Blanca Calparsoro Elósegui nació en Tolosa (Gipuzkoa) en 1936. Su padre, Rafael Calparsoro, fue presidente de la Asociación Cultura Musical y trabajó por la difusión de la música clásica en San Sebastián. A lo largo de su vida, Blanca ha residido en la capital guipuzcoana, en Madrid, Roma y París. También ha pasado temporadas en EE.UU. Actualmente vive en un pequeño pueblo del Ampurdán (Cataluña).
Ha publicado poemas en revistas españolas y europeas (como Kantil, de San Sebastián, en los años 70). En 1965 colaboró en Les Lettres junto al poeta francés Pierre Garnier, fundador del Espacialismo. Fue incluida en una antología de poesía espacialista editada por Gallimard.
En 1967 publicó La isla y otros poemas (Madrid, Fermín Uriarte Editor) con dibujos de la artista vasca Esther Ferrer. Poco después trabajó con el grupo de poesía espacialista Zaj.
Aparece en varias antologías. Por ejemplo, Poetas Vascas = Emakume olerkariak (Madrid, Torremozas, 1990), realizada por Julia Otxoa; Antología poética Los 23 (San Sebastián, Hordago, 1981) y Once poetas para trescientos lectores (Mujeres poetas en el País Vasco) a cargo de Arantza Fernández Iglesias (2002).
En 2006, en el marco de la Conferencia Internacional Spain at the crossroad of 1939: Exile and Cultural Identity, que se desarrolló en la Universidad de North Texas (UNT), en EEUU, la profesora Sharon Keefe Ugalde, de la Texas State University, leyó su ponencia 'Las poetas de medio siglo, a sofocar no, a hacer maletas: El caso de Blanca Calparsoro".
Eli Tolaretxipi define así la evolución poética de Blanca Calparsoro:
"Los primeros trabajos de Blanca Calparsoro (...) han sido definidos como poesía espacialista y concreta. Con el paso del tiempo, tanto ella como su trabajo se han vuelto más lejanos, más remotos, y su escritura más seca, más desnuda, más rasposa y afónica; directa, despojada de detalles biográficos, de anécdotas; poemas sin apenas datos, sin toponimia. Poemas con claros y oscuros que hablan del día y de la noche, no como antagónicos sino como movimientos lógicos y sucesivos en el devenir."
OBRA POÉTICA
La isla y otros poemas (Madrid, Fermín Uriarte Editor,1968)
Collages (con el grupo Zaj; Madrid, 1969),
El vacío y las horas (San Sebastián, Hordago, 1981)
Momentos (Ídem, 1985)
Yacer en lo hondo (Madrid, Torremozas, 2000)
Que (Torremozas, 2008)
POEMAS
De La isla y otros poemas:
Hace tiempo que no pienso en ti
pero recuerdo cada día
entre las horas.
La casa se va llenando
poco a poco.
Los momentos deseados se preparan también
con dolorosos esfuerzos cotidianos.
¡Te acercan!
Pienso en ti
que pierdes el nombre
y la forma.
No te llamas.
Estás convertida
en el deseo constante
de llegarte.
El tiempo pasa…
De El vacío y las horas:
Has puesto mis ojos en su sitio
Hacedora de rostros
más allá de la Muerte.
Aún recuerdo el abismo
de mi llanto.
Suspendida
Retrasábame ciega
en la bifurcación constante
de mis rutas.
Me adueño del delirio
en el permanente tránsito.
Has puesto mis ojos en su sitio
Hacedora de rostros
más allá de la Muerte.
Aún recuerdo el abismo
de mi llanto.
Suspendida
Retrasábame ciega
en la bifurcación constante
de mis rutas.
Me adueño del delirio
en el permanente tránsito.
De Momentos:
Permanece cerrado
en el cuadrado negro.
Abstraído de no ser aún,
sin poder catapultarse
fuera del laberinto infernal
¡El pensamiento!
No hay don posible
ni energía capaz de consumarlo
¡Tantas veces!
La angustia cruel de la impotencia
estalla en mi cabeza…
Permanece cerrado
en el cuadrado negro.
Abstraído de no ser aún,
sin poder catapultarse
fuera del laberinto infernal
¡El pensamiento!
No hay don posible
ni energía capaz de consumarlo
¡Tantas veces!
La angustia cruel de la impotencia
estalla en mi cabeza…
De Yacer en lo hondo:
ROMPER
Desgarro hojas de papel
blanco.
donde hace segundos
dejé trozos de mi alma.
Miedo a quedarme demasiado
en esa hoja que se va
ennegreciendo con mi vivir
cotidiano.
Y rompo y rompo hojas,
Asustada eterna
De mi transparencia.
Luego recapacito y sigo.
Así, lentamente voy dejando
aquí (este universo
desconsolador).
un poco de mis alientos.
ROMPER
Desgarro hojas de papel
blanco.
donde hace segundos
dejé trozos de mi alma.
Miedo a quedarme demasiado
en esa hoja que se va
ennegreciendo con mi vivir
cotidiano.
Y rompo y rompo hojas,
Asustada eterna
De mi transparencia.
Luego recapacito y sigo.
Así, lentamente voy dejando
aquí (este universo
desconsolador).
un poco de mis alientos.
De Que:
Acercándose, en la tormenta
de arena.
Donde nada se ve.
Un animal salvaje,
extraño.
Trata de guarecerse.
No hay nada.
Arena solamente.
Elevándose en remolinos
hacia un cielo azulísimo,
trata y trata de hacer
un agujero para guarecerse.
Se encuentra conmigo.
Y ambos hacemos juntos
el hoyo para siempre.
ESTADO DE ÁNIMO
Mi cerebro está hoy
impenetrable.
Huido.
Abismal.
Me estremece su silencio.
Porque tampoco estoy yo.
Postración.
Errancia.
Se ha instalado la desolación.
Todo es invisible.
Como una garra:
Cae la oscuridad depredadora.
Soy un alarido contenido.
No hay sugerencias.
NADA.
(el desamparo de no
poder pensar)
Acercándose, en la tormenta
de arena.
Donde nada se ve.
Un animal salvaje,
extraño.
Trata de guarecerse.
No hay nada.
Arena solamente.
Elevándose en remolinos
hacia un cielo azulísimo,
trata y trata de hacer
un agujero para guarecerse.
Se encuentra conmigo.
Y ambos hacemos juntos
el hoyo para siempre.
ESTADO DE ÁNIMO
Mi cerebro está hoy
impenetrable.
Huido.
Abismal.
Me estremece su silencio.
Porque tampoco estoy yo.
Postración.
Errancia.
Se ha instalado la desolación.
Todo es invisible.
Como una garra:
Cae la oscuridad depredadora.
Soy un alarido contenido.
No hay sugerencias.
NADA.
(el desamparo de no
poder pensar)
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