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martes, 22 de febrero de 2011

3281.- JAVIER VILLAFAÑE


Javier Villafañe (1909 - 1996)
El 24 de junio de 1909, nace en la Ciudad de Buenos Aires, quien fuera el más prestigioso titiritero de habla hispana.
Junto a sus dos hermanos, Clotilde y Oscar, desde muy pequeño concurría al Jardín Zoológico de la ciudad para disfrutar del Teatro de marionetas que allí funcionaba. Terminada la función, una nueva obra se representaba en casa de la familia Villafañe. Javier y sus hermanos improvisaban con medias en las manos una obrita de su creación “La historia de los descabezados”.
En su juventud conoció a Juan Pedro Ramos, amigo y compañero de aventuras, con el que visitó el teatro de títeres del barrio de la Boca. Juntos entablaron amistad con los titiriteros italianos y juntos se atrevieron a soñar con la compra de un carro, un caballo y un teatro de títeres itinerante que recorriera distintos pueblos: Así surgió La Andariega.
Pero como aun no tenían ningún títere, el 26 de junio de 1933, Javier fabricó a Maese Trotamundos quien lo acompañaría a lo largo de toda su vida. “¡Público! ¡Respetable público! fue la frase con que este simpático personaje dio comienzo a cada una de las funciones desde 1935 visitando pueblo tras pueblo.
Con el correr de los años, sus caballos fueron cambiando, primero fue Guincha y le siguieron Miserias, Firme, Conde y más tarde fue la yegua Mariposa quien tiró de este carro que le servía de vivienda, escritorio y por supuesto, de teatro de títeres.
Con el correr del tiempo y en pos de recorrer nuevos caminos, el tablado se arma en una canoa. Los espectáculos se desarrollan en embarcaderos y en puertos argentinos y uruguayos. Pero como el camino se hace al andar, le llega el turno a una casa rodante que le permite recorrer América, Europa y Asia. Maese Trotamundos incluso llegó hasta China.
Su actividad de titiritero, se vio acompañada por una prolífica producción literaria que incluye poesía, narración y por supuesto teatro.
Entre sus obras, algunas de ellas en colaboración con Juan Pedro Ramos, podemos mencionar:
“Tiempo de cantar” (poesía)
“El figón del palillero” (poesía, en colaboración con Juan Pedro Ramos)
“Títeres de la andariega” (obras de teatro)
“Coplas, poemas y canciones” (poesía)
“El gallo Pinto” (poesía)
“Teatro de títeres” (obras de teatro)
“La maleta” (cuentos)
“Historia de pájaros” (relatos)
“De puerta en puerta” (poesía)
“Los sueños del sapo” (cuentos)
“Don Juan, el zorro” (cuentos)
“Atá el hilo y empezá de nuevo” (poesía)
“Circulen caballeros, circulen” (poesía)
“El gran paraguas” (poesía)
“La jaula” (cuentos)
“Los cuentos que me contaron” (recopilación de cuentos hechos por niños)
“El caballo celoso” (relato)
“Maese Trotamundos por el camino de Don Quijote” (historias de caminante)
“La vuelta al mundo” (cuentos)
“Cuentos y títeres” (cuentos-teatro).
Obtuvo el Primer Premio Municipal de Poesía, el Primer Premio Nacional de Literatura y últimamente, en 1988, el Premio de Honor del Fondo Nacional de las Artes.
Fallece el 1º de abril de 1996 dejando desolados a niños y adultos que disfrutamos de sus presentaciones.







Historiacuentopoema


Portada de "Historiacuentopoema"



El día y la noche

Hay que tener mucho cuidado
cuando se cierran los ojos
y sobre todo de noche
El día es la luz
el apogeo que despierta el gallo
La noche el primer miedo del hombre
la que borró el espejo de las rocas
donde el bisonte iba a caer atrapado
la que inventó el radar de los murciélagos
el rocío que envuelve las uvas
esas gotas de vino
que bebe la tierra
Todas las noches no sabemos
si será el día siguiente.






Fue en Montemar

El cazador
apuntó
disparó
y sangró el gallo de la veleta.






En Montemar Silvia se preguntaba

Cuando se mira
un espejo
en otro espejo
¿cuál es el espejo
que se mira
y qué ve un espejo
en el espejo
cuando el otro espejo
también lo está mirando?






Los grandes negocios

Cambiar un monte por un caballo
Una red por una barca
La H por la J
Un cuchillo por una lámpara
Una plegaria por una golondrina
Un perfume por un olor
Una pared por una enredadera
Un círculo por un punto
Un recuerdo por una veleta*
Una tijera por un alfiler.
Hemos perdido mucho tiempo caminando
Somos viejos ahora, pero todavía
quedan grandes negocios por hacer
cambiar, por ejemplo
un resorte por una incubadora
o un árbol por las alas de un buitre.

*Léase: Una veleta por un recuerdo.

Textos extraídos del libro Historiacuentopoema.
Buenos Aires, Ediciones Colihue, 1992.






Circulen, caballeros, circulen

Portada de "Circulen, caballeros, circulen"




La Pared

En una ciudad, en la costa del Pacífico, hay una pared que está por caerse. Son los restos de una muralla que hace siglos —piedra sobre piedra— levantaron los indios.
—Cuidado —decían los habitantes de la ciudad cuando algún turista iba a pasar al lado de la pared—, cruce la calle. Esa pared puede caerse.
Era un peligro esa pared. Podía caerse de un momento a otro.
Sobre la pared dormían la siesta los gatos en invierno.
Había lagartijas al pie de la pared.
Había una enredadera.
Había hormigas que subían y bajaban por la pared.
Había ratas debajo de la pared.
En un hueco de la pared había un nido de pájaros. Había arañas.
Un día hubo un terremoto. Todo se derrumbó en la ciudad: la iglesia, el hotel, la cárcel, los árboles. Sólo quedó la pared de pie, inclinada, a punto de caerse.

La Selva

Sembró demás en el fondo de la casa.
Una tarde, después de haber regado, no pudo salir. Gritó: ¡Auxilio! ¡Socorro!
Nadie podía oír. Estaba en la selva. Una víbora —la manguera— lo había enroscado hasta ahogarlo. El gato daba vueltas a su alrededor. Caminaba con el andar felpudo de los pumas.
Textos extraídos, con autorización de los editores, del libro Circulen, caballeros, circulen. Buenos Aires, Ediciones del Cronopio Azul, 1995, Colección Libros de Fondo Blanco.


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