. Dorados
frutos en el estante.
Inutilísima sabiduría. Sabíamos todo.
Merecíamos todo. Teníamos hasta fe.
Otrora yo paseaba entre canteros de enciclopedias
limpiando pulgones podando hierbas y páginas. Me perdía
en la contemplación de la abeja sobre las letras:
- celdas de miel se derramaban del estante.
Todos nosotros leíamos a los poetas
mas no labramos un mundo mas justo.
Y en cuanto taciturnos descifrábamos las tablillas de los
caldeos los más astutos y modernos
entusiasmaban al poder y a los generales
marcando en nuestras cabezas anátemas fatales.
Y leíamos sólidos novelistas
exhalando sudor rojo y revueltas sobre la plaza.
Pueblo era la palabra
y el mañana era la palabra
de la palabra pueblo.
Mas porque estaba todo escrito
nuestro futuro
petrificado
de nosotros se apartó.
Ayer soltábamos palomas en los estadios
éramos libres, jóvenes y la paz un poster de Picasso.
Pero se fueron los posters y Picasso
- y las palomas no volvieron nunca mas.
Nuestros padres también leían a los poetas
citaban los clásicos
y por las noches con sus robes tomaban en sus tazas
y leían dorados tomos sin ver las polillas
- que nos comen.
Mas los acontecimientos se desviaron de los libros
y por mas que enterrásemos los cauces de la historia
de nuevo la historia
nos desviaba sus ríos
y los libros
no siempre fértiles
se pudrían en el Nilo.
Y sobrevinieron borrascas y explotando códigos y leyes
que eran luego disueltos y rehechos en nuevas leyes
y códigos. Y erguíamos diques y párrafos amurallando el mar
y la resaca de los hechos
- reventando todo.
La vida, la vida es más que profecías y grilletes
la vida es irrefrenable
no se encuentra en las láminas
partidos
ni en los ficheros
y antenas
la vida
- es el impoemable poema.
Desgrano poemas y maizales
como un campesino abona estancias y mujeres.
Pero me siento maduro e inútil. Como ayer:
- inmaduro y fútil.
No me levanto más a las cinco
no yerro mas al animal
me desesperan los vegetales. Del huerto
veo mi inútil biblioteca. Dorados
frutos en el estante.
Inutilísima sabiduría. Sabíamos todo.
Merecíamos todo. Teníamos hasta fe.
Otrora yo paseaba entre canteros de enciclopedias
limpiando pulgones podando hierbas y páginas. Me perdía
en la contemplación de la abeja sobre las letras:
- celdas de miel se derramaban del estante.
Todos nosotros leíamos a los poetas
mas no labramos un mundo mas justo.
Y en cuanto taciturnos descifrábamos las tablillas de los
caldeos los más astutos y modernos
entusiasmaban al poder y a los generales
marcando en nuestras cabezas anátemas fatales.
Y leíamos sólidos novelistas
exhalando sudor rojo y revueltas sobre la plaza.
Pueblo era la palabra
y el mañana era la palabra
de la palabra pueblo.
Mas porque estaba todo escrito
nuestro futuro
petrificado
de nosotros se apartó.
Ayer soltábamos palomas en los estadios
éramos libres, jóvenes y la paz un poster de Picasso.
Pero se fueron los posters y Picasso
- y las palomas no volvieron nunca mas.
Nuestros padres también leían a los poetas
citaban los clásicos
y por las noches con sus robes tomaban en sus tazas
y leían dorados tomos sin ver las polillas
- que nos comen.
Mas los acontecimientos se desviaron de los libros
y por mas que enterrásemos los cauces de la historia
de nuevo la historia
nos desviaba sus ríos
y los libros
no siempre fértiles
se pudrían en el Nilo.
Y sobrevinieron borrascas y explotando códigos y leyes
que eran luego disueltos y rehechos en nuevas leyes
y códigos. Y erguíamos diques y párrafos amurallando el mar
y la resaca de los hechos
- reventando todo.
La vida, la vida es más que profecías y grilletes
la vida es irrefrenable
no se encuentra en las láminas
partidos
ni en los ficheros
y antenas
la vida
- es el impoemable poema.
¿QUE PAÍS ES ESTE? (1980)
(fragmento)
para Raymundo Faoro
Puedo decir que nos han traicionado? No. Que
todos fueron buenos? Tampoco. Pero allí está
una buena voluntad, sin duda y sobretodo, el ser así.
CÉSAR VALLEJO
1
Una cosa es un país,
otra una aglomeración.
Una cosa es un país,
otra un regimiento.
Una cosa es un país
,
otra el confinamiento.
Mas ya supe fechas, guerras, estatuas
use cuaderno “Avante”
- y desfile en zapatillas para el dictador.
Venía de una “cuna esplendida” hacia un “futuro radiante”
y éramos lo más grande en todo
- discursando ríos y pretensión.
Una cosa es un país,
otra un fingimiento.
Una cosa es un país,
otra un monumento.
Una cosa es un país,
otra el envilecimiento.
¿Debería derribar penosos mapas sobre la plaza
en busca de la engañosa raíz? ¿o debería
parar de leer diarios
y leer anales
como anal
animal
hiena patética
en la mierda nacional?
¿O debería, en fin, ayunar en la Torre do Tombo
comiendo lo que las polillas descomen
procurando
el Quinto Imperio, el primer mapa náutico, la viciosa visión del paraíso
que nos impelió a errar aquí?
Subo, de rodillas, las escaleras de los archivos
nacionales, como cualquier santo barroco a rebuscar
en el moho de los papiros, en las manchas
de las pilas bautismales, en el mal olor de las vestimentas reales
a ver lo que se salvo con el tiempo
y al mismo tiempo
- nos traiciona.
ARTE FINAL
No basta un gran amor
para hacer poemas.
Y el amor de los artistas, no se engañen,
no es más bello
que el amor de la gente.
El gran amante es aquel que silencioso
se aplica a escribir con el cuerpo
lo que su cuerpo desea y siente.
Una cosa es la letra,
y otra el acto,
- quien toma una por otra
confunde y miente.
GAYA CIENCIA
Gusto de engañarme
pensando
que hoy amo
mejor de lo que ayer amé.
Así disculpo al joven audaz
que, en mí, me antecedió
y, generoso, lleno de esperanzas
el viejo sabio
que amará mejor que yo.
*****
Traducciones del poeta chileno Adán Méndez :
PEQUEÑOS ASESINATOS
Vegetariano
no dejo de llorar
sobre las legumbres descuartizadas
de mi plato.
Tomates sangran en mi boca,
lechugas se desmayan en la salsa de limón-mostaza-aceite,
cebollas sollozan sobre la pila
y oigo el grito de la patatas fritas.
Como,
como un salvaje, como.
Como tapándome el oído, cerrando los ojos,
distrayendo, en el paisaje, el paladar,
con la displicente voluptuosidad
de quien mata para vivir.
En la sobremesa
continúa la verde desesperación:
peras degolladas,
higos destripados
y yo chupando el cerebro
amarillos de los mangos.
Esto aquí afuera. Pues allá dentro
bajo la piel, una intestina disputa
me alimenta: oigo el lamento
de millones de bacterias
que los lanzallamas de los antibióticos
exasperan.
Por donde voy es luto y lucha.
PEQUEÑOS ASESINATOS
Vegetariano
no dejo de llorar
sobre las legumbres descuartizadas
de mi plato.
Tomates sangran en mi boca,
lechugas se desmayan en la salsa de limón-mostaza-aceite,
cebollas sollozan sobre la pila
y oigo el grito de la patatas fritas.
Como,
como un salvaje, como.
Como tapándome el oído, cerrando los ojos,
distrayendo, en el paisaje, el paladar,
con la displicente voluptuosidad
de quien mata para vivir.
En la sobremesa
continúa la verde desesperación:
peras degolladas,
higos destripados
y yo chupando el cerebro
amarillos de los mangos.
Esto aquí afuera. Pues allá dentro
bajo la piel, una intestina disputa
me alimenta: oigo el lamento
de millones de bacterias
que los lanzallamas de los antibióticos
exasperan.
Por donde voy es luto y lucha.
LA INTRUSA
Ella quería entrar a la fuerza en mi poema.
Primero, metió la pierna
con el muslo expuesto.
(El poema resistiendo.)
Después las uñas pintadas.
Cuando abrió la boca para el beso
saqué todas las bilabiales del texto.
Restaron sus largos cabellos
cubriéndome una estrofa entera.
Pero esto lo verán tan sólo
quienes sepan leer palimpsestos.
CARTA A LOS MUERTOS
Amigos, nada cambió
en esencia.
Los salarios apenas cubren los gastos,
las guerras no terminaron
y hay virus nuevos y terribles
pese al avance de la medicina.
Cada cierto tiempo un vecino
cae muerto por un asunto de amor.
Hay películas interesantes, es verdad,
y como siempre, mujeres portentosas
nos seducen con sus bocas y sus piernas,
pero en materia de amor
no inventamos ninguna nueva posición.
Algunos cosmonautas permanecen en el espacio
seis meses o más, testeando el engranaje
y la soledad.
En cada olimpíada hay records previstos
y en los países, avances y retrocesos sociales.
Pero ningún pájaro modificó su canto
con la modernidad.
Remontamos las mismas tragedias griegas,
releemos Don Quijote, y la primavera
llega puntualmente cada año.
Algunos hábitos, ríos y bosques
se perdieron.
Ya nadie coloca sillas en la vereda
o toma el frescor de la tarde,
pero tenemos máquinas velocísimas
que nos dispensan de pensar.
Sobre el desaparecimiento de los dinosaurios
y la formación de las galaxias
no avanzamos nada.
Ropas van y vuelven según las modas.
Gobiernos fuertes caen, otros se levantan,
países se dividen
y las hormigas y las abejas continúan
fieles a su trabajo.
Nada cambió en esencia.
Cantamos felicidades en las fiestas,
discutimos fútbol en la esquina
morimos en estúpidos desastres
y cada cierto tiempo
uno de nosotros mira al cielo cuando estrellado
con el mismo pasmo del hombre de las cavernas.
Y cada generación, insolente,
sigue hallando
que vive en la cumbre de la historia.
VEJEZ ERÓTICA
Estoy viviendo la gloria de mi sexo
a dos pasos del crepúsculo
Dios no se escandaliza con esto.
El júbilo maduro de la carne
me enternece.
Envejezco, sí. Y
(ocultamente)resplandezco.
IN ILLO TEMPORE
Había un cierto orden en aquel tiempo.
Siendo verano, llovía a las cuatro de la tarde.
Los pájaros se posaban en las ramas
cantando cada cual su canción.
Es verdad que perros y gatos
continúan obedeciendo nuestras órdenes
a veces absurdas
y algunos se acuestan a nuestros pies
y besan nuestras manos.
Pero había un cierto orden en ese tiempo.
Un cuadrado era perfecto
y un triángulo de tres lados
podía llegar a la perfección.
NUEVO GÉNESIS
En el primer día
el Demonio crió el universo y todo lo que hay en él
y vio que era bueno
En el segundo día
creó la codicia, la usura, la envidia, la gula,
la pereza, la soberbia, la ira que llamó
siete virtudes capitales
y vio que era bueno
En el tercer día creo las guerras.
En el cuarto día creó las epidemias.
En el quinto día creo la opresión.
En el sexto día creó la mentira
y en el séptimo día, cuando iba a descansar,
hubo una rebelión en la jerarquía de los ángeles
y uno de ellos, de nombre Dios,
quiso revertir el orden general de las cosas,
pero fue exiliado
en la peor parte del Infierno – los Cielos.
Desde entonces
el Demonio y sus huestes continúan firmes
en la conducción de los negocios universales,
aunque cada cierto tiempo un serafín, un querubín
y algún hijo de Dios, provoquen protestas, milagros, revoluciones
queriendo forzar el Bien donde hay Mal.
Sin embargo no han sido muy exitosos hasta el momento,
excepto en casos particulares
que no alteraron en nada la marcha general de la historia.
y vio que era bueno
En el tercer día creo las guerras.
En el cuarto día creó las epidemias.
En el quinto día creo la opresión.
En el sexto día creó la mentira
y en el séptimo día, cuando iba a descansar,
hubo una rebelión en la jerarquía de los ángeles
y uno de ellos, de nombre Dios,
quiso revertir el orden general de las cosas,
pero fue exiliado
en la peor parte del Infierno – los Cielos.
Desde entonces
el Demonio y sus huestes continúan firmes
en la conducción de los negocios universales,
aunque cada cierto tiempo un serafín, un querubín
y algún hijo de Dios, provoquen protestas, milagros, revoluciones
queriendo forzar el Bien donde hay Mal.
Sin embargo no han sido muy exitosos hasta el momento,
excepto en casos particulares
que no alteraron en nada la marcha general de la historia.
MUERTE EN LA TERRAZA
Muere otra paloma en la terraza.
Viéndola encogida hace días, yo no sabía
que la paloma (en aquella paloma) moría.
Llamo a mi mujer
para que me ayude a vivir más esa muerte.
Ella la toma en la mano. (Los animales la aman.)
La acaricia y la deja descansar en la sombra.
De nuevo sola,
la paloma mira el mundo quieto y estático.
De repente pone las patitas hacia arriba
batiendo las alas en un espasmo. (Otra paloma,
sorprendida por la escena, viene picoteando semillas
junto al cuerpo que agoniza.)
Tomo un bolígrafo rojo y anoto, urgente,
la muerte de la paloma en el poema.
La paloma deja caer la cabecita.
El poema se inclina.
Una gota roja cae del pico (o pluma)
y el poema
-termina.
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