Pilar Gómez González (Tecario, Michoacán, MÉXICO 1991), es estudiante de la Licenciatura en Lengua y Literaturas Hispánicas en la Universidad Nacional Autónoma de México. Fue alumna del poeta Marcos Davison Faikujen y asistió al taller de Hernán Lavín Cerda. Escribe poesía y ensayo.
Contacto: mpgoglez@hotmail.com
Las rodillas de Víctor
Cincuenta y tantos kilos sospecho, Víctor, que cargan tus rodillas:
dos granos de sal entre las rodillas de los poetas del mundo
deletreando la redondez de los mares profundos,
de los puños cerrados y del manchón de la tinta.
Tinta redonda.
Redonda tinta.
Pienso que en tus rodillas hay eco, y que hay eco dentro de la poesía.
Cincuenta
y tantos
kilos
sospecho, Víctor, que cargan tus rodillas:
cincuenta y tantos kilos de poesía.
Caminata citadina
Transcurren la mañana, la vista, el olfato, el oído, el tacto y el gusto por vivir. Persiguen los minutos, años, veintiún siglos con rapidez; y los zapatos caminan, vagan, circulan casi con total libertad de no ser por la gravedad que los empuja a obedecer al gran reloj: amo, fuerza y señor. Al salir a la intemperie, encuentran edificios, casas, automóviles y aviones; un claxon tras otro, el periódico, y los estampa el polvo, el humo, el ruido de toda una película de ciencia ficción para quien viene de una cueva. La concentración en los propios pies, la monotonía de esta realidad. El saber que sin darnos cuenta nos percatamos. La calle repleta de gente y la gente cubierta de vidrio oscuro, el cristal que nos permite estar solos, el gesto hostil que provoca Don Reloj, y la vida tan ajetreada, tan distinta… tan distante en la ciudad.
El retrato de Lola
Un enorme lienzo te cubre y te atrapa, cuando ya has perdido la sensación de su rozamiento en las yemas de tus manos.
Pero ahí estás tú, hundida entre el óleo que no tocas y que manipulas como un diamante cuando todos duermen; y vagas una y otra vez por cada línea ya hecha camino, en la que a veces tú misma desconoces tus propios atajos.
Lola: ¡éste es tu retrato!
Carta a mamá
El día que yo vi la luz por primera vez, tú conociste la oscuridad.
Supe que las mariposas son metálicas.
Que el ciego sueña que duerme.
Que la poesía es humana.
Que el humano es poesía.
Que el despertar fue fácil, pero el percibir la vida como sueños me trajo problemas.
Que a veces amo más a mi pie izquierdo que a mi mano izquierda.
Que se puede volar tan alto hasta olvidar que se tiene cuerpo.
Que se puede caminar en las estrellas
o pensar que lo eres todo…
o que lo eres nada…
Que “La nada” son tres sílabas.
Que la nada son tres relojes en la oscuridad con hombres girando como si fueran manecillas en un círculo
Que luciérnagas sin rumbo preciso guiaron mi realidad.
Que formé a mi padre a imagen y semejanza mía,
que tú, mamá, me condenaste a vida
y la vida se convirtió en la pintura o el poema más complejo
y extenso
que se puede convertir un amasijo de guijarros en un mundo.
Que caminar entre la multitud fue ir contra corriente
como en una carrera de caballos
sin jinete.
Que “No tener cabeza” se convirtió en lo más normal,
pero sospecho que en la Historia no se plasmó el pasado,
que los mejores tiempos fueron los tiempos verbales
y que me aproximaste al comienzo
de la nada, de la vida y de la Historia.
Frases
1
Yo era sólo un TUMP-TUMP de tu corazón.
Sólo un TUMP-TUMP de una canción cósmica.
2
Cargamos el mar en nuestras manos cuando jugamos a ser caracoles.
3
De aquel frío queda un retazo
que cobija nuestro aliento.
El sol extiende sus brazos
para congelarnos lento.
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