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sábado, 13 de abril de 2013

DANILO KIŠ [9689]




Danilo Kiš
Danilo Kiš (serbio cirílico : Данило Киш) (Subotica, 22 de febrero de 1935–París, 15 de octubre de 1989) fue un escritor yugoslavo.

Danilo Kiš nació en Subotica, una pequeña localidad serbia, entonces parte del Reino de Yugoslavia, cercana a la frontera con Hungría. Su padre era Eduard Kiš (Kiss Ede), un judío húngaro que trabajaba como inspector de los ferrocarriles, y su madre, Milica Kiš (de soltera Dragićević), era nativa de Cetinje, en Montenegro. Su familia se trasladó más tarde a Novi Sad, en Vojvodina. La ciudad, ocupada por las tropas del Eje en 1941, fue escenario al año siguiente de una matanza perpetrada por tropas húngaras, en la que fueron asesinados numerosos serbios y judíos, y, entre ellos, algunos amigos de Kiš. Durante la Segunda Guerra Mundial, el futuro escritor perdió a su padre y a otros familiares, muertos en diferentes campos de concentración nazis. Su madre se trasladó a Hungría, al pueblo de Kerkabarabas, en el que residía la familia de su marido, llevando consigo a Danilo y a su hermana mayor, Danica. Terminada la guerra, la familia fue repatriada gracias a la Cruz Roja, y se instaló en Cetinje, localidad en la que Kiš terminó sus estudios secundarios en 1954.
Kiš estudió literatura en la Universidad de Belgrado, y se graduó en 1958, formando parte de la primera promoción de licenciados en literatura comparada de la universidad.1 Fue miembro destacado de la revista Vidici, en la que trabajó hasta 1960. Viajó varias veces a París y trabajó como lector en la Universidad de Estrasburgo (1962-1964). En 1962 publicó sus primeras dos novelas, La buhardilla y Salmo 44, ambas aparecidas en la editorial Kosmos. Por entonces tradujo también al serbio a autores franceses (Baudelaire, Verlaine, Lautréamont, Queneau), rusos (Anna Ajmátova, Aleksandr Blok) y húngaros. Continuó publicando: en 1965 apareció Jardín y cenizas; en 1969, Penas precoces; y en 1972, Reloj de arena y Po-etika.
En 1973 recibió por El reloj de arena el prestigioso Premio Nin , que devolvería años después por motivos políticos. Entre 1973 y 1976 fue lector de serbocroata en la Universidad de Burdeos.
Víctima de una dura campaña por parte de la Unión de Escritores en Yugoslavia, que lo acusó de plagio por haber incluido testimonios de Steiner y Kravtchenko, entre otros, en su libro Una tumba para Boris Davidovich, en 1979 tomó la decisión de instalarse definitivamente en Francia. Vivió primero en París, y más tarde fue profesor de la Universidad de Lille.
En los años siguientes, recibió numerosos premios por su actividad literaria, que comenzaba a tener alcance internacional. En 1986, año en que publicó su obra La enciclopedia de los muertos, fue nombrado Caballero de las Artes y las Letras de Francia.
Danilo Kiš falleció de cáncer de pulmón en París el 15 de octubre de 1989.

Obras

Mansarda: satirična poema (1962). Tr. esp. La buhardilla. Poema satírico. Madrid, Opera Prima, 2002. ISBN 978-84-95461-18-6
Psalam 44 (1962)
Bašta, pepeo (1965); Tr. esp. Jardín, cenizas.
Rani jadi: za decu i osetljive (1970). Tr. esp. Penas precoces, Barcelona, El Aleph, 2000. ISBN 978-84-7669-409-1
Peščanik (1972). Tr. esp. El reloj de arena, Barcelona, El Aleph, 2002. ISBN 978-84-7669-576-0. Los libros Jardín, cenizas, Penas precoces y El reloj de arena se han incluido en el volumen Circo familiar, Barcelona, Acantilado, 2007. ISBN 978-84-96834-21-7
Po-etika (1972)
Po-etika, knjiga druga (1974)
Grobnica za Borisa Davidoviča: sedam poglavlja jedne zajedničke povesti (1976). Tr. esp. Una tumba para Boris Davidovich, Barcelona, Acantilado, 2006. ISBN 978-84-92649-58-7
Čas anatomije (1978). Tr. esp. Lección de anatomía, Barcelona, Acantilado, 2013. ISBN 978-84-15689-25-6
Noć i magla (1983);
Homo poeticus (1983)
Enciklopedija mrtvih (1983). Tr. esp. Enciclopedia de los muertos, Barcelona, El Aleph, 2006; Barcelona, Acantilado, 2008. ISBN 978-84-96834-59-0
Gorki talog iskustva (1990)
Život, literatura (1990)
Pesme i prepevi (1992)
Lauta i ožiljci (1994). Tr. esp. Laúd y cicatrices, Madrid, Metáfora, 2001. 978-84-931418-8-2; libro póstumo con textos de 1980-1986. Barcelona, Acantilado, 2009. ISBN 978-84-92649-25-9
Skladište (1995)
Varia (1995)
Pesme, Elektra (1995)











Al anuncio de la muerte de madame M. T. 


Qué buen trabajo, muerte,
qué triunfo
demoler una fortaleza semejante.
Devorar tanta carne,
triturar tanto hueso
en tan poco tiempo.
Consumir tanta energía velozmente,
como cuando arde un cigarro.
Qué labor tan sagrada, muerte,
qué bella demostración de fuerza.
(Pero de todas formas habríamos confiado en tu palabra.)

(1989)

[Versión: Mauricio Montiel Figueiras]

[Poema incluido en el libro Le piano désaccordé, bf éditions, Estrasburgo, 1995]






En lo referente a sus lecturas personales,
No se preocupe,
En el barco existe una biblioteca
Con muchos libros

De todas las materias posibles:
Bellas letras, pintura,
Geografía, historias de las revoluciones,
Cancioneros, asuntos marxistas
Origen del gobierno nacional
Libros de cocina.

Ahí están, por supuesto, también sus libros
Subrayados con diversos colores
Rojo, azul, amarillo
(según un código ya establecido)

Así que cuando se los lleva a las manos
Puede extraer de ellos una imagen objetiva
Sin esfuerzo,
Así de pasada.

Soy del pensamiento de que vuestros libros
De nunca le preocuparon mucho
Acepte mis felicitaciones

¿Tiene alguna otra pregunta?



Este texto es la parte final de un poema que, en 1986, el gran disidente con mayúsculas de la larga etapa socialista de Yugoslavia, Danilo Kiš, dedicó a Dobrica Ćosić, quien por entonces fungía como disidente en la etapa ante mortem del cada vez más frágil Estado yugoslavo, asediado por conatos de revisionismo político e histórico y marcado por un ininterrumpido crescendo en las cuotas de protagonismo del pensamiento nacionalista desde las distintas repúblicas. El poema se titula “El poeta de la revolución en el buque presidencial”. Se refiere a un crucero que a principios de los años sesenta hizo como invitado en el barco que llevaba a Tito de gira por una serie de países africanos, en tiempos en que Yugoslavia era miembro de los Países No Alineados. Por entonces, Ćosić era un ferviente defensor del socialismo titista. Lo que Kiš ataca en la composición no es solo el hecho de formar parte de la camarilla de intelectuales adictos al poder personalista de Tito, o al menos en esos años dorados del titismo militante de Ćosić. Lo irritante del asunto es que el propio invitado de honor en la exótica excursión al lado del mismísimo Tito defendiera años después su ausencia en dicho crucero a capa y espada. Eran los años de recrudecimiento del sentimiento nacional que siguieron a la muerte del camarada Josip Broz.





Las elegías de Danilo Kiš

Danilo Kiš es un escritor inclasificable, según sus propias palabras heredero de dos imaginarios tan distantes como el de Borges y el del polaco Bruno Schulz. De un lado, Kiš es testigo y narrador de la historia europea con minúscula para contar el horror de la mayúscula, documentalista de vidas desoladas en un título gigante de la literatura contemporánea: ‘Una tumba para Boris Davidovich’ (1976), libro intolerable en su momento para el régimen comunista yugoslavo. Además, de otro lado, el autor serbio es un postmoderno –en toda regla y a su debido tiempo– que escribe la erudita ‘Enciclopedia de los muertos’ (1983) con distanciada ironía y afán metafísico.

Hasta el “affaire Davidovich” en que fue acusado de un plagio no cometido con perversa intencionalidad política, Kiš era un escritor reconocido en Belgrado, a partir de entonces fue un profesor transterrado en Francia que nunca aceptaría ser llamado disidente. Traductor del húngaro, del ruso, del francés. Siempre ensayista lúcido –ahora que Acantilado anuncia la publicación de su obra completa, esperamos con ansiedad la versión española de ‘Homo poeticus’ (1983), la oportuna diatriba de ‘Lección de anatomía’ (1978) con sus preciados consejos a un joven escritor: “no estés contento con tu destino porque sólo los imbéciles lo están” escribe en uno de ellos, “cuida de no manchar tu lenguaje con el habla de las ideologías” dice en otro.

Inscrito en la fulgurante herencia de la Europa central, austrohúngara, eslava y judía al mismo tiempo, donde esos términos tan definitivamente abstrusos como pueblo y nacionalidad compartían lenguas y credos al margen de fronteras y afiliaciones políticas, Danilo Kiš nació en el límite de Yugoslavia con Hungría de padre judío y madre montenegrina en 1935. Pero desde muy pronto supo de primera mano que aquel mundo padecía en el tajo de la historia dolorosas fracturas y que caminaba hacia el abismo del sinsentido. Apenas con siete años, su familia tuvo que emigrar ante las masacres de los fascistas húngaros en Novi Sad, poco después su padre sería asesinado en Auschwitz. La muerte se convertirá en el principal tema de su literatura, desde el primer libro, ‘La buhardilla’ (1962), hasta los cuentos póstumos de ‘Laúd y cicatrices’ (1980-86) con su insistencia en el suicidio, pasando por la trilogía ‘Jardín, ceniza’ (1965), ‘Penas precoces’ (1969) y ‘El reloj de arena (1972), publicados conjuntamente por Acantilado en el volumen ‘Circo familiar’, donde Kiš indaga en su memoria personal y en la desaparición fatal de su padre.

Para Danilo Kiš escribir siempre fue una lucha contra la muerte, de ahí que uno de sus más destacados admiradores, otro poeta apátrida como él, Jospeh Brodsky, dijera que todos sus libros no eran sino elegías de un poeta que escribía en prosa. En cada página de ‘El reloj de arena’ o de ‘Una tumba para Boris Davidovich’ está la riqueza plural de un sentir trágico que hace de la historia un testimonio de los destinos condenados al olvido, de las tumbas sin nombre. Esos libros son respuesta a la tentación ideológica del totalitarismo en el siglo xx, del antisemitismo, de la voracidad soviética que condujo hasta el delirio, la negación del ser humano, la amoralidad extrema, la crueldad, el horror. Libros estremecedores, elegías ante la desaparición del incocente. Pero escritos sin trabas al lector, con la agilidad de quien conoce un extenso abanico de recursos. La metaficción, el relato de espías, la pseudo documentación histórica, el género negro o de aventuras, el testimonio, la fragmentación discursiva, el neobarroquismo o la fábula al servicio de una prosa rica, matizada, por momentos lírica, que dota a la lectura de una fecunda intensidad.

Danilo Kiš estuvo a punto de ganar el premio Nobel de literatura en 1989, el año que murió en París. Dicen que llegó a la terna de finalistas. Aquel año ganó el premio Camilo José Cela. Un escritor preocupado también por la forma pero con otro semblante literario y vital, con otra peripecia histórica. De haber ganado el Nobel, Kiš posiblemente tendría muchísimos más lectores. No obstante, veinte años después, sigue teniendo la vigencia de quien nombra las cosas más importantes y acumula nuevos lectores. Los cuentos de ‘Laúd y cicatrices’ están recién reeditados por Acantilado y pueden ser la mejor puerta de entrada para quienes aún no lo conozcan. Siempre será buen momento para leer a este escritor sabio, a este poeta que canta a los muertos y a los vivos.

(Artículo publicado en el suplemento Artes & Letras del Heraldo de Aragón en su número 288 del 4 de marzo de 2010)
Publicado por David Mayor







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