Carson McCullers
- Lula Carson Smith -
(EEUU, 1917-1967)
Escritora estadounidense nacida en Columbus (Georgia). Asistió a la Juilliard School y a las universidades de Columbia y Nueva York. En 1937 contrajo matrimonio con Reeves McCullers. Su primera novela, aclamada por la crítica, fue El corazón es un cazador solitario (1940). A ésta le siguieron otras dos novelas: Reflejo en un ojo dorado (1941) y Frankie y la boda (1946); las tres fueron llevadas al cine en (1968, 1967, y 1952, respectivamente). Frankie y la boda fue también objeto de una famosa adaptación teatral de Edward Albee, en 1950. La propia autora realizó una adaptación teatral de esta misma novela en 1950. El resto de su obra está constituida por una colección de relatos, La balada del café Triste (1951); una obra de teatro titulada La raíz de las maravillas (1958); la novela El reloj sin manecillas (1961) y los relatos, artículos y poemas incluidos en El corazón hipotecado (1971). Sus principales fuentes de inspiración fueron su infancia en el sur de Estados Unidos y su atracción hacia los seres solitarios, inadaptados y proscritos. La maestría con que McCullers aborda estos temas hizo crecer su fama de persona sensible y compasiva.
La piedra ya no es de piedra
Hubo un tiempo en que la piedra era piedra
y una cara en la calle era un rostro perfecto
Entre esto, yo mismo y Dios
hubo un instante de simetría
Desde que has alterado todo mi mundo, esta trinidad se ha perturbado
La piedra ya no es de piedra
Y los rostros, como en los sueños, son incompletos
hasta en el rostro inmaduro del niño
reconozco tus ojos perdidos.
El soldado sube la escalera resplandeciente dejando tras él tu sombra.
Esta noche, la habitación duerme desgarrada
enmarañada por ti bajo la luz de las estrellas.
Traducción de Victoria Martínez Vega (prácticamente obligada, nunca se le pasó por la cabeza traducir poesía) con algún retoque personal.
http://elestablodepegaso.blogspot.com/2009/03/carson-mccullers.html
El hipotecado corazón.
Los muertos demandan zonas extendidas,
una doble visión, capricho fantasmal que parcela el afecto.
Los muertos reclaman del amante los sentidos, la hipoteca del corazón.
Agudizá tu mirada, observá nuevamente los ciruelos,
los cerezos que florecen bajo la llovizna gris
y al firmamento, frío, rosado, entregale
tu repetida sorpresa.
Negate, una y otra vez a la firmeza del requerimiento;
a la memoria por dos multiplicada –a las reconocidas obligaciones.
Instruí tu estremecido espíritu; el temor
debés recordar, es el servidor fiel de amos esquizofrénicos,
de lo contrario el amor vagará ciego
como un alma en pena sin hogar..
Prepará las flores, las guirnaldas,
las ofrendas deseadas,
testimonio del sentimiento que perdura.
La hipoteca de los muertos es por todos conocida.
¿Pero de la ceniza recluida, del humilde hueso,
podrán decirnos algo, ellos, los muertos ?
de revista New Directions X, NY, EEUU; 1948.
Versión Merceditas Lennon-Esteban Moore.
http://alpialdelapalabra.blogspot.com/
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