Vicente Muleiro. (Buenos Aires, 1951)
Vicente Muleiro nació en Buenos Aires en 1951, es poeta, novelista, dramaturgo y periodista y tuvo -y tiene- una destacada actuación en cada uno de estos géneros. Actualmente se desempeña como vice director de Radio Nacional y unos años atrás fue editor jefe de la revista cultural “Ñ”, del diario Clarín y, volviendo más en el tiempo, obtuvo en 1998 el premio Rey de España de Periodismo.
En los años 70 integró el grupo “El ladrillo” junto a los poetas Jorge Boccanera, María del Carmen Colombo y Adrián Desiderato. Para alguien en el mundo estamos lejos (1978) es su primer poemario. A éste siguieron Boleros (1982), Pimienta Negra (1990), El árbol de los huérfanos (2000), Milonga de los Caminos (2004) y Ondulaciones (2008). En 2006, la Editorial Lunes, de Costa Rica, publicó la antología El Maratonista, una selección de poemas escritos entre 1978 y 2006. También compiló y prologó la obra del poeta salvadoreño Roque Dalton.
Dijo sobre la obra de Muleiro el vate costarricense Miguel Fajardo Korea: “La poesía de Vicente Muleiro es un mar apuñalado como pequeños soles de cabelleras sueltas, que miran la noche después de dormir en la distancia de la lluvia. Es una toma de conciencia de la ceguedad y los susurros; los sueños del día y del olvido. Una arruga que golpea la mesa. Una orilla en fuga para enfrentar al ciberespacio”.
Vicente Muleiro ha publicado, en poesía: Para alguien en el mundo estamos lejos, 1978; Boleros, 1982; Pimienta negra, 1990; El árbol de los huérfanos, 2000; Milongas de modo tal, 2004; El maratonista, 2006. Mantiene inédito Ondulaciones. En narrativa (novela y cuento): Quedarse con la dama, 1994; Sangre de cualquier grupo, 1996; Don Perro de Mendoza, 2003; Cuando vayas a decir que soy un tonto, 2004. Antologías: Con las manos de fantasma (con la obra del salvadoreño Roque Dalton), 1986; De puño y letra, 1999; Lengua y herida (con la obra del español Antonio Gamoneda); La banda del callejón (antología de poesía argentina joven), en preparación. En ensayo biográfico: El dictador, la historia secreta y pública de Jorge Rafael Videla, 200l, en coautoría con María Seoane.
Asimismo, ha sido galardonado en siete oportunidades, a saber: segundo premio de las Nuevas Promociones de la SADE, 1977; accésit concurso 'Gutiérrez Padial', 1980; Beca de creación literaria de la Fundación Antorchas, 1990; tercer premio 'Eduardo Mallea', bienio 1994-1996; segundo premio del Fondo Nacional de las Artes, 1996; Premios de periodismo 'Rey de España', l998 y 'Julio Cortázar', 2000. Se consigna, por su relevancia, que fue finalista del Premio Planeta, con su más reciente novela de 353 páginas.
Como periodista ha trabajado en los siguientes medios de comunicación: Sur argentino, Crónica, El periodista de Buenos Aires, Crisis, Expreso, La Opinión, La Razón y trabaja, actualmente, en el prestigioso diario Clarín, de Buenos Aires, Argentina, donde funge como editor del suplemento cultural Ñ; igualmente, escribe en El País, de España y en el semanario Brecha, de Montevideo.
EL MARATONISTA
Correr correr y levantar los brazos
mientras brama el estadio ¿O en el último tramo
abandonar la pista
para reflexionar bajo los sauces
su estética inclinada?
(cuando cruzas la meta ya es de noche
se han retirado el público y los medios).
Se te veía venir a esta derrota:
el que corre desnudo
le teme a la llegada.
HERNÁN
Le hemos dicho que no y ha jurado matarnos
con su espada invencible.
Confinado a su cuarto balbuce enfurecido las terribles
verdades de los viejos poetas:
Todo deseo es impostergable –clama en su media voz-
dice que no soporta el rigor de la especie
que lo aplasta al planeta.
Se ha agotado llorando y hay
silencio en la casa.
No hagan ruido señores.
Nuestro asesino duerme.
MILONGA DE JORGE LUIS
El bastón que lo precede va buscando una
palabra
viene del sur y va al sur
silabeando la tiniebla
busca
a palabra parda, la no dicha
de bambú
aquel balbuceo nonato
la pura que se hizo agua.
Cuando está escrita es la muerte
si no está escrita es la nada.
MILONGA DE LOS SOBREVIVIENTES
Hemos bailado sobre restos de ustedes
con el consuelo falso
con el falso consuelo
de que a ustedes
les hubiera gustado que bailáramos.
Pero no lo sabemos,
en verdad no sabemos. No
lo pensaron antes y ahora
ni lo piensan:
están muertos, tan muertos
y nosotros bailando
en la injusticia esta milonga de sobrevivientes.
La matadora
Cuando se apareció la matadora
armada de disturbio hasta los ojos
sentí
que estaba hecha para intimidarme
puesto que
a prima facie
y a lo lejos nomás
me perturbaba.
Yo tenía que parar de vez en cuando
charlar con alguien, preguntar por el mundo.
De: "Para alguien en el mundo estamos lejos", GBA Impresiones, 1978
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