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sábado, 3 de julio de 2010

560.- ALI AHMAD SAID ESBER (ADONIS)


Adonis o Adunis es el seudónimo de Ali Ahmad Said Esber, poeta y ensayista sirio nacido en 1930, que ha desarrollado su carrera principalmente en Líbano y Francia. Ha publicado más de veinte libros de poemas en árabe, y es considerado desde hace varios años uno de los aspirantes a obtener el Premio Nobel de Literatura.
Adonis nació en Al Qassabin, Latakia, en el norte de Siria, en una familia Alauita. Durante su infancia trabajó en el campo, pero ya en aquella época su padre le recitaba poesías, que le hacía memorizar. Adonis pronto mostró facilidad para la composición, y en 1947, con 17 años, tuvo la oportunidad de recitar un poema delante del presidente sirio Shukri al-Kuwatli; esto supuso su ingreso en una escuela de Latakia y después en la Universidad de Damasco, donde se licenció en Filosofía en 1954.
Pese a lo que se ha afirmado, el seudónimo de "Adonis" no se lo impuso el líder del nacionalismo sirio, Antun Saadeh, sino que fue el propio Ali Ahmad quien lo eligió tras haber visto sus obras rechazadas en varias revistas bajo su nombre real. En 1955, Said estuvo preso durante seis meses por ser miembro del Partido Social Nacionalista Sirio. Tras su liberación, se instaló en Beirut (Líbano), donde fundó, junto con el también poeta Yusuf al-Khal, la revista Shi'r ("Poesía"). A partir de este momento, Adonis abandonó el nacionalismo sirio, para abrazar el panarabismo, al tiempo que renunciaba a buena parte de la carga política en sus obras.
Said recibió una beca para estudiar en París entre 1960 y 1961. Entre 1970 y 1985 fue catedrático de literatura árabe en la Universidad Libanesa. En 1976, fue nombrado profesor invitado en la Universidad de Damasco. En 1980, emigró a París para escapar de la Guerra Civil Libanesa, y durante unos años fue profesor de árabe en la Sorbona.

Adonis ha publicado más de veinte libros de poemas, algunos de los cuales han sido traducidos al español:
Canciones de Mihyar el de Damasco, Madrid, Instituto Hispano-Árabe de Cultura, 1968, Guadarrama, Ediciones del Oriente y del Mediterráneo, 1997 (edición íntegra)
Epitafio para Nueva York. Marrakech. Fez, Madrid, Hiperión, 1987
Libro de las huidas y mudanzas por climas del día y de la noche, Guadarrama, Ediciones del Oriente y del Mediterráneo, 1993
Homenajes, Madrid, Huerga y Fierro, 1994
El Libro (I), Guadarrama, ediciones del oriente y del mediterráneo, 2006
Este es mi nombre (versión definitiva), Madrid, Alianza Editorial, 2006
Además, Adonis también es autor de diversos libros de historia y crítica literaria, en especial de literatura árabe:
Introducción a la poesía árabe, Universidad Autónoma de Madrid, Servicio de Publicaciones, 1975
Poesía y poética árabes, Guadarrama, Ediciones del Oriente y del Mediterráneo, 1997
Sufismo y surrealismo, Guadarrama, ediciones del oriente y del mediterráneo, 2008

HOMENAJE AL JUEGO DE LA VIDA Y DE LA MUERTE

La muerte llega por detrás
incluso si parece que viniese por delante:
por delante sólo llega la vida.

El ojo es camino.
El camino encrucijada.

El grupo
escribe la historia.
El individuo es quien la lee.

El niño juega con la vida.
El viejo se apoya en ella.

La lengua se oxida por exceso de palabras.
El ojo se oxida por falta de sueños.

Arrugas-
surcos en el rostro,
fosas en el corazón.

Cuerpo- mitad umbral
mitad recodo.

Su cabeza es mariposa
con una sola ala.

El rostro es la luz del cuerpo.
Cuando el rostro se ensombrece
todo el cuerpo se apaga.

El cielo te lee
después de que la tierra te escriba.

El cielo tiene dos senos.
Toda la humanidad mama de ellos
en cualquier lugar,
en cualquier instante.

A veces
la línea recta es un camino
que no conduce a ninguna parte.

El hombre es un libro
que la vida lee sin cesar.
La muerte lo lee en un instante,
una sola vez.

La idea de la realidad es un fuego
de paja-
rápidamente se extingue.

¡Ah! Esta ciudad-,
en ella el alba es bastón
en una oscuridad llamada tiempo.

Bajo la lluvia que gotea de sus miembros,
la primavera llegó al jardín.
Fue dejando sus maletas por los árboles
y por las plantas.
¿Por qué el poeta se equivoca siempre?:
La primavera le da sus hojas
y él se las da a la tinta.

Nuestra existencia es una pendiente.
Vivimos para escalarla.

Te felicito, arena:
sólo tú puedes verter el agua y el espejismo
en un mismo cuenco.

El sol nos inunda con su luz
sin prestarnos atención-
Su brazo perpetuo
es perpetua despedida.

Las más bellas lámparas, a veces,
son esas que encendemos
no para ver la luz
sino para ver la sombra.

…una mujer encinta
se sienta y habla con su cuerpo.

El color es un manto
que el ojo no puede ver,
a menos que se cubra con él.

Colores- abecedario de la naturaleza.

La melodía es para el oído,
el color es para el ojo,
la palabra es para todo el cuerpo.

Negro- desmayo de la naturaleza
en el regazo del universo.

El blanco embauca.
El rojo excita.
El negro se te entrega plenamente.

De todos los colores
el negro es el más material
y el que mejor desvela
lo desconocido.

Los colores forman una orquesta itinerante
que dirige el negro.

Los colores parecen unas veces desnudos,
otras vestidos,
menos el negro:
siempre parece vestido-desnudo.

El blanco abre la camisa del lugar.
El negro la abrocha.

El desierto le dijo a Qays:
“No te comprendo.”
La locura le dijo:
“Porque él es el mar.”

La razón es ruina.
La locura viaje.

La locura es continuo encuentro con las cosas,
y es, al mismo tiempo, continua despedida.

Los seres se cubren con ropajes que los
enmascaran-
El ser no aparece en completa desnudez
más que cuando lo coge de la mano la locura.

La locura es infancia
que practica su más bello juego
en el jardín de la razón.

La imaginación no tiene pasado.

La imaginación es un rito
que no podemos practicar
más que en la casa de la realidad.

La imaginación escribe,
la realidad es quien la lee.

La razón gira en torno nuestro,
el corazón camina delante de nosotros.

Allá donde viajes,
dondequiera que te dirijas-
tus profundidades son los lugares más lejanos.

El planeta del amante está en sus brazos.
El planeta de la amante está entre sus muslos.

La vida de la piedra no termina:
vive muerta.




HOMENAJE A ELLA

...CUERPO-
la más bella morada de la imaginación.

Placer-
resurrección del cuerpo.

...Sus lágrimas-
arroyo en el que navega el deseo.

Mi mirada se pierde en las regiones de su cuerpo.
El mayor océano
es el cuerpo de una mujer enamorada.

Cuando me ve
su rostro se enciende.
Yo soy su fuego interno.

-El corazón del amante está entre sus labios.
El corazón de la amante está bajo su ombligo.

N o, no puede ver en la rosa
más que un cuerpo de mujer.

¿Por qué tu recuerdo no me deja?
Ni el viento me escuchó
cuando dije: te quiero.

Se levanta en su cuerpo,
duerme en el cuerpo de ella.

La línea recta
es círculo en el amor.

El hombre para la mujer es un libro
que ella sólo puede leer con todo el cuerpo.

El perfume es el más bello traje
que puede vestir una mujer.

No entrarás en la noche del cuerpo
a menos que te entregues al sol de la locura.

Para el cuerpo, el presente
es la forma del tiempo.

Sé modesta, lengua.
Sólo el cuerpo puede escribir al cuerpo.

El perfume de mujer es creado:
para ser lecho y falo del aire.

Sueña, sueña-
dice la rosa marchita.

He visto a la mujer
que vio la golondrina
que creó la primavera:
eres tú.

De "Homenajes" 1988
Versión de María Luisa Prieto




DIÁLOGO


¿Quién eres tú?
¿Qué luz, bajo los párpados,
te llora?
¿Dónde estuviste?
¡Enséñame lo que has escrito!

Yo no le respondí,
no podía decir ni una palabra.
Había roto todos mis papeles,
por no haber encontrado
estrellas en las nubes de la tinta-

¿Qué luz, bajo los párpados,
te llora?
Dime, ¿dónde estuviste?

Y no le respondí.
La noche era una choza beduina.
Las lámparas,
la gente de la tribu.
Y yo, tan solamente
un sol enflaquecido,
bajo el cual la ancha tierra
había cambiado de sitio las colinas.
Mientras el descarriado se encontraba
con el largo camino.

De "Canciones de Mihyar el de Damasco" 1961
Versión de Pedro Martínez Montávez




SALMO

Le creo al viento un pecho, una cadera sobre la que apoyarme. Creo al rechazo un rostro que con el mío comparo. Me sirvo de las nubes cual cuadernos y tinta. Lavo la claridad.

El cielo tiene lóbulos que corto, y las lágrimas, hojas sobre las que yo escribo, las amapolas, galas que me visten, y los pinos, cintura que me ríe. Sin encontrar a nadie a quien amar, ¿es demasiado, muerte, que me ame a mí mismo?

Me auto-acuno. Mis senderos yo creo de mis dedos y dispongo el espacio en circular, lo mismo que mis ojos. Invento un agua que no me sacie nunca. Igual que el aire soy, sin leyes qué acatar. Creo un paraje donde convergen infierno y paraíso. Invento otros demonios con quienes yo compito en carreras y apuestas.

De "Libro de las huidas y mudanzas por los climas del día y de la noche" 1965
Traducción de Federico Arbos




MIS SECRETOS

Yo tengo mis secretos.
Para poder marchar sobre la telaraña.
Yo tengo mis secretos.
Para poder vivir bajo los párpados
de un dios que nunca muere.

Habito, enamorado,
en mi voz y en mi frente.
Y tengo mis secretos,
para que, cuando muera,
puedan venir a mí mis descendientes.

De "Canciones de Mihyar el de Damasco" 1961
Versión de Pedro Martínez Montávez



OS DIJE...

Os dije
que he escuchado a los mares
leerme sus poemas,
que he escuchado a la campana
que dormita en las conchas.
Os dije
que he cantado en la boda del diablo,
en el banquete de la fantasía.
Os dije
que he visto en la lluvia de la historia,
en la distancia encendida,
un hada y una casa.

Como navego dentro de mis ojos,
os dije que lo había visto todo
desde el primer paso
por la distancia.

De "Canciones de Mihyar el de Damasco" 1961
Versión de Pedro Martínez Montávez



ROSTRO DE MUJER

Vivo en el rostro de una mujer
que habita en una ola
a la que la marea empuja hacia una playa
cuyo puerto se pierde en sus conchas.
Vivo en el rostro de una mujer
que me hace morir, que quiere ser
faro apagado
en mi sangre que navega
a los confines del delirio.

De "El teatro y los espejos" 1988
Versión de María Luisa Prieto




LA ÚNICA TIERRA

Habito estas palabras vagabundas.
Vivo, y sólo mi rostro me acompaña.
Mi rostro:
mi camino.

Con tu nombre.
Contigo, ¡oh tierra mía!,
que, encantada,
te alargas.
Tú sola.
Con tu nombre,
¡oh muerte!,
¡amigo mío!

De "Canciones de Mihyar el de Damasco" 1961
Versión de Pedro Martínez Montávez




SIN QUE ME VEAN TUS OJOS

No me han visto tus ojos.
Tan virgen
como el agua creadora de la linfa.
No me han visto.
Lentamente
viniendo,
desde allá.
En medio del cortejo de holocaustos.
Con el rayo y la hiedra entre los pies.

Y mañana...
Mañana...
En el fuego y la dulce primavera,
sabrás que voy matando a la manada,
que transporto en mis brazos la semilla.
Y en mí creerán tus ojos.
Mañana.
Sí,
mañana.

De "Canciones de Mihyar el de Damasco" 1961
Versión de Pedro Martínez Montávez




LAS COSAS

Si atravesara la herida hasta el crimen.
Si camuflara la locura y las banderas,
tendría un sombrero para ocultarme;
tanto en la victoria como en la derrota
violaría el soñar sobre los párpados.
Estaría y no estaría en la tierra.

Pero he vinculado a las cosas
mi rostro, mis honduras y dios.
Acepté de buen grado el vivir sin amuleto,
a dibujar la vida
con la muerte, el espejismo
y las cosas.

Acepté de buen grado el vivir con las cosas.

De "Canciones de Mihyar el de Damasco" 1961
Versión de Pedro Martínez Montávez




ESPEJO DE UNA PREGUNTA

Pregunté y me dijeron:
la rama cubierta de fuego es un pájaro,
y me dijeron que mi rostro era una ola
y el rostro del mundo espejos,
suspiros de marinero y faro.
Y vine.
Tinta era el mundo en mi camino
y cada estremecimiento una frase.
No sabía que entre nosotros
había un puente de hermandad,
de pasos de fuego y profecía.
No sabía que mi rostro
era un barco navegando en una chispa.

De "El teatro y los espejos" 1988
Versión de María Luisa Prieto



EL EXTRAVÍO

Perdido, tiro mi rostro al polvo
y a la mañana,
lo arrojo a la locura.
Mis ojos son de yerba y son de incendio.
Mis ojos son banderas y emigrantes.

Perdido, tiro mi rostro al polvo
y a la mañana.
Nazco al fin del camino. Grito.
Y que griten conmigo el camino y el polvo.

¡Qué hermoso es que mi rostro, oh Dios,
se pierda en mí! ¡Qué hermoso que me pierda
yo, colmado de fuego!
¡Oh tumba! ¡Oh final mío
al comenzar la primavera!

De "Canciones de Mihyar el de Damasco" 1961
Versión de Pedro Martínez Montávez



LA HERIDA

I
La hoja dormida bajo el viento
es un barco para la herida.
El tiempo perecedero es la gloria de la herida,
y el árbol que sube por nuestras cejas
es un lago para la herida.

La herida está en los puentes
cuando se alarga la tumba,
cuando se alarga la paciencia
entre los bordes de nuestro amor y nuestra muerte.
La herida es un gesto.
Está en las travesías.

II
A la lengua de timbres asfixiados
yo le otorgo la voz de la herida.
A la piedra que viene de lejos,
al mundo seco, a la aridez,
al tiempo transportado en camilla de hielo,
le enciendo el fuego de la herida.
Y cuando la historia arda en mis vestidos
y las uñas azules crezcan en mi libro.
Cuando le grite al día:
¿quién eres tú?,
¿quién te ha arrojado en mis cuadernos
y en mi tierra virgen?,
notaré cómo brillan en mis cuadernos
unos ojos de polvo.
Oiré decir a alguien:
Yo soy esa herida que comienza a crecer
en tu historia pequeña.

III
Te he llamado nube,
¡oh herida y paloma del adiós!
Te llamé pluma y libro.
Y es ahora cuando empiezo a dialogar
con la lengua hundida
en las islas viajeras,
en el archipiélago de la vieja caída.
Es ahora cuando enseño a dialogar
al viento y las palmeras,
¡oh herida y paloma del adiós!

IV
Si en el país de los espejos y los sueños
tuviera un puerto.
Si poseyera un barco
y los restos de un pueblo.
O una ciudad tuviera
en el país del llanto y de los niños.

Haría con todo ello
una limpia canción para la herida.
Aguda como flecha
que traspasara árboles,
piedras y firmamentos.
Tan tierna como el agua.
Igual que la invasión,
desafiante,
atónita.

V
Llueve sobre nuestros desiertos,
¡oh mundo engalanado del sueño y la nostalgia!
Llueve, y agítanos, a nosotros, que somos
palmeras de heridas.
Y pártenos dos ramos
de un árbol enamorado del silencio de la herida,
de un árbol que vele sobre la herida
con las cejas y las manos arqueadas.
¡Oh mundo engalanado del sueño y la nostalgia!
¡Oh mundo que me cae sobre la frente!,
como la herida dibujado.
No te acerques, la herida
está más cerca que tú.
No me tientes, la herida
es más bella que tú.
Y esa magia lanzada por tus ojos
sobre los reinos últimos
ha sido sobrepasada por la herida.
La pasó, sin dejar una vela seductora,
sin dejarle una isla siquiera.

De "Canciones de Mihyar el de Damasco" 1961
Versión de Pedro Martínez Montávez




PANORAMA (SUEÑO)

Igual que si a las piedras el trueno interrogara.
Igual que si a los cielos el trueno preguntase.
Igual que si a las cosas pidiérales respuesta.
Igual que si la historia lavárase en mis ojos.
Y los días cayeran en mis años
como caen los frutos.

De "Canciones de Mihyar el de Damasco" 1961
Versión de Pedro Martínez Montávez





MI INQUIETUD

¡Negro horizonte mío
de inquietud!
Apriétame a ser nuevo, pégamelo, desgarra,
quema, avéntalo.

Tal vez el alba pura
yo invente en sus cenizas.

De "Canciones de Mihyar el de Damasco" 1961
Versión de Pedro Martínez Montávez



HOMENAJE A LA SOLEDAD

SOLEDAD - jardín
con un sólo árbol.

Desde la infancia
por este camino vamos
mi amigo el poeta y yo.
¡Qué extraño!
Sus pasos todavía vuelan con el polvo.

Mi amistad es para el narciso.
Mi amor es para otra flor
que no mencionaré.

Sediento
sólo me saciará
un agua que no puedo alcanzar.

El que no tengas secretos
también es un secreto.

Sé ausencia
para permanecer como pregunta.

Amo la lluvia
que ama la palidez de la tierra.

Si no actúas
más que para realizar aquello que deseas,
¡qué ínfimo es lo que haces!

Prefiero la traición de la palabra a la palabra,
que la fidelidad de la piedra a la piedra.

¿Tras la altura el descenso?
No lo creo-
Lo alto lleva siempre hacia lo más alto.

Lo que te dices a ti mismo
se lo dices al otro-
aunque no te lo propongas.

No conozco de lo que conozco
más que mi ignorancia
de lo que aún desconozco.
Dicen: lo fácil es imitar.
¡Ah! Si pudiera imitar al mar.

Siempre olvido lo que poseo
para poder liberarme
de lo que me posee.

El individuo es unidad de lo infinito.
La multitud es el infinito de la unidad.

A veces
el sol no puede alumbrarte
y una vela te alumbra.

Mi deseo- que mi capacidad de deseo
sea mayor que mi capacidad
de realizar mis deseos.

Un hombre solo: un ala.
Una mujer sola: un ala rota.

Saldré de mi soledad
mas ¿para ir adónde?

Me pongo frente al espejo
no para mirarme
sino para asegurarme:
¿de verdad eso que veo soy yo?

El arco iris juró
vagar eternamente
porque perdió su primera casa.

Ayer , al despertarme,
vi al sol frotarse los ojos
en el cristal de mi ventana.

Afirmo que el sol es otra sombra,
mas no tengo pruebas.
Afirmo que la luna es otro fuego-
tengo muchas pruebas.

Mis días pasados tienen una tumba
sin cadáver.

¡Qué extraña es mi memoria!:
Un jardín repleto de toda clase de árboles
y no veo ni un sólo fruto.

Las palabras que conozco se han tomado
en un bosque de tristeza.

A veces siento
que el abismo al que me asomo
no es lo bastante amplio para mis pasos.

Confieso mi error-
creo que era acertado.

Siempre que pregunto
me divido en dos:
mi pregunta y yo-
La pregunta busca respuesta,
yo busco otra pregunta.

¿Por qué aquella noche sentí
que el cielo era la guitarra de la noche
y las estrellas sus cuerdas rotas?
¿Será porque dormí solo?

Ahora sé por qué
alaban, a veces, a las tinieblas
los que no sueñan más que con la luz.

Escucho en las palabras campanadas
que anuncian mi tercer nacimiento.

Todo lo que no he escrito
lo he olvidado.
Y ahora es lo que me escribe.

Escribe-
esa es la vía suprema
para leerte a ti mismo
y escuchar al mundo.

Dale los buenos días a tu camino
si quieres que el sol te acompañe.

Me rebelo contra la llama que me guía.
La llama a la que guío
se rebela contra mí.

Abro un lago para el olvido
y ahogo en él mi historia.

Demasiado tarde
para que seas tú mismo y para saber quién eres-
se te escapó la infancia.

Me das tu rostro,
te doy mis pensamientos.
El rugido es nuestra promesa:
puedes guiarme, mar.

Para ser hermano de la mañana
debes confraternizar con la noche.

¿Qué hacer por este cielo
que se marchita en mis hombros?

Para que ardan en ti los bosques de imágenes
basta con calentarte al fuego del sentido.

Al principio fue la pareja,
luego el primer pecado
que se llamó el solo,
el único.
Así escribiré la palabra pareja,
como si excavara una fuente,
y la pronunciaré
como si fuera a brotar agua.

Todo arde en tomo a él-
fuego en el aire,
fuego en el agua.
¿De dónde viene entonces este frío
que penetra en sus miembros?

Puedes protegerte contra todo
menos contra el tiempo.

De "Homenajes" 1988
Versión de María Luisa Prieto




OTRA VOZ

Perdió el hilo de las cosas, y se apagó
su estrella perceptora. No tropezó.
Y cuando su paso fue ya de piedra
y el tedio le dejara surcos en las mejillas,
recogió lentamente sus despojos:
los recogió para la vida, diseminándose.

De "Canciones de Mihyar el de Damasco" 1961
Versión de Pedro Martínez Montávez





EN LA SOMBRA DE LAS COSAS

Yo prefiero quedar en la penumbra;
quedarme en el secreto de las cosas.

Me gusta introducirme en las criaturas.
Errar como una idea.
Extraño como el arte.
Anónimo,
incierto
y olvidado.

Naciendo, nuevamente,
en cada día.

De "Canciones de Mihyar el de Damasco" 1961
Versión de Pedro Martínez Montávez



DESEO

Si me abriera sus brazos
un cedro,
entre las arboledas de honduras y de años.
Si me guardara
de las perlas y velas tentadoras.

Si yo tuviera sus raíces,
y se anclara mi rostro tras su triste corteza.

Me haría entonces nubarrones y rayos
en lontananza,
este país de confianza.

Mas todo ramo en las arboledas
de honduras y de años, viviendo yo,
es fuego sobre mi frente,
fuego de fiebre, de perdición,
que devora la tierra que me guarda.

De "Canciones de Mihyar el de Damasco" 1961
Versión de Pedro Martínez Montávez




EN LA SOMBRA DE LAS COSAS

Yo prefiero quedar en la penumbra;
quedarme en el secreto de las cosas.

Me gusta introducirme en las criaturas.
Errar como una idea.
Extraño como el arte.
Anónimo,
incierto
y olvidado.

Naciendo, nuevamente,
en cada día.

De "Canciones de Mihyar el de Damasco" 1961
Versión de Pedro Martínez Montávez



LOS DÍAS

Con los ojos cansados de días...
Con los ojos cansados sin días...
¿Podrá pasar, acaso, el muro de los días
en busca de los días?

¿Dónde, ¡ay!, «otro día»?...

De "Canciones de Mihyar el de Damasco" 1961
Versión de Pedro Martínez Montávez




POR MI TIERRA

Por mi tierra yo hiero estas venas malditas.
Por mi tierra escondí entre mis heridas
mi mañana y mis vientos.

Mi tierra es pitonisa y amuleto.
Mi tierra está borracha. Sus hombros
son dos príncipes de perlas,
un crimen.

De "Canciones de Mihyar el de Damasco" 1961
Versión de Pedro Martínez Montávez




LOS SIETE DÍAS

¡Oh madre que te burlas
de mi amor y mi odio!
Tú, que fuiste creada en siete días.
Que creaste la ola,
el horizonte,
y la pluma sutil de la canción.
Yo,
con mis siete días,
soy una herida abierta;
soy un cuervo.
¿A qué, pues, el enigma?
Si soy viento y polvo,
como tú.

De "Canciones de Mihyar el de Damasco" 1961
Versión de Pedro Martínez Montávez




EL VIAJERO

He dejado
-viajero.
mi rostro sobre el vidrio de mi lámpara.
Mi mapa es una tierra sin creador.
La negación de todo, mi evangelio.

De "Canciones de Mihyar el de Damasco" 1961
Versión de Pedro Martínez Montávez




HOMENAJE AL VIENTO Y A LOS ÁRBOLES

DESNUDO,
el viento se pasea.

Si el espacio llorase,
como pretende la nube,
el viento sería una historia de lágrimas.

Arbol-*
feminidad del viento.

En el polvo toco
los dedos del viento.
En el viento leo
la escritura del polvo.

El camino no puede avanzar de verdad
más que a través de un viento dialogante
con su propio polvo.

El polvo tiene un cuerpo
que no baila sino con el viento.

El aire- único amante
que duerme con el fuego
en la misma túnica.

El viento posa la mano derecha
en el hombro de la rosa
y se mete la izquierda en el bolsillo:
Viento- ladrón de perfume.

El viento no cosecha más que ceniza
y trabaja
como si no conociera más que la siembra.

¡Viento!-
Establo en la ciudad
caballo en la aldea.

...música que viene de árboles
tañidos por el viento.

El sol es más ordenado que el aire.
El aire es más justo que el sol.

El viento no firma
las cartas que escribe.

La lluvia es el bastón del aire,
el aire es el columpio de la lluvia.

Nubes- libros
que el viento desgarra.

Espacio- mar oscilante.
cuyas olas son el aire.

El polvo lee lo que no ve.
El viento dice lo que no sabe.

El viento es el dialecto
en la naturaleza.
La luz es la lengua culta.

Todo tiene un trono donde sentarse,
salvo el viento:
él es su propio trono.

El aire-
único amante
con quien baila la rama
mientras ella se dispone a acostarse
con otro amante.

El fuego dijo: proclamaré a la ceniza albacea.
La ceniza dijo: no escribiré mi testamento.
El viento dijo: yo seré el testigo.

Vientos- cuerpos que caminan
con pies invisibles
como de ángeles.

El viento es la cuerda que flota en el espacio
y es a la vez el artista y la música.

Viento- palabra confusa que murmura
el silencio cósmico.

El viento enseña silencio
aunque no cese de hablar.

El viento está repleto de órganos.
Los órganos estén repletos de gente.

Viento- espiración del espacio.

Danza es el viento
y todas las cosas
salones de baile.

El árbol pregunta a sus ramas
mas le responde el viento.

Árboles...
libros hojeados por el viento.

Cuando el aire se asoma
las ramas compiten
en estirar el cuello.

Humo- siembra
que sólo puede cosechar
la hoz del viento.

Aire- pañuelo de la hierba.

Los árboles tienen sueños
que sólo se despiertan
en la almohada del viento.

Pasos del viento-
campanas que dejan el espacio
en velación perpetua.

Hoy,
triste por el aire enfermo,
la adelfa no ha bailado.

Camino- caravana de rosales
cuyas ramas portan
un palanquín rojo.

La polvareda siempre cambia de forma
para saludar a su amado,
el viento.

Al árbol le gusta entonar canciones
que el viento no recuerda.

Oigo campanas de polvo
colgadas tristemente
al cuello del viento.

Viento- puerto único,
movimiento perpetuo
hacia lo desconocido.

*A diferencia del español, la palabra árbol en árabe es femenina.

De "Homenajes" 1988
Versión de María Luisa Prieto









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