Yona Wallach (Tel Aviv, 10 de junio1 de 1944 - Kiryat Ono, 26 de septiembre1 2 de 1985) fue una poeta israelí.
Wallach nació en Palestina, adonde sus padres —Michael Wallach (1912-1948) y Esther (Gofman) Wallach (1910-1985), inmigrantes desde Besarabia— habían llegado a principios de 1930. Junto con otros compañeros sionistas que construyeron sus casas en tierras abandonadas árabes hoy conocidas como Kefar Ono, un pequeño pueblo agrícola en el centro de Israel, donde Wallach vivió con su madre durante la mayor parte de su vida, hasta su muerte por cáncer de mama el 26 de septiembre de 1985. Wallach nunca se casó y nunca salió de Israel. Su padre murió en la Guerra de la Independencia cuando ella tenía sólo cuatro años de edad. Su madre era copropietaria del cine de la aldea; murió de Parkinson poco antes de la muerte de Wallach. La hermana mayor de Yona, Nira Wallach Schentzer (1938–), de quien fue separada, vive en Jerusalén.1
Wallach vivió en la localidad de Kiryat Ono (cerca de Tel Aviv), que su padre había ayudado a fundar. Orgullosa de su bisexualidad, sorprendió a sus lectores con diversas expresiones de la sexualidad y la espiritualidad mixtos.
Se cree que muchos de los primeros poemas de Wallach ―más tarde recogidos en Devarim (‘Cosas’, 1966)― fueron escritos antes de que ella cumpliera dieciocho años. Estos conocidos poemas ―acerca de las vidas destrozadas de personajes extraños, en su mayoría mujeres, con exóticos nombres no judíos, como Cornelia, Cecilia y Teresa― aún se consideran el pináculo de su trabajo. El ascenso a la gloria de Wallach estuvo marcado tanto por grandes éxitos y por frecuentes abandonos. Después de que sus poemas comenzaron a aparecer en varios periódicos y revistas en 1964 y empezó a ser reconocida entre los jóvenes poetas de vanguardia de Israel, Wallach experimentó varios años de caos personal y una intensa participación en sexo promiscuo, drogas duras y locura. Fue internada en dos oportunidades en instituciones mentales, una vez a mediados de los años sesenta y otra en los setenta.1
En la obra de Wallach se nota la influencia de la psicología de Jung. Escribió cartas a las bandas de rock de Israel. Su libro Canciones de la isla se publicó en 1969. En su poema Yonatán, ella interpreta a sí misma como un niño que es decapitado por otros muchachos que tienen sed de sangre.
Falleció de cáncer de mama en 1985, a los 41 años, en Kiryat Ono.
Libros de poesía publicados en idioma hebreo
1966: Devarim (Cosas), revista Achshav.
1969: Shnei ganim (Dos jardines), Daga.
1976: Shirim o Shirah (Poemas recolectados), Siman Kriah.
1983: Or Pere (Luz salvaje). Tel Aviv: Echut.
1985: Tzurot (Formas). Tel Aviv: Hakibbutz Hameuchad y revista Siman Kriah.
1985: Mofah (Apariencia). Tel Aviv: Hakibbutz Hameuchad.
1992: Tat Hakarah Niftahat Kemo Menifah (El inconciente se despliega como un abanico, poemas selectos 1963-1985). Tel Aviv: Hakibbutz Hameuchad y revista Siman Kriah.
Libros de poesía traducidos al inglés
Selected poems (Poemas selectos). Nueva York: Sheep Meadow, 1997.
Fresas
Cuando vengas a acostarte conmigo,
ponte un vestido negro
estampado con fresas
y un sombrero alto negro
adornado con fresas,
y toma una cesta de fresas
y véndeme fresas.
Dime con voz sutil y dulce:
«Fresas, fresas,
¿quién quiere fresas?».
No lleves nada debajo del vestido.
Más tarde
que unos hilos te levanten hacia arriba,
invisibles o visibles,
y te dejen caer
directa sobre mi verga.
Traducido por Jorge Salcedo (desde la traducción en inglés)
y por Pablo Morgue (desde el original en hebreo).
Cuando vengas
Cuando vengas a acostarte conmigo,
ponte uniforme policial.
Yo seré el criminal de poca monta
y tú serás el policía.
Tortúrame,
arráncame secretos,
no seré el macho recio,
confesaré,
me quebraré,
cantaré al minuto,
entregaré a medio mundo.
Escúpeme,
patéame el vientre,
párteme los dientes,
que vengan a buscarme en ambulancia
hacia el futuro
hacia el mañana.
Traducción: Gerardo Lewin
Cuando vengas II
Cuando vengas a acostarte conmigo
viste la toga del juez.
Yo seré el ínfimo reo
y a tí que tanto te gustan los disfraces
que tienes para cada ocasión un atuendo distinto
no te despojes abrázame con tu negra toga
bajo la cual estarás desnudo.
Enciérrame
yo seré el ínfimo reo
el criminal existencialista
el que se a sí mismo se condena
a mil muertes diarias
no viviré para siempre
moriré en el próximo minuto
falto de identidad como el eterno errante.
Transformate en la ley
ponte una peluca blanca sobre tu cabezota
fóllame de parado
métemela hasta que no sepa dónde estoy.
Juega a esos jueguitos que sólo tú conoces
porque de otra manera no sabría que se trata de tí
porque de otra manera no sabría quién eres
haz que sepa.
Traducción: Gerardo Lewin
Qué crueldad
En el gran patio cuadriculado
peleaban los ejércitos
simbólicas batallas
(eso lo entendí después)
Yo estaba preocupada
no veía sangre
pero sabía
que estaba en lo cierto
Largas horas
combatieron los guerreros
el motivo
lo olvidaron hace tiempo
La gran campana de oro
le llevé a mi madre
En el patio el cerezo florecía
y entre las flores tejían las arañas.
Qué belleza dijo mi madre
Qué crueldad
dije yo.
Traducción: Gerardo Lewin
Cuando vengas III
Ven, acuéstate conmigo como Dios
sólo en espíritu
Tortúrame en cuanto te sea posible
Sé lo eterno incognoscible
Abandóname a mi sufrimiento
Sumergida en aguas profundas
sin tocar jamás la tierra.
Ni siquiera en la mirada
o en el sentimiento
o en el diluvio
aguas abajo y arriba
jamás cielo
aire abierto
el sitio abierto más cerrado del mundo
un sitio abierto
siempre un sitio cerrado abierto
ni abierto ni cerrado
vale decir cerrado abierto
vale decir no cerrado ni abierto
que jamás cese
de ver desde arriba todo
de ver desde arriba el paisaje
Sé sólo espiritual
limpio dolor aislado dolor como un sonido
no tocaré jamás
no sabré jamás
no sentiré jamás
lo real
nunca
Traducción: Gerardo Lewin
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