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lunes, 14 de febrero de 2011

3195.- JOHN LÓPEZ MORALES


John López Morales (Chimbote, Perú 1983) Poeta, estudiante de Derecho de la UNASAM- Barranca, integrante del Grupo de Literatura y Arte “Isla Blanca” de Chimbote, ha publicado la plaqueta Campos de Arena (2004) y Profundidad del Silencio (2005), ha sido antologado en el libro de cuentos Tiempo de Pesca (2005) del Grupo Isla Blanca, sus poemas han aparecido en diferentes medios literarios y periodísticos, actualmente es coordinador del Círculo Literario “Anábasis”, y director de las revistas de creación literaria Poiesis, Plexus y Puro cuento.




PENAL DE LURIGANCHO

haber, ese Neto tiene visita.

Para huir de las respuestas en el tiempo
una vieja ola viene a verme a Lurigancho
una piedra marchita en el apagón
una premeditada derrota
permanentemente en la marea,
hoy es día de visita y
cada fragmento de esa lágrima cercada
como recuerdo ambiguo y vestido por el sol
es fuego encerrado entre grandes animales mudos.

Aquí viene la extinción como piedra de aire
porque un sueño escondido es un dolor
una angustia que forma el corazón
entre constelaciones y basurales
entre días y noches
entre despojos valorativos
que arman los pies
en grandes lágrimas
y otras aguas tentativas
como un hambre tenaz en las estaciones.

Aquí vive peluca
la materia condenada que desconcierta el vuelo de las moscas
la hoja que es argumento de hielo
que no existe
que es pájaro muerto
suspendido en el ojo
cuando es llamado de noche por un silbido negro.

Baja la mañana y saluda con su mano recién desenterrada,

yo mordisqueo un mendrugo,
yo la hija abandonada con cabeza de madre
que preguntaba porque quería ser el doble del mundo,
el botón gris de mi padre
mudo como sangre vegetal y terrestre en el aire y el agua.

A esto entrego el oído y el ojo
mientras
una avalancha de sangre en el cielo
buscó la expiración.

Yo espero a Neto,
yo espero la muerte.









Dile…

al imbatible, Julio Mau


Dile de tu voz que viene a cerrar mi sangramiento,
de esta cárcel de tierra
que aleja tu mano echada en la marea.

Dile de tu cuello como palabra delicada
al color invisible del viento,

cuéntale que estoy lavando tu nombre,
disputándolo a los muertos,
mostrando mi resto coagulado hecho por ti una nave,
dile de los estanques del bosque donde
una boca mueve un ritmo de palabras
una herida de muerte hasta el alma.

Anda, ve y dile, de la sombra que en tu casa crece
de la piedra ante un árbol cuya sombra es mi corazón,
cuéntale de mi noche a menudo
que parte y se va a otras noches para mirar los colores
que huyen y se hacen mañanas.

Dile que cayeron tus pies
ante una canción popular,
cuéntale que los astros
mueren cerca a los veranos
para esperar la mañana.

Anda, ve y dile, que esta sangre calla a los de arriba,
que mi espuma no es de altavoces
sino de una palabra soplada por las olas y las sombras
y la nieve púrpura que se humedece por los aplausos,
anda ve y dile.








DIMENSIÓN DE LA AVENTURA

Desapariciones inexplicables

Las desapariciones inexplicables
los amores imprevisibles
la desdicha
quizá enamorada
la catástrofe que riega por nuestros ojos
la simpleza del amor
los cataclismos que ahogan nuestra boca
con las palabras indescifrables,
carbonizan esa esperanza
de perder tus manos en mi voz,
degeneran esa sonrisa metafórica
nacida en las entrañas de los recuerdos que
enrollan en la inocencia
esas voces que nos quiebran las orejas
como el rayo del cielo de tus manos,
como las miradas ingenuas de primera magnitud,
silencios incurables
que canalizan la espuma del mundo subterráneo
en los poetas excavadores de sueños
los que asesinan a los huérfanos tocando el clarín
los magos de la espiga del silencio
y las voces nocturnas
de la metáfora de nuestra existencia
el amor de nuestras bocas humeantes
y el corazón de nuestra inocencia perfecta.








Como el silencio

Como un leve sonido
nacido de la boca que nos envuelve
llega esa esperanza de morder el viento
con las manos empapadas de llanto.

Hoja que roza un vidrio,
agua que chamuscan los sueños,
agua que acaricia lágrimas,
lluvia que besa una frente juvenil
sobre la humedad rota de nuestros ojos ficticios.

Como rápida caricia:
-pie desnudo sobre la ronda-,
dedos que contrastan el primer amor,
sábanas tibias sobre el cuerpo solitario;
vienen aquellos pensamientos a
colgarse de nuestros susurros inconexos,
como esta vida que no es mía
y sin embargo es la mía,
como este afán sin nombre
que no me pertenece y sin embargo soy yo.


Como una vela sobre el mar del odio
que va rozando al cielo
resume ese azulado afán que se levanta
hasta las estrellas futuras,
hecho escala de olas
por donde pies divinos descienden al abismo,
su forma misma, resumiendo en mí
ese afán que en otro tiempo levantaba hasta las nubes
sus olas melancólicas del amor.








Apuntes para una poética Wesphaleana

1.-Nacimiento de la inocencia de un silencio:

Del fuego nace la inocencia de nuestro silencio y no hay diferencia entre armonía e incendio
en nuestras voces que se van untando al leño maltrecho de
nuestras bocas.

Las columnas del silencio concluyen en llamas
borbollando en el fuego las músicas
de una escoria ardiente danzante
y
arrebatada
descuartizando al fuego de la armonía
el rescoldo de nuestros cuerpos.

2.- Despertar de una grafía amorosa:

la grafía hermosa de tu amor
comprendería nacer siempre sobre sí misma
una y otra vez /
así indefinidamente
debería repetirse
el mismo movimiento de manos,
el mismo ruido de besos,

los mismos gestos ficticios,
las mismas ondulaciones de las voces reales del corazón
y la marcha del tiempo de la sombra levantada
de nuestras blancas nubes - el amor -

3.-Para entender el silencio del amor:

Ahora veo tu sombra rosadamente turbia destrozada entre los rieles invadido por la droga del silencio

Jorge Luis Roncal

Como el llanto que va naciendo /
de tus manos
cubierto de espuma
que anuncia

EL AMOR

Cual túnica desvanecida
del verde viento del alba desde tus ojos
demuestran los lentos puñales
ciegos de la palabra









MOMENTO NACIENTE DE NUESTRO LLANTO

benévolo golpe de sangre
sobre los trozos de viento conmovido
de tu boca
simplifican
la metáfora
de
nuestra
existencia






EL SILENCIO

Mi voz

Ha caído mi voz ,

mi último nombre

mi última guerra de

-P A

L A

B R A S-

rotas

ºººººººººººººººººº // pequeña línea del tiempo // ºººººººººººººººººº

del sol podrido de nuestras mentiras que /

separan nuestras fantasías.

Por momentos en el mundo

y con los ojos duros /

)) Como dos pelotas en el campo ((

Mi voz es fría ,

- como la piel de los muertos -

que arrojas al río del olvido

y las vidas ajenas.

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