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lunes, 29 de abril de 2013

NURIA BARRIOS [9788]



Nuria BARRIOS
Madrid, 1962

Es escritora y doctora en Filosofía. Ha publicado el poemario El hilo de agua (Algaida, 2004), que fue ganador del Premio Ateneo de Sevilla; la novela Amores patológicos (Ediciones B, 1998 / Punto de Lectura, 2002), el libro de relatos El zoo sentimental (Alfaguara, 2000 / Punto de  Lectura, 2002) y un libro de viajes, Balearia (Plaza y Janés, 2000). Asimismo ha participado en varias antologías de cuentos: Páginas amarillas (Lengua de Trapo, 1998), Vidas de mujer (Alianza Editorial, 1998), Cuentos de mujeres solas (Alfaguara, 2002), Pequeñas resistencias (Páginas de Espuma, 2002), Tu nombre flotando en el adiós (Ediciones B, 2003) y Comedias de Shakespeare (451 Editores, 2007). Su obra ha sido traducida al holandés, al italiano, al portugués, al croata y al esperanto. Colabora habitualmente con el suplemento literario de El País. Como columnista ha sido premiada por la Fundación Mastia.

Tras la celebrada novela El alfabeto de los pájaros (Seix Barral, 2011), ha publicado el libro de poemas Nostalgia de Odiseo (Vandalia, 2012), un libro que habla de la soledad, de la locura, del deseo y de la naturaleza del amor.





Poemas de Hilo de agua 

Hilo de agua, II Premio Ateneo de Sevilla de Poesía (2.004)

El agua para olvidar

El agua para olvidar,
para recordar de dónde venimos, para morir
y nacer de nuevo, par vaciarnos de escoria,
para burlar la gravedad, para perder la verti-
cal, para ser leves, para respirar, para diluir
el veneno, para abrevar de agua los besos,
para no llorar, para escuchar el silencio, para
enfrentarnos a nuestra sombra, para prote-
gernos del aire que no seca reseca diseca,
para que el cielo nos clave su estandarte en
la postura del misionero.
El agua para levantar los pies del suelo, y marchar al
desierto






Injertos

Mi cuerpo puede ser en una misma noche 
arenas movedizas o tierra yerma 
pista de baile pisoteada 
o el compás que bailas 
Puede ser la roca a la que te aferras 
o brújula para encontrar a tientas ese sueño 
que es todo y es nada 
(Aunque a estas alturas de nuestra vida 
sólo nos atrevamos a esperar 
un poco de todo y un poco de nada) 
Pero entre todas las posibilidades 
mi cuerpo prefiere ser madera 
la única materia donde dejar de ser uno 
es algo más que una quimera 
No bromeo 
Sabemos del injerto por los tratados de jardinería 
esos kamasutras domésticos 
Por el lenguaje seco y esperanzador de las enciclopedias: 
"Parte de una planta con una o más yemas, 
que aplicada al patrón se suelda en él" 
Mi cuerpo y tu cuerpo cuentan en total 20 yemas 
sin anotar las de los pies, que entonces son 40 
Y en este viaje no importa quién sea el patrón 
quién huésped 
ni quién paga 
si es preciso para soldarse un sueldo 
Al final, el resultado será dos en uno 
es decir, sólo uno 
Como injerto viene de "insertus", tú inserta 
Adelante, no temas 
Olvida el fantasma del voraz sexo dentado 
"mantis" acechante entre mis piernas 
Entre hombres y mujeres es difícil que cuajen utopías 
por más que sigamos las instrucciones botánicas 
al pie de la letra 
Nos bastan los juegos de palabras 
Lo insertado será devuelto por la realidad intacto 
pero sin creces. 





El ombligo 

Ni Adán ni Eva tuvieron ombligo 
Su madre fue el polvo 
el hueso de una costilla 
la magia del Gran Mago 
Nosotros, los hijos, no heredamos sus vientres lisos 
Nacimos con la señal de la pérdida 
esa boca cegada siempre abierta 
donde ahora tropieza tu lengua 
Anega mi ombligo, amado 
calma esa cicatriz siempre sedienta 
Un susurro vegetal fermenta el aire 
Donde nada había dulces semillas despiertan: 
la vida que Eva ocultó para sus hijos 
en ese centro mordido 
donde el paraíso crece bajo tierra 






Manzana I

Si las vulvas hablaran 
contarían que, tras la marcha de Adán y Eva, el 
Paraíso fue edificado 
Manzana tras manzana se levantaron 
adosados torres aparcamientos centros comerciales 
Ningún obrero vio jamás ningún manzano 
Si las vulvas hablaran 
contarían que la serpiente, el hombre y la mujer eran 
felices jugando 
No hubo robo ni inmoralidad 
pero hacían falta razones para expropiarlos 
¿El nombre de la próspera constructora? 
Pecado Original S.A. 
Pero las vulvas jamás hablarán 
Les cortó la lengua un mercenario 
Deslenguadas! 






Manzana II 

En su boca roja la blanca carne 
Entre sus dientes la semilla 
Eva cierra los ojos 
De sus labios escapa un hilo de 






Manzana III 

Al sexo en la Biblia lo llaman manzana 
Reineta Fuji Golden Verde doncella 
El nombre de las pecadoras refulge 
rojo amarillo verde 
Entra en mi boca, repiten 
y te enseñaré lo que has de hacer 
En la tibia oscuridad 
el placer el fuego la vida 
An apple a day Keeps the doctor away 
O sea, 
Una manzana al día 
por lo menos. 





del libro Nostalgia de Odiseo




Tejido    

En el telar,
como en el ponto violáceo
donde navega Odiseo,
el horizonte se cierra sobre sí mismo.
Donde había olor a mar
no hay más que olor a Penélope.
El tejido es ella.







Caracola

La voz de Telémaco
resuena 
en su soledad
como el mar
en el ombligo oculto 
de la caracola.






Sal

Sobre la piel de Odiseo,
escamas de plata
que bordó la mar 
para ocultarlo.
Penélope
las deshace 
lentamente
con la lengua.

      




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