Julián Cañizares Mata (Albacete, 1972) ha publicado Travis poemas (Colección Provincia, Diputación de León, 1999), Los elementos del clima (Editorial Aventis, Albacete, 1999), El hombre sin cabeza, el gato Wilson y el Condotiero Fajardo, dentro del libro Tres tipos con gafas (Editorial Academia de Samotracia, Albacete, 2001). Es director de la Revista literaria Ayvelar.
FRANK BRYANT
El profesor de Educando a Rita dice en un momento
de la película que una guía de teléfonos tiene más poesía
que su libro de poemas. Seguro que por las noches proyecta
en la pared la escena del replicante de Blade Runner,
cuando dice dos cosas: “Como lágrimas en la lluvia”, una;
“Es tiempo de morir”, dos. Igual los ve en el youtube.
¿Se puede mejorar la poesía de una guía de teléfonos?
Total, que no. O total, que sí. Es muy muy difícil,
pero se puede intentar. El profesor es un cachondo mental
al principio de la película, y luego se hace lágrima
en la lluvia. El verdadero poema sale sin serlo.
¿Se puede mejorar la poesía de una lágrima en la lluvia?
Se puede intentar. Se puede copiar la guía de teléfonos,
a mano. Se puede llamar por teléfono al azar,
para el azar,
sin el azar.
GUÍA DE TELÉFONOS DE ALBACETE. 2010/2011. VV.AA.
Posiblemente, el mejor libro de poesía editado este año. Tiene lo que tiene que tener: variedad, ritmo, coherencia, tensión, sugerencia. Sólo un pero: te manchas los dedos al pasar las páginas. El contenido no condena el dolor, no es dramático en la sucesión de imágenes: desconocidas, localizadas, repletas de una esencia numérica que proporciona proyección en lo emocional, fusión con la dinámica de lo perceptible del mundo. Sujeta la cadencia en versos medidos irregularmente, libres, llenos de una esperanza sutil, como si hubiera alguien al otro lado del teléfono. Un libro imprescindible que nos recuerda que no estamos solos, que debemos contar los unos con los otros. Como todos los versos del libro, que parecen escritos a posta para ser perfectos.
EL PODER DE LAS INTERJECCIONES
Habíase una vez unas manías en mi vida y con ellas
estaba la mar de a gusto aunque yo no lo consideraba así.
El lenguaje no es tan grueso como lo pintan, es menos.
Es ésta la teoría que yo expongo en estos pocos minutos.
Lo hago con cariño y de una manera poco o nada gruesa:
los lunes utilizo adverbios; los martes sólo los pronombres;
los miércoles los sustantivos, y al día siguiente los verbos;
los viernes toca las interjecciones y los sábados los determinantes;
los domingos, para terminar, todos los adjetivos oportunos.
Sólo utilizo una palabra comodín o tótem durante la semana,
es yo, que, sabemos, se trata de un pronombre personal
El lenguaje es una metamorfosis de mi presente.
Las categorías gramaticales son siete.
Yo soy yo, persona, comunicador y pronombre.
Voy tirando, los días se suceden, las interjecciones
a veces tienen demasiado peso, se anticipan
a toda expresión corporal o lingüística, se quedan,
se anclan en mi alma o en mi inteligencia.
(inéditos)
TRES POEMAS DE SUSTITUIR ESTAR
El amanecer, digan lo que digan, es un mal momento.
Lo normal es que sea un nuevo nacimiento, una nueva oportunidad.
Pero también es normal que todos sean iguales.
Que sólo se haya nacido una vez o que la oportunidad sólo sea una
palabra.
Falta el sueño, y a veces la boca es un kilo de tierra
que parece enterrarte por dentro.
No hay nada más. El amanecer es sólo un hecho,
una vuelta geométrica. El hombre inventó los símbolos
para desgarrarse, y así se concibe el símbolo.
No veo el amanecer por una cuestión de principios:
yo nací una vez y tuve mi oportunidad.
BOSQUE
Raramente me quedo fuera del bosque
cuando quiero entrar en el bosque.
Sustituyo la ausencia y entro por derecho propio.
Fuera del bosque está mi ausencia, pero poco.
Algo queda si pienso en ello. Descanso en un árbol
cuando en el bosque hay árbol, veo al pájaro
cuando en el bosque hay pájaro, toco el río
cuando en el bosque hay río. No siempre hay bosque
en el bosque, pero si decido entrar existe,
con las características que queden o que recuerde.
En la diaria lucha contra el vacío sale esto.
Fuera del bosque hay otros que piensan en mí,
y hay otros bosques, pero yo estoy dentro y soplo.
Como un hilo de humo el bosque no se diluye.
Estoy en lo cierto, estoy en el bosque.
Raramente me quedo fuera del bosque
cuando quiero entrar en el bosque.
PATOS
Una vez mi padre me llevó al parque a ver a los patos.
Los patos tomaban el sol en un balsa llena de agua.
Mi padre me los iba señalando uno a uno, por tamaños.
Había algunos en el agua, y otros en la tierra.
Cuando se es niño los patos tienen mucha importancia,
son como hermanos que sólo quieren que estés contento.
Entonces el dedo de mi padre llegó a un pato muy quieto,
y mi padre se quedó callado lo que puede callar un padre.
El pato estaba en una posición muy extraña en la vida,
dulcemente. Mi padre me dijo que era el pato y la muerte.
Y mi padre me dijo: no te preocupes, lo sustituirán,
y mañana volveremos y habrá otro pato nadando.
Pero yo estuve llorando toda la vida en otro mundo.
Sustituir estar
Julián Cañizares Mata
96 páginas
8 euros
Colección poesía, 122
El profesor de Educando a Rita dice en un momento
de la película que una guía de teléfonos tiene más poesía
que su libro de poemas. Seguro que por las noches proyecta
en la pared la escena del replicante de Blade Runner,
cuando dice dos cosas: “Como lágrimas en la lluvia”, una;
“Es tiempo de morir”, dos. Igual los ve en el youtube.
¿Se puede mejorar la poesía de una guía de teléfonos?
Total, que no. O total, que sí. Es muy muy difícil,
pero se puede intentar. El profesor es un cachondo mental
al principio de la película, y luego se hace lágrima
en la lluvia. El verdadero poema sale sin serlo.
¿Se puede mejorar la poesía de una lágrima en la lluvia?
Se puede intentar. Se puede copiar la guía de teléfonos,
a mano. Se puede llamar por teléfono al azar,
para el azar,
sin el azar.
GUÍA DE TELÉFONOS DE ALBACETE. 2010/2011. VV.AA.
Posiblemente, el mejor libro de poesía editado este año. Tiene lo que tiene que tener: variedad, ritmo, coherencia, tensión, sugerencia. Sólo un pero: te manchas los dedos al pasar las páginas. El contenido no condena el dolor, no es dramático en la sucesión de imágenes: desconocidas, localizadas, repletas de una esencia numérica que proporciona proyección en lo emocional, fusión con la dinámica de lo perceptible del mundo. Sujeta la cadencia en versos medidos irregularmente, libres, llenos de una esperanza sutil, como si hubiera alguien al otro lado del teléfono. Un libro imprescindible que nos recuerda que no estamos solos, que debemos contar los unos con los otros. Como todos los versos del libro, que parecen escritos a posta para ser perfectos.
EL PODER DE LAS INTERJECCIONES
Habíase una vez unas manías en mi vida y con ellas
estaba la mar de a gusto aunque yo no lo consideraba así.
El lenguaje no es tan grueso como lo pintan, es menos.
Es ésta la teoría que yo expongo en estos pocos minutos.
Lo hago con cariño y de una manera poco o nada gruesa:
los lunes utilizo adverbios; los martes sólo los pronombres;
los miércoles los sustantivos, y al día siguiente los verbos;
los viernes toca las interjecciones y los sábados los determinantes;
los domingos, para terminar, todos los adjetivos oportunos.
Sólo utilizo una palabra comodín o tótem durante la semana,
es yo, que, sabemos, se trata de un pronombre personal
El lenguaje es una metamorfosis de mi presente.
Las categorías gramaticales son siete.
Yo soy yo, persona, comunicador y pronombre.
Voy tirando, los días se suceden, las interjecciones
a veces tienen demasiado peso, se anticipan
a toda expresión corporal o lingüística, se quedan,
se anclan en mi alma o en mi inteligencia.
(inéditos)
TRES POEMAS DE SUSTITUIR ESTAR
El amanecer, digan lo que digan, es un mal momento.
Lo normal es que sea un nuevo nacimiento, una nueva oportunidad.
Pero también es normal que todos sean iguales.
Que sólo se haya nacido una vez o que la oportunidad sólo sea una
palabra.
Falta el sueño, y a veces la boca es un kilo de tierra
que parece enterrarte por dentro.
No hay nada más. El amanecer es sólo un hecho,
una vuelta geométrica. El hombre inventó los símbolos
para desgarrarse, y así se concibe el símbolo.
No veo el amanecer por una cuestión de principios:
yo nací una vez y tuve mi oportunidad.
BOSQUE
Raramente me quedo fuera del bosque
cuando quiero entrar en el bosque.
Sustituyo la ausencia y entro por derecho propio.
Fuera del bosque está mi ausencia, pero poco.
Algo queda si pienso en ello. Descanso en un árbol
cuando en el bosque hay árbol, veo al pájaro
cuando en el bosque hay pájaro, toco el río
cuando en el bosque hay río. No siempre hay bosque
en el bosque, pero si decido entrar existe,
con las características que queden o que recuerde.
En la diaria lucha contra el vacío sale esto.
Fuera del bosque hay otros que piensan en mí,
y hay otros bosques, pero yo estoy dentro y soplo.
Como un hilo de humo el bosque no se diluye.
Estoy en lo cierto, estoy en el bosque.
Raramente me quedo fuera del bosque
cuando quiero entrar en el bosque.
PATOS
Una vez mi padre me llevó al parque a ver a los patos.
Los patos tomaban el sol en un balsa llena de agua.
Mi padre me los iba señalando uno a uno, por tamaños.
Había algunos en el agua, y otros en la tierra.
Cuando se es niño los patos tienen mucha importancia,
son como hermanos que sólo quieren que estés contento.
Entonces el dedo de mi padre llegó a un pato muy quieto,
y mi padre se quedó callado lo que puede callar un padre.
El pato estaba en una posición muy extraña en la vida,
dulcemente. Mi padre me dijo que era el pato y la muerte.
Y mi padre me dijo: no te preocupes, lo sustituirán,
y mañana volveremos y habrá otro pato nadando.
Pero yo estuve llorando toda la vida en otro mundo.
Sustituir estar
Julián Cañizares Mata
96 páginas
8 euros
Colección poesía, 122
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