Manuel Alonso Alcalde (Valladolid, 1919-Madrid 1990). Estudia en Valladolid, en el colegio de Nuestra Señora de Lourdes, donde coincide con Miguel Delibes y Enrique Gavilán, y en cuya revista publica sus primeras colaboraciones. Finalizados los estudios secundarios, marcha a Barcelona donde viviría los horrores de la Guerra Civil. En 1945, ingresó en el Cuerpo Jurídico Militar, siendo destinado primero a Valladolid y posteriormente a Ceuta.
En 1941, publica en la revista “Albor” el breve poemario Los mineros celestiales. En 1945, pone en marcha, junto a Luis López Anglada y Arcadio Pardo, la revista de poesía “Halcón”. En 1948, publica el libro Hoguera viva.
Durante más de cuarenta años colabora en las páginas de El Norte de Castilla. Escribe también para publicaciones como ABC o Ya. Su faceta como creador es sumamente prolífica cultivando todos los géneros: poesía, novela y teatro. Su labor como dramaturgo le valió el premio Ateneo de Madrid en 1969, el Windsor de Barcelona en 1967, el Ciudad de Montevideo en 1969 o el Ciudad de Palma de Mallorca en 1977. Con su obra narrativa obtuvo el Premio Sésamo, el Ciudad Condal y el Hucha de Oro. Algunas de sus obras han sido traducidas al catalán, francés, inglés y ruso.
BIBLIOGRAFÍA
POESÍA
Los mineros celestiales (1941). Editado en la revista Albor.
Hoguera viva (1948) Lib. Santarén (Tip.Cuesta).
Ceuta del mar (1960). Inst. Nacional de Enseñanza Media de Ceuta.
Antología íntima (1964). Taurus Osca.
Encuentro (1965). Inst. Nacional de Enseñanza Media de Ceuta.
Mirando al otro allí (1988). Rialp.
NARRATIVA
Unos de por ahí (1966) LNP. (1970) Alfaguara.
Se necesita un doble (1967). Editora Nacional.
Cuentos y más cuentos (1970). Doncel. Narrativa infantil y juvenil.
El hecho de vivir (1977). Ediciones del centro.
Noche de gatos y bombas (1979) Caja de Ahorros de Alicante y Murcia.
Uve X5 antes Mostacilla. La cabaña de la noche (1990). Everest. Narrativa infantil y juvenil.
Cómprame un caballo (1989, 1993). Ediciones San Pablo. Narrativa infantil y juvenil.
TEATRO
El país sin risa (1977). Doncel.
El país sin risa y cuatro piezas más. (1976). Doncel.
El país sin risa; El héroe (1989). Obra Cultural de la Caja de Ahorros Popular de Valladolid.
El agua en las manos y Golpe de estado año 2000 (1972). Espelicer.
Y no llegó la paz. Jaime Vidal (2007). Publicación de la Asociación de Directores de Escena.
A contraluz subías
A contra luz subías; lentamente
ibas subiendo a contraluz; subías
milímetro a milímetro, como una
mazorca de maíz, doradamente,
y tu corporeidad, al remontarse,
resbalaba su sombra por los rostros
de los que habían ido a despedirte.
Eran las ocho en punto de la tarde,
justo empezando a anochecer. Subías
despacio, retrasando los adioses
últimos; ascendías gota a gota
lo mismo que la savia por las vides.
Tú hacia lo alto, colgado por los hombros
de la barquilla de tu globo de oro,
y ellos, allí, en el suelo, los que habían
compartido contigo su tartera.
Eran los mismos, los de siempre. Y tristes:
jornaleros, mineros, pescadores,
peones, emigrantes -los de siempre-,
viendo tu remontar irremediable.
Los de siempre, los tuyos, contemplando
tus alpargatas, tu mahón gastado
de carpintero. Que te ibas, ellos
se quedaban allí sin comprenderlo,
con miedo, como niños, de la vida.
[Incluido en Al celebrar tu memoria.
Poesía para domingos y fiestas
(Sal Terrae, Santander, 2005, selecc. de Casiano Floristán).]
CON ESTA VOZ
Con esta voz ardiente te he llamado,
con esta voz, con esta viva hoguera.
Así todo mi amor, mi voz entera,
clama con un anhelo apasionado.
Clama por ti, te busco enamorado
con mi total, con mi febril ceguera;
voy buscando tu hermosa primavera
como un viento a seguirte destinado.
Amarte no es soñar una mirada,
es buscar una sombra eternamente;
es buscarte con voz desesperada.
Es seguirte, tenaz como un lamento,
ir diciendo tu nombre ardientemente
y agotando mis voces en el viento.
CERTERO AMOR
Fluye todo mi ser a tu mirada,
suena toda mi gvoz ardientemente,
y va todo mi anhelo a ti, impaciente,
con una fuerza viva y obstinada.
Como una piedra sola, despeñada,
voy, amando, hacia ti tan locamente,
que el corazón, ya de rodar caliente,
toma una tierna forma inesperada.
Esto es amor, radiante de locura,
hermoso en la mirada como un fuego,
palpitando sin forma y sin medida.
Sólo anhelo llegar a tu hermosura
y, como el viento. Desatado y ciego,
en ti dejar, al descansar, la vida.
[Antología de Poesía Amorosa Contemporánea
Editorial Bruguera]
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