BUSCAR POETAS (A LA IZQUIERDA):
[1] POR ORDEN ALFABÉTICO NOMBRE
[2] ARCHIVOS 1ª, 2ª, 3ª, 4ª, 5ª 6ª 7ª 8ª 9ª 10ª 11ª 12ª 13ª 14ª 15ª 16ª 17ª 18ª 19ª 20ª y 21ª BLOQUES
[3] POR PAÍSES (POETAS DE 178 PAÍSES)

SUGERENCIA: Buscar poetas antologados fácilmente:
Escribir en Google: "Nombre del poeta" + Fernando Sabido
Si está antologado, aparecerá en las primeras referencias de Google
________________________________

domingo, 3 de octubre de 2010

1593.- RONALD BONILLA




Ronald Bonilla Carvajal nace en agosto de 1951 en Costa Rica.

Entre sus publicaciones destacan: Viento Adentro, 1969; Las Manos De Amar, 1971; Consignas En La Piedra, 1974; Soñar De Frente, Premio Joven Creación, 1977; Un Día Contra El Asedio, 1999; Porque El Tiempo No Tiene Sombra, Premio Nacional De Poesía, Aquileo Echeverría 2001; A Instancias De Tu Piel, Premio Centroamericano De Literatura Rogelio Sinán, 2002.

Es coautor del Manifiesto Trascendentalista, al lado de Laureano Albán, Julieta Dobles y Carlos Fco. Monge. Ha sido Presidente de la Asociación de Autores de Costa Rica y es uno de los actuales coordinadores del Círculo de Poetas Costarricenses.

Su pequeña serie de 15 poemas “Para inventar la desnudez” le mereció el Premio Lisímaco Chavarría, 2003, en la Ciudad de San Ramón.
Publica el libro La ciega certeza con Ediciones Perspectiva Trascendentalista, en el 2005 y posteriormente publicó Después de soñarte, EUNED, 2008. Además, ha sido incluído en diversas antologías, tanto nacionales y como regionales.

El taller literario Poiesis ha dado origen al GRUPO LITERARIO POISIS, que despliega gran actividad a lo largo y ancho del país, acercando a escritores y propiciando la unidad y la solidaridad, realizando actividades como encuentros, recitales  y tertulias.
En 2012 se publica su poemario SED DE OTRAS PIEDRAS, en la EUNED.  Poemas suyos son incluidos en nuevas antologías y selecciones a nivel nacional e internacional. Obtiene el Tercer Premio de Poesía Brunca, (2011) concedido por la Regional del Sur de la Universidad Nacional. Así como múltiples distinciones por sus poemas en redes sociales de artistas y escritores, como Parnassus, Patria de Artistas, Sociedad Venezolana de Artistas, U.H.E., La Alborada, Fundación Literaria Argentina y otras.
Tiene cuatro libros inéditos de poemas, uno de ensayos en coautoría con Lucía Alfaro.



APRENDICES DEL VERANO

Tú como yo
conoces tanto del invierno,
de ese perplejo llanto que la oscuridad
enciende en soledades
de papel y de lunas.

Y a ti y a mí alguna vez
nos proclamaron infinitos,
mientras cavaban en el pecho
inesperadas sepulturas
con piedras arrancadas al silencio.

Al igual que yo tú sabes,
herida de crepúsculos,
cuánto la sombra ha de extenderse
si no la enfrentas a tu luz,
a esa luz de parques aprehendidos
más allá de la memoria,
cuando todo se hace trizas.

Como yo, has torcido las esquinas
con algo más que el corazón y la palabra,
con este incomprensible sufrimiento
que desdibuja sin adiós las madrugadas.

También te han asistido los ángeles
soplando y resoplando en tus oídos
oraciones para vencer la desolación
y sus abruptos puños de tiniebla.

Aquí ambos, sin rozarnos,
apenas sospechando,
hemos aguardado la sangre de este encuentro.
Que nada nos desate
ahora, amor,
porque tanto tú como yo,
estamos aprendiendo
los intensos advenimientos
del último verano.





AMAR TE DUELE

Amar te duele y te duelen también
mis afanes por coronarte de regocijos
a cada instante.
Y te duelen mis besos atrevidos
en la sala inclemente en que te amo,
y tu alma la concibo entonces
como bandera agujereada
por este amor que te subyuga,
que te saca del centro y te regresa
quizá a un pasado en que te amé
al borde de una muerte, un precipicio suicida,
una espada feroz contra mi pecho sangrante.
Tu lengua en mí
restaña todas las heridas,
también las que infringí
en el delirio de otras noches.

Pero ni mi boca, ni mi sed interminable
pueden vendarte
siquiera esas heridas
que pululan en frente de mis besos.

Amar te duele, y aunque grites
en el más abisal de los éxtasis mi nombre,
se cómo te duele esta palabra
que repites y repites para que suba
contigo al gozo y al dolor.

Mas déjame tratar de aliviarte
con un tiempo de pétalos sumisos,
y que extienda sobre la hierba
este corazón de palabras incendiadas
para que duermas al fin transfigurada en brisa,
satisfecha.

Pero amarme, amor,
aún te está doliendo todavía.




PULSACIONES

¿Acaso nos hicieron con esta misma sed
de incendios solos?
¿Y que fuese entonces la medida de tu boca
y sus pulsaciones igual a mis delirios,
completa de latidos circundando la noche?

¿O es que podemos prescindir
de ser uno sólo en este instante
que la eternidad nos regala, a raudales ?
¿Puedo acaso prescindir de la savia
que viaja a tus espasmos ?

Yo puedo prescindir de mi pasado,
no de tu abrazo ahora abanderándome,
cubriéndome de esta simple ternura
aún no vencida.

Hoy no puedo olvidar que digo:
Amo y te amo,
cuando el sol al desbordarse ahora me acorrala
y se deshace en lluvias:
Sí, lluevo con todo mi cuerpo ante tu cuerpo
centelleante de brisas.

No puedo creer que ya me amas y te amo,
con todas las ansias ilímites
y el perdón imposible
de esas otras palabras ya caídas,
que dije en días festivos,
festivos y terribles.





ESTA NOCHE IMPOSIBLE

Esta noche en que te sueño
voy a recordar cuando dormimos juntos,
tú envolviéndome el pecho en una cruzada
mayor que la ternura y sus signos extasiados.

Esta noche imposible de tanta lejanía
en que te tengo, mi pequeña,
letal por la distancia,
heliconia fecunda de mi sed,
boca cabal para mi llaga altiva.

Esta noche en que no muero tan sólo
porque aguardo tus entusiastas sábados
en el rincón de un delirio que no se vence
nunca, ni siempre, ni jamás, ni todavía.

Has vuelto a ser la muchacha que apenas rocé
a mis dieciocho.
La señora en sus veintisiete
que al fin me encuentra
para cuidarme ahora de tanta cicatriz
doblándote la edad.

Y yo he vuelto a ser ese muchacho
petulante que se juega la vida
en sus jornadas
para verte y amarte,
y llenarte de orgasmos insaciables.

Mañana no estaré en tu baño,
no seré anegado por tu espuma festiva,
y sin embargo,
siento todavía sobre mi pecho
tu beso y tu cabeza y una lágrima feroz
que reclama del tiempo
cuando no te sospechaba siquiera
traspasando mis orillas.






REVERSIÓN DE AMOR



Poder revertir esta historia:

ir hacia atrás por los sedimentos que el amor
incineró de prisa;
hacia atrás
que se deshaga nuestra alcoba
con un soplo a la inversa del destino,
y tu primer llanto cayendo sobre mis caricias
y las ventanas empañadas
por donde seguimos viajando
del auto a la rutina,
o a la desnudez de las noches
que ebrios transcurrimos
entre racimos extasiados.

Poder revertirlo todo,
revertir la vida.
Ser ahora el amante locuaz
de tus fines de semana,
en la mesa servida a la luz del vino tinto,
sin el estrés de los afanes
ni los participios vencidos.

Tú no me lo pediste quizá:
sólo diste el espacio
para que me asilara
en tu rincón de soledades.

Ahora estamos aprendiendo.
También los besos adheriéndose
presagian del corazón sólo los entusiasmos
y nunca su posible hartazgo.

El tiempo registra como un tenaz relojero
sus péndulos viajando por entre itinerarios,
no va hacia atrás sino por la pendiente,
hacia adelante.

No te dejes caer de mis abrazos,
sostente encima,
anclada a mis costillas,
a mi espalda,
entre mis piernas.
No te dejes caer
entre mis dardos aherrojados
con dolor sobre el abismo.
Yo ya rompí todas las cuerdas
del pasado anodino que cargaba.

Sólo déjame
- no revertir el tiempo
hacia atrás como reloj errátil -
sino revertir tus heridas
con el vendaje que mis labios
tienden sobre tu cuerpo,
amándote hasta que seamos
solamente el oleaje
de estos oráculos azules.






PEDALES DEL DESTINO

Yo también tuve un Pablo
temblando en los pedales asustados
de tanta bicicleta
haciéndose destino.

Yo también iluminé el pañuelo
con sus cristales resentidos,
y albergué los sueños de un químico o poeta,
de un pintor o comerciante
disparando metáforas, color y convicción.

Y lo vi crecer como crece tu Pablo,
mientras alguien pegaba su botón
en la camisa escolar de las mejengas.
Y ahora con sus ojos y sus ochos parpadeantes
y su baraja de monstruos indefensos,
debo jugar y establecer banderas
y ser tan amigos compartiendo
la cena de tus manos prodigiosas,
el rincón de tu cama hecha de brisas
y cuentos y dulzainas,
canciones que abrigaron los caminos,
la ternura inequívoca del bosque
al que entramos dando saltos de conejos inventados,
guarecidos de la lluvia de pronto
por un tronco vetusto y oportuno,
suavizados por tus brazos desde el musgo
que inventa tu sonrisa para el mundo.

Y tu Pablo, tan Pablo como el mío,
subiendo a mis laderas escarpadas
hallará los oasis
predispuestos del otoño,
y sus pupilas como hojas
navegando en la brisa,
para siempre abiertas, abiertas
como son los abrazos.





TRANSFIGURACIÓN EN ARCOIRIS


Verte desnuda es recordar la tierra. Federico García Lorca.


¡Cuánto de miel o de veneno
habremos de bebernos amarrados,
derribando las noches imposibles,
cabalgando alelados en la oscuridad
rutilante de la piel!

Sí, toda tú te abriste
como amapola solitaria.
Toda me levantaste de las ocres ruinas inventadas
para ser sepia en tu llanura,
para que fueras todo el color de mis cantos,
terracota lúcida, aceituna doblada
sobre el pistilo de mis orfandades,
rosicler el tobillo,
pardas lianas bajando a tus laderas,
botones engreídos, el café de tus pezones,
castaños fanales tus ojos
amando infatigables,
lapislázuli el cielo en tu risa, naranjal
del camino, azul transparencia:
soy tu lágrima nueva,
bermejo escondido bajo tus rizos negros,
ensoñación del pubis,
magenta tus labios mojados
por la brisa que sellará mi boca,
azahares tus dientes, lilas
las flores tras tus orejas de sándalo
esculpidas,
amarilla lámina de mis ansias
tu espalda cruzada por el verdor
de mis destellos,
malva tu lengua, fresa agridulce,
tierra para esta lluvia
a veces dolorosa,
nombre para este ciego violín de la alborada,
dorada cruz de tu pecho incendiando mi pecho,
llama violácea,
nombre de la luz para el buhonero del crepúsculo
que a veces soy con mi dulzaina,
mancha de mis amores…

¡Cuánto de miel o de veneno
habremos de sorber desde esta mesa
que se transfigura con los arcoiris!






CABEZA DE SED ES LA ALBORADA

A mi nieto que vendrá.
A Esteban y Sofía mirando el ultrasonido.
El Ícaro insondable que hace mutis de vuelo
ahora navega
con el ala incendiada de unos versos.

El Fénix restañando, revenar
para el amor que nos ungió de pronto,
celeridad del vértigo:
-no te derrames todavía del cáliz.

Bastión del prodigio, blasón del recuerdo,
llama para las cuerdas que nos izan,
pendiente para que nos deslicemos
hacia el júbilo.
Ven ya a pacer entre hortalizas. Bienvenido.

Afuera la garra inhóspita
no ha de rozarnos en esta esfera azul.
El árbol y su fronda de recios manatíes
también te aguarda,
y el pelícano insatisfecho
y su señal de curvilínea zaga
es apenas presencia lúdica de Dios,
de sus delfines, ángeles vibrando al unísono.
Pasos que vendrán, huellas inaudibles:
¿Oigo tocar tambores o es tu corazón?
Ahora estás recobrando este camino…
Nosotros el sentido que daremos a las flores.
¿Acaso nos oyes tropezar desde la niebla?
Pero si somos éstos cantando
con la geografía silente del verano.

Ya puedes nacer entre nosotros.





Incluimos como novedades tres poemas de su nuevo libro 
SED DE OTRAS PIEDRAS



TRAMPA AZUL

Sólo el cielo.
Sólo la lluvia.
Sólo las alas despuntando
en los alveolos rotos de la tarde.

Sólo un roce sesgado de tus labios
y el aluvión de tu mirada cómplice.
Sólo alas buscando
entre la noche tus delirios.

Sólo la piedra y sólo el manantial.
Esta hierba que nace de la piedra
entre el musgo fortuito que la inventa
cuando desaparece y aparece.
Sólo alas trizando en los espacios
la sutileza de batir asombros.

Sólo esta tierra sola,
tizne horizontal para este tránsito
de sólo el mar,
de sólo cicatrices.

Algo de amor así,
para que inventes esta albura.

Sólo la sangre y sólo el cuerpo.
Algo para que aspire al alma
lo ordinario del pétalo.

Tan sólo alas y contra alas.
Despliegue del recuerdo que te azora,
casi ángel al fin,
esclavo de la memoria posible.

Sólo el ansia de sólo
abrazarnos tan ciegos,
déspotas sumisos de la memoria perdida.
Sólo amamos...
Amparados a la piel que nos transpira y unge,
avatares desoídos por el mundo.

Sólo la palabra:
el poeta y su trampa,
para que tal vez  tropieces desde la noche
con esta soledad que compartimos.





COMO EN LOS TEMPORALES

Como llegan los temporales
anegando los patios, las ansias, los suburbios,
como bajan en mayos tan insólitos
los huracanes
a destechar las casas.
Como se posesiona el invierno en los tejados
con su pesado albor,
como el río inusitado te lanza
la cabeza bravía
y la poza de tantos niños
se llena con su oleaje trágico.

Como avanzan los extranjeros
con sus botas verdosas
chasqueando con los miedos del barro entre la gente;
como las hordas
del nuevo Armagedón.

Como el deshielo
que cambiará la faz del mundo,


como los pilotos suicidas
contra los edificios,
como los terremotos que enterraron
la escuela de los sueños,
como ferrocarriles
que se descarrilan despavoridos.

Así avanzó el amor
inundándolo todo,
corroyéndolo todo,
estremeciendo puertas,
destruyendo, posesionándose,
atemorizando las gotas del rocío,
las torpes bicicletas, los colchones,
descarrilándose en la noche,
temblando hasta rehacer la aurora
con las ramas caídas, aprisionando el canto
para que estalle por siempre
en los pétalos hirsutos
de esta mi última primavera
que despunta entre tus aluviones de ternura.

Porque eso eres...¡tan de pronto!





BUHARDILLA INTERIOR

Es delgada la luz
y entre la claraboya va dejando
sus dedos de silencio,
sus tímidos latidos
de roedor hambriento.

Aqui hay muchos instantes.
El flash dispara contra las sonrisas
y yo salgo de nuevo a tropezar
con otros locos.
Soy el gusano que se asoma
por su humilde orificio,
interpela al pasajero oculto de un tranvía,
pulula en el mercado
pidiendo sus víveres
con su situación
de amorfa clandestinidad.

Soy el mismo que se te manifiesta
orinando sobre los panfletos del partido,
avivando la fogata con viejos periódicos,
escuchando a Malher o a Queen
-cuestión de ánimo-,
ofreciéndote un café para empezar el dia a día
con su trajín descompuesto en la batalla.

Vamos – “salgamos dando tumbos”
de esta fiesta o de la propia sangre.
Dispón ya tu entusiasmo
para recibirme, reciclado
gracias a tu amor.

Ya no seré más quien pulsa botones
anodinos.
Quiero ser solo
el que vive contigo
hasta el amanecer.




No hay comentarios: