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lunes, 14 de febrero de 2011

3190.- VÍCTOR TOLEDO


Víctor Toledo
Nació en Córdoba, México, el 22 de noviembre de 1957. Licenciado en Lengua y Literaturas Hispánicas UNAM y Doctor de Filosofía en Filología Rusa U. LOMONOSOV DE MOSCU.
Ha publicado los siguientes libros:
- Poemas del Didxazá (ilustraciones de Francisco Toledo, epílogo de Andrés Henestrosa) UNIV. VERACRUZANA. Poesía, 1985
- Gusilayú: La Casa, Letras Nuevas, SEP. Poesía, 1989
- Las ideas estéticas de Barís Pasternak y su época (en ruso), U. LOMONOSOV, Moscú, 1992
- El águila en las venas (Neruda en México, México en Neruda) SECRETARIA DE CULTURA, Puebla. Ensayo, 1994
- La casa de la nube, Margen de poesía # 51, UAM. Poesía, 1996
- La zorra azul, El ala del tigre, UNAM. Poesía, 1996
- Del mínimo infinito (poemas 1977-1998), Col. Atarazanas, IVEC, 1998
- A la memoria del demonio, Itinerario de poesía rusa, FYL, UAP, 1999
- Borís Pasternak, Poemas. Pavesas. Hojas de poesía XIII, Segovia, Esp. (1999)
- Retrato de familia con algunas hojas (Antología Mítica), Los Cincuenta, CONACULTA. Poesía, 1999
- Poética mexicana contemporánea, antología-ensayo FYL, UAP, 2000
- Tres poetas rusos (Pushkin, Pasternak, Brodsky). Ensayos y traducciones. IPN, 2000
- La mariposa en la estrella, Pushkin, Mandelshtam, Pasternak, Brodsky, Leviatán, Argentina, 2001.
- Abla o nadA, colecc. Asteriscos, BUAP, 2002
- El águila en las venas (Neruda en México, México en Neruda), BUAP; 2da. Ed., Puebla, 2005 (D)elfos, Lunarena-BUAP, 2005.
- Piedra, Tristia y otros poemas, Osip Mandelshtam. Presentacion y traducción. Hotel
- Ambosmundos, BUAP, Lunarena, 2005
- Poética de la Sincronicidad. La lengua de Adán y Eva. BUAP, 2006
- Ronda de hadas en la noche de San Juan, Pren Press, Nueva York, 2007






La pesadilla del fauno

El quería con ella sublimar al mundo
Y hasta el sublime mar mudarlo mudo
De asombro iluminado a colibrí lunar.
Y ella solo lo hacía sentirse sucio
El creía ser el más feliz
Ella lo hacía sentirse viejo y feo
Fofo y loco, extraño niño (del no ser)
El acusaba verdadero amor
Ella casi lo acusa de acoso sexual
El se propuso superar a Carroll, Balthus y Navókov
Ella le recordaba al asqueroso Gólum
El le quiso abrir las puertas de la magia y de lo inexplicable
Y ella le hizo ver del mundo la ignominia
(Cambió la fama por la infamia).
¿Debía sentirse un tordo torpe
Tardo turpial, tirso tarado
O solo había llegado tarde a lo divino?
¿Debía culparse a ella por no probar su vino?
O sólo era una ninfeta asustada, confusa o preocupada
Ante un maduro fauno entusiasmado
Y el ente del más duro falo atormentado.







YO TENÍA UN BÚMERANG

y un perro coli
cada vez que lanzaba el búmerang
regresaba la cola del perro
zumbando
de no sé dónde
de una casa de la infancia
de un día ahogado enmedio de la luz
sobre un llano luminoso.

Yo tenía un coliperro
y un búmerang
cada vez que lanzaba al perro
el búmerang regresaba
meneando la cola
no sé de dónde
de un día maravilloso
mas solitario de la infancia
villa dorada del mar
de la casa de la luz justo en medio del azur.

Yo tenía una cola de búmerang
del cielo asomaba
era su ala desprendida
cada vez que la lanzaba
de no sé dónde, cada ave,
desde un día
desdoblado de otra infancia
retornaba tiernamente de lo eterno.

Yo tenía un búmerang que era un perro
cuando lo lanzaba.
Yo tenía un perro que era un búmerang
Cuando lo lazaba.

Cuando estaba lejos era un colibrí
Cuando estaba cerca era un caribú.

Pero yo tenía una era
un colibúmerang
que siempre doblaba del cielo de la caza
de la infancia eterna de la interna luz
con los ojos luminosos de linterna
ahogados de inmortal felicidad
venida de la casa limpia del azul
Desde un día que tiene su ola yo sé donde.

Traía entre las patas el trote de abril
traía entre las alas más de un marabú.

Cada vez que lo lanzaba taladrante
cada beso, cada ave, cada suave
cada vuelo, cada suelo, cada ala
cada ola, cada cola, caracola
cada alma
cada oro, cada hora, cada ahora

el corazón, cada razón, cada zonar
cada deseo
y Odiseo, cada hada y oda sea
cada Oído
doblando desdo-blando
perforaba la esquina más vertiginosa
más brillante, más pura y más redonda
del cielo más ladrante.








SINCRONICIDADES

(Canción de cuna para Bedzhe, Daninisa y Yaroslava)


Al norte de Siberia (Siberia significa Norte)
Hay un río llama que se llama Kolima*
(Si Beria no te sacrifica siempre llegas a su llaga)
En Rusia (en el corazón esbelto del Invierno)
Hay una Rosa roja y blanca
Un hongo que se llama Mujamor
Muje su amor para las moscas
Que arrulla para siempre en el arroyo.
Arriba de la sierra Mazateca
Canta un hongo llamado Pajarito (Kant no canta)
Adentro de su carne hay una lengua para el rito
(Se convierte en grulla Nadando y anidando bajo el río).
En ruso y didxazá palo es yagá
Baba mujer, la comezón
Si el río ríe: rí será
Y el cielo como el agua está al revés:
Mientras en ruso nieba aquí es ibá
Y agua es nisa allá vadá
En la cabaña (izbá o biazi) el juego fuego
Babeando y balbuceando es Babá Yagá.
La Dx, la Zh, la Sh, la Z son iguales
-¡Sh..! Las alas del Dragón también.

Su madre es rusa su abuela binizá
¿El cocoloco de su padre qué será?

* Kolima es la región siberiana donde murió confinado Osip Mandelshtam.








LA LENGUA ORIGINAL

El mar es la lengua de la voz original, en sus prados azules se reúnen, verdeantes, renacidas, las palabras del mundo que las olas elevan y hacen estallar en un siseo veloz sobre las copas lunares, quemantes de su espuma.
Cuando alguien muere, retoma en las manos de Neptuno la lengua universal, comprende al fin todos los idiomas de las épocas y habla con las cosas a través de la voz efervescente de la fugacidad, o de una señal inmarcesible en los astros, a los seres que ama, pues abarca el infinito.
En las campiñas azules, en las viñas doradas del mar, se extienden todas las palabras, hojas retoñadas, despuntando otros botones, y el cielo que bajó a la tierra besa, con su morada lengua enamorada, las costas del mundo, el secreto de los labios, las redondeadas playas de las piernas: "el poeta ama a la poesía como el marino ahogado al mar" porque el alma encuentra al paraíso.
Sobre el claro del bosque de senos, lleno de flores azules y amarillas, la luna extiende su vestido virgen como un camino. Y las rusalkas de los acentos callan. Es plenilunio.
Danzan peces multicolores alrededor de todas las lenguas, de las palabras amadas que fueron y serán, y cuando devoran alguna, y a su vez el hombre los sustenta, surge otra forma de hablar, otro giro, otro color, otra expresión, que es la misma del tiempo inmemorial, y que sólo las húmedas estrellas, las ostras abiertas con dulzura, suelen recordar.
Sólo los peces, guiados por la Luna, por las dulces caricias mortales, desovan a ciegas videntes vocablos: el día justo llega al lugar exacto, pues en las playas del mundo, se extienden aladas, las luminosas oraciones: las hadas, las amadas palabras.
La lluvia devuelve a la tierra el mar: el esperma celeste de las (z)etas brotadas bajo la voz del rayo, y entrega a los olvidados sacerdotes las runas selectas, rutas secretas, tréboles sagrados, espirales olas, peces parlantes, llaves ignotas de la lengua original.

(2002)








de Del mínimo infinito


CANTO DE ÁCAROS*

Somos los habitantes del polvo
tenemos cuerpos de enterodáctilos, de aligatores, de tiranosaurios
no hay nada que alegar, un tirano por entero nos pensó con un dactilo.
Después de tu lectura poblamos la meseta del asombroso libro
que reposar parece sobre la inercia consciente de la mesa
donde tus dedos escriben sin saber la orografía.
Corremos en tropel por las pestañas brillantes de tu amada
si nos pudieras ver tu éxtasis huiría
necesitaríamos una categoría más allá de lo sublime
si pudiéramos ver Todo
donde lo mínimo infinito y lo máximo finito se abrazaron.
No puedo evitar la danza de palabras
que ayudan a intentar lo inexpresable:
somos los cántaros de la nada, los cácaros del aire
los ícaros del Ser, los aros del cero, los iris de acero
los oros del pordiosero, los raros del agua solar
que muda te cambia que riendo te muda
los cátaros replegados en los pliegues
los icaros del polvo donde cada partícula que gira
carga un diluvio, una lucha sin tregua y tararea
la partitura lunar del Sinaí y el oro blanco, la aurora, de Ararat.

* Seres microscópicos del polvo. Arácnidos traqueales, trasmiten virus.









CANTO DEL CARACOL

Desde el heliotropo vengo a cantarte
tropos de nocturno helio
esbelta babosa-tigre.
Girando enredados en lunares melodías de brillos
en dos espirales abrazadas que eyaculan la atmósfera azul
en el tallo del ciprés dejamos impregnada la Vía Láctea
con la impronta impaciente del amor
tallando de aceites alados nuestro celo
nos arrastramos hasta el cielo
y descolgamos vertiginosos nuestro vals.
De nuestras cabezas brotaron nuestros sexos
para enredarse también con el dilema:
¿Quién nos sembró con los ojos
Entre el telescopio y el microscopio?
¿Quién guió lúbrico al resto de la mano que escribe a observarnos?
Si nosotros sabíamos de su escritura tosca
-quizá reflejo neurótico de dios-
A través de los ojos de los astros que cruzan su ventana.
Un espejo cuando en otro se refleja
repetido al infinito hasta lograr la Nada
puede atrapar la irrealidad como esta mano
que danza enamorada espirales
Enredada en su molusco cortejado.






LA ORUGA

Pequeña nube de oro y agua
Protegen las hormigas
-Las letras alineadas de la hoja
El cielo bajo el peso de ligeros ríos-

Entrega a cada una
Una nota de miel
Gota de Sol

Y da su mejor lección: las encanta
Las atrae y las atrapa
Con la canción silenciosa

Tejida con la vibración de sus pies
Diminutos en la rama
De agua, oro, nube, miel

Así en la oruga ha renacido Orfeo
-No es la fea arruga de aquel verso
No sentido, sin sentido-
Y sus alas extiende en el agua desplegada
Del cristal estrellado que se unió:

Si el poeta quiere alcanzar este poder
Que tome de ese canto la dicción







CONTINUACION DEL SUEÑO DE JOHN DONNE

Iosiv Brodsky se ha dormido, se ha dormido su John Donne
y su Pushkin, su Platonov, se han dormido
y su Shestov.
Duermen sus amigos, las campanas cristalinas del invierno
en el enojo de su maestra Axmátova, y el corzo en el soto nervioso de su mano.
Duermen sus largos versos de halcón y el divertimiento mexicano para Octavio Paz.
Los “versitos de Pasternak”, su amigo Derek y el Reino del Caimito
y al descuerdado corazón de Mandelshtam
no despierta el tambor de Mayakovsky.
El todo sueña con la nada, el agua sueña con el fuego
el sueño sueña (sólo Ulises dobla el arco del tiempo)
su tonta asíntota triunfar: sí hay regreso
Y la flecha emprende eterno vuelo, detenida.
Duerme el latido de la púrpura en su lecho cardiovascular
el rítmico látigo del padecimiento: su puño azul cansado fuma
y sueña el humo de su cigarro-pluma, sueña la realidad
y el mundo despierta en este sueño.
Duerme el mínimo polvo de las alas de las mariposas:
el oro de la punta de las estrellas y el polvoriento polvo de las olas
el polvo del universo duerme
en su color azul.
Iosiv Brodsky sueña que el orbe duerme al fin
la esfera se ha dormido y sueña que el bardo arrulla el fin
Iosiv por fin despierta y ve:
vigila el sueño de sus padres con los que ya se reencontró
(se posaron convertidos en cornejas
en el hilo destensado del teléfono (su cordón de plata umbilical).
Y el cajón de cuarto y medio de Leningrado también sueña
en la caja infinita de los versos.
Sólo la selva espesa del blanco de la nieve
mantiene su vigilia escandalosa y grita su insomnio: todo duerme.
La nieve sueña el sueño del poeta, el afilado brillo del diamante del norte.
Los traductores y reseñistas sueñan volando sus versiones
hacia los suplementos del domingo
y talan epitafios para estar con él, talan bosques, talan tumbas
tallan las durísimas caras del tiempo
pues todo sueña pero la nieve de la oscuridad no había caído tan seca
y tan espesa.
Toda la época descansa con su último poeta.
El sueño comunista y el camino americano duermen juntos
Y la odiada profusa pro-rusa prosa rusa
es la almohada pedestre del ligero inglés
“y cada verso hermana a otro, aunque en sueños se musiten:
‘haste a un lado’” sueñan
suenan las cadenas de mentiras: Don, don
y los tirajes, los señuelos de las señas
duermen
eslavos eslabones y esclavas del color
las levas en las naves que se elevan.
Y más allá del Neva o del Mississippi
donde silban sus sueños sinuosos las serpientes
más allá del Volga o del Colorado
ladran los ladrillos
de largometrajes y los acetatos
de la industria del sueño -las paredes de agua- se revientan.
Nadie los perturba, el cielo -no la nada- enturbia y los masturba.
Un diluvio de estrellas una cauda de cometa
una herida de luz abierta en el oscuro velo
una mandarina derramando estrellas
una roja boca estandarte y la negrazul bandera
vagina blanca, se abren para recibir tu sueño.
Sueña la larga venida de la lluvia de Tarkovsky en la pared
y el grito cristalino de la mar
azul azoro del azor
que “cae” como el poeta: cuando asciende.
Cae para elevarse en un sueño de plumas
cobijando al mundo:
“nieva, Neva”





de Fábulas del Universo

VII

Rueda dentro de la roca
Rododendro
Acorde grave aligerado
Ligera ave de alas de agua
La memoria del cosmos
Espeso mar del alma
Tumor en cerebro espiritual

Mas al hombre dios otorga
Su cobija de piedras
La gruta es un ovario, es un sudario,
Un cristal clásico y un ágata barroca

Su rudeza, su dureza
A través de lo inerte de la piedra
Escarba la inmortalidad de lo que asalta
Y resulta con la inercia

Hacia arriba caen las catedrales
Estalactitas
Que vitrales encienden estelares

Es una piedra el Cosmos
Entró por la ventana

( Por seguir la forma del espacio
Caen las piedras
Y por eso una mano detiene siempre la caída
No hay caída
Todo está sostenido por partícula divina)

Ya seas roca, rosa, cielo o tierra
Tu presencia en el aire (piedra bruta)
Es inmanente

La lengua de piedra
Brota frases de agua
Sintaxis de galaxias borbotea
Palabras de piedra
Lanzan lenguas de agua
Surgen astros en cascada
Miradas de palabras:

Abracadabras montadas en los estros
Siniestros antros de la piedra
Prendiendo rostros de la forma
Miríadas de alas de hadas trasparentes

O coturno de astros del nocturno
Talón que el telón de su ostra prolifera
Aroma enredado por la tela
De un quásar en los dedos desdentados del azar:
Otelo que en hotel cela su cielo

Pues inmensa o pequeña cada piedra
-Ni quien pierda-
Regular o sin forma
Roando o detenida
Cantando o de canto
Petra Pérez
O Pedro Portinari
Se respeta mutuamente
Y cada una
guarda una gota, un río
Un océano de llamas
Y es el Centro

En el centro de la Tierra hay una rosa
Muy adentro de esa gruta hay una luz
En el ágata azul un diamante está escondido
En el cetro sueña y suena el destello de una piedra
El cielo es su reflejo
Y sus brillos los océanos
Es una onda estrella honda
Donde crece rosazul
Un oculto pensamiento

En el bosque vivimos dentro de esmeralda
Sus reflejos llegan de los rayos por las hojas
Del color del agua empantanada
que se eleva
Del sabor azul del tiempo aletargado
que se piensa
Sobre el agua limpia y clara
De los ojos del lagarto.

Por esas leves escaleras
Podríamos regresar al mundo aleve
Pero son nuestros sueños que se alzan
Al señor
Para que no salgamos de esta luz.

En la luna moramos bajo el agua
Somos peces que flotamos en el aire
De respiración de plata y nácar
Entre tules nadamos y abedules
Reflejos del pozo sobre el cielo.

En el oro habitamos de la cueva
En la hoguera que canta como un río
En el nicho del ángel nos dormimos
De las estrellas tomamos el delirio
Y el agua que grillos encantaran.

Ver de antes verdeantes verde oro
En la runa vivimos en la joya
Que es el sueño que surge de la vida
Y estamos liberados de la muerte
Pues bebemos el agua de la hoja
Cuando llueve cantando Guinivere.

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