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sábado, 10 de noviembre de 2012

GERARD MANLEY HOPKINS [8480]



Gerard Manley Hopkins S.J. (n. 28 de julio de 1844; Stratford, Essex, Inglaterra - f. 8 de junio de 1889; Dublín, Irlanda) fue un sacerdote jesuita y poeta británico.

Su obra literaria, de marcado carácter innovador y en la que se aprecian inspiraciones del prerrafaelismo y del Movimiento de Oxford de la época victoriana, introdujo nuevos recursos estilísticos e innovadoras estructuras métricas como el sprung rhythm, el Caudate sonnet (soneto caudado) o el Curtal sonnet (soneto truncado). A pesar de que, durante su vida, ésta fue escasamente publicada y accesible solamente a un público minoritario, influyó posteriormente en un número creciente de autores de literatura inglesa del siglo XX como Ivor Gurney, Wystan Hugh Auden, Arthur Waley y el Premio Nobel de Literatura, Thomas Stearns Eliot. Influyó asimismo también en extranjeros, como por ejemplo el francés Pierre Emmanuel.

Su talento y sensibilidad artística le permitieron también abordar la pintura y la música, siendo compositor de varias canciones en base a poemas propios que también han sido empleados en obras de autores como Benjamin Britten, Michael Tippett o Samuel Barber.

En su recuerdo, la comunidad The Irish Hopkins Society celebra anualmente cada mes de julio desde su constitución en 1987, el festival de arte The Gerard Manley Hopkins International Summer School, en la localidad irlandesa de Monasterivin.

Familia y primeros años
Gerard Manley Hopkins nació en una familia de fuerte carácter religioso e interesada en el arte. Era hijo de un agente de seguros, Manley Hopkins, y de Catherine, siendo el mayor de ocho hermanos. Cuando cumplió 8 años, él y su familia se mudaron a Hampstead, en Londres. Recibió cierta influencia de su propio padre, quien había publicado un libro de poesía el año anterior a su nacimiento, dedicándolo a Thomas Hood. Dos de sus hermanos se convirtieron en pintores de profesión, y el propio Manley Hopkins quería en un principio ser pintor y poeta, siguiendo el ejemplo del poeta, ilustrador, pintor y traductor inglés, aunque de origen italiano, Dante Gabriel Rossetti. Desde sus primeros años escolares Hopkins ya mostró su sensibilidad y talento para la poesía, ganando incluso un premio poético.

Estudios, cargos y sexualidad
Su formación comenzó, desde 1854 hasta 1863, en la prestigiosa escuela pública Highgate School, situada al norte de Londres, donde ganó un premio poético gracias a uno de sus primeros poemas, titulado The Escorial. Tras una beca de estudios que le fue concedida, ingresó en el Balliol College de la Universidad de Oxford. Entre sus maestros se encontraban Walter Pater y Benjamín Jowett, de quienes recibiría una gran influencia. En esta época leería mucho las teorías de John Ruskin y la poesía de Christina Rossetti y George Herbert, lo que influyó mucho en él.

Durante sus estudios en el Balliol comenzó a darse a conocer como un poeta prolífico y un hombre sociable, pero parece que se alarmó con los cambios experimentados en su conducta, y se volvió más reconcentrado, detallando sus «pecados» en su diario personal. Encontró particularmente difícil aceptar su sexualidad: por ello trató de ejercer un férreo control sobre sus impulsos homoeróticos, sobre todo después de convertirse en seguidor de Henry Parry Liddon y de Edward Bouverie Pusey, el último bastión del Movimiento de Oxford.

Entabló una amistad con Robert Bridges que duraría hasta su muerte: Bridges sería el principal difusor de su obra. Tras su graduación en 1867, que acabó obteniendo las mejores calificaciones en su estudio por los clásicos y ganó un primer premio tras realizar los exámenes conocidos como Greats (se trata de un estudio sobre historia de la Antigua Roma y del Siglo de Pericles, y de la filosofía antigua y moderna), John Henry Newman le ofreció una plaza de profesor en Birmingham. Sin embargo, al año siguiente decidió convertirse en sacerdote, después de visitar Suiza, un país donde la Compañía de Jesús estaba proscrita.

Además hizo cuatro años de estudios de Teología en el norte de Gales, en el Centro de San Beuno, de 1874 a 1877, donde aprendería el idioma galés. Al acabar su carrera fue ordenado sacerdote. Enseñó latín y griego en Stonyhurst College, una escuela pública jesuita católica de Inglaterra y, unos años antes de morir, en 1884, se convirtió en catedrático de latín de la Universidad de Dublín.

Religión
Fue educado en una familia perteneciente a la Iglesia anglicana y de carácter muy religioso. Sin embargo, durante su estancia en la Universidad de Oxford recibió una fuerte influencia del Movimiento de Oxford, lo que supuso que Hopkins se convirtiera al catolicismo en el año 1866. Dos años más tarde ingresó en la Compañía de Jesús y decidió quemar su obra más reciente, declarando que escribir no pertenecía a su profesión. De todas formas, volvería a escribir poesía unos siete u ocho años después. Cuando fue ordenado sacerdote, ejerció como tal en diferentes ciudades inglesas como Londres, Chesterfield, Oxford y Liverpool.

Muerte
Llegó a Irlanda en el año 1884, justo cuatro años antes de fallecer, para enseñar las lenguas sabias (latín y griego) en la Universidad de Dublín. Allí hizo muchos amigos y visitó en varias ocasiones Monasterevin, una ciudad del Condado de Kildare, al suroeste del Condado de Dublín. Sin embargo, contrajo la fiebre tifoidea y el día 8 de junio de 1889, falleció. Las últimas palabras que pronunció fueron: I'm so happy, I'm so happy (Soy tan feliz, soy tan feliz). Gerard Manley Hopkins fue enterrado en el Cementerio de Glasnevin, el principal cementerio católico de Dublín, Irlanda. Su madre falleció 36 años más tarde, a la edad de 99 años, en 1920.

Uso del lenguaje
Sus imágenes pueden resultar simples, como en Heaven-Haven, donde se compara una monja entrando a un convento con un barco atracando en un puerto después de una tormenta. Pero también pueden ser enormemente metafísicas e intrincadas, como sucede en As Kingfishers Catch Fire, donde salta de una a otra mostrando cómo cada cosa expresa su propia sustancia, y cómo se refleja la idea de divinidad a través de todas las cosas.

Hopkins utiliza gran cantidad de arcaísmos e incluye vocablos dialectales, aunque también crea neologismos: un ejemplo de ello es twindles, que se puede interpretar por el contexto en el poema Inversnaid como una combinación de twines y dindles. También suele crear adjetivos compuestos, algunas veces con un patrón (es el caso de "dapple-dawn-drawn falcon"), pero más habitualmente por libre, como es el caso de "rolling level underneath him steady air".

Algunos de sus poemas, tales como The Bugler's First Communion y Epithalamion, contienen un trasunto erótico homosexual. Por ello, Hopkins ha sido vinculado a los poetas del movimiento uraniano, cuya poesía se deriva de los escritos en prosa de Walter Pater. Pater fue el tutor de Hopkins en sus preparativos para los exámenes Greats, convirtiéndose luego en un gran amigo suyo.

Otra poderosa influencia en su obra fue la lengua galesa que aprendió mientras estudiaba Teología en el St. Beuno's College, en el norte de Gales. Las formas poéticas de la literatura galesa y sobre todo la cynghanned (literariamente, se refiere a armonía en lengua galesa) con su énfasis en la repetición de sonidos concordaban con su propio estilo y se convirtieron en una particularidad importante dentro de su obra. Este uso frecuente de palabras homófonas con significados similares implica que sus poemas se entienden mejor si son recitados en voz alta. Un elemento importante de su obra es su propio concepto de inscape, que proviene del teólogo medieval Duns Scoto.

• Inscape: El concepto exacto de "inscape" no está claro y sólo lo entendería Hopkins en su totalidad, pero tiene que ver con la esencia individual y la singularidad de cada cosa material. Es comunicado desde la cosa por su instress y asegura la difusión de la importancia del objeto en la creación. Inscape podría traducirse como esencia, singularidad. El instress es aquello que transmite esa esencia hacia quien la observa.

Sprung Rhythm
El llamado sprung rhythm es el nombre dado por Gerard Manley Hopkins a una nueva estructura en los versos de sus poemas. Antes de él, la mayoría de la poesía medieval, renacentista y barroca en inglés heredaba las antiguas estructuras de la poesía normanda, basada en repeticiones de grupos de dos o tres sílabas con la sílaba tónica siempre en el mismo tiempo de cada repetición. Hopkins denominó a esta estructura métrica running rhythm, y los primeros versos los escribió de esta forma, antes de quedar fascinado por la métrica típica anglosajona, de la que Beowulf es el máximo exponente. El sprung rhythm se traduciría como ritmo brusco, ritmo sacudido, ritmo saltado o saltarín. La poesía basada en el sprung ryhthm de Hopkins consiste en un ritmo plenamente acentual, donde no depende del número de sílabas de las palabras, sino del acento. Así, las palabras no deben tener más de una sílaba fuerte, aunque sí puede haber varias débiles. En varios poemas con sprung rhythm, se puede observar que poseen muchas rimas internas, monosílabos, eliminación de conjunciones y aliteraciones de frases. Con ello Hopkins pretendía conseguir una imitación del habla natural: algunos autores posteriores, como Rubén Darío o Arthur Waley, escribieron algún que otro poema basado en esta técnica. El siguiente es un ejemplo de poema con sprung rhythm:

What Being in Rank-Old Nature
What being in rank-old nature should earlier have that breath been 
That hére pérsonal tells off these heart-song powerful peals?- 
A bush-browed, beetle-brówed bíllow is it? 
With a soúth-wésterly wínd blústering, with a tide rolld reels 
Of crumbling, fore-foundering, thundering all-surfy seas in; seen 
Únderneath, their glassy barrel, of a fairy green.

......

Or a jaunting vaunting vaulting assaulting trumpet telling 
Gerard Manley Hopkins

Los acentos añadidos hacen que la sílaba fuerte (la tónica) recaiga en la primera sílaba de cada palabra, por eso, en aquellas donde ya recae la sílaba fuerte al principio no hay acentos. Asimismo se comprueba que hay rima interna y eliminación de conjunciones, reemplazándolos por "-". Gracias a esto Hopkins alcanza un ritmo musical capaz de imitar el lenguaje hablado por escrito.

El estilo de Hopkins se entronca con el de Robinson Jeffers y sus rolling stresses, que veía su nuevo estilo como una manera de escapar de la métrica tradicional del running rhythm, que consideraba "adocenada". Su poesía parece influida por las corrientes contemporáneas como el Prerrafaelismo y el Neorromanticismo, aunque su amor por la naturaleza lo acerca también al Modernismo, convirtiéndole incluso en una especie de puente entre eras poéticas.

Curtal sonnet y Caudate sonnet
El Curtal sonnet es una forma poética inventada por el propio Hopkins, que utiliza en tres de sus poemas. Al castellano podría traducirse como soneto truncado.

Se trata de un soneto compuesto por once líneas (o más bien, diez líneas y media), aunque su forma consiste precisamente en 3/4 de la estructura de un soneto de Petrarca contraído (reducido) proporcionalmente, de manera que la octava (yuxtaposición de dos cuartetos) se convierte en un sexteto (dos tercetos con forma CDE) y el sexteto se convierte en un cuarteto con una "coda" al final que se traduce en media línea más. Los primeros ocho versos de un soneto petrarquista se reducen a los seis primeros versos de un soneto quebrado y los últimos seis versos se transforman en un cuarteto con coda de un soneto quebrado.

Hopkins describe el último verso como "medio verso", aunque realmente puede menor que la mitad de un verso normal del Sprung rhythm. Hopkins relaciona matemáticamente el soneto petrarquista con el truncado: si el primero se puede describir como 8 + 6 = 14 versos, el truncado puede verse como:

12/2 + 9/2 = 21/2 = 10 1/2

En cuanto a la rima, ésta sigue el esquema abcabc dcbdc o abcabc dbcdc. La descripción por parte de Hopkins de su estilo proviene de sus Poemas (1876-1889). La crítica parece estar de acuerdo en que el soneto truncado no constituye una novedad en la interpretación de los sonetos tan grande como su autor entendió. Según Elisabeth Schneider, el soneto truncado revela el interés de Hopkins en la dimensión matemática de sus sonetos.

El Caudate sonnet (soneto caudado), por su parte, es una expansión del soneto tradicional. Se construye con 14 versos en la forma estándar de soneto, seguidos por una coda. Hopkins usó ese estilo de una forma menos satírica en su That nature is a heraclitean fire. Este poema es uno de los muchos en los que el poeta experimenta con variaciones del soneto tradicional. Así, su soneto caudado es un soneto entero sin modificación pero con seis versos adicionales. Hopkins amplifica el efecto de la extensión mediante un encabalgamiento entre los versos 14 y 15.

Influencias
En sus primeros escritos se puede ver la influencia heredada de sus lecturas de la poesía del poeta británico John Keats durante sus años escolares. Más tarde, durante su estancia en la Universidad de Oxford, obtuvo un gran reconocimiento por parte del reputado profesor del Balliol, Benjamín Jowett, por su estudio del griego, que le procuró una carrera como académico de griego. Fue en esta época cuando ejercieron sobre Hopkins dos claras influencias:

Prerrafaelismo y el Movimiento de Oxford
La primera fue del movimiento inglés conocido como Prerrafaelismo, gracias a su tutor Walter Pater, cuya meta era expresar sentimientos auténticos y sinceros a través de la pintura, la escultura y la poesía tomando como base la Naturaleza. Con este influjo, Hopkins obtiene una percepción de la belleza como algo puro e ideal.

La otra gran influencia le vino dada por el Movimiento de Oxford, que propugnaba una renovación de la Iglesia Anglicana. Entre sus principales líderes se encuentran, entre otros, Edward Bouverie Pusey, John Henry Newman (más tarde nombrado cardenal), John Keble y Richard Hurrell Froude. La consecuencia más significativa que tuvo fue que muchos partidarios del Movimiento de Oxford se convirtieran al Catolicismo, entre ellos, Gerard Manley Hopkins en 1866, siguiendo los pasos de Newman.

Erotismo en Hopkins: Digby Mackworth Dolben
Por otra parte, encontramos cierto erotismo en Hopkins. Los impulsos sensuales ocultos por Hopkins desempeñaron un papel importante en sus escritos. Dichos impulsos parecen haber adoptado un grado característico después de que Robert Bridges le presentara, en el año 1885, a su primo lejano, amigo y camarada, Digby Mackworth Dolben, ya que Hopkins se sintió atraído por el joven uranista,2 cuya poesía representaba a Cristo como un amante pederasta y su muerte como una consumación de la relación.

Uno de los biógrafos de Hopkins, Robert Bernard Martin, afirma que el encuentro con Dolben (que se produjo cuando este cumplía 17 años) «fue, de forma bastante simple, el acontecimiento emocional más trascendental de sus años como estudiante, probablemente de su vida entera».3 «Hopkins se encaprichó totalmente de Dolben, que era cuatro años menor, y el diario de aquel prueba hasta qué punto lo torturaban sus impulsos eróticos hacia Dolben, difícilmente reprimidos».4

Se insinuó a Dolben a través de la correspondencia que mantuvieron, escribiendo sobre él en su diario y componiendo dos poemas sobre la juventud, Where art thou friend y The Beginning of the End.

Robert Bridges, que editó la primera colección de los poemas de Dolben así como los de Hopkins, advirtió que el segundo poema «nunca debía imprimirse», aunque acabó incluyéndolo en la primera edición de 1918.5 Otro indicio que muestra sus sentimientos hacia este joven se encuentra en el hecho de que su confesor le prohibió a Hopkins tener algún tipo de contacto con Dolben, excepto por carta.6

Su relación se truncó con la muerte de Dolben en junio de 1867, un hecho del que Hopkins nunca se recuperó del todo: «Irónicamente, el destino otorgó a Hopkins una mejor posición de lo que podría haberlo hecho si Dolben hubiera vivido largamente... muchos de los mejores poemas de Hopkins están teñidos con un matiz elegíaco por la pérdida de su amado y su musa Dolben».

Referencias
Wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/Gerard_Manley_Hopkins





La noche estrellada

¡Mira las estrellas! ¡Mira, mira arriba hacia el cielo!
¡Oh, mira ese pueblo de fuego posándose en el aire!
¡Las villas luminosas, las ciudadelas circulares!
Abajo, en sombríos bosques, las minas de diamantes, los ojos de los elfos,
el césped gris helado allí donde el oro, el oro veloz yace.
¡Mostellares batidos por el viento! ¡Etéreos álamos encendidos en llamas!
Copos de palomas se lanzan flotando para sobresalto del corral.
¡Ah bien! todo eso está en venta, todo eso tiene un precio.
¡Compra entonces, oferta entonces! —¿Cómo?— con oraciones, paciencia, limosnas,
{votos.
¡Mira, mira, el revuelo de mayo sobre las ramas del huerto!
¡Mira, marzo en flor sobre los sauces alimentados de amarillo!
Éstos son en verdad el granero; puertas adentro de la casa
las mieses. La empalizada brillante encierra a los esposos:
Hogar de Cristo, Cristo y su madre y todos sus santos.

Traducción: Delia Pasini




"Cónsul Jones"
UN VISTAZO A SAN BEUNO SEGÚN LA MIRADA DE UN BEDEL

Tonada galesa "Cader Idris" o "Jenny Jones"
(Me llamo Edward Morgan y vivo en Langolen)


Me llamo Peter Prestage, en Beuno soy bedel,
mi puesto es una sinecura, sine qua non,
qué pasa ante mis narices me he propuesto saber
y de cuanto sucede va esta breve relación.
Allí está Hayden, trabaja sobre "gracias" y "valores",
Barraud gorjea fragmentos de aires sincopados
mientras tanto Reeve habrá salido con los hurones
nuestros gustos, "cónsul Jones", son así de variados.

Bacon (esta vez por su título debe darme permiso)
y James el Primitivo que viene de allende el mar
son criaturas siempre verdes del jardín del Paraíso
compañeros que aparean sin cesar de aparear.
Cardwell, hace algún tiempo inglés y hombre sincero,
piensa hoy como germano con áspero decir:
ese erudito, amable y casi inhumano chisporroteo
previene a Dubberley que el rapé debe omitir.

Scoles, un apóstol cuyo método es "darles de comer"
tiene tortas para la panza y verdades para el cerebro.
Por todos lados los cariñosos galesitos llegan en tropel:
ellos saben dónde el sol calienta más en el invierno.
Clayton, vigoroso y ostensible Sísifo
trazando un camino que jamás se acaba,
mira y deja que los otros (se lo ve atareado, agitadísimo)
empujen la carretilla y transpiren la pala.

Murphy da sermones tan fieros, de infiernos tan ardientes,
que adelanta los partos y aterra a las solteras.
De su diario Hayes escribe el tomo veintisiete
pero Bodo se priva; no es tiempo de zonceras.
Lund, siempre joven, con velo y turbante vestido,
roba en las colmenas la miel que habremos de beber;
en paz viviríamos si a una sierpe no diésemos asilo,
esta calumnia en labios de Lapasture empieza a crecer.

Esos son los notables, pero otros también tenemos;
Rigby solo hasta las diez me ocuparía;
y aludiré al pasar a dos bivalvos fraternos:
los Splaine del "Polo Norte" y los Kerr de "La Guarida".
De los primeros añadiré algo más, si no me lanzan puñales,
en la caballería pronto se enrolarán, eso supongo yo,
pues creo, al verlos marchar con aires tan marciales,
que nuestro Sib es húsar y nuestro Bill dragón.

¡Bendito el hombre con hogar y un cubo de carbón al lado!
Su compañero del "Hamlet" se sienta helado en el catre.
Los hermanos legos distinguen sutilmente los cuartos:
unos "se calientan por tubos" y en otros "el aire está que arde".
Tales son mis ideas sobre los nuestros y nuestra morada
dichas con lenguaje llano que no quiere ser ofensivo
y cumpliendo mi promesa, porque eso no cuesta nada,
ya no los retengo más y esto doy por concluido.

Traducción: Delia Pasini






"Consule Jones"
A GLIMPSE OF ST BEUNO´S THROUGH THE EYE OF A BEADLE

Welsh air "Cader Idris" or "Jenny Jones"
(My name is Edward Morgan, I live at Llangollen)


My name´s Peter Prestage, I´m beadle at Beuno´s,
My post is a sinecure, sine qua non,
I have made it a point to see what´s under my nose
And here´s a short statement of things that go on.
There´s Hayden at work upon "graces" and "merits"
Barraud warbles snatches of tunes and of tones,
While Reeves all the while may be out with the ferrets,
Our tastes are so various, "consule Jones".

Bacon (the title for once he must pardon)
And James the Primeval from over the Main
Are evergreen natures from Paradise garden,
Mates ever mating and mating again.
Cardwell an Englishman once and a true man
His thoughts all turned German, his words all gone gruff:
A learned and amiable bonfire scarce human
Serves to warn Dubberley not to take snuff.

Scoles an Apostle whose method is "souping"
Has cakes for the belly, and truths for the head.
All round the affectionate Taffies come trouping
They know on which side he has buttered their bread.
Clayton a sturdy ostensible Sisyphus,
Making a road which will never be made,
Looks on, and let others (he seems in a busy fuss)
Trundle the barrow and sweat at the spade.

Murphy makes sermons so fierce and hell-fiery,
Mothers miscarry and spinsters go mad.
Hayes pens his seven and twentieth diary,
Bodo´does not, there´s no time to be had.
Lund, ever youthful, well vizor´d and turban´d,
Robs hives of that honey which we are to sip
And we should live at peace but we harbour a serpent,
´tis calumny dropped from the Lapasture´s lip.

These are our notables though we have others,
Rigby alon would employ me till ten,
And I can but allude to two bivalves of brothers
The Splaines of the "North Pole", the Kerrs of the Den.
Of the first I´ll add so much, if they´ll not look daggers,
I fancy they´ll list in the cavalry soon–
For I think, as I see them swing by with such swaggers
That a Sib´s a Huzzar and that Bill´s a dragoon.

How blest is the man with a fireplace and scuttle!
His mate of the "Hamlet" sits cold in his cot.
The laybrothers´distinction of bedrooms is subtle:
Some "heating by piping" and some "piping hot".
Such are my thoughts of our folk and our domicile
Couched in plain language not meant to be rude;
And having thus been as good as my promise I´ll
Keep you no longer, and here I´ll conclude.






_____________

La poesía de Hopkins ha tenido varios traductores a la lengua castellana, con mayor o menor acierto. La tarea, objetivamente hablando, no es nada fácil, pues la escritura poética de Hopkins no sólo ofrece unas innovaciones métricas muy llamativas para la lírica inglesa de su tiempo, sino que su peculiar superposición de imágenes también dificulta la obtención de un texto castellano que tenga valor poético de verdad. Al lector no iniciado le recomendamos la pequeña antología bilingüe del poeta José Julio Cabanillas, Poemas (Sevilla, Ed. Renacimiento, 2001), de la que extraemos estos tres poemas.



Ramas de Fresno

Nada de lo que veo, rodando por el mundo, 
nutre más el espíritu o alienta hondas palabras
que un árbol con sus ramas abiertas hacia el cielo.
Estas ramas de fresno: si apretadas y firmes en invierno,
en tiernas crestas de  húmedas pestañas se despliegan
y anidan nuevas en los cielos altos.

Ellas tocan el cielo, tamborean; ¡cómo arañan sus garras
la espejeante bóveda enorme del invierno! Marzo en ellas
funde nieve y azul, y un hilo roto de verdor ajado.
Es nuestra vieja tierra aupándose, escalando a tientas
al escarpado cielo de quien nos ha engendrado.





Hurras por la cosecha

Ya termina el verano; ya en bárbara hermosura
en redor se levantan las gavillas.
Cómo va el viento. Qué amable compostura
las nubes de algodón. ¿Alguna vez formaron
más esponjosos, libres, ondulados
torbellinos de harina por los cielos?
Voy, me elevo, levanto el corazón, los ojos.
Miro toda esa gloria que en los cielos espiga al Salvador.
Y ojos, corazón, ¿qué miradas, qué labios
alguna vez os dieron, más exacta y ardiente,
respuesta a vuestro amor?
Y las lomas colgadas del azul son su hombro;
de Él, que sostiene con majestad el mundo,
robusto garañón, dulce, violeta.
Todo eso estaba aquí, mas no quien lo mirase.
Al reunirse los dos le nacen alas
al corazón y a Él corre, se levanta.
Toda la tierra es poca para alzarla a sus pies.  






El mar y la alondra

A mi lado dos sones muy viejos, inmortales.
A la derecha, olas rompen contra la playa
con un vaivén crispado o silencioso,
eterno mientras crezca la luna o se retire.

A izquierda, desde tierra, oigo subir la alondra.
Su alborotado, fresco acorde serpentea
en rizos, libre, y gira en remolinos, y derrocha
su música y la vierte, hasta agotarla toda y consumirse.

Ellos dos avergüenzan nuestra ciudad trivial.
Claman contra este tiempo turbio y sórdido.  
Y nosotros, orgullo de la vida y ansiosos de corona,

perdimos la alegría, el esplendor primero de la tierra.
Nuestro ajetreo y descanso se deshacen, y el polvo
deprisa fluye al barro original del hombre.









HERNÁN BRAVO VARELA TRADUCE A GERALD MANLEY HOPKINS:

LA VIRGEN BENDITA COMPARADA CON EL AIRE QUE RESPIRAMOS

Aire agreste, nodrizo aire del mundo
que por doquier me anida,
que las pestañas o el cabello
ciñe; que marcha a casa entreverando
el más delgado y delicadamente delineado
copo de nieve; que con derecho está
mezclado, incógnito, y se interna
en la vida de cada cosa mínima;
este preciso pero inagotable
y preocupado elemento;
mi más que los manjares y bebidas,
mi merienda cada vez que parpadeo;
aire que, por precepto de este paso,
mi pulmón debe tomar y tomar
para alentar ahora sus elogios,
me hace memoria en muchas formas
de aquélla que no sólo
diera a la infinidad de Dios
disminuida hasta la infancia
bienvenida en el vientre y en el seno,
salida, leche y todo lo restante
sino que alumbra cada gracia nueva
que ahora espera nuestra especie—
María Inmaculada,
mera mujer, pero
cuya presencia tiene poder
mayor que en muchas diosas
sonara o se soñara; quien
esta sola obra debe realizar—
deja pasar Su gloria,
gloria de Dios que habría de dar paso
por ella y desde ella fluir
total, y de este modo únicamente.
Yo digo que nosotros estamos navegados
por todas partes de misericordia
como si fuese aire; lo mismo
con María, más de nombre.
Ella, rabiosa red, realzada túnica,
cubre al planeta pecador
desde que Dios dejó que dispensase
Su providencia con plegarias:
no, mucho más que limosnera,
es ella el dulce ser de la limosna
y los hombres deben honrarla compartiendo
su vida cual la vida con el aire.
Si lo he entendido bien,
ella manda maternidad altísima
sobre toda nuestra fantasmal fortuna
y lanza con gracia su parte
en torno al corazón latente de los hombres,
aplastando, como diluvio delicado de aire,
la danza del desahucio en su sangre;
aunque ninguna parte que no sea
sino de Cristo nuestro Salvador.
Él tomó de ella su carne:
la toma cada vez más nueva y nueva,
si bien mucho el misterio es cómo,
ya no carne sino espíritu
y erige, ¡oh Excelente!
nuevas Nazaret en nosotros,
donde ella está por concebirlo aún
de mañana, de tarde y por la noche;
nuevos Belén, y él brote
allí, de tarde, noche y de mañana—
—Belén o Nazaret,
aquí los hombres muestren respirar
más Cristo y rechazar la muerte;
quien, así nacido, viene a hacerse
un nuevo ser y un yo más noble
en uno y cada uno
muestra más, cuando termina todo,
ser el hijo de Dios y de María.
Miren de nuevo arriba
cómo el aire es azul;
¡oh cómo! No hagan nada sino estar
donde se pueda levantar la mano
al firmamento: espeso, espeso lame
los cuatro huecos que hay entre los dedos.
Pero tal sacudida de zafiro,
cargado, saturado cielo, no
manchará la luz. Sí, asómbrense:
no causa ningún daño.
Los días de un azul cristal son ésos
en que cada color brilla,
cada silueta y sombra sale.
Azul sea: este cielo azul
el siete o siete veces siete
matizado rayo de sol habrá de transmitirlo
perfecto, sin alteraciones.
O si allí se asoma suave,
en cosas cautas, altas,
repunta los respiros, por un respiro más
la Tierra es la que triunfa en atractivo.
Si el aire no creara
este alud de azul y apagase
su fuego, se sacudiría el sol,
enojada y enceguecida esfera
envuelta en negrura, y todas
las densas estrellas rodarían enrollándolo,
parpadeando cual pizcas de carbón,
magma de cuarzo o centellas de sal
en mugrienta y vasta bóveda.
Así Dios fue dios de antiguo:
una madre compareció para moldear
esos miembros que son, como los nuestros,
lo que deben dejar a nuestra estrella matutina
mejor amada por el hombre;
cuya gloria desnuda cegaría
o alcanzaría al menos la inteligencia de los individuos.
Por medio de ella podemos verlo a él
más dulce, no apagado,
y la mano de la madona libra la luz
cernida para sentarle a nuestros ojos.
Sé entonces tú, oh tú tierna
Madre, mi atmósfera;
mi dichoso mundo, donde
siga el camino sin encontrar pecado;
sobre mí, en derredor, yaz
enfrentando mis ojos entornados
a un sabroso y suave cielo;
agítate en mi oído, habla allí
del amor de Dios, oh dinámico aire,
de paciencia, penitencia y plegaria:
materno aire del mundo, aire indómito,
embalado contigo, aislado en ti,
dale techo a tu hijo, corta el trecho.


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