Hamlet Lima Quintana (Nació el 15 de septiembre de 1923 en Morón, provincia de Buenos Aires y falleció el 21 de febrero de 2002 en Buenos Aires) fue un poeta argentino, autor de más de cuatrocientas canciones entre ellas la popular "Zamba para no morir".
Nacido en Morón en 1923, prefería decir que era de Saladillo (localidad bonaerense situada a 200 km de la ciudad de Buenos Aires, zona rural de la Pampa húmeda), debido a que pasaba cinco meses por año allí durante su infancia.
Tanto su padre como su madre alimentaron el amor por las letras y la música, ya que ambos escribían poesía y tocaban la guitarra y el piano.
Entre 1940 y 1960, Lima Quintana fue músico y cantor primero en la compañía de Ariel Ramírez y luego con los grupos Los musiqueros y Los mandingas.
Desde Buenos Aires, Hamlet Lima Quintana componía canciones que acompañaron al movimiento artístico y cultural denominado Nuevo cancionero (1962). Artistas de la talla de Mercedes Sosa u Horacio Guarany interpretaron sus composiciones.
Además de su actividad artística, trabajó en las redacciones de la agencia de noticias United Press y de la sección Política del diario Clarín. También se desempeñó como cobrador, vendedor de la editorial Sudamericana y empleado del Instituto Nacional de Cinematografía.2
También grabó discos con el recitado de sus poemas, de los que se destacan: "Juanito Laguna remonta un barrilete" y "La Pampa Verde".
Falleció el 21 de febrero del 2002, a los 78 años, por un cáncer de pulmón.
Libros
Publicó, entre otros, los libros:
1954 "Mundo en el rostro"
1961 "El Octavo Pájaro"
1962 "Pampamapa, en la huella del Sur"
1964 "La isla"
1968 "La armonía de los cuerpos"
1969 "Edad del asombro"
1969 "Los juegos"
1970 "Taller del resentido"
1970 "La muerte y los presagios"
1972 "Cuentos para no morir"
1976 "Documento de Identidad"
1976 "Informe de pájaros"
1981 "En distintas formas"
1983 "Sinfonía de la llanura"
1984 "Los estafados"
1984 "Situación personal"
1987 "Milongueada por Pedro Coronel en Saladillo"
1989 "El oficio común"
1990 "Osvaldo Pugliese, biografía"
1991 "Callvucurá y su elogio de la tribu"
1992 "Breve historia de otro mundo"
1993 "Declaración de bienes" (antología)
1994 "Los referentes"
1995 En el fondo del horizonte"
1997 "El perfeccionista"
1998 "La breve palabra"
1999 "Las memorias"
1999 "Diario del Regreso"
2000 "Las otras casuarinas"
2002 "Antolobiografía"
2003 "Los ángeles de la tierra" (edición póstuma)
"Edad del asombro" (libro de canciones escolares, escrito junto a Carlos Guastavino).
Publicó, entre otros, los libros:
1954 "Mundo en el rostro"
1961 "El Octavo Pájaro"
1962 "Pampamapa, en la huella del Sur"
1964 "La isla"
1968 "La armonía de los cuerpos"
1969 "Edad del asombro"
1969 "Los juegos"
1970 "Taller del resentido"
1970 "La muerte y los presagios"
1972 "Cuentos para no morir"
1976 "Documento de Identidad"
1976 "Informe de pájaros"
1981 "En distintas formas"
1983 "Sinfonía de la llanura"
1984 "Los estafados"
1984 "Situación personal"
1987 "Milongueada por Pedro Coronel en Saladillo"
1989 "El oficio común"
1990 "Osvaldo Pugliese, biografía"
1991 "Callvucurá y su elogio de la tribu"
1992 "Breve historia de otro mundo"
1993 "Declaración de bienes" (antología)
1994 "Los referentes"
1995 En el fondo del horizonte"
1997 "El perfeccionista"
1998 "La breve palabra"
1999 "Las memorias"
1999 "Diario del Regreso"
2000 "Las otras casuarinas"
2002 "Antolobiografía"
2003 "Los ángeles de la tierra" (edición póstuma)
"Edad del asombro" (libro de canciones escolares, escrito junto a Carlos Guastavino).
Hay hombres…
Hay hombres que caminan por las calles
con un sol en la frente, un diamante de luz,
con hambre de otra vida, con aire de combate,
hay hombres que se sientan a la mesa
y reparten su pan con gusto solidario.
Hay hombres que despiertan y sonríen
mientras dicen: hoy es el día.
Dan la mano como un acto de fiesta,
saludan como cantando un himno.
Hay hombres que de noche tienen sueños justos,
destierran ángeles corruptos
y al despertar, para salvar la tribu
van presurosos a sus puestos de lucha.
Esos que son así, como usted, son los hombres libres.
Cielo blanco
No veo el cielo madre, sólo un pañuelo blanco
no sé si aquella noche yo te estaba pensando
o si un perfil de sombras me acunaba en sus brazos
pero entré en otra historia con el cielo cambiado.
No me duele la carne que se fue desgarrando
me duele haber perdido las alas de mi canto
las posibilidades de estar en el milagro
y recoger las flores que caen de tu llanto.
No quiero que me llores, mírame a tu costado
mi sangre está en la sangre de un pueblo castigado
mi voz está en las voces de los "iluminados"
que caminan contigo por la ronda de Mayo.
No quiero que me llores ahora que te hablo
mi corazón te crece cuando extiendes las manos
y acaricias las cosas que siempre hemos amado
la libertad y el alma de todos los hermanos.
No sé si aquella noche amanecí llorando
o si alguna paloma se me murió de espanto
la vida que ha esperado tanto
es el cielo que crece sobre tu pañuelo blanco.
No quiero que me llores, mírame a tu costado
mi sangre está en la sangre de un pueblo castigado
mi voz está en las voces de los "ilumunados"
que caminan contigo por la ronda de Mayo.
A media pierna
Le pusieron un grillo a media pierna
Lo condenaron a vivir a medias
Le escondieron la paz, y la sonrisa
Le pusieron el pan a media rienda
Pero él seguía caminando.
Le vendieron la luna, cada noche
Lo fueron lentamente atornillando
Le tuvieron las manos ocupadas
Le sumaron la pena y las estafas
Pero él seguía caminando.
Le pusieron las piedras por delante
Le taparon la boca, por si acaso
Le abrieron una herida por la espalda
Le sumaron olvido a la condena
Pero él seguía caminando.
De lejos, bien mirado
cuando ya era horizonte,
se asemejaba al viento,
aunque según parece
él caminaba potente
como el Pueblo!
Teoría de los buenos deseos
Que no te falte tiempo
para comer con los amigos
partir el pan,
reconocerse en las miradas.
Deseo que la noche
se te transforme en música
y la mesa en un largo
sonido de campanas.
Que nada te desvíe,
que nada te disturbe
que siempre tengas algo
de hoy para mañana
y que lo sepas dar
para regar las plantas
para cortar la leña,
para encender el fuego,
para ganar la lucha,
para que tengas paz.
que es la grave tarea
que me he impuesto esta noche
hermano mío.
Zamba para no morir
Romperá la tarde mi voz
hasta el eco de ayer.
Voy quedándome solo al final,
muerto de sed, harto de andar.
Pero sigo creciendo en el sol,
vivo.
Era el tiempo viejo la flor,
la madera frutal.
Luego el hacha se puso a golpear,
verse caer, sólo rodar.
Pero el árbol reverdecerá
nuevo.
Al quemarse en el cielo la luz del día
me voy.
Con el cuero asombrado me iré,
ronco al gritar que volveré
repartido en el aire a cantar,
siempre.
Mi razón no pide piedad,
se dispone a partir.
No me asusta la muerte ritual,
sólo dormir, verme borrar.
Una historia me recordará
siempre.
Veo el campo, el fruto, la miel
y estas ganas de amar.
No me puede el olvido vencer,
hoy como ayer, siempre llegar.
En el hijo se puede volver
nuevo.
HAY GENTE QUE ...
Hay gente que con solo decir una palabra
enciende la ilusión y los rosales;
que con solo sonreír entre los ojos,
nos invita a viajar por otros mundos
y permite florecer todas las magias.
Hay gente que con solo dar la mano,
rompe la soledad, pone la mesa,
sirve el puchero, coloca las guirnaldas;
que con solo empuñar una guitarra
te regala una sinfonía de entrecasa.
Hay gente que con solo abrir la boca,
llega hasta los límites del alma,
alimenta una flor, inventa sueños,
hace cantar el vino en las tinajas.
Y se queda después como si nada.
Y uno se va de novio con la vida,
desterrando una muerte solitaria,
pues sabe que a la vuelta de la esquina,
hay gente que es así, tan necesaria.
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