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domingo, 22 de agosto de 2010

868.- KAZUKO SHIRAISHI



Shiraishi nació en Vancouver en 1931 de padres japoneses, y vivió allí hasta 1938 cuando la familia regresó a Japón antes del estallido de la segunda guerra mundial. Este hecho, que “Su imagen de si misma como una oveja negra, una intrusa en su propia sociedad, haya permanecido durante toda su vida y claramente se refleje en su
arte.
Llamada el Allen Ginsgberg japonés por el reconocido japonólogo Donald Keenee—caracterización que ella detesta—, es considerada la más destacada poeta de la generación Beat. De esta en los Estados Unidos como de The Angry Young Men en Inglaterra y de Voznesensky en Rusia, recibió influencias aunque la más notable fue la que provino de Dylan Thomas. Escribe poesía desde muy joven. A los 17 años y empezó a publicar sus obras en la revista VOU que dirigía Katsue Kitasono, promotor del surrealismo en Japón y corresponsal de Ezra Pound. De esa etapa es su primer libro de poemasEl pueblo donde caen huevos que aparece en 1951. Animada por la búsqueda de nuevos causes, abandona la revista hasta encontrar en el jazz y, especialmente en John Coltrane —a quien le dedica uno de sus mejores poemas— la seducción por la combinación de música y poesía que introduce en Japón junto con Tomioka Takeo y Kenneth Rexroth. Aquí converge con otro de sus grandes amigos, el gran Allen Ginsberg. Años más tarde uniría a sus lecturas la danza Butoh, campo en el que debe destacarse su trabajo con Kazuo Ohno, tan cercano a las sensibilidades de Shiraishi y tan valioso como ser humano. El arte, del que también ha recibido aportes como los que le dejaron Miro y Dalí, ha ido parejo con su creación. Artistas destacados como Alan Green y Suzanne Treister, han unido sus trabajos a los versos en varias publicaciones como Meditación ardientey La tarde de la oveja.47 Si Komachi, Izumi y Yosano cantaron su libertad y glorificaron su rebeldía, Shiraishi hace lo mismo pero agrega un desafío que proyecta a toda la sociedad y no sólo a la japonesa. Desafía el papel de la mujer, desafía su cuerpo, desafía la injusticia, desafía la historia, desafía la política. Pero todo ello con el único fin de enaltecer al hombre que es el gran objetivo de su postura humanista con la que se hace ciudadana del mundo.



****



Soy la oveja negra en Japón.
Mis ojos están en la punta
del índice de mis vecinos.
Nadie soporta que mi piel
sea una filigrana de organdí.

Soy amenaza, el enemigo,
mancha que incita el pensamiento.
Soy la oveja negra en Japón
que trae lo desconocido.

Soy amenaza, la enemiga.
Desembarco las maravillas
y las gentes se esconden,
Le doy aire nuevo a la vida,
desempolvo delicia con delicia

Soy la oveja negra en Japón
que habla de paraíso
y del deseo del deseo
y aparecen flechas
dirigidas a mi corazón.

Soy el enemigo y el blanco.
Soy la oveja negra en Japón.
Mi temor y mi rebeldía
resisten el embate
mi verdad tiene forma de sirena
y miles de colores
y mi palabra tiene ritmo
sabor de negro americano.

Soy la oveja negra en Japón
sin arcabuces ni cañones.
He sido lúgubre y distante
por no reconocer mi piel
la máscara de mi alegría
y bandera de la carne
el néctar que navega en mi poema.

Soy la oveja negra en Japón,
la oveja negra, la oveja negra
en Japón.


*********

MEDITACION ARDIENTE

soy una meditación que quema
dentro guardo una isla acuosa
pájaros marinos y la luna llena a flote
alquilo un hogar a los cocodrilos del Nilo
mi meditación no es siempre agua azulada
sino roja de deseo
creciendo en sus ojos
alimento los cocodrilos con un sol deleitable
y los dejo dormir
vivo en una meditación que quema
oyendo la isla acuosa golpeada por las olas
callada
silenciosamente


*****



EL BULEVAR DE LA CIÉNAGA


el hombre del bulevar de la Ciénaga
levanta pesas
el hombre del bulevar de la Ciénaga
se zambulle en la piscina
el hombre del bulevar de la Ciénaga
hace gimnasia y come sushi
24 horas seguidas
cuando no está adormecido

el hombre del bulevar de la Ciénaga
continúa constantemente moviendo su cuerpo
como si temiera que algo se detuviera
como si temiera que alguna conversación
terminara como si nada
se percata
del tiempo palpitante
de la eternidad finita como si temiera
que se le acercara
prosigue
haciendo ejercicios
comiendo sushi
haciendo saltos mortales
y viendo videos porno


***




ME PREGUNTO SI ERAS TOOTING BEC

Me pregunto si eras Tooting Bec
Me pregunto si eras una rosa
¿Eres no es cierto una rosa rosada de largos pétalos
Con el sol del atardecer a las 6:30 brillando sobre ti?
No, no a las 6:30
a las 8:30
Hay luz hasta las 9:00

Es correcto llamarte Jardines Tooting Bec
Y es correcto llamarte el No. 55 de esa calle
Tu eres el lado sur de Londres
No he hecho el amor contigo
Qué piensas de
Aquellos hermanos negros de las Indias Occidentales
que aparecieron al borde de la piscina
El más joven quería fornicar en el matorral de atrás
Y hacer un abordaje violento mientras que
El más viejo apenas observaba calmadamente
Inteligencia serena
De firmes nalgas
Piernas delgadas todo tranquilo y
Rozando escasamente los 23 años
Contenidos antes de enloquecerse de pasión
Por qué me recordaré de súbito de ese
Ultimo septiembre en Tokio
Del ligero reflejo de sol sobre la rosa
Rosada de largos pétalos
Era verano pero la luz otoñal en
Un inmaduro verano que fallaba en ser verano
O ella

Salieron de la puerta para empezar su vida
En un bus
O pudo ella haber tomado el bus de su vida
Hacia el principio de otra vida
Joven como lo era ella extendió
Ambos brazos para recibir el resplandor del otoño
Debe llamársele resolución
En un país sin verano la gente sin importar
que tan joven sea
Tiene que llevar vidas
Que admitan lo otoñal en todo su esplendor

Repentinamente un parque de diversiones
se convirtió en un matorral
Que sólo llega en los veranos
como un circo sobre ruedas
Las luces de neón del Parque Viajero
de Diversiones resplandecen con
vívidos colores y
De la vecindad en motocicletas en automóviles
y en bicicletas
Llegaron pícaros quinceañeros
Dando vueltas dando vueltas
no a un tiovivo sino a una gran rueda
Rodando rodando carros locos en una pista eléctrica
La señorita U y David son también ratones Mickey
Manejando los carros locos

¿Existió realmente el Tooting Bec de Londres?
Después de pasada la tormenta
Florecería aún la rosada rosa de pétalos largos
como lo hacía en el verano

Las 8:30 no eran otra cosa que una broma
La rosa era tan grande
Que excedía la realidad
Convirtiéndose en ilusión
¿En qué se convertiría una flor que fuera tan pequeña
como un botón de oro?
Antes de que el jardinero viniera a podar la rosa
Un aristócrata homosexual viejo y arruinado
Con su adorado gato en sus brazos
Acicalándose el cabello blanco
Se quejaba con todo el mundo
de un propietario atroz

¿Eres Tooting Bec?
Aún sin un botón de oro
Eres Tooting Bec
Una ilusoria rosa de pétalos largos al acecho
Corrigiendo 6:30
Por 8:30
Me pregunto si fuiste un
Espíritu
Que vivía en el No. 55
Jardines Tooting Bec del tiempo estival
dentro de mi

(No hemos hecho el amor, ¿verdad?)



*****


LA RAÍZ DEL HOMBRE

Dios, si existe
O aún si no
Todavía tiene sentido del humor
Como cierto tipo de hombres.

Así en esta ocasión
Ha traído para el picnic
Una gigantesca raíz de hombre
Que sobrepasa el límite del cielo de mis sueños
Pero ahora
Lo siento
No traje nada para el cumpleaños de Sumiko
Por eso hoy quisiera por lo menos
Sembrar las semillas de ese pene enviado por Dios
En la delgada, pequeña y adorable voz de Sumiko
Al otro lado del teléfono

Sumiko, lo siento
Pero el pene disparando día y día
Florece en el corazón del cosmos
Tan rígido como la chatarra de un bus
Por si se te antoja ver
El bello cielo con todas sus estrellas
O el de otro hombre en vez del pene
que nos envía Dios
Un hombre a mil por la autopista
Con una muchacha enardecida
Tendrás sin remedio que colgarte
De la ventana del bus
Con tus ojos bien despiertos

Es un espectáculo cuando el pene
Comienza a frotarse con el filo del cosmos
Ahí es cuando
Adorada Sumiko
69 Las estrellas de la noche brillan
Y un curioso frío de luna
Penetra mis entrañas
Verlo completo
O aún si te rehúsas a mirarlo
Te enloquecerá
Porque podrás rastrear
El innombrable, el impersonal,
el intemporal pene
En la atmósfera del celo
De los que desfilan
Y lo exponen en santuarios portátiles
En aquel alboroto de voces
Podrás oír la inmensidad
De una rebelión salvaje
Las imprecaciones paganas
Algunas veces Dios sale a comer
O atiende una conferencia
Parecería que estuviera afuera
Evadiéndose de los deudores o licenciando
el pene

Así que ahora
El pene abandonado por Dios
Va al trote
Joven y alegre
Y lleno de inexperta confianza
Asombrosamente parecido a la sombra
De una frívola sonrisa
El pene que se revienta fuera de sus límites
Y más allá de cualquier medida
Llega aquí
Único de verdad y enteramente solo
Visto desde cualquier ángulo
Es un sin rostro un inefable
Sumiko, para tu cumpleaños
Algo así quisiera darte

Cuando arrebuje tu vida entera
Y hasta para ti misma te hagas invisible
Ocasionalmente te volcarás al deseo

Preciso de este pene
E imperecederamente
te maravillarás
Quiero estrechar en mis brazos
Por siempre
A alguien como tu




*****




MI TOKIO(1965)

Soy como Buda
Al fin me he asentado en esta urbe
Toca a mi puerta
El hastío de octubre

Desnuda mi más querida amiga
Histéricamente vivaz
Recorre un loft en Nueva York

Te cuelgas del cuello de Masuo
Y le pides besos mas
Yo solo quiero tocar ese delgado
Ese coqueto cuerpo que has desnudado de su marco
Un blanco apagado, la tiza blanca
De un océano vacío y rudo
Que un sacudón de tus dedos convierte
En píldoras de emplasto sucio
Observo los gruesos pantalones del italiano
Que te carga como ropa sucia en sus hombros
Las latas de cerveza que nos trajo ruedan vacías
Porelpiso del bar callejero
Chillan como ratas
Esta es América, la voraz América

En Tokio
Mi malhumorado octubre
Se cierne sobre adusto concreto
Agravado por las falsas lágrimas de los falsarios
Quienes vacían alabanzas en su jerga
De tragamonedas
Que se transforman en cardúmenes de sardinas pútridas
Para ligar por fin la poesía y el arte

El otoño, como siempre, dando clases
Los beso y me despido
El tiempo ha vuelto a retraerse

En mi canal interno
Infiltro mi íntima ciudad
Y en la puerta, al final del estío
Registro:
Amenofis, faraón del antiguo Egipto
Joven una vez
Y ahora conductor de bus
carnicero
piloto de autos de carrera
poeta
revolucionario

Toda la lluvia
Mas no toda
Viejo Egipto de hace cinco mil años
Un rey
Un águila de amuleto
Las entrañas de un recién nacido
cocodrilo como cebo
Sesos tiernos de un bebé
Ungüentos para los rituales
Despreciable vestido del aborrecimiento
Al tiempo todo y parte
Estrechando tus manos, Amenofis
Jugando dados en este caos
Nos apresuramos a la estación
de las apariencias personales
Entonces
El ruido del metro
Retumba en el abismo de mi ciudad matriz
En el escenario los tambores y los bajos suenan
Sandra comenzó su danza
Sandra, la Negra vestida de negro, nunca Salomé
Sino una magnífica lesbiana, u
na estupenda chica de la clase media
Una dulce y disoluta daifa ,
danzarina de go-go
La negra madona que convirtió a su esposo
En desmayado tiburón, en gran estrella,
en castrado Don Juan

Tomar el metro me condujo
A mi primer encuentro con Henry Miller
En el retrete, en los periódicos, en viejas cartas
En sillas, en la leche

En todos los muebles, en la mesa
Vi su agua potable, sus microbios, sus alfombras
Todavía y siempre tomo el metro
He amado el metro durante horas, como un coito
El metro de mi ciudad interior
que no está hecho de hierro
Sino de carne
Fantasma de una civilización
Nido de pensamientos
La entraña más íntima de la meditación
Emigrantes en mi ciudad
Mientras caminan y duermen cuelgan de la úlcera
Que incesante gotea
No hay palabras, ni bullicio, ni súplicas,
no hay sonrisas
Sin seducciones, sin contento, sin rezongos
Burbujas nada más

Es la una de la madrugada en el club“So What”
Max Roach golpea su tambor
Por qué me parecerá tan atractivo
Me pregunto por qué su tamboreo suena
como lírica imputación
Su técnica coronada por una lluvia
de sonido triturado
Adormece y encanta a la audiencia
Inane desovadora de huevas aplastadas
Por el microcosmos de su música

Mi Tokio
La ciudad que es casi un útero
Me tiene de pie frente a la puerta
Haciéndolo con Amenofis
Y luego viene la lluvia
Que resiste mientras nos coligamos `
muertos o unidos
Cinco mil años muertos
Cinco mil años nacidos
Cinco mil años de duelo
Cinco mil años de risas
Decir que aquello es amor es desestimar
Todo
Ranas
Huevos
Jamón

Un pedazo de cielo azul
Papel carbón
Discos
Y también las moscas
Echémonos un polvo
Es la contraseña en esta urbe
Alguien lo hizo así con un gato muerto
Otro también, atractivo
Rompió el espejo en trizas
Que pegó a su pene para desmayarse luego
Y alguien más
Tan tímido con sus delicados sesos y su cuerpo
Comiendo nébeda
Alebrándose en la sábanas y gimiendo amargamente
Estos hombres se entrelazan
Como dos jóvenes leopardos
en los hondos bosques de sus duelos
En las secretas habitaciones de cada cual
La arrebatadora hembra del mico
Se balancea en un arco iris de mimos
Como la luz del amanecer

Entonces
Mi falúa navega de octubre a noviembre
Que prontamente bombardea
Y entre tanto, me he enredado en la telaraña
De fino olvido, agudo éxtasis, maniaco depresiva
Mientras
La araña toma casi todo de mi
Atrapado en gemidos desaliñados
Algo de mi se escapa
Logra llegar al metro y le alcanzan las fuerzas
Para hacer algo de música
Tal vez esto no sea amor
Solo los saludos de la estación
Pero
Por lo menos algo se ha decidido por la música
Untada con la nueva melodía
Oigo mi cola batiéndose furiosa
como un cocodrilo de odio

Pero a quién abofetean
Quién es este fantasma que hace música
Oh
Veo a Joe como a un fantasma en el terminal
Anonadado en lo más hondo de la aplanadora sexual
Convertido en sombra gris
Su magnética arena expulsada sobre el desierto estéril
Abandonada en la última gota de su vida acumulada
Y herida por una víbora enroscada
Renace despaciosamente con la araña
Lejos del borde de su albedrío
Y rápidamente oxidado en el lado del tiempo detenido
Está listo para bajar el último telón

Si estoy haciéndole fuerza en las cenizas
A mis profundos deseos
Entonces se que soy capaz
de enterrar mi ciudad completamente
Forzado a través de una niebla de presagios
Escasamente logro oír el lamento de Dios
Y llega a su clímax la agonía
Ahora, por vez primera, contemplo
Enteramente a Dios, que cae en un rayo, bramando
Y cayendo en llamas a mi lado
Un instante que dura miles y miles de años
Que yace entre sufrimiento y herida
Con la máscara de un exhausto peregrino

Mi ciudad
Ha quedado bien atrás
Se aprieta al rostro del extraño
Y descansa la cabeza en su cuello de concreto



*******



VÍA LÁCTEA


Anoche en Kitakami
fuimos a beber con Kikuchi-san
Regresamos 5.000 años
A las maravillosas mariposas del Sahara,
a la vida de la gente
Hablamos de huesos
Y de las paredes que bordean las casas

En 5.000 años a partir de ahora
Kikuchi-san y yo estaremos
Bebiendo vino de patatas en la Vía Láctea
Mientras contemplamos la aparición
Y el ocaso de planetas parecidos a las mariposas
Pero no habrá forma para que Kikuchi-san y yo,
fosilizados,
Palpemos la ilusión y la poesía

Y anteanoche
Escudriñamos casi 50.000 años



EL LAGO AMARILLO

Puedes pescar aquí peces deliciosos
y ponerlos en tu mesa
pero el lago es amarillo
Para ocultar su profundidad
los Indios que viven cerca del lago
también ocultan su fondo
Quizás los peces vivan en sus ojos
o deliciosos espíritus canten al hervir con odio
las profundidades de sus ojos oscuros
nadie puede ver algo que vive en el lago amarillo
sin mostrar su forma sobre la mesa.

Kazuko Shiraishi, incluido en la revista
Arquitrave (nº 46, Cartagena de Indias,
diciembre de 2009).



JUGADOR DE FÚTBOL

Un jugador de fútbol
patea una bola,
todos los días, patea una bola.

Un día
pateó el amor tan alto
que éste quedó en el cielo
y jamás regresó.

La gente piensa que debe ser el sol,
que debe ser la luna
o alguna nueva estrella.
En mi interior

también pende una bola,
suspendida en el cielo,
que nunca regresó.

Ustedes pueden verla
convirtiéndose en llama,
en amor,
en estrella.

(1977)




EL ANTÍLOPE

Una muchacha
con piernas de antílope
y un muchacho
con piernas de antílope
se enamoraron
se casaron
y tuvieron un niño
con piernas de antílope.
El padre del niño se marchó
¿hacia dónde?
El que siga las huellas
de las rápidas patas del antílope
necesita, ante todo,
de un corazón más rápido que éstas.
Infortunadamente,
en este mundo hay pocos corazones
que puedan presentir una traición
con esa rapidez
de las patas del antílope.

(1970)




LORO

Dije: "¿me amas?"
Tú dijiste: "te amo".
Pregunté: "¿me odias?"
"Te odio".
Pregunté otra vez: "¿nos separamos?"
"Nos separamos".
Siempre, siempre
fuiste un loro.
Como imitabas tan fielmente
mis palabras
no tuvimos otro remedio
que dejarnos.



Del libro Viento venido de la ensenada

Mi tribu de arena


En Riverside no hay río.
El río está seco en Riverside desde 1911.
En el verano de 1980 aparezco por primera vez
en Riverside.
69 años después de haberse secado el río.
Allí descubro que Riverside es de hecho una
entrada hacia el desierto. Allí de pronto
las criaturas de la tribu de arena empiezan
a moverse en mi interior y buscan la salida,
de prisa, ¡ay! hacia el desierto. Toman la salida
mientras pronuncian la palabra mágica,
“Riverside, Riverside”; salen atropellándose,
volando, hermosos espíritus construidos
con granos de arena seca, afuera, hacia el desierto.
Mis pensamientos tiran siempre hacia el desierto,
hacia donde hay arena, tierra seca, sin importar
en qué lugar me encuentre, aire caliente y seco
donde hasta al mismo sol se le quema la garganta,
y la tribu arenosa anidada en mi interior adquiere
vida de pronto, cuando descubre ausencia
de agua, ni una gota de agua en Riverside,
y así se lanza cantando, descalza, alegremente
silbando, danzando hacia el desierto.
Entonces poco a poco me hundo hasta
quedar sepultada en esta multitud de arena
y mi memoria empieza a remontarse, hacia atrás,
centenares de miles de años atrás. ¿Es éste
el arenal de los indios yaquis de California o es
el desierto del Sahara? ¿Estoy a orillas
de la sagrada Uluru o en las planicies de Australia?
Entre más atrás se remonta mi memoria, más
ambiguos se tornan mis recuerdos... Quizá yo
sea lo arcaico, quizá me haya quedado dormida.
El tam-tam de los tambores me despierta a veces;
mas ya convertida en arenosa tierra, adormecida,
¿cómo podría emerger del todo de mi sueño?
En Riverside no hay río.
Seco Riverside, tierra enigmática, puerta
al desierto en donde no hay ni rastro de agua:
¿por qué eres una pura entrada sin salida,
por qué está el desierto plagado de entradas
sin una sola puerta? El desierto es una entrada
Una entrada abierta a todos
Una entrada abierta a otra entrada
Cada vez más hacia adentro
Tribu de arena, intrépida hermandad, guerreros
míos que al olor de la arena corren hacia el desierto,
sin saberse bien por qué, no por locura, ni por ir
a alguna parte, sólo por puro instinto, sólo
el amor al regreso.
De adentro de mi cuerpo regresan hacia su nido,
hacia la madriguera original, como si fueran
bestias, pájaros o peces. En la tarde calurosa
oigo sus aleteos.
Los ojos los ven y no los ven. Tribu de arena,
más evidente que la poesía, río seco, grande
y ancho.

Poder fantasmagórico, ánimas de la arena que a
doptan la forma del río...

(1982)


Traducción del japonés por Atsuko Tanabe
y Sergio Mondragón y del inglés por Jesús Vega,
con la participación de Haydé Zavala.




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