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miércoles, 7 de noviembre de 2012

ELSE LASKER-SCHÜLER [8415]





Else Lasker-Schüler fue una escritora y poetisa alemana, cuyo verdadero nombre era Elizabeth Lasker-Schüler, nacida el 11 de febrero de 1869 en Elberfeld (hoy Wuppertal) y fallecida el 22 de enero de 1945 en Jerusalén.
Última de seis hermanos, fue hija del banquero Aaron Schüler y su esposa Jeanette Kissing (figura central de sus poesías). Como niña prodigio, a los 4 años ya sabía leer y escribir. A los 11 años comenzó a asistir al Liceo West an der Aue.
Poco después la tragedia familiar se instaló en su vida pues en 1894 fallecería su muy cercano hermano Paul, en 1890 su madre y en 1897 su padre.
En 1894 se casó con el médico Berthold Lasker Jonathan, hermano del campeón mundial de ajedrez Emanuel Lasker, y se mudó a Berlín en 1895 donde permaneció hasta 1933.
En 1903 se divorció y se casó con el escritor Georg Lewin.1 Después de la separación de Georg Lewin en 1910 se encontraba sin ingresos propios, viéndose en la situación de tener que vivir gracias al apoyo de amigos, en particular, Karl Kraus. En 1912 conoció a Gottfried Benn con quien mantendría una profunda amistad, y le dedicaría varios poemas de amor.
En 1927 su hijo Pablo murió de tuberculosis dando comienzo a una profunda crisis emocional. A pesar de haber ganado en 1932 el Premio Kleist el 19 de abril de 1933 emigró a Zúrich, después de las amenazas y los ataques violentos del partido nazi. Viajó al Mandato Británico de Palestina en 1934 y 1937. En 1938 su nacionalidad alemana fue revocada y en 1939 hizo su tercer viaje a Palestina. Debido al estallido de la Segunda Guerra Mundial se le imposibilitó regresar a Suiza. En 1944 enfermó gravemente, falleciendo finalmente a causa de un ataque al corazón. Fue enterrada en el Monte de los Olivos en Jerusalén.

OBRA:

Else Lasker-Schüler produjo una obra importante compuesta de poemas, tres obras de teatro, cartas (El malik (1919), una serie de cartas ficticias escritas a Franz Marc, fallecido en la Primera Guerra Mundial)2 y numerosos dibujos. Durante su vida, sus poemas fueron publicados en varias revistas como Der Sturm y Die Fackel de Karl Kraus. Fue criticada con rigurosidad por el escritor checo Franz Kafka. Algunos de sus títulos son:

Styx (1902)
Siebente Der Tag (1905)
Las noches de Tino de Bagdad (1907)
Meine Wunder (1911)
Abraham und Isaak,4 dentro de Hebräische Balladen (Baladas hebreas, 1913)
Gesammelte Gedichte (1917)
Klavier mein Blaues (Mi piano azul, 1943)

Cartas

El malik (1919)

Teatro

Los Wupper (1910)
Arturo Aronymus y sus padres (1932)
Yoyyo , (edición póstuma, 1980) 








A Giselheer* joven

De mi pestaña cuelga una estrella,
Hay tanto resplandor
Cómo voy a dormir

Y quiero jugar contigo,
No tengo patria
Jugamos a rey y príncipe.

*"Giselheer" , "Nibelungo" o el "Bárbaro", fueron los nombres 
con los cuales llamaba Else  a Gottfried Benn, con quien tuvo 
una relación sentimental que dejó una honda huella en sus poemas.

Versión de Sonia Almau




A Giselheer pagano

Lloro,
Mis sueños caen en el mundo.

En mi oscuridad
No se aventura ningún pastor.

Mis ojos no muestran el camino
Como las estrellas.

Siempre mendigo ante tu alma;
¿Lo sabes?

Ojalá fuera ciega 
Pensaría entonces que descanso en tu cuerpo.

Todas las flores pondría
Junto a tu sangre.

Soy tantas
Nadie puede arrancarme;

Ni llevarse mis prendas
A casa.

Quiero mostrarme a ti muy tiernamente;
Ya sabes nombrarme.

Mira mis colores,
Negro y estrella

Y no quieras el frío día,
Tiene un ojo de cristal.

Todo está muerto,
Sólo tú y yo no

Versión de Sonia Almau




A Giselheer rey

Estoy tan sola
Ojalá encontraras la sombra 
De un corazón dulce.

O alguien
Me regalara una estrella

Siempre lo cogían
Los ángeles al vuelo
Así, de un lado a otro.

Tengo miedo
De la tierra negra
¿Cómo puedo salir?

Desearía ser enterrada
En las nubes,
Dondequiera que crezca el sol,

Te quiero tanto
¿Tú a mí también?
Dímelo entonces...

Versión de Sonia Almau




Creo que nunca más volveremos a vernos...

Creo que nunca más volveremos a vernos,
La mañana esconde su ojo ante mí.

He estado demasiado tiempo arrodillada
Ante tu silencio crepuscular.

Oh, nuestros labios ansían juegos 
Florecientes nos hubiéramos besado bajo las grandes estrellas.

Velos fúnebres envuelven
Los elementos del cielo resplandecientes de oro.
Creo que nunca más volveremos a vernos.

Versión de Sonia Almau




Detrás de los árboles me oculto

Hasta que mis ojos dejen de llover,

Y los mantengo profundamente cerrados,
Para que nadie mire tu imagen.

Y enlacé mis brazos en torno a tí
Como pámpanos.

Si unida a ti estoy estrechamente,
¿Por qué me arrancas de ti?

Te regalé la flor
De mi cuerpo,

A todas mis mariposas
Ahuyenté hacia tu jardín.

Siempre caminé a través de granadas,
A través de tu sangre vi

Al mundo por todas partes arder
De amor.

Pero ahora golpeo con mi frente
Ensombreciendo las paredes de mi templo.

Oh, tú, funámbulo tramposo,
Tú dejaste una cuerda floja.

Qué fríos me son todos los saludos,
Yace desnudo mi corazón,

Mi barco rojo
Late con espanto.

Estoy siempre en el mar
y ya no tomaré tierra.

Versión de Sonia Almau





Escucha

"Ultima canción a Giselheer*"

Robo en las noches
Las rosas de tu boca,
Que ninguna mujer te beba.

La que te abraza
Me arranca lo que en mi sobrecogimiento
Pinté en torno a tus miembros.

Soy el borde de tu camino
La que te roza
cae desde lo alto.

¿Sientes mi vida entera
Por todas partes
Como orla distante?

Versión de Sonia Almau




Estoy triste

Tus besos oscurecen, sobre mi boca.
Ya no me quieres.

¡Y cómo viniste!
Azul a causa del paraíso;

En torno a tus más dulces fuentes
Revoloteó mi corazón.

Ahora quiero maquillarlo,
Igual que las prostitutas
Colorean de rojo la rosa marchita de sus caderas.

Nuestros ojos están entornados,
Como cielo agonizante 

Ha envejecido la luna.
La noche ya no despertará.

Apenas te acuerdas de mí.
¿A dónde iré con mi corazón?

Versión de Sonia Almau




Mi piano azul

Tengo en casa un piano azul 
Aunque no sé ninguna nota.

Está a la sombra de la puerta del sótano,
Desde que el mundo se enrudeció.

Tocan cuatro manos de estrella
-La mujer-luna cantó en la barca-,
Ahora bailan las ratas en el teclado.

Rota está la tapa del piano...
Lloro a la muerta azul.

Ah, queridos ángeles, abridme
-Comí del pan amargo-
A mí con vida la puerta del cielo-
Incluso contra lo prohibido.

Versión de Sonia Almau




Obertura

Nos separamos en el preludio del amor...
En mi corazón resplandecía aún clara tu palabra,
Y callados fuimos extinguiéndonos en el torbellino urbano,
Bajo el velo de la tarde del turbio septiembre
En un sollozante acorde.
Así en la breve obertura de amor
Nos esfumamos de esta tierra
A través de paraísos hasta las puertas del cielo-
Y no fueron necesarios los juramentos de amor eterno
Ni los besos del azul y mágico crimen.

Versión de Sonia Almau




Resignación

Abrázame maternal y suave,
y muéstrame el reino celeste,
Tú noche soñadora;
Y haz descansar mis pesares,
~ Ocultos en tu regazo ~
Sobre rosas y sobre hojas de plata
En el profundo polvo de la tierra.

En la luz crepuscular, en el brillo crepuscular
Se pulverizan tus ensueños
En la suntuosidad azul de las nubes.
Me preparo para la batalla del día.
Y ansío la noche eterna.
Para derretirme silenciosamente en el rojo de la tarde,
En tu brazo de salvador, muerte.

Versión de Sonia Almau




Sueño tan en silencio contigo

Siempre vienen por la mañana colores dolientes,
Son como tu alma.

Oh, tengo que pensar en ti,
Y por todas partes florecen ojos tan tristes.

Y te hablé de grandes estrellas,
Pero tú mirabas a la tierra.

Noches crecen de mi cabeza,
No sé a dónde ir.

Sueño tan en silencio contigo- 
Blanca cuelga ya la seda sobre mis ojos.

Por qué no has dejado
La tierra en torno a mí- dí

Versión de Sonia Almau




Sulamita

¡Oh, yo he aprendido en tu dulce boca
a conocer tanto de las bienaventuranzas!

Ya siento los labios de Gabriel
ardiendo sobre mi corazón...

Y la nube de la noche se bebe
mi profundo sueño de cedro.

¡Oh, cómo me hace señas tu vida!

Y yo me consumo
con floreciente dolor de corazón
y me desvanezco en el espacio del mundo,
en el tiempo,
en la eternidad,
y mi alma se extingue en los colores de la noche
de Jerusalén.

Versión de L.S.





Tarde

Pálidas están mis ganas de vivir, ...
Caí tan sola sobre la tierra,
Nunca ha sabido un hombre de dónde vine,
Sólo tú, pues algún día me uniré contigo.

Las bahías me rodean desde lejos,
Todas las cosas las vivo en la espuma.
El hombre que hostil me persigue, se estrella.
Y sé sólo de él en el sueño.

Y así vivo la creación de este mundo,
En la tierra ya liberada de su cáscara.
Y tú, la estrella, que del alto cielo cae,
Se entierra profundamente en el valle de mi corazón.

La tarde oscurece mucho mi sangre,
Vetea atormentada mi alma cansada.
Desnuda asciende de nuevo desde la marea anterior al mundo
Y teme que encarnada aquí en la tierra se equivoque.

Y lo que el día, antes de despertar,
Se perdió de la aurora...
Se lo ofrece el soñador juego de imágenes nocturnas
En tejidos multicolores.

Me traen lejanas manos a casa
Un piadoso ramo de hoces amarillas.
La manecilla anda silenciosa por la esfera
Del reloj de sol, que oro de mi vida tiene.

Versión de Sonia Almau




Viene la noche

Viene la noche y me sumerjo en las estrellas,
Para no olvidar en el alma el camino a casa
Pues se enlutó hace mucho tiempo mi pobre país.

Descansan nuestros corazones emparentados de amor,
Emparejados en una cáscara:
Blancas almendras-

Sé que tienes, como antes, mi mano
Encantada en la eternidad de la lejanía...
Ah, mi alma crujió cuando me lo confesó tu boca.

Versión de Sonia Almau





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