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miércoles, 22 de septiembre de 2010
1426.- TAHAR BEKRI
Tahar Bekri nació en Gabès, Túnez, el 7 de julio de 1951. Vive en París desde 1976. Escribe en francés y árabe. Ha publicado una veintena de obras (poesía, ensayo, libros de arte). Su poesía, aclamada por la crítica, está traducida al ruso, inglés, italiano, español, entre otras lenguas, y ha sido objeto de trabajos universitarios. Su obra, marcada por el exilio y la errancia, evoca las travesías del tiempo y del espacio continuamente reinventados. Palabra interior, ella está arraigada en la memoria, en la búsqueda de horizontes nuevos, en el cruce de la tradición y de la modernidad. Ella quiere antes que todo ser canto fraternal, tierra sin fronteras. Él es hoy considerado una de las voces importantes del Maghreb. Es actualmente maestro de ceremonias de la Universidad de París X-Nanterre. Libros de poesía: Le Laboureur du soleil (El labrador del sol), 1983; Le Chant du roi errant (El canto del rey errante), 1985; Le Cœur rompu aux océans (El corazón roto en los océanos), 1988; Poèmes à Selma (Poemas a Selma), 1989; Les Chapelets d'attache (Los rosarios de atadura), 1993; Les Songes impatients (Los sueños impacientes), 1997; Journal de neige et de feu (Diario de nieve y de fuego) , 1997; Marcher sur l'oubli (Marchar sobre el olvido), 2000; L'Horizon incendié (El horizonte incendiado), 2002; La Sève des jours (La savia de los días), CD, 2003; La brûlante rumeur de la mer (El ardiente rumor del mar), 2004; Si la musique doit mourir (Si la música debe morir), 2006; y Le Livre du souvenir (El libro del recuerdo), 2007.
Afghanistan
Si la música debe morir
Si el amor es obra de Satán
Si tu cuerpo es tu prisión
Si el látigo es lo que sabes dar
Si tu corazón es tu barba
Si tu verdad es un velo
Si tu refrán es una bala
Si tu canto es oración fúnebre
Si tu gavilán es un cuervo
Si tu mirada es hermano del polvo
¿Cómo puedes amar al sol en tu guarida?
Si a tu cielo no le gusta los cometas
Si tu tierra es un campo minado
Si tu viento está cargado de pólvora
Y no por el polem fecundo
Si tu moral es una potencia
Si tu puerta es un dique
Si tu cama es una trinchera
Si tu casa es un ataúd
Si de tu río fluye sangre
Si tu nieve es un cementerio
¿Cómo piensas amar al agua en la ribera?
Si tus montañas no son que espinazos de valles
Humillados sin altura
Sus lomos para injustas ciudadelas
Sus entrañas abiertas para endurecer la piedra
Si tu valle no es para alimentar tu sueño
Como una rosa en el zafiro
Si tu arcilla está colmado de duelo
Tampoco para erigir una escuela
Como un arbaricoque en flor
Si tu cálamo no es un lapicero
¿Cómo puedes habitar la luz?
Si tu labor es sembrar espantapájaros
Un escondite cobarde para la dormidera
Si tu caballo es esclavo de tus anteojeras
Desprecia el despliegue de buques en los aires
Si tu valle vomita sus zafiro
Así señor de la guerra
Si las trenzas de mujeres son cuerdas
Si tu estadio es un matadero
Si tu camino es invisible
Si tu noche es una tumba para las estrellas
¿Cómo piensas prometer la luna?
Si Gengis Khan es tu maestro
Si tu hijo es grano de Tamerlan
Si tu rostro es sin rostro
Si tu sable es tu verdugo
Si tu epopeya es ruinas y alabanzas
Si todo el llano no puede lavar tu índice
Si tu deseo es un árbol muerto
Si tu fuego es ceniza
Si tu llama es humo
Si tu pasión son las granadas y cañónes
¿Cómo puedes seducir la paloma a tu ventana?
Si tu pueblo es un campamento
No un nido de golondrinas
Si tu casa es una caverna
Si tu origen es un espejismo
Si tu vestido es tu mortaja
Si la muerte es tu mausoleo
Si tu Corán es un turbante
Si tu rezo es una guerra
Si tu paraíso es infierno
Si tu alma es tu sombra carcelaria
¿Cómo puedes amar la primavera?
Traduction espaognole de Carlos Rodriguez-Najar
* * *
Amaba las golondrinas por encima del mar
y no sabía por qué,
lluvia y viento izaban sus velas, de guerra
en guerra, contaba a las rosas salvajes sus
iras, los horizontes llevaban sus pasos hacia
el olvido, las arenas heridas destruían sus pasos
perdidos.
De: Los sueños impacientes
Traducción de Leonor Merino
* * *
Viejo océano, decías, Lautréamont,
por qué no te habré escuchado, gritaba al sol
perdido, el corazón como chamicera, desierto que
avanza,
levantaba diques contra lo efímero, las algas
robaban sus sueños, allí en el muelle
de su dolor.
De: Los sueños impacientes
Traducción de Leonor Merino
* * *
Los días transportaban sus silencios
en los bosques sonoros, palabras arrancadas
a las tempestades, este país es mío, decía
a las mañanas de bruma, sí, Yalal Al-Din Rumí,
¡el mundo cual copo de espuma!
De: Los sueños impacientes
Traducción de Leonor Merino
* * *
Como vuelos de pájaros indiferentes, las voces
volvían sin cesar, el eco en los mástiles
serraba su fervor, los remos lanzados contra
las paredes,
errar,
recordaba es una hiedra subiendo hasta las
ventanas, poco a poco, las puertas se volvían a
cerrar
sobre sí mismas…
De: Los sueños impacientes
Traducción de Leonor Merino
* * *
A muestras voces sus veranos
A nuestros inviernos sus primaveras
Ese embellecimiento tan súbito
Bajo la luz suave y como aturdida
De: Líneas de fuga
* * *
XI
De río
En río
Le robaba a la noche sus luces
Reflejos amenazantes
Piraguas río abajo
Orillas jamás tocadas
Sus gritos se perdían a lo lejos
Ahogados como sollozos
De: Líneas de fuga
XIII
Aunque la sabana
Devore definitivamente a sus hienas
Sus huellas volátiles
Surgirán sin cesar
Bajo las suelas culpables
Las acacias milagrosas
Refugio de la noche frondosa
No podrán ocultar la hiel de la sangre
De: Líneas de fuga
I
Emprenden el vuelo
las palomas
a la sombra de los caminos de luz
la piedra
con el peso de los pasos
será columna de oro o polvo
Por los reinos de fuego. la ceniza
De: Les chapelets d’attache / L’exil d’Ibn Hazm,
Traducción de Francisco Torres Monreal
* * *
II
Aterrada
tierra
debilitada por la duda y el olvido
como canción amarga
calcinada
será tu rebelión o en flor olivo
Nacida del dolor de la yema, el rocío
De: Les chapelets d’attache / L’exil d’Ibn Hazm,
Traducción de Francisco Torres Monreal
* * *
III
En los labios
del sol
ebrio de veranos puros yo me llevo
tu voz en la mañana de los presagios
al atardecer como una rosa en trance
camino aguas arriba el río seco
En el ruedo del recuerdo, el incendio
De: Les chapelets d’attache / L’exil d’Ibn Hazm,
Traducción de Francisco Torres Monreal
* * *
IV
Incendiario
del vacío
tras las horas escasas
y el cruce del silencio
como una herida en la tormenta
el campo quemado aviva mis plegarias
En el secreto de las nubes, la fuente
De: Les chapelets d’attache / L’exil d’Ibn Hazm,
Traducción de Francisco Torres Monreal
* * *
V
Ligada
al brillo
de los cielos avaros palabra de ultramemoria
petrificada esta lluvia en el hueco de mi voz
precisaré todas las golondrinas
y las crines del ensueño para alumbrarla
En los brazos del labrador, los pájaros
De: Les chapelets d’attache / L’exil d’Ibn Hazm,
Traducción de Francisco Torres Monreal
* * *
VI
Condenado
a la hoguera
en zarzales lejanos
rezo suras coléricas
peregrino de lluvias fecundas
inundado mi corazón como un arrozal
Entre las sordas estelas, el laurel
De: Les chapelets d’attache / L’exil d’Ibn Hazm,
Traducción de Juan José Perales
* * *
VII
Por caminos
secretos los halcones enajenan
mis ojos privados de ruiseñores
descalzados los estribos
mis pies tiemblan y caigo
En la piedra herida, el fulgor
De: Les chapelets d’attache / L’exil d’Ibn Hazm,
Traducción de Juan José Perales
XV
Desgrano los días
en los rosarios que me atan
pájaro preso
las alas me abandonan
a los collares deshechos de sus horas
Presente en el pebetero, el incienso
De: Les chapelets d’attache / L’exil d’Ibn Hazm,
Traducción de Juan José Perales
XIX
En Xàtiva
los plátanos
bajo el cielo como lana rosa
ocultan mis penas derramadas
las pausas entre los azulejos
hurtadas a las trampas de la lluvia súbita
Guardiana del alegre valle, la ciudadela
De: Les chapelets d’attache / L’exil d’Ibn Hazm,
Traducción de Juan José Perales
XXXVIII
Golpeaban ellas
sus cuerpos
con las manos cautivas
hasta implorar que la sangre dejara de fluir
tambores de infierno
en los llantos de sacrificio del búho
Ladrón de soles errantes, el eclipse
De: Les chapelets d’attache / L’exil d’Ibn Hazm,
Traducción de Juan José Perales
XXXIX
Las sonoras
pulseras
cinceladas en alientos deslumbrados
acompañan con su ritmo mi tumulto
en los juramentos proscritos
lejos de ti celosa luna mía mi Andalucía
Amar es un dolor con nombre, tiranía
De: Les chapelets d’attache / L’exil d’Ibn Hazm,
Traducción de Juan José Perales
IV
Cuántos flamboyanes
Le hacen falta al petirrojo
Para seducir
A las piraguas y poner fin a la imperiosa
Danza de los buitres
Por allá van las caravanas dando tumbos
Entre autopistas
Sus sales son sus ofrendas para no volver
De: L’Horizon incendié. Poésie du Maghreb.,
Versión de Conrado Tostado
X
Cuántos gritos
Mar
Te hacen falta
Para perdonar
De: L’Horizon incendié. Poésie du Maghreb.,
Versión de Conrado Tostado
XIV
Todas esas mujeres desaprensivas
Bajo la luz andante
Nos devuelven un arco iris
Mecido por nuestras oraciones
En las secas
Reverdecen los pasos
Sin saber cómo
Nos descaderamos arrastrados por los aires
De: L’Horizon incendié. Poésie du Maghreb.
Versión de Conrado Tostado
XVI
Extraviadas
Las caravanas
Se enfrentaban con nuestros peligros
Abrevaderos
Desolados por tantas vicisitudes
A lo lejos
Tu sombra parecía
Una sorda melancolía
De: L’Horizon incendié. Poésie du Maghreb.,
Versión de Conrado Tostado
XIX
Siempre volvía
El llamado del mar
Olas rebeldes
Espumas brumosas
¿Qué es un país?
De: L’Horizon incendié. Poésie du Maghreb.,
Versión de Conrado Tostado
XXXVIII
Mangos minaretes gritones
Ay de ti río
Tan ancho
Perdido en la bruma
Dime quién trastocó
El oro de tus reinos
Tus alfabetos ilustres
Los pergaminos sordos de tus orillas
De: L’Horizon incendié. Poésie du Maghreb.,
Versión de Conrado Tostado
XL
Con el deslumbramiento
Atado en las heridas
Cruzaba la tierra ocre
Prisionero de plantas premonitorias
Cráneos de simios y ridículas plumas
Extrañas cortezas y raíces podridas
Abrevaba sabias palabras
Atormentado por los vendedores de sueño
De: L’Horizon incendié. Poésie du Maghreb.,
Versión de Conrado Tostado
XLII
Aquí están los puestos
De mil colores
Cosas barnizadas
Luz cegadora
Calles turbulentas
Sometidas a rudas pruebas
La arena cubre tu boca
La acera como botín de guerra
De: L’Horizon incendié. Poésie du Maghreb.,
Versión de Conrado Tostado
XLIII
Aquí están las mesas milagrosas
Las secas frituras
De mejores banquetes
Improvisadas
Calabazas vacías de sus tesoros
Bajo el baobab
El refractario sueño se rebelaba
Vida somnolienta y sombra solemne
De: L’Horizon incendié. Poésie du Maghreb.,
Versión de Conrado Tostado
L
El azufre cubría a la ciudad
Olorosa a aceite de oliva
Jazmines atizados fuego hierro y desperdicios
Incesantes ruedas abejas activas
Altavoces sillas en la calle radios gangosos
Automóviles destripados a lo largo de las vías
férreas
Utopías altas como fortalezas
La cuenta regresiva tan despojada y tan sin prisa.
Traducción de Francisco Torres Monreal
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