Martín Rodríguez-Gaona (Lima, 1969) es un poeta, ensayista y traductor peruano.
Se licenció en Comunicaciones en la Universidad de Lima. Tras estudiar un máster en 1998 en Estados Unidos (Bowling Green State University, Ohio, 1998) se instaló en España, donde fue becario de creación en la Residencia de Estudiantes de Madrid (1999-2001), institución en la que trabajó después como gestor cultural hasta 2005. Durante este tiempo, organizó lecturas y conferencias de poetas como Seamus Heaney, Jorge Eduardo Eielson, José Watanabe, Antonio Gamoneda, Daniel Samoilovich y John Giorno.
En 2010 ganó la beca internacional de creación poética «Antonio Machado» de Soria. Como resultado de su estancia en esta ciudad, escribió el poemario Codex de los poderes y los encantos (2011)
Poesía
Su obra poética se ha publicado en revistas literarias (entre otras: Calamar, revista de creación; Lateral; Eñe. Revista para leer; Quimera; Matador; ABCD, suplemento literario del diario ABC; Riff-Raff; RevistAtlántica; etc.) y sus libros en Ediciones de los Lunes y Ediciones del Santo Oficio (Perú) y Pre-Textos y Olifante (España).
La poesía de Martín Rodríguez-Gaona figura en las antologías Festivas formas de Eduardo Espina (Medellín: Universidad de Antioquía, 2009) y Los relojes se han roto: poesía peruana de los noventa. (Guadalajara: Ediciones Arlequín, 2005), y ha sido analizada en el estudio En la comarca oscura. Lima en la poesía peruana 1950-2000 (Fondo Editorial de la Universidad de Lima, 2006).
Ensayo
Su ensayo Mejorando lo presente. Poesía española última. Posmodernidad, humanismo y redes (Caballo de Troya, 2010) es una obra de referencia para conocer la nueva poesía española, desde la perspectiva de los cambios de paradigmas estéticos y filosóficos. Según Jara Calles: Rodríguez-Gaona propone como nexo entre estos poetas una preocupación explícita por el lenguaje y el cuestionamiento de los límites de lo artístico; apuntando al mismo tiempo "una nueva relación entre el creador y el público" y una forma distinta de trabajo con lo verbal, que puede ir desde la performance a la creación (bajo demanda) en blogs y espacios digitales, intervenciones públicas, etc. Superando de este modo el formato tradicional del libro y proponiendo otro tipo de experiencias, digamos, poliestéticas." (Jara Calles, Afterpost). Mejorando lo presente fue seleccionado como uno de los 10 libros de 2010 según la revista Quimera (n.º 325, Barcelona, diciembre de 2010).
Traducción
Como traductor de poesía estadounidense su obra incluye versiones de Gertrude Stein, Jack Spicer y Alice Notley, y libros como La sabiduría de las brujas de John Giorno (DVD, 2008) y Pirografía: Poemas 1957-1985 (Visor, 2003), una selección de los primeros diez libros de John Ashbery.
Edición
Como editor ha publicado libros para el Fondo de cultura económica de México (la antología Honor de los vencidos de Luis Antonio de Villena) y la Residencia de Estudiantes de Madrid (la serie de audiolibros «Poesía en la Residencia», con la voz de Jaime Gil de Biedma, José Ángel Valente, Olga Orozco, Gonzalo Rojas, Blanca Varela, etc.).
Bibliografía
Poesía
Efectos personales. Ediciones de los Lunes, 1993.
Pista de baile. Zaragoza: Eclipsados, 2008 [Primera edición: Lima: Ediciones El Santo Oficio, 1997]
Parque infantil. Valencia: Pre-Textos, 2005
Codex de los poderes y los encantos. Tarazona: Olifante, 2011
Traducciones
ASHBERY, John: Pirografía: Poemas 1957-1985. Madrid: Visor, 2003.
GIORNO, John: La sabiduría de las brujas. Barcelona: DVD, 2008.
GIORNO, John: Me he resignado a quedarme aquí. Lima: Lustra, 2011.
Ensayo
En torno a la posmodernidad y la muerte del posmodernismo. Colmenar Viejo: Amargord, 2007. ISBN 13: 978-84-87302-42-8.
Mejorando lo presente. Poesía española última: posmodernidad, humanismo y redes. Madrid: Caballo de Troya, 2010.
De Pista de baile (El Santo Oficio, Lima, 1997)
METEOROLOGIA Y AMOR
No soy alguien a quien mirar,
soy un hombre para sentir
y no me gusta estar solo. Así que tranquila,
no pongas cara de miedo,
la que tienes siempre no está mal.
Y si me acusan de hablarte sólo a ti
no sabría defenderme
pero también me agradan otros mundos
aunque es difícil explicarlo.
Quisiera, algún día, compartir
un té de frambuesa y galletas de vainilla,
una película hindú, dos niñas coquetas
arrebatándose un polo de algodón
que diga: "Difícil ser una mujer
difícil", un concierto con David Byrne
y Celia Cruz -
También una invitación a tu cumpleaños
y al de todos tus hermanos, amigos
y conocidos.
Es tan especial el ser tímido
y estar en situaciones en las que dejas de serlo
es como que, de pronto, poco importe
estar equivocado
y lo que es mejor, que esto a nadie
le haga daño -
Es el poder admitir como única certeza
que en la ciudad en que vivimos
Dios acontece los sábados por la mañana
cuando llueve.
METEOROLOGIA Y AMOR
No soy alguien a quien mirar,
soy un hombre para sentir
y no me gusta estar solo. Así que tranquila,
no pongas cara de miedo,
la que tienes siempre no está mal.
Y si me acusan de hablarte sólo a ti
no sabría defenderme
pero también me agradan otros mundos
aunque es difícil explicarlo.
Quisiera, algún día, compartir
un té de frambuesa y galletas de vainilla,
una película hindú, dos niñas coquetas
arrebatándose un polo de algodón
que diga: "Difícil ser una mujer
difícil", un concierto con David Byrne
y Celia Cruz -
También una invitación a tu cumpleaños
y al de todos tus hermanos, amigos
y conocidos.
Es tan especial el ser tímido
y estar en situaciones en las que dejas de serlo
es como que, de pronto, poco importe
estar equivocado
y lo que es mejor, que esto a nadie
le haga daño -
Es el poder admitir como única certeza
que en la ciudad en que vivimos
Dios acontece los sábados por la mañana
cuando llueve.
ESCENA DE MISTICISMO MUNDANO
Yo podría decirte que mi nombre es Jueves
si es que tú, por ese día, nacieras en mí.
No logro dejar de hablar de tus modales
ocultando el sol,
me persigue el resplandor de lo negado,
espléndido resplandor,
debes tener perfil de nube
para estar tan serena en las alturas.
Y, ¿ serás una virgen ?, o simplemente
aquella maldición de la belleza en un barrio
de hambre.
Este es un tono demasiado intimista
para los muertos que se apilan mientras tú
compras el pan.
El deseo es un gato que rueda escaleras
y ni siquiera muestra una garra para evitar
que lo pateen,
no cruces la pista, no entres en tu casa,
después de una visión como la tuya
por la mañana,
quién responderá si es que no logro resignarme.
Yo podría decirte que mi nombre es Jueves
si es que tú, por ese día, nacieras en mí.
No logro dejar de hablar de tus modales
ocultando el sol,
me persigue el resplandor de lo negado,
espléndido resplandor,
debes tener perfil de nube
para estar tan serena en las alturas.
Y, ¿ serás una virgen ?, o simplemente
aquella maldición de la belleza en un barrio
de hambre.
Este es un tono demasiado intimista
para los muertos que se apilan mientras tú
compras el pan.
El deseo es un gato que rueda escaleras
y ni siquiera muestra una garra para evitar
que lo pateen,
no cruces la pista, no entres en tu casa,
después de una visión como la tuya
por la mañana,
quién responderá si es que no logro resignarme.
De Parque infantil (Pre-Textos, Valencia, 2005)
El sol cae con la dedicación de los jóvenes al balón -
¿ Quién era yo esa tarde ? El Doctor Sócrates,
Rummeningge, nuevas tácticas aprendidas en las revistas
y en las transmisiones de la Bundesliga,
" Eso sí es fútbol ". Los cambios se habían dado
repentinamente
- así creíamos - de ser un cumplido defensa, camiseta número 2,
a no perdonar a un portero su compromiso con la noche.
Mis piernas cansadas, mi emoción limpia,
mientras chiquillas observaban desde sus ventanas
eligiendo cuál de nosotros se parecía más
a eso que ninguno era. Sudábamos mucho
y juntos corríamos por ese balón
sorteando piernas, empujones o caricias, siempre
con una sonrisa
y prestas palabras feroces en los labios.
Qué número llevaba esa tarde en mi espalda,
esas innumerables tardes
en las que sin mediar palabra, gesto o esfuerzo
aquella mirada sonreía desde la esquina
antes de abandonar el parque
y yo corría con permiso de mis compañeros
a decirte " vamos ganando " y a darte un beso,
Viejo.
El sol cae con la dedicación de los jóvenes al balón -
¿ Quién era yo esa tarde ? El Doctor Sócrates,
Rummeningge, nuevas tácticas aprendidas en las revistas
y en las transmisiones de la Bundesliga,
" Eso sí es fútbol ". Los cambios se habían dado
repentinamente
- así creíamos - de ser un cumplido defensa, camiseta número 2,
a no perdonar a un portero su compromiso con la noche.
Mis piernas cansadas, mi emoción limpia,
mientras chiquillas observaban desde sus ventanas
eligiendo cuál de nosotros se parecía más
a eso que ninguno era. Sudábamos mucho
y juntos corríamos por ese balón
sorteando piernas, empujones o caricias, siempre
con una sonrisa
y prestas palabras feroces en los labios.
Qué número llevaba esa tarde en mi espalda,
esas innumerables tardes
en las que sin mediar palabra, gesto o esfuerzo
aquella mirada sonreía desde la esquina
antes de abandonar el parque
y yo corría con permiso de mis compañeros
a decirte " vamos ganando " y a darte un beso,
Viejo.
Tengo que aprender a no nombrarte
y llegar así a mirar tus ojos
sin buscar sorpresa,
confiado en algo tan lento y silencioso
que fluya en nuestra sangre
desde ayer y para siempre.
Los colores del cuarto en que crecimos
han cambiado
pero seguimos habitando
sus mismos reflejos:
Tu imagen me asalta
en el desayuno,
bienvenido seas
a mi mesa.
Entre las palabras espero
un rastro que sea sólo mío
o una voz más parecida a la tuya-
Y todo seguirá siendo este calmo desorden,
la mejor prueba de nuestro amor.
y llegar así a mirar tus ojos
sin buscar sorpresa,
confiado en algo tan lento y silencioso
que fluya en nuestra sangre
desde ayer y para siempre.
Los colores del cuarto en que crecimos
han cambiado
pero seguimos habitando
sus mismos reflejos:
Tu imagen me asalta
en el desayuno,
bienvenido seas
a mi mesa.
Entre las palabras espero
un rastro que sea sólo mío
o una voz más parecida a la tuya-
Y todo seguirá siendo este calmo desorden,
la mejor prueba de nuestro amor.
LA ETERNIDAD ESTÁ ENAMORADA
DE LOS FRUTOS DEL TIEMPO
Eran los muebles de paja que primero compraron
pero el televisor Philips todavía funcionaba.
Mi hermana seguía durmiendo o ni siquiera
había llegado, la transmisión era en blanco y negro
mas la pared era azul
y teníamos los rostros iluminados.
Intenté moverme de un extremo a otro del sofá
( ¿ Se dice sofá a un mueble de paja ? ) y ese movimiento
reproducía las miles de piruetas que yo gustaba en la televisión
y que sigo imitando hasta hoy. Sus miradas eran expectantes
sólo apaciguadas por mis risas y alguno de mis pintorescos
pijamas-
Entonces caí y fue cosa de segundos
pero en aquellos segundos vi las cosas
como nunca las volveré a ver jamás: Esas lámparas
pegadas al techo, los muñequitos dibujados en los cuadros,
los cientos de historias que escondían los estantes,
los ojos y las manos de él, la sonrisa escandalosa de ella,
todo centelleando en distintos colores y a toda prisa:
La eternidad en el chirrido de unos muebles de paja.
Y así, una vez más, lloré, habiendo descubierto que no
había cambiado de lugar, que no había pasado nada. Y mis lágrimas
que hasta ese tiempo habían sido niñas
de pronto fueron de felicidad.
Tampoco ellos usaron palabras. Me abrazaron
haciéndome sentir que tenía
algo entre manos. Algo más grande que el final
de la vida
o el propio inicio de la muerte.
Fascinado por imágenes de destrucción y belleza
industrializadas
pienso en mis padres, en sus vidas simples,
y con esta mentira encuentro el ritmo
que conduce mis preguntas al más imperturbable
silencio -
Tener amigos, perderlos,
en una fiesta de año nuevo
emborracharse hablando del pasado,
los hijos ( que aún no llegan )
los padres ( que ya no están )
y saber, aunque sólo para uno mismo,
que nada puede ser mejor en este instante.
Las luces que desde una alta ventana
se encienden y apagan como el parpadeo de
un Dios coqueto
demuestran, que aunque seas siempre un inconforme,
quizá no hayas perdido del todo
ese don que dejó en ti el amor.
FASCINADO POR imágenes de destrucción y belleza
industrializadas
pienso en mis padres, en sus vidas simples,
y con esta mentira encuentro el ritmo
que conduce mis preguntas al más imperturbable
silencio.
Tener amigos, perderlos,
en una fiesta de año nuevo
emborracharse hablando del pasado,
los hijos (que aún no llegan)
los padres (que ya no están)
y saber, aunque sólo para uno mismo,
que nada puede ser mejor en este instante.
Las luces que desde una alta ventana
se encienden y apagan como el parpadeo de
un Dios coqueto
demuestran, que aunque seas siempre un inconforme,
quizá no hayas perdido del todo
ese don que dejó en ti el amor.
DE LOS FRUTOS DEL TIEMPO
Eran los muebles de paja que primero compraron
pero el televisor Philips todavía funcionaba.
Mi hermana seguía durmiendo o ni siquiera
había llegado, la transmisión era en blanco y negro
mas la pared era azul
y teníamos los rostros iluminados.
Intenté moverme de un extremo a otro del sofá
( ¿ Se dice sofá a un mueble de paja ? ) y ese movimiento
reproducía las miles de piruetas que yo gustaba en la televisión
y que sigo imitando hasta hoy. Sus miradas eran expectantes
sólo apaciguadas por mis risas y alguno de mis pintorescos
pijamas-
Entonces caí y fue cosa de segundos
pero en aquellos segundos vi las cosas
como nunca las volveré a ver jamás: Esas lámparas
pegadas al techo, los muñequitos dibujados en los cuadros,
los cientos de historias que escondían los estantes,
los ojos y las manos de él, la sonrisa escandalosa de ella,
todo centelleando en distintos colores y a toda prisa:
La eternidad en el chirrido de unos muebles de paja.
Y así, una vez más, lloré, habiendo descubierto que no
había cambiado de lugar, que no había pasado nada. Y mis lágrimas
que hasta ese tiempo habían sido niñas
de pronto fueron de felicidad.
Tampoco ellos usaron palabras. Me abrazaron
haciéndome sentir que tenía
algo entre manos. Algo más grande que el final
de la vida
o el propio inicio de la muerte.
Fascinado por imágenes de destrucción y belleza
industrializadas
pienso en mis padres, en sus vidas simples,
y con esta mentira encuentro el ritmo
que conduce mis preguntas al más imperturbable
silencio -
Tener amigos, perderlos,
en una fiesta de año nuevo
emborracharse hablando del pasado,
los hijos ( que aún no llegan )
los padres ( que ya no están )
y saber, aunque sólo para uno mismo,
que nada puede ser mejor en este instante.
Las luces que desde una alta ventana
se encienden y apagan como el parpadeo de
un Dios coqueto
demuestran, que aunque seas siempre un inconforme,
quizá no hayas perdido del todo
ese don que dejó en ti el amor.
FASCINADO POR imágenes de destrucción y belleza
industrializadas
pienso en mis padres, en sus vidas simples,
y con esta mentira encuentro el ritmo
que conduce mis preguntas al más imperturbable
silencio.
Tener amigos, perderlos,
en una fiesta de año nuevo
emborracharse hablando del pasado,
los hijos (que aún no llegan)
los padres (que ya no están)
y saber, aunque sólo para uno mismo,
que nada puede ser mejor en este instante.
Las luces que desde una alta ventana
se encienden y apagan como el parpadeo de
un Dios coqueto
demuestran, que aunque seas siempre un inconforme,
quizá no hayas perdido del todo
ese don que dejó en ti el amor.
LO QUE ENTIENDE Y NO ENTIENDE MI AMIGA OBSERVANDO
UN ALFA ROMEO
No encontraba nada detrás de esas formas
y me lo había dicho.
Pude recordar: las líneas, las texturas
son el alma de las cosas, si existe algo
estará en el objeto.
Sonrió. Lentamente se puso a mi costado
y hablamos de motores.
UN ALFA ROMEO
No encontraba nada detrás de esas formas
y me lo había dicho.
Pude recordar: las líneas, las texturas
son el alma de las cosas, si existe algo
estará en el objeto.
Sonrió. Lentamente se puso a mi costado
y hablamos de motores.
AQUEL DIOS CUYO NOMBRE ES LEJANÍA
Un jubilado convence gritando:
“Tendremos que tomar medidas”
El botellón en la mano y oscuras chupas de cuero:
Intentan olvidar un barrio de protección social,
El paisaje naranja, los edificios repetidos, nuevas
áreas verdes
dispuestas al compás de inmensas autopistas,
quien sabe cual conduciendo hacia el dolor.
La noche en que llegaron buscabas sólo
aventuras de cine, la periferia del centro,
un lugar para tu viejo automóvil en el cruce
entre la calle del Barco y la del Desengaño.
Mira al cabrón,
cómo está dándole: pinta la sangre tío,
qué roja la tiene, mola
mucho más que en la pantalla.
No hay razas ni gente bella, solo rencor
Al saberse utilizados. Muchachos de casacas negras,
Tatuajes, pendientes en las fosas nasales,
Audífonos en las orejas, heridas
en el corazón.
Un jubilado convence gritando:
“Tendremos que tomar medidas”
El botellón en la mano y oscuras chupas de cuero:
Intentan olvidar un barrio de protección social,
El paisaje naranja, los edificios repetidos, nuevas
áreas verdes
dispuestas al compás de inmensas autopistas,
quien sabe cual conduciendo hacia el dolor.
La noche en que llegaron buscabas sólo
aventuras de cine, la periferia del centro,
un lugar para tu viejo automóvil en el cruce
entre la calle del Barco y la del Desengaño.
Mira al cabrón,
cómo está dándole: pinta la sangre tío,
qué roja la tiene, mola
mucho más que en la pantalla.
No hay razas ni gente bella, solo rencor
Al saberse utilizados. Muchachos de casacas negras,
Tatuajes, pendientes en las fosas nasales,
Audífonos en las orejas, heridas
en el corazón.
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