Elizabeth Siddal
Elizabeth Eleanor Siddal Rossetti (25 de julio de 1829 - 11 de febrero de 1862) fue una modelo británica, retratada extensivamente por los artistas de la Hermandad Prerrafaelita, desempeñándose también como poeta y artista. Esposa del pintor, poeta, traductor e ilustrador inglés Dante Gabriel Rossetti, fue su modelo en múltiples ocasiones. Fallece en 1862 por suicidio con láudano.
Llamada Elizabeth Eleanor Siddall por su madre, Lizzie nació el 25 de julio de 1829 en el hogar de su familia, en 7 Charles Street, Hatton Garden. Sus padres fueron Charles Crooke Siddall, quien afirmaba que su familia descendía de la nobleza, y Eleanor Evans.
En los tiempos en que Elizabeth nació, no estaban sumidos en la pobreza debido a que su padre tenía su propio negocio. Alrededor de 1831, los Siddall se mudaron al municipio de Southwark, en el sur de Londres, una zona menos saludable que Hatton Garden. Allí, en Southwark, nacieron el resto de sus hermanos: Lydia (a la que Lizzie era particularmente cercana), María, Clara, James y Henry. Aunque no existe constancia de que haya asistido a la escuela, Lizzie era capaz de leer y escribir, suponiéndose que sus padres le enseñaron. Desarrolló un amor por la poesía a una temprana edad, luego de descubrir un poema de Alfred Tennyson en un trozo de papel de periódico que había sido utilizado para envolver una porción de mantequilla; este descubrimiento inspiró a Lizzie para comenzar a escribir.
Vida como modelo de los prerrafaelistas
Siddal, cuyo nombre era originalmente escrito Siddall (fue Rossetti quien eliminó la segunda "l"), fue descubierta por Deverell en 1849 mientras trabajaba como modista de sombreros en Cranbourne Alley, Londres. Ni ella ni su familia tenían aspiraciones o intereses artísticos. Fue empleada como modelo por Deverell y a través de él fue presentada a los prerrafaelistas. Sus veinte años, su alto y delgado cuerpo y su cobrizo cabello la convirtieron en una de las primeras modelos "despampanantes" prerrafaelistas. William Michael Rossetti, su cuñado, la describió como "una de las criaturas más bellas, con un aire entre dignidad y dulzura con algo que excedía la modestia y la autoestima y poseía una desdeñosa reserva; alta, finamente formada con un cuello suave y regular, con algunas características poco comunes, ojos verde-azulados y poco brillantes, grandes y perfectos párpados, una tez brillante y un espléndido, grueso y abundante cabello oro-cobrizo."
El inicio del Lizzie en el mundo del modelaje fue un comienzo extremadamente placentero en lo que podría haber sido un mundo sórdido. En el principio de su carrera como modelo, se le permitía seguir trabajando en la sombrería de la señora Tozer's a medio tiempo, asegurándose así un salario regular incluso si el modelaje no funcionaba. Esta era una oportunidad inusual para una mujer de su tiempo.
Mientras posaba para el cuadro Ophelia de John Everett Millais (1852), Siddal flotaba en una bañera llena de agua para representar el ahogamiento de Ofelia. Millais la pintó diariamente durante el invierno. Puso velas debajo de la bañera para entibiar el agua. En una ocasión, las velas se apagaron y el agua se volvió lentamente helada. Millais estaba tan concentrado en su pintura que no lo notó y Siddal no se quejó. Después de esa sesión ella se enfermó gravemente de neumonía, o tal vez de un resfriado. Su padre creía que Millais era responsable y lo forzó a pagar una indemnización para pagar al doctor. Se pensó que sufría de tuberculosis, pero algunos historiadores actualmente creen que es más probable que haya sido un malestar intestinal. Otros han sugerido que ella podría ser anoréxica, mientras otros atribuyen su pobre salud a una adicción al láudano o una combinación de alimentos.
Elizabeth Siddal fue la principal musa de Dante Gabriel Rossetti en la mayor parte de su juventud. Después de conocerla, él la pintó constantemente, excluyendo así a casi todas las otras modelos y evitando que ella modelara para los otros prerrafaelistas. Estos dibujos y pinturas culminaron con Beata Beatrix, pintada en 1863, un año después de la muerte de Elizabeth. Ella fue la modelo para dicho cuadro, que muestra a la Beatriz de Dante Alighieri orando.
En drama y ficción
La novela de misterio de Fiona Mountain del año 2002, "Pálida como la muerte", centra un misterio genealógico alrededor de los descendientes de Elizabeth Siddal y Dante Gabriel Rossetti. En la novela, la hija recién nacida de la pareja no estaba muerta, sino que fue robada por la familia del doctor, que estaba enamorado de Elizabeth. Las enfermedades misteriosas de Elizabeth son explicadas como un defecto genético del corazón, que son heredados por su tatara-tatara nieta Bethany, una joven mujer que modela para fotógrafos que se inspiran en las pinturas pre-rafaelistas.
Mollie Hardwick (la autora de Arriba y Abajo) escribió una novela de misterio titulada "La Doncella Soñadora" en 1990. El argumento se centra en Doran Fairweather, una anticuaria que está encantada por haber encontrado un pequeño óleo que cree que fue pintado por Elizabeth Siddal. Pero luego se sorprende cuando encuentra el cuerpo de una joven, flotando muerta en un estanque. La escena de muerte imita la pintura Ophelia de Millais, para la que Elizabeth posó. Doran se entusiasma tanto por la coincidencia y el misterio que ignora el concejo de su marido, Rodney, quien le advierte que la historia de Rossetti y Siddal estaba plagada de infelicidad. Él siente que el involucrarse en este misterio les traerá problemas y peligros. Pero Doran rápidamente se obsesiona con la saga Rossetti/Siddal y comienza a hacer nuevos e interesantes amigos. No puede ver la trampa que está lista para atraparla.
La relación de Rossetti con Siddal fue objeto de numerosos dramas de televisión, en particular El Infierno de Dante (1967), de Ken Russell, en donde ella fue interpretada por Judith Paris; La Escuela de Amor (1975), en donde ella fue caracterizada por Patricia Quinn; y Románticos Desesperados (2009), en donde fue interpretada por Amy Manson.
Un Año y un Día.
Lentos días han pasado haciendo un año,
Lentas horas que hacen un día,
Desde que tomé a mi dulce primer amor
Y lo besé a la manera antigua;
Las verdes hojas acariciaron mis mejillas,
Querido Cristo, en este mes de mayo.
Reposo entre la erguida y húmeda hierba
Que se arquea encima de mi cabeza,
Cubriendo mi rostro perdido,
Cobijándome en ese lecho
Con ternura y amor,
Como la hierba sobre los muertos.
Oscuros espectros de un mal desconocido
Flotan sobre mi mente cansada;
Las informes visiones de mi vida
Pasan como un tren fantasmal;
Algunas corren por mis mejillas,
Penosas lágrimas que caen como rocío.
Una sombra descansa sobre la hierba
Y se posa a mis pies;
Un nuevo rostro aparece entre mis manos.
Querido Cristo, si pudiese llorar mi desdicha
Para que el silencio caiga sobre las hojas de estío
Mientras saludo a este nuevo rostro mío.
Sin embargo, no es sino la memoria
De algo que he visto
En un verano de ensueño,
Entre los verdes tallos pequeños:
El rostro de aquel dulce amor,
Que extraño y lejano parece.
El río siempre corre
Entre mis sábanas de césped,
Las voces de un millar de aves
Que cantan sobre mi cabeza,
Me traerán un triste sueño
Cuando este sueño triste haya muerto.
El silencio cae sobre mi corazón
Y agita todo su dolor.
Estiro mis brazos en el pasto largo
Y vuelvo a dormir,
Vacía de todo amor, de vida,
Como una espiga vencida.
Fragmento de una balada.
Muchas millas sobre el campo y el mar
Hasta que mi amor pudo retornar,
De sus palabras no tengo recuerdos,
Sólo el de los árboles y el gemido del viento.
Y arribó listo para tomar sin daño
La cruz que he cargado por años,
Pero las palabras llegaron lentas
De aquellos fríos y mudos labios.
¿Cómo sonaban mis palabras lentas y plenas,
En aquel gran corazón que me amó en la pena,
Venido a salvarme del odio y el dolor
Y a confortarme con su delicado amor?
Sentí al viento golpeando frío, gélido,
Y a la bruma roja acariciar la puerta;
Sentí que el hechizo que sostenía mi aliento
Se quebraba, viviendo siempre muerta.
Fragment of a ballad.
Many a mile over land and sea
Unsummoned my love returned to me;
I remember not the words he said
But only the trees moaning overhead.
And he came ready to take and bear
The cross I had carried for many a year,
But words came slowly one by one
From frozen lips shut still and dumb.
How sounded my words so still and slow
To the great strong heart that loved me so,
Who came to save me from pain and wrong
And to comfort me with his love so strong?
I felt the wind strike chill and cold
And vapours rise from the red-brown mould;
I felt the spell that held my breath
Bending me down to a living death.
Amor sincero
Adiós, noble Richard,
Tierno y valiente;
De rodillas beso
El polvo de tu tumba.
Ruega por mí, Richard,
Yaciendo solo
Con manos sinceras,
Hechas de piedra blanca.
Pronto debo abandonar
Esta dulce marea del estío;
Otro aguarda reclamar
La presencia de su pálida novia.
Pronto retornaré hasta ti,
Sincero y valiente,
Cuando las hojas muertas
Vuelen sobre tu tumba.
Entonces me encontrarán
Cerca de tu rostro,
Viendo o desmayada,
Dormida o muerta.
Perdido.
Tocar el guante sobre su mano suave,
Mirar la joya brillando en su anillo,
Elevó mi corazón hacia un castillo
Como la súbita canción de las aves.
Tocar su sombra sobre la hierba soleada,
Quebrando su camino por el bosque oscuro,
Llenó mi vida con un tembloroso orgullo,
Lágrimas silenciosas en la tarde agotada.
Observé a las sombras reunirse en el olvido,
Y sólo vivo para saber que la he perdido,
Pues se ha ido, perdida eternamente sin marcas,
Como la tierna paloma que abandonó el arca.
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