Anfisa Osinnik nació en Siberia en 1957.
Hizo estudios en el Instituto de Literatura Máximo Gorki en Moscú. Desde 1988 vive en la zona de bosque lluvioso del Cofre de Perote (Veracruz, México), Participó en el X Encuentro Internacional de Mujeres Poetas en el País de las Nubes 2002. Su libro Dialectos del Fuego será publicado durante el año 2003 en coedición por el Instituto Veracruzano de la Cultura, Ediciones sin Nombre y Mantis Editores en edición bilingüe.
DUALISMO
Digo el ave
Dices el canto
Digo el mar
Dices el ancla
Digo el camino
me cortas: hacia la casa.
Superficie es tu cuerpo,
superficie sin secretos ni mareas
un secreto es mi cuerpo
a todos tus barcos el naufragio
dices el ave
Digo la bala
Dices el mar
con la ola a la palabra derribo.
Dices el camino.
El mar no tiene caminos.
CANCIÓN DEL BATALLÓN
Creado por la mano inexperta
el hombrecillo de la blanca página,
pequeño chueco cabezapierna,
acongojado por estar solo.
Aquí va el hombrecito.
Aquí va el hombrecito.
Aquí va el hombrecito.
Solo, solito.
Revive la blanca página.
Extraños hombrecitos van en fila
en la formación renguea el cabezapierna.
Triste por estar solo.
Aquí va el hombrecito.
Aquí va el hombrecito.
Aquí va el hombrecito.
Solo
solito.
DISPAROS
El estadista dispara
con cifras,
el gacetillero con letras,
el psicólogo con tu propia identidad,
convertida en bala,
el niño con su desamparo,
el político con su flatulencia crónica.
Y tú me disparas,
al
no dispararme.
CUANDO
Cuando de los valores
quedan los añicos,
dejas de cantar
y distinguir los colores,
y como gusano
te acrisolas en deseo
el sin sentido de las alargadas soledades:
La casa en la orilla de la tierra.
La lluvia en la orilla de la tierra.
La muerte en la orilla de la tierra.
ESCARABAJO
Sentada en la orilla del tiempo,
con las piernas colgadas en el infinito,
veo
cómo flotan añicos de las épocas,
escucho
en la momia egipcia
a quien antaño
era un ciudadano de Fayum,
al incansable escarabajo crujir,
un hermano
del escarabajo que vive en mí.
OTROS ÁNGELES
Leo la clasificación de los ángeles :
Querubín, Serafín, Malahim, Elohim
e Ishim.
¿Es hombre?
¡Hombres!
entonces somos ángeles,
y no hijos de
perra.
Pero no siento las alas,
sólo en el puño una fruta sudorosa
(es decir, el higo,ficus carica),
sólo una fruta sudorosa
de los patéticos
angelógenos.
ÁNGEL NEGRO
Esencia de niña,
esencia de grietas lunares,
de melaza nocturna, con burbujeos de estrellas,
rogando
la vianda negra al mediodía...
¿Te acuerdas de la infancia?
Las negras, las blancas, las rojas cabras.
Canícula.
Moreno pastor
en el umbral
vendiendo queso.
Y tú
jalando el rebozo de la madre
pides:
cómprame el queso negro de las cabras negras,
Ammona,
madre.
No pedía en vano.
Hoy en día no eres Sulamita
Charav
hoy en día,
eternamente te quedas
como la grieta negra,
el queso negro,
antimonio de la vianda.
Amen, Charav,
sombría fase de mis fluorescencias,
mi ángel
negro.
MÍSTICA
Iban tras el misterio huella a huella a salto de mata,
¿Escucharon las voces de prodigios del bosque,
como el niño de Akira Kurosawa?
¿Espiaban los cantos de las flautas zorrunas?
Díganme : ¿Su ánima se congelaba de miedo?
¿Enturbiaban su mente en la trampa de la mística?
¿Acechaban en la lluvia soleada,
fila garbosa de bodas de zorras?
temiendo el sonido de la hojarasca
¿Temiendo inhalar,
temiendo tropezarse en sí mismos?
¿Querían entrar bajo el arcoiris?
¿Bajo el arcoiris
y no regresar?
Orificios de flautas peligrosas como bocas de rifles
en la garganta la soga, el horror tenso.
Bajo el arcoiris.
Bajo el arcoiris voy.
A ese que va huella a huella ...
un favor:
ni una palabra.
LA LUCHA CON EL ÁNGEL
El camino dual de la Biblia
es hollado con repeticiones de actos.
¿Acaso es fácil
para Jacobo luchar con el ángel?
Los incorpóreos son férreos
¡Los incorpóreos! ni más ni menos
astillas
son sus plumas para las entrañas
¡Los incorpóreos!
huelen a rosas,
a incienso,
inmaculados,
deslizan por las alas las manos sudorosas,
no hay más oscuridad que la bruma de la Biblia.
¡Cómo pega!
y los llaman incorpóreos
¡Cómo pega! el de las plumas blancas.
En el camino dual de la Biblia
cargamos doble peso.
La lucha con el ángel es de Jacobo
¿Para qué lucho con él?
¿Para qué tal ahínco?
En la garganta el amargo trozo de la fe.
Ríndete Dios.
Tu bendición
la gané
con mi puño.
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