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domingo, 10 de octubre de 2010
1670.- OSVALDO SAUMA
Osvaldo Sauma nació en Costa Rica en 1949. Poeta y antologista de poesía, ha publicado en este género, los libros: Las huellas del desencanto, 1983; Retrato en familia, Premio Latinoamericano EDUCA, 1985; ASABIS, 1993; Madre nuestra fértil tierra, 1997; Bitácora del iluso, 2000; en prensa se encuentra, Farewell. También ha realizado las antologías: Poesía infantil del Conservatorio Castella, 1986; Antología del Conservatorio Castella, 1990; Los signos vigilantes, antología de poesía ecológica, 1992; Tierra de nadie, antología de nueve poetas latinoamericanos, 1994; La sangre iluminada, antología de seis poetas latinoamericanos, 1998; y Martes de poesía en el Cuartel de la Boca del Monte, 1998. Al decir de Raúl Zurita: «…El desgarrador acento lúcido y devastado que atraviesa cada una de sus líneas donde «Homero y Ulises vuelven a quemar las naves», como se nos dice en el impresionante verso que finaliza Bitácora del iluso, nos evidencia la tristeza de un mundo y de un tiempo que, como ha sucedido tantas veces antes, tampoco ahora llegó a ser. Así, su poema «Recuento», por ejemplo, que recuerda la conmocionada voz de un Ungaretti escribiendo desde las trincheras de la primera guerra, se alza como el verdadero manifiesto de una derrota generalizada. De un descalabro que pareciera inscrito en el corazón de este fin y comienzo de milenio y que cada vez más se presenta, en medio de la estridente fanfarria del mercado, bajo las formas del vacío y del desencuentro. La poesía de Osvaldo Sauma toca ese desencuentro como pocas veces he podido percibirlo. La tristeza implacable, demoledora de sus poemas, como la del mismo Ungaretti, de Kavafis o de Ciorán, es en suma la nuestra, y si ella se alza finalmente como una radical crítica al mundo, a la existencia, a la realidad tal como la hemos venido experimentando, es porque los poemas que la retratan, directos, concretos, tangibles, alcanzan la maestría…»
Una mujer baila
una mujer baila
amparada a la noche
despliega sus brazos
como decir sus alas
desde el centro del aire
hacia las afueras del aire
en diagonal a los espacios de la luz
entre los costados de la sombra
una mujer gira
como un astro
y sobre sí misma
esboza
la ruta del azar y sus conjugaciones
gira
baila
alza un tiempo magnético
como quien alza un pájaro
desde la tierra que lo atrapa
y traza con un carbón encendido
el lenguaje bermejo de las cavernas
baila
y con ello sacude
los miedos de la infancia
que aterrados todavía
nos llaman desde su adentro
una mujer baila
sobre el corazón de la madera
para enardecer
el latido ciego de la vida
baila sobre mis heridas
para recrudecerme
el camino del remordimiento
una mujer baila
sola contra la adversidad
baila sobre el planeta errante
sobre un contratiempo de la memoria
y se fuga en esa fuga de la música
y vuelve sobre sí misma
para revelarnos
un deseo desterrado del Paraíso terrenal
Mirándola dormir
todo hombre es su propio sol
en la media noche del hastío
cuando los grillos chillan
como fuego endemoniado
y las estrellas
están más distantes que nunca
bajo la luz del aguardiente
todo hombre
apaga
la lumbre interior de la nada
mientras mira dormir
a la mujer que le cedió el destino
no la que le inventó la ilusión
todo hombre
que como yo se emborracha
junto a la mujer
que nos huye en sueños
evade la necesidad del otro
hace de su fracaso
un tintineo abstracto
y se bebe en silencio su perdición
Equidad
que nadie se vaya impune de esta fiesta
ni escape nadie por la puerta trasera
como si no fuese artífice de su negligencia
que no olvide la cuota de horror que se merece
ni diga
no sabía/ yo pensaba/ tengo el alma noble
que nadie huya
de esta fiesta de los taladros
con licencia de ángel obeso
que prohíban la venta de bulas papales
que nadie abandone el barco
como las ratas
ni cabe túneles
como los topos
que no se salve nadie si no nos salvamos todos
Noticias Antiguas
acalla a tus visiones
hermano Carlos
lo peor acaeció ayer
nos engañaron
Dios no hiere por mano de mujer
ni elige pueblos
ni hay religión que lo contenga
las voces del cielo
jamás
propiciaron la infamia
ni mal aconsejaron
a Dalila o a Judith
Esaú
era la energía incesante
corriendo natural
tras la ciega emotividad de la vida
ni las lentejas de la discordia
ni la madre alcahueta y mezquina
ni la pelambre de la bestia del engaño
van a trepanarle las alas
a estas obscuras señales
Agar
sigue abandonada en el desierto
Ismael
cultiva la flor del rencor
sobre la arena fértil de su pueblo
y la avaricia
como ayer
prosigue adorando el oro del becerro
Raíces
"La poesía es el oro de los árabes"
(G. Virgil Georghiu)
Mis detractores ignoran
que la memoria espía
el itinerario de los abuelos
no advierten
que el esplendor de los desiertos
impide que me arrebaten
el oro de los versos
y la fuerza de la sangre
inútiles resultarán
sus maledicencias
esta raíz ancestral
me entrelaza
a la legendaria feria de Ukaz
en el tiempo de la Tregua de Dios
donde los poemas victoriosos
se transcribían en seda negra
y un año duraban
proclamando entre los vientos
la tesitura del más noble de los árabes :
el que bajaba la hija del ojo al corazón
o esculpía una flor entre los labios
GUERRA AVISADA
(de Asabis)
Amor
de qué te sirve ser poeta
el sólo tiene palabras
soledad y palabras
un frase amable
y muchas ilusiones de papel
de qué te sirve un hombre
que desconoce los límites
que edifica una muralla de sombras
donde guarecer los destellos de su sueño
el poeta sabe poco de alegrías
es más un traficante del infortunio
un ave agorera en territorios desolados
él comercia con los ciegos estrellas distantes
vende a los sonámbulos sueños de ímpetu nocturno
navegaciones a los que padecen de insomnio
él le lleva flores a los árboles
aluminas al corazón de los peces
carbunclos a las luciérnagas
él destila nubes bajo el sol absorto
de verdad amor desiste
a él ni Platón lo quiso en la República
es al primero que acosan por zorro
el primero que apresan por ser pájaro
al primero que matan por ser lúcido
y lo que es peor
a él siempre lo cobran
ignóralo
él no podría darte ninguna seguridad
hace gala de su pobreza
del verde sol de su ocio
y como un niño en todo cree ver el asombro
te lo advierto amor
no te involucres
él sólo puede ofrecerte
el territorio gris de las vías libres.
VIEJO NIÑO PADRE MIO
(de Bitácora del libro)
I
te tiré tan asustado
tan niño
Padre
cuando la muerte
anunció en tus ojos
su llegada irrevocable
hubiera querido decirte
gracias
despedirme de vos con un abrazo
recordarte que Dios
te había desde siempre perdonado
Dios perdona a todos
los que apuestan la vida por la vida
los que improvisan
con el coraje del corazón
la ruta de la existencia y sus azares
yo sólo hubiera querido decirte
que te amo
que amé tu altivez entre los altivos
tu humildad entre los humildes
y ese terco orgullo
forjado
en la noble arena de los desierto
II
hubiera querido llevarte
Padre
frente a la tumba de tu Padre
hubiera querido
que perdonaras en vida
el abandono que en vida te hizo
el que yace ahora
abandonado en Puerto Padre
hubiera querido que te fueras
sin ese peso en el costado
que en la otra orilla
fuera más ligera tu carga
que dejaras las heridas de este lado
ya podés irte en paz
viejo niño padre mío
ya los nietos hablan de vos
como di no te hubieras ido
como si fueras una presencia
que sabemos perpetua en nuestras vidas
no temás
no bien traspasés el túnel de la luz
los Huríes te devolverán tu corazón de niño
jugarás de nuevo entre el sol de los muertos
y le daré a mi Padre
el abrazo que en su muerte no pude darle
a mi Padre que yace ahora
abandonado en Puerto Padre
LATITUD CERO
(inédito)
Justo en la mitad del mundo
Las nubes
Perros del aire
Viajan directamente al sur
Nubes que Michaux amó
Como se suele amar a los lobos
Esos pastores fieles de las montañas
En medio de la cintura del mundo
En el punto cero cero cero
Donde convergen el yin y el yang
Hay un hombre dividido
Entre una línea imaginaria
Y los rayos perpendiculares
Que deja caer el sol
Aquí
Sobre estas cimas
Donde la razón el desasosiego de su miedo
Aquí en el Ecuador
Hay un hombre fervoroso
Cantándole al ombligo de la Tierra
El antiguo canto de su pequeñez
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