Aitor Francos Ajona nació en Bilbao en 1986.
Ha estudiado la carrera de Medicina.
Fue finalista del LXI premio Adonais de poesía en 2007
con el libro Las Fuerzas Útiles (Hontanar, 2008)
En 2010 ha sido ganador del XIV Certamen Internacional Surcos de Poesía con el poemario Igloo. El premio Surcos incluye la publicación de la obra en la editorial Renacimiento.
Aitor Francos ha colaborado en la revista Zurgai y en la antología Poetas Vascos en Castellano (Ed. Muelle de Uribitarte, 2008).
POEMAS
FRAGMENTOS DE LAS FUERZAS ÚTILES
Idénticos a larvas de saudade, los álamos.
Trabajo inútil leer un pájaro perplejo e inconstante bajo el signo
[de Capricornio.
Se refleja en el aire, esquemático, un haiku de Saikaku Ihara. Se
[han dormido dos o tres garzas entre Lebú y Tenochtitlan.
La alumna del kimono
y un tigre solar entre los fresnos.
(...)
Es una planta acuática del pleistoceno, un himen faraónico con
[su gravilla lunar,
es también el aire como un cero cósmico,
porque hubo puntos de fuga en la placenta de Agripina,
porque los jilgueros mueren siempre cantando entre los olmos,
y algo falta, algo del Yoknapatawpha y algo que iba a dormir a casa
[de un amigo.
Alguna vez fui una jarcia soleada, un erizo de acero y
[nicotina,
[un carnívoro alveolo tiñendo las calandrias por los campos
[de tenis.
Alguna vez Yvonne o Paulette Goddard.
Lo fui ignorando qué esporas ensanchaban el aire como un
[escalofrío menstrual
y qué hacía silbar los granos de orín de las bengalas, el alquiler
[del frío por el albero hechizado,
entonces, cuando ni el talco hervido de los pizarrines hacía que
[el invierno apareciera más temprano en mis poemas.
Y eran innecesarios para mí los senderos por mayo alborotando
[los fresales del arroyo,
pues ignoraba el temblor de una hoja de alerce,
los frascos con pastas espolvoreadas de almendrucos, la carne
[del membrillo
y el yugo del trigal.
También las espigas encorvadas que metía cuidadosamente en
[mi caja de lápices de colores
eran de fogeo, tal día como hoy, entonces, a mis ocho años tal vez.
Calzado aerodinámico,
de plusmarquista mundial.
Está en chándal, como en una cabina telefónica completamente
[insonorizada
(ante sí, lo que a simple vista parece un efecto óptico: las estrías
[a franjas desiguales
del carril bici).
Entrené,
seguí las instrucciones del bedel, mi espía favorito;
elegí estas herramientas únicamente porque eran las más
[pegajosas para el amor.
Trigales de color tablón de corcho para su cucurucho de trenzas.
Es bonita como el sepia metalizado y biodegradable de los
[chalecos antibalas.
Bonita como 37 largos de piscina olímpica.
INÉDITOS
PUZZLE
Con mis patas de araña
rasgo la urgencia de un nardo de tela,
las algas calcinadas y los trozos
descompuestos de la comida para
peces
igual que si dibujase
una línea hasta el cristal de un vaso
y ahí se acabara
la posibilidad de otra existencia.
Imagino sandalias amarillas
en las velas cansadas del verano.
Calambres del desagüe en las piscinas
de goma.
A cambio,
sólo un juego de trampas me reúne
al cambiar los cojines del sofá.
Nada más
que un pequeño motor, perpetuándome.
MATERIA LINGÜÍSTICA
Observa
cómo la corriente aprende a oscilar
entre partículas en apariencia
frágiles,
la sutura
del líquido
acogiendo la plenitud del vidrio;
metáfora de lo etéreo,
precisión de lo que concluye fuera
de mi idioma
después de haber llovido.
LABORATORIO
Coger moscas con pinzas
y separar sus átomos
-hidrógeno y sal-
en una cinta transportadora.
Saciar mi estómago
de lumbre exigiendo exaltación,
materia transferible.
ONDULACIÓN
Ahora miro hacia atrás:
cualquier instante es mágico
como un microbio.
Un río es una carta
que se pierde.
Junto al estanque
sé que no merezco esas larvas radioactivas,
la alquimia de la higiene,
subir los setos
como si fuesen literas
que guardan la inminencia de lo blanco.
Aún hay nubes.
Me mienten los aviones.
METAMORFOSIS DE LO MISMO
Oh, sister, when I come to lie in your arms
you should not treat me like a stranger.
Our father would not like the way that you act
and you must realize the danger.
Bob Dylan
Enséñame la casa;
mi memoria se fue con la nieve.
Aquí,
es mímesis
el eco de la calandria,
vacía
como el nácar
de un alfiler.
Soy un anfibio
de brillo desigual.
A veces,
giro en la burbuja de mi linterna
mágica hasta llegar a donde
no existe nada
que sea mi contrario.
Separo los diámetros,
araño algo en la pared que es
mi propia imitación.
Nadie me suprima este
gusto por el auxilio familiar.
QUIMIOTERAPIA
Los niños
demoran la raíz del electrodo.
Interrumpen el sol
en mi memoria.
Vinieron de muy lejos
para hacerse un tatuaje.
EN OTRA PARTE
Ver nubes de aluminio,
radiografías de lo que cambió para siempre.
Días obligados a perpetuar lo infame:
la libertad del juego
y las voces amigas que ya no reconozco;
la felicidad, ese extraño huésped.
La lluvia sólo quiso
una excusa para salir a acariciarnos,
para mirar arriba, comiendo un caramelo.
Podamos los arbustos,
recogimos las ramas que quedaron
unidas entre sí,
crecimos.
La infancia era eso, un televisor sin voz
y un avión de fondo
que aún no habíamos compartido.
La ilusión de unos ojos que te dicen
qué quieres ver.
Aunque
el invierno insista en no ser nada extraordinario.
ESPIRAL DE ARQUÍMEDES
Si aparece tu vientre
es el ártico dibujado con un compás.
Cada vez más adentro,
no dejo de moverme
en la diana de las interferencias.
Apenas tengo constancia del pasado.
Tras la fuga del sol,
la mirilla es casi una perspectiva,
una caja de música en lo bello:
este baile que no voy a aprender
al masticar los dados de tu niki.
Perder es bucearse,
buscar amor en el fondo de los frigoríficos:
olvidar la hipotermia.
Estamos solos:
la medusa y mi distancia.
http://poetasvascos.blogspot.com/
Es una planta acuática del pleistoceno, un himen faraónico con
[su gravilla lunar,
es también el aire como un cero cósmico,
porque hubo puntos de fuga en la placenta de Agripina,
porque los jilgueros mueren siempre cantando entre los olmos,
y algo falta, algo del Yoknapatawpha y algo que iba a dormir a casa
[de un amigo.
Alguna vez fui una jarcia soleada, un erizo de acero y
[nicotina,
[un carnívoro alveolo tiñendo las calandrias por los campos
[de tenis.
Alguna vez Yvonne o Paulette Goddard.
Lo fui ignorando qué esporas ensanchaban el aire como un
[escalofrío menstrual
y qué hacía silbar los granos de orín de las bengalas, el alquiler
[del frío por el albero hechizado,
entonces, cuando ni el talco hervido de los pizarrines hacía que
[el invierno apareciera más temprano en mis poemas.
Y eran innecesarios para mí los senderos por mayo alborotando
[los fresales del arroyo,
pues ignoraba el temblor de una hoja de alerce,
los frascos con pastas espolvoreadas de almendrucos, la carne
[del membrillo
y el yugo del trigal.
También las espigas encorvadas que metía cuidadosamente en
[mi caja de lápices de colores
eran de fogeo, tal día como hoy, entonces, a mis ocho años tal vez.
Calzado aerodinámico,
de plusmarquista mundial.
Está en chándal, como en una cabina telefónica completamente
[insonorizada
(ante sí, lo que a simple vista parece un efecto óptico: las estrías
[a franjas desiguales
del carril bici).
Entrené,
seguí las instrucciones del bedel, mi espía favorito;
elegí estas herramientas únicamente porque eran las más
[pegajosas para el amor.
Trigales de color tablón de corcho para su cucurucho de trenzas.
Es bonita como el sepia metalizado y biodegradable de los
[chalecos antibalas.
Bonita como 37 largos de piscina olímpica.
INÉDITOS
PUZZLE
Con mis patas de araña
rasgo la urgencia de un nardo de tela,
las algas calcinadas y los trozos
descompuestos de la comida para
peces
igual que si dibujase
una línea hasta el cristal de un vaso
y ahí se acabara
la posibilidad de otra existencia.
Imagino sandalias amarillas
en las velas cansadas del verano.
Calambres del desagüe en las piscinas
de goma.
A cambio,
sólo un juego de trampas me reúne
al cambiar los cojines del sofá.
Nada más
que un pequeño motor, perpetuándome.
MATERIA LINGÜÍSTICA
Observa
cómo la corriente aprende a oscilar
entre partículas en apariencia
frágiles,
la sutura
del líquido
acogiendo la plenitud del vidrio;
metáfora de lo etéreo,
precisión de lo que concluye fuera
de mi idioma
después de haber llovido.
LABORATORIO
Coger moscas con pinzas
y separar sus átomos
-hidrógeno y sal-
en una cinta transportadora.
Saciar mi estómago
de lumbre exigiendo exaltación,
materia transferible.
ONDULACIÓN
Ahora miro hacia atrás:
cualquier instante es mágico
como un microbio.
Un río es una carta
que se pierde.
Junto al estanque
sé que no merezco esas larvas radioactivas,
la alquimia de la higiene,
subir los setos
como si fuesen literas
que guardan la inminencia de lo blanco.
Aún hay nubes.
Me mienten los aviones.
METAMORFOSIS DE LO MISMO
Oh, sister, when I come to lie in your arms
you should not treat me like a stranger.
Our father would not like the way that you act
and you must realize the danger.
Bob Dylan
Enséñame la casa;
mi memoria se fue con la nieve.
Aquí,
es mímesis
el eco de la calandria,
vacía
como el nácar
de un alfiler.
Soy un anfibio
de brillo desigual.
A veces,
giro en la burbuja de mi linterna
mágica hasta llegar a donde
no existe nada
que sea mi contrario.
Separo los diámetros,
araño algo en la pared que es
mi propia imitación.
Nadie me suprima este
gusto por el auxilio familiar.
QUIMIOTERAPIA
Los niños
demoran la raíz del electrodo.
Interrumpen el sol
en mi memoria.
Vinieron de muy lejos
para hacerse un tatuaje.
EN OTRA PARTE
Ver nubes de aluminio,
radiografías de lo que cambió para siempre.
Días obligados a perpetuar lo infame:
la libertad del juego
y las voces amigas que ya no reconozco;
la felicidad, ese extraño huésped.
La lluvia sólo quiso
una excusa para salir a acariciarnos,
para mirar arriba, comiendo un caramelo.
Podamos los arbustos,
recogimos las ramas que quedaron
unidas entre sí,
crecimos.
La infancia era eso, un televisor sin voz
y un avión de fondo
que aún no habíamos compartido.
La ilusión de unos ojos que te dicen
qué quieres ver.
Aunque
el invierno insista en no ser nada extraordinario.
ESPIRAL DE ARQUÍMEDES
Si aparece tu vientre
es el ártico dibujado con un compás.
Cada vez más adentro,
no dejo de moverme
en la diana de las interferencias.
Apenas tengo constancia del pasado.
Tras la fuga del sol,
la mirilla es casi una perspectiva,
una caja de música en lo bello:
este baile que no voy a aprender
al masticar los dados de tu niki.
Perder es bucearse,
buscar amor en el fondo de los frigoríficos:
olvidar la hipotermia.
Estamos solos:
la medusa y mi distancia.
http://poetasvascos.blogspot.com/
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