William De Witt Snodgrass -(EEUU, 1926-2009)
Poeta estadounidense que destaca por su dominio de las formas tradicionales y su exploración de las emociones humanas, a menudo a través de revelaciones de carácter personal. Su primera colección de poemas, La aguja del corazón (1959), obtuvo el Premio Pulitzer. Pasada la experiencia (1968) incluye traducciones del poeta alemán Rainer Maria Rilke. En otra de sus colecciones, Seis canciones de trovador (1977), también hay traducciones del húngaro, mientras que en El búnker del Führer (1977), hace que reciten poemas Eva Braun y algunas de las principales figuras del partido nazi. En 1987 se publicaron sus Poemas completos.
Se lleva la experiencia de cuatro décadas de carrera docente. Quien fue premio Pulitzer de poesía en 1960 y reconocido internacionalmente –aunque él rechazaba esa etiqueta– como miembro fundador de la poesía de la "escuela confesional", murió el pasado 13 de enero en su casa de Nueva York. Llevaba cuatro meses luchando contra un cáncer pulmonar inoperable y en los últimos momentos le acompañaron su esposa Kathy y su hija.
Nació en Wilkinsburg, Pensilvania, el 5 de enero de 1926. Aunque su nombre completo era William de Witt Snodgrass sus amigos siempre le llamaron De. Tras su breve paso universitario por Geneva College en Pensilvania fue convocado para incorporarse a la Armada durante la Segunda Guerra Mundial. Le interesaban tantos frentes artísticos que le costó decidirse por uno en concreto. Antes de la guerra mostró aspiraciones musicales pero finalmente se matriculó en la Universidad de Iowa como estudiante de un Taller de Redacción. Su intención era llegar a ser dramaturgo. Pero tampoco consiguió realizar su sueño. Empezó entonces a recibir clases de lírica y compartió clase con grandes poetas como John Crowe Ransom, Karl Shapiro, John Berryman, Randall Jarrell y Robert Lowell.
En 1955 empezó su andadura por la docencia, labor que no abandonaría ya hasta muchos años después. Impartió clases en diversas universidades: Cornell, Rochester, Universidad Estatal de Wayne, la Old Dominion University y (entre 1968 y 1977) la Universidad de Siracusa. Durante todo ese tiempo fue escribiendo sus más de treinta libros de poesía y traducciones.
Ganó el Pulitzer de poesía con su primer libro, Heart's Needle, un texto lleno de dolor por la pérdida de la custodia de su hija tras un amargo divorcio. Desde la aparición de ese libro, traducido como La aguja del corazón, se le consideró un experto en el dominio de las emociones humanas, donde se sumergía sin límites desde su propia experiencia personal.
En 1968 publica Pasada la experiencia, donde incluye traducciones del poeta alemán Rainer Maria Rilke, y en 1977 Seis canciones de trovador. Ese mismo año, Snodgrass da a conocer El búnker del Führer, donde elabora una puesta en escena que consigue que reciten poemas incluso Eva Braun y algunos de las más relevantes figuras del partido nazi. Diez años después se publicaron sus Poemas completos.
Dentro de la historia de la literatura, la obra de Snodgrass, al lado de la de Anne Sexton, Robert Lowell ySylvia Plath, sigue ubicada dentro de la llamada poesía confesional, término que el autor no aceptaba, según sus propias palabras "porque el término confesional posee una connotación intrínseca de culpabilidad". A Snodgrass le gustaba tomar como punto de partida un conflicto personal, un suceso histórico o un simple hecho de la vida cotidiana, y a partir de ello –en palabras de su esposa– "asociaba recuerdos y hacía un seguimiento riguroso del comportamiento de su propio interior. Sus métodos de investigación se aplican sobre todo a esas almas humanas que parecen mantener un cierto comportamiento políticamente correcto mientras que debajo de cada vestidura luchan por salir a flote las pasiones humanas".
La ciénaga
Contiendas y nenúfares
se aquietan en las pesadas aguas;
una treintena de ranas
saltan a cada paso que das;
el vientre de un pez resplandece
confundido entre los podridos troncos.
Allá cerca de las rocas grisáceas
ratas almizcleras se sumergen y giran.
Saliendo de su contorno de limo
una negra babosa de agua se arrastra
invertida sobre la superficie
hacia aquel alimento que ha de elegir.
Tú alzas los ojos; mientras caminas
el sol se estremece y cae preso
en el cerco de cañas de los árboles,
entre sus tallos muertos.
¿Hurgas en el barro, viejo corazón,
qué estás haciendo aquí?
Búhos
Detente; los grandes búhos cornados
están llamando desde los límites del bosque; escucha.
Aquí, el oscuro macho, bajo
y bramante, estremece al valle entero.
Allá, la hembra, alta y clara, resolviéndose
restaura el silencio.
Los helados bosques penetran
en su respiración, lenta, acechante, y ahora la de ambos
se acopla, cercana a la armonía.
Éstas son las peores noches del año,
el hielo cristaliza las ramas más altas,
la nieve vieja yace en lo profundo del suelo,
y hay nieve en los nidos que los halcones de cola roja
se adueñaron.
Nada atraviesa la costra del suelo.
Ninguna ardilla, ningún conejo o huella de roedor.
Ningún cuervo tiene crías que robar.
En estas noches el aire de acero retumba
como rejas de prisión, vacío y negro
como el interior de tu pecho.
Ahora los grandes búhos ganan
el aire, los llamados del macho ganan
en profundidad y resonancia, toman
un áspero nido, toman a su pareja
y, extendiendo las largas alas, emprenden
el vuelo, sin dejarse guiar y apartados, su voz se entrecruza
para calibrar la ciega sinapsis
sobre las blancas y muertas llanuras;
el muerto, negro boscaje, donde ellos inician
sondeos sobre lo que no corre prisa, sondeándose
el uno al otro, y cada uno a sí mismo.
De If birds build with your hair
Traducción de Dana Gelinas
7
Aquí en el áspero polvo
está nuestro terreno de juego.
Te alzo en tu columpio y debo
empujarte a lo lejos,
verte retornar de nuevo,
darte impulso de nuevo, luego
esperar tranquilo hasta que vuelvas.
Tú, aunque ascendías
más alto, más allá de mí, a lo lejos,
caerás de vuelta a mí con estruendo.
Mal centavo, péndulo,
mantienes mi ritmo constante
para balancearte en el azulado julio
donde gordos jilgueros vuelan
sobre el deslumbrante, fecundo
alcance de nuestras crecientes caídas.
Ahora nueva vez, en este segundo,
te sostengo entre mis manos.
De La aguja del corazón
Traducido por Giselle Rodríguez y Frank Báez
Una casa bajo llave
Al conducir de regreso y cruzar la colina,
la casa todavía
entre los árboles, siempre pensaba
—temor del tonto—
que podía haberse prendido
fuego, que alguien pudo haber entrado a robar.
Como si las cosas aquí
fueran demasiado buenas. A pesar de esto, siempre la encontramos
bien cerrada, sana y salva.
Alguna vez mencioné eso, bromeando:
Sin duda hablábamos
de lo absurdo
que era sentir el riguroso celo de dios
por nuestra buena fortuna. Desde la granja
contigua, nuestros vecinos no veían llegar daño
alguno hacia las cosas que aquí cuidábamos.
¿Qué tanto temíamos?
Tal vez si hubiera pensado: todas
esas cosas se pudren, caen
—graneros, casas, muebles.
nosotros dos somos más fuertes juntos
que separados; hemos crecido juntos. Todo lo que tenemos
puede quemarse; sabemos lo que es valioso— pero qué
idea. No dijimos nada.
La casa aún está de pie, bajo llave, como se mantuvo
intacta durante dos años
enteros después de que te fuiste.
Algunas cosas se escabulleron. Algo quedó
para que yo regrese a veces. El robo
y el vandalismo lo hicimos nosotros.
Debimos suponerlo.
Traducción : Lillian van den Broeck
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