Marie Howe. New York 1950. Premio Guggenheim 1988. Su libro más celebrado es: Lo que hacen los vivos.
Mis amigos muertos
Cuando estoy cansada y no logro decidir
Algún asunto difícil
He empezado a pedir opinión a mis amigos muertos
Y la respuesta es casi siempre inmediata y transparente.
¿Acepto el trabajo? ¿Me mudo a la ciudad?
¿intento concebir un hijo en mi madurez?
De pie mueven sus cabezas sonrientes al unísono
Lo que conduzca a la alegría, contestan siempre,
A más vida y menos preocupación.
Miro dentro de jarrón donde estuvieron las cenizas de Billy
Es verde ahí dentro, un jarrón verde
Y le pregunto a Billy si debo devolver esa llamada
Y dice; si.
Billy ya atravesó la temible puerta
Y lo que diga eso haré.
Traducido por Mori Ponsowy y editado en Venezuela
por la Universidad Metropolitana
EL MOMENTO
Ah, ese momento así-repentino
en que, no pasa
nada
y no hay listas de cosas-por-hacer
tal vez por medio instante
la prisa del tránsito se detiene.
El zumbido del Debo ser, Debo ser, Debo ser
se desacelera hasta callar,
y ya ni se mueven las blancas cortinas de algodón.
(Traducción: G. A. Chaves, 2011.
EL BESO
Cuando finalmente puso
sobre mí su boca
el mundo
se movió sobre su propio eje
inclinado. Los minutos
desde que murió mi hermano
dejaron de marchar como
soldados tontos,
descansaron las estrellas.
Su boca sobre mis hombros y
luego en mi cuello
y empezó de nuevo el mundo
para mí.
Muy adentro, alguna máquina
se recalibraba,
todas las rueditas
giraban despacio y ganaban velocidad:
amplio el amanecer se alzaba al otro lado
del mundo en rotación.
Y cuando su boca
se apoyó contra mi
boca, yo
abrí la mía
y en ese instante
la cuerda del mundo empezó a cantar:
una melodía extensa brotaba
de una mano que no alcanzábamos a vislumbrar.
(Del libro "Lo que hacen los vivos", Ed. Luna Nueva,
Caracas, 2002, traducción de M.P.)
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