Camila Ríos Armas. (Caracas, 1989). Bachiller en Ciencias (2006), es estudiante regular del segundo semestre de Estudios Liberales y del primer semestre de Derecho en la Universidad Metropolitana (Caracas). Comenzó a escribir en 2003. Participó como oyente en el Taller de Poesía de Monte Ávila Editores en 2005. Con el libro inédito A dos aguas, ganó la Segunda Mención Especial del X Concurso Nacional de Poesía para Liceístas 2005, organizado por la Fundación Casa de la Poesía “J.A. Pérez Bonalde” y la Casa Nacional de las Letras “Andrés Bello”, en Caracas. Poemas suyos han sido editados en Internet en weblog grupal de Expresión El Escribidor, 2004. Incluida en la antología colectiva El patio del limonero (Taller Editorial El Pez Soluble. Caracas, 2006). Obtuvo Mención Honorífica del II Premio Nacional Universitario de Literatura, Mención Poesía, organizado por la Comisión Permanente de Directores de Cultura de las Universidades Venezolanas, Coordinado por la Dirección de Cultura y el departamento de Lengua y Literatura de la Universidad Simón Bolívar (noviembre 2007) con el libro Muralla Intermedia, de donde son los poemas que aquí se presentan. Poemas suyos aparecen en el cautivo n. 16 (Octubre 2005).
Muralla intermedia
(selección de poemas)
¿Quién pulió la manzana antes de dársela a Blancanieves?
No es brillante al caer del árbol,
Ni tampoco es el veneno el que le da el brillo
a la fruta prohibida,
[a la fruta del conocimiento]
Esa que atrajo a Eva,
y acompaña a Alicia en su cuento
Fue quizás entonces la serpiente la que la pulió
entre sus escamas,
haciéndola irresistible
[como una pequeña esfera]
a los ojos del humano
Fue quizás entonces el saciar la sed de sabiduría
lo que hizo
que en aquella historia
la mujer haya probado
el fruto prohibido.
Me he sentado a provocar al gato,
sí, al gato
a ese que me mira con ojos punzantes y
que pasa su lengua por los bigotes negros
He querido acariciar la cumbre, el pelambre
llegar a la zona blanca
pero no se deja
se defiende del contacto
agudiza sus sentidos para atrapar a la presa
La presa, su propia sombra que ya rechaza.
la sombra del ala mecánica
abraza el pavimento
mientras el volar se hace inmediato
cada alma con un destino diferente
y cada destino con diferentes almas
Contar las historias intangibles
que viven en tu memoria
no es rayar la cáscara del limón
es sentir la transparencia
de una nube
que atraviesa la memoria.
Se perdió el laberinto.
Se perdieron todos los eucaliptos ordenados.
aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaJorge Luis Borges
¿Qué queda si se pierde el laberinto?
La agonía de una búsqueda sin tregua
¿La espiga que acecha tu espera?
¿Qué queda si te pierdes en el laberinto?
El hilar de un momento que no sacia tu sed
que envuelve tu alma y confina tu mente
a escribir un final que no ha comenzado
a borrar una letra que marca el punto final
a ignorar la mirada que se va y no vuelve.
El apoyo de la piedra es el mejor de los apoyos
porque es apoyo y no exigencia.
aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaElizabeth Schön
Voy a tu templo a hablarte
a pedirte que me oigas
Dudo de tu existencia
pero nace en mi la necesidad de invocarte
Siento que eres piedra que soporta
no hablas, sólo oyes.
No quiero auto-consuelo
ni buscar respuestas en mi conciencia
Me arrodillo ante ti
hurgando en sentimientos
que duelen
como la hierra al ganado.
Traspasamos las sobras alisadas de polvo
las huellas disolviendo cenizas.
aaaaaaaaaaaaaaaAlfredo Silva Estrada
Soy arena de muralla intermedia
que separa la realidad
del cosmos que habitamos
que marca mi órbita y
delimita mi ruta
en este mundo terrenal
donde las pasiones cada
vez son más espontáneas
y la moral queda
para los libros de Sócrates.
¿Cómo pasar a ser
piedra y no arena,
ser parte de la fortaleza
que quedó atrapada entre
dos espacios aún no
colonizados?
Posiblemente quebrando
el reloj donde me
contenía y dejando
que el agua junto con la
sal hagan de mi
escultura de roca
amurallada.
No es brillante al caer del árbol,
Ni tampoco es el veneno el que le da el brillo
a la fruta prohibida,
[a la fruta del conocimiento]
Esa que atrajo a Eva,
y acompaña a Alicia en su cuento
Fue quizás entonces la serpiente la que la pulió
entre sus escamas,
haciéndola irresistible
[como una pequeña esfera]
a los ojos del humano
Fue quizás entonces el saciar la sed de sabiduría
lo que hizo
que en aquella historia
la mujer haya probado
el fruto prohibido.
Me he sentado a provocar al gato,
sí, al gato
a ese que me mira con ojos punzantes y
que pasa su lengua por los bigotes negros
He querido acariciar la cumbre, el pelambre
llegar a la zona blanca
pero no se deja
se defiende del contacto
agudiza sus sentidos para atrapar a la presa
La presa, su propia sombra que ya rechaza.
la sombra del ala mecánica
abraza el pavimento
mientras el volar se hace inmediato
cada alma con un destino diferente
y cada destino con diferentes almas
Contar las historias intangibles
que viven en tu memoria
no es rayar la cáscara del limón
es sentir la transparencia
de una nube
que atraviesa la memoria.
Se perdió el laberinto.
Se perdieron todos los eucaliptos ordenados.
aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaJorge Luis Borges
¿Qué queda si se pierde el laberinto?
La agonía de una búsqueda sin tregua
¿La espiga que acecha tu espera?
¿Qué queda si te pierdes en el laberinto?
El hilar de un momento que no sacia tu sed
que envuelve tu alma y confina tu mente
a escribir un final que no ha comenzado
a borrar una letra que marca el punto final
a ignorar la mirada que se va y no vuelve.
El apoyo de la piedra es el mejor de los apoyos
porque es apoyo y no exigencia.
aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaElizabeth Schön
Voy a tu templo a hablarte
a pedirte que me oigas
Dudo de tu existencia
pero nace en mi la necesidad de invocarte
Siento que eres piedra que soporta
no hablas, sólo oyes.
No quiero auto-consuelo
ni buscar respuestas en mi conciencia
Me arrodillo ante ti
hurgando en sentimientos
que duelen
como la hierra al ganado.
Traspasamos las sobras alisadas de polvo
las huellas disolviendo cenizas.
aaaaaaaaaaaaaaaAlfredo Silva Estrada
Soy arena de muralla intermedia
que separa la realidad
del cosmos que habitamos
que marca mi órbita y
delimita mi ruta
en este mundo terrenal
donde las pasiones cada
vez son más espontáneas
y la moral queda
para los libros de Sócrates.
¿Cómo pasar a ser
piedra y no arena,
ser parte de la fortaleza
que quedó atrapada entre
dos espacios aún no
colonizados?
Posiblemente quebrando
el reloj donde me
contenía y dejando
que el agua junto con la
sal hagan de mi
escultura de roca
amurallada.
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