Kostas Vrachnos (Grecia)
Kostas (Konstantinos) Vrachnos nació en 1975 en el puerto de Kalamata (sur de Peloponeso, Grecia). Estudió Filosofía (1994-1998) y Teología (2004-2008) en las sendas Facultades de la Universidad de Atenas. En 2003 defendió (Universidad de Salamanca, Facultad de Filosofía) su tesis doctoral con el título La meditatio mortis en Miguel de Unamuno. En 2008 participó en el Festival Internacional de Poesía Cosmopoética (Córdoba, España), donde se publicó su libro El hambre del cocinero (Ed. Juan de Mairena, y de libros, Lucena). En el mismo año tradujo una antología de poemas (40 poemas) de Carlos Edmundo de Ory (Editorial Iridanós, Atenas, 2008). En 2010 publicó el libro de filosofía El misterio como problema (Edit. I Ekdosis ton Filon, Atenas). Al año siguiente tradujo las Fábulas de Esopo (Edit. Kókino, Kalamata). Es colaborador del Instituto Cervantes de Atenas y de las revistas “Efcini” y “Nea Efcini”, para las cuales escribe ensayos y traduce a autores hispanohablantes.
Ρεαλιστές
(Realistas)
Éramos todos realistas, sólo que la realidad.
Éramos todos realistas, sólo que nadie
se esperaba semejante Espejo, nadie apretó
el botón del Ascensor. Éramos todos realistas
pintores surrealistas ladrones sacerdotes funcionarios
suicidas parados chamanes. Y todo era real.
No hay por aquí un aullido tan ahogado. No hay
nadie por aquí tan demente tan ingrato tan amnésico.
¡Qué realismo más agudo,
qué desprevenidos venimos, qué despeinadas
están las palmeras!
Se ha puesto en marcha una Máquina
y aquí vamos, preguntando.
TODAS LAS MUJERES
Reuniré a todas las muchachas
que duermen solas
y las abofetearé hasta la madrugada
por el placer perdido,
por el respeto a la soledad, ¿cómo es posible?
Las abofetearé para que no vuelvan a dormir solas,
para que vengan a mi cama empapada de sal
-todas las muchachas que duermen solas-
y se acuesten en mi sofá empapado de sal
y cojan libros salados de mis estanterías
y suspiren con afectación
-todas las muchachas que duermen solas-
y me acaricien obligatoriamente una por una
y vuelvan de nuevo a convertirse en gatas
y me digan tienes razón en quejarte,
y me pidan perdón
por tantas noches de abrazos perdidos
-todas las muchachas que duermen solas-.
Seré el dictador de las caricias
y pagarán, lo siento, justas por pecadoras.
Las meteré en bañeras para que se froten entre sí
-ideas hay muchas-
les sacaré los ojos en una planta baja llena de espejos.
Comprobaciones
Tienes una hemorragia continua en tus venas,
sangre púrpura en arroyos verdes. De todos modos,
una eme separa a Orfeo de Morfeo,
eme dura como el lomo de un camello del Gobi,
como una gaviota que sonríe contra nosotros. ¡Cuánta
analogía palpita entre las hermanitas cosas!
No tomes al pie de la letra
a las embarazadas. Hubo tantos suicidas por descuido.
Motivos muy particulares nos mantienen en vida.
Vemos lo ignoto
y no nos llama la atención.
Julián del Casal murió
literalmente a causa de la risa,
en el momento soez tras la comida.
Georg Trakl llorando hacia dentro,
por sus propias razones,
como un niño pequeño, en Cracovia.
El telón, los párpados.
LA INDESCRIPTIBLE FELICIDAD DEL NACIMIENTO
De hombres que son mujeres salen hombres
morados, asustados, madres rugen
orgullosas de la causalidad dan luz a fetos
que mañana abrirán funerarias,
abrirán floristerías junto a los cementerios
y venderán gladíolos carísimos.
¿Qué es todo ésto? Abren dos piernas
y sale un futuro tocólogo diciendo:
Más mortal no puede ser. Sí, sí, sí,
asienten las gaviotas que van detrás del ferry.
MI TRISTEZA
Mi tristeza es una feria de ganado
y yo que estoy llorando soy el vendedor más duro.
Así que no me compadezcas sino cuando me río,
Cuando inclino sereno la cabeza,
cuando en la tarde cuido mi rosal,
cuando como pan con tomate.
Compadéceme cuando peino los cabellos de mi imagen,
cuando digo humildemente: bueno, no importa, qué le vamos a hacer.
El hambre del cocinero, edición bilingüe.
Trad. K. Vrachnos y J.V. Piqueras.
Colección Cosmopoética, 2008. Córdoba.
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