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domingo, 27 de mayo de 2012

7062.- PABLO QUERALT




PABLO QUERALT (BUENOS AIRES, ARGENTINA 1955). Poeta y Médico.
Publicó:
Cansancio de lo escrito (Tse Tse, 2001) - La flecha de Agustín (Ediciones Alción, 2004)– Un seductor mañana (Ediciones Alción, 2004) - Primer paso (Ediciones Eloísa Cartonera, 2006) - Reescritos infinitos (Ediciones Alción, 2006 - Coca (Edición Letras Criollas, 2007) - Pueblo de Agua (Ediciones Alción, 2007) - Pájaros en palabras - Late (Huesos de jibia, 2008) - Poema de la nieve - Escribí mi nombre - Pavarotti - Crack -  Jazz - 89 golpes y un whisky  - La plaquette la academia - Perfume animal (Milena Caserola, 2011).





Pasan bandadas de loritos en una agua lavada en los ojos en el
sudor las grietas que deja el día nacer morir
hasta el fin del jadeo hasta la astilla.

Y las ramas cargadas de frutas en oro de luz naranja purpúrea
caen a uno y otro lado
sin mover las alas
en la ceniza de la tierra batida.

Las acequias en el arrullo de las aguas celestes entre los silvestres
ciclámenes y albahacas y mentas perfumando el silencio de los chingolos

y el aire tibio alcanzó un punto en la dulce luz los ojos vuelven a
disfrutar
en la líquida visión fuera de la propia realidad.

De: "Late", Huesos de jibia, 2008






Esas películas que me iluminan y hacen de mi el personaje
necesario para ver el cosmos
este cielo del tiempo huyendo como una bruma nebulosa
me lanzo con la bicicleta al azul,
estas nubes no cambian más el día.

el cine es el mejor lugar para llorar







Poema de la nieve buscando la nieve disuelta perdida en esas fotos
que mi amigo perdió en el parque y voy a las fotos en lo que quedo
de esa nieve en las ramas y los brazos y en la ropa restos de luz
que atrapé y perdí en la tarde en los reflejos de la alegría desmesurada
de los niños grandes y chicos de la ciudad
algo nuevo no imaginado las calles blancas, Buenos aires



en las distintas voces de una sola persona actuando los personajes que su padre le ordenó
más allá de la improvisación el ensayo de la intuición en cada una de sus partes blancas
como un enamorado que vuelve al primer amor
como alguien que vislumbra un soplo del camino posible en la hebra del tapiz que comienza con el primer recuerdo y el niño que mira por los visillos
amarillo y en esa visión que comienza comienza la vida de la nieve en mi vida blanca y gris como algo que se esconde para no consumirla y luego no se encuentra hasta que vuelve en las calles afirmando el recuerdo en su comienzo la vida del sentido de lo blanco en lo frío y dulce de lo blanco que estos actores ambulantes

juegan y dije sí te ví y salté a ese juego maravilloso hasta que callé.


Y en el despliegue silencioso encuentro de los copos de nieve levantados sin más que ir hasta la orilla de lo invisible en la frágil consistencia de la nube esa tarde esa fuga que enjambra otros mundos en la danza lo bello riendo en esta arena de cielo como si hoy bajo esta nieve fuera su día perpetuo

en un río vamos a la luna.



Los brillos y contrabrillos en el blanco tocás el vidrio en ese silencio del vacío en lo que
cae en nuestras manos con la inocencia en la memoria de lo que fuimos a ver, en ese borramiento de luz evaporándonos en el color de la ceguera.




Fotos que escribo y no saqué pero da igual en la energía conocí que este sol hoy sería para mí con sus blancas letras con su frío oleaje su presencia en lo que perdí y gané.


Pero los cuerpos agitados por correr la blanca sombra de las figuras y las formas
corchetes lisos redondos endulzando la tierra suave cayendo sin golpear la cara

después una breve pincelada tiño la tarde de lilas.













Perfume animal -  (Milena Caserola, 2011).








1


toda la piel todas las máscaras órganos
del dolor y el placer
algunos levantan pesas otros vacas con
la mano


otros ya están en su viernes como en el
campito vale todo


el pasado imperfecto inquieto
me llena el estadio de esta vida flor
llena de flores la vida


lo que está en la memoria perro
de todos los sensibles en acción


de una última vez sin saber que
sería última y ahí lo lindo
de los virajes


jugar el juego y dejar el juego
esa suerte de morir y resucitar


sangre que calienta la mano
cuerpo que se relaja en el cuerpo








9


esas cogedoras infernales a las que todos quieren lamerlas
pero ellas dicen cuándo se sacan la ropa al margen del papel
la foto rellena el vacío de sus polleras cabalgando como cebras
otra vez a la cama a dormir unas horas


justo a las 6 empieza la tarde para mí la tristeza de estar
en el mundo vemos las cosas invisibles o no vemos
si no encontré otro mundo otro sueño desde esa rama
de oscuridad en nuestras costillas en nuestras ventanas
reconocemos los disfraces


ese oleaje de oscuridad a lo largo de la noche
canturrea busca un árbol diferente donde posarse
yo hago que escucho la oral deportiva pero escucho
a las mujeres contando que a los hombres no les gustan los
/panchos


que le divierte el sexo pero no la escatología
y entiendo todo y no entiendo nada y el resultado
es el amor del ojo bloqueado que no ve nada
por eso no supongas porque no es contra vos
ojo con la palabra que deja huellas más dulces
que la frase de osho nunca comió carne nunca
nació nunca murió y volvió a su antigua vida










15


¿tendré que matar al tiburón?
¿en ese océano que espera ser hervido?
¿en esas olas que en su rapidez vuelven horizonte?
para tendernos desnudos en la cama


esa columna vertebral de ayer
cuando sabíamos adonde caminábamos pero
no pude emprender el regreso y voy y vuelvo
en un goce fragmentado en la cresta de la ola


donde hoy es la tasca de los cuhilleros
era mi casa chorizo ahí guardo el amor
del abuelo para que un día florezca
quisiera permanecer en la foto de ese tiempo
precioso


ahora quién se asoma por el corredor
de la muerte quién le da de comer al
gato quién riega los helechos en este
universo donde todo recomienza


las aves se abren paso de un cielo
a otro como por finos tejidos
apuñalando los campos de manzanillas
los animales salen de los árboles para hacerse hombres












4


en un momento romántico fascista
escuchando el jazz prohibido por
mussolini me hice poeta de los fusilados


los terratenientes del sur negociando
la lana de los guanacos dóciles que
cantaban silbaban
lo que cantan pájaros entre caballos


por que no esperan un resultado
y no temen ser alegres ante el dolor
en su experiencia humana


con la brújula de los sentidos
en el mar abierto de los deseos
descifrando tiniebla de luz
en una tarde como hoy


sacándole las capas al sol
hasta llegar a lo que queda
de mi en sus terminaciones
nerviosas












16


crecí como un fantasma en la carne
de cada renglón de rodillas hombre
de rodillas vistiendo un cadáver
con su muerta presencia de vivir


con su fuerza que no me deja matar
no tengo huída ni nada que enlace
mi porvenir ni milagro solo
esta vida paralela que sueña


una clave una vida que jamás
tendrá con la fuerza del agua
con su último fuego una salida
de estos muros a puro golpear


el resentimiento el miedo que
las aves conocen en su vuelo
en las mordidas que se lamen
allá en el canto pajarito del patio


y esto es una resurrección en
el que se arrepiente se retuerce
desde su instinto su corazón
puñal que le grita lo parte pone un parche
en sus sentidos










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