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sábado, 12 de febrero de 2011

3173.- ANGYE GAONA


Apresada la poetisa y periodista Angye Gaona: se hace un llamado a la solidaridad a lectores del mundo
"Sopla fuerte lo que guardas. No recojas más lágrimas, pecho blando. Y si un niño preso llora, dirás, y si un hombre es torturado, dirás." S.O.S solidaridad difunda imagen y nota. con VIDEOS

Angye Gaona Poetisa y comunicadora, apresada por pensar, en Colombia, país en el que el estado ha convertido el hecho de pensar en un crimen.

Angye Gaona es una mujer creativa y comprometida socialmente, siempre activa en el desarrollo de la cultura; parte del comité organizador del conocido Festival Internacional de Poesía de Medellín, cuya calidad testimonia de trabajo y sueños tejidos entre los pueblos.

Urge la movilización internacional por su liberación y por denunciar que el estado colombiano mantiene encarceladas a más de 7.500 personas por el "delito de opinión": estamos ante una verdadera dictadura camuflada.

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Angye Gaona: Bucaramanga, Colombia, 21 de mayo de 1980. Poeta e investigadora surrealista. Gestora cultural, Cursa estudios de licenciatura En Español y Literatura en la Universidad Industrial de Santander e impulsa la realización de acontecimientos poéticos en Bucaramanga. Ha cultivado también la escultura y la producción radial. Integrante de Prometeo y del equipo organizador del Festival Internacional de Poesía de Medellín por cinco años. Organizo en 2001 la I Exposición Internacional de Poesía Experimental, en el marco del festival. Poemas suyos han sido incluidos en antologías y publicaciones impresas y digitales en Colombia y el exterior, recientemente en una antología de nuevas voces de la poesía colombiana publicada por la Universidad de Monterrey (México). En 2009 publica su primer libro:”Nacimiento Volátil” (ilustraciones de Natalia Rendón), Ed Rizoma.



CAÑÓN ADENTRO

Sigo el camino del esternón,
busco el origen de la sed,
voy al fondo de un cañón de paredes plateadas,
sólidas merced al tiempo,
movedizas cuando el aluvión,
cuando la infancia, era glacial.
Colecto las raicillas del pensamiento.
Las cargo a mi espalda erosionada
junto al agreste olvido que cae de mí.
Se asoman
desde pequeñas cuevas,
los indicios del dolor;
veloces burlan las miradas
y vuelven a ocultarse en la piel del cañón.
Inscritas en las paredes,
las coordenadas indescifrables
del rayo prehistórico
que formó mi faz.
Tiempo de la hondura,
tiempo sin sílaba,
cuando soy sólo un sonido
en tránsito a la fatiga.
Busco un manantial
que bañe la pregunta adherida a mi historia.
Busco la vida recién nacida
y hallo la sed.
Sigo la senda del esternón.









SIERRA NEVADA

¿Has visto cómo miran los ancianos?
Qué tierra ya no buscan con los ojos excavados.
¿Aún cómodo esperas al alba el rocío?
¿Aún sonríes ligero cuando la lluvia?
Aún no viste lo que saben los ancianos.
Ellos vieron desaparecer un río en un día,
el agua irse en barcos a otro continente.
En pocos meses las playas ennegrecieron.
El aire se tostó para hacer harina.
Ellos vieron flotar el agua muerta,
la deshonra de las fuentes subterráneas
y no quedo más que odio para beber.
El agua esta maldita,
el anciano mayor no puede curarla más.









UNA VEZ, CUANDO LA GUERRA

“Vas a mañana o a morir”
Eunice Odio
No provoques al león
que reposa en su campo.
¿Qué podría implicarte
su gesto lento,
su verdad calma?
Si no puedes resistir esa,
tu inclinación de más,
y buscas un león que sirva
su propia cabeza en tu mesa
y sólo un par de garras,
las tuyas,
Admites en tierra,
nada podrá guarecerte de esa
tu intención de más,
y alguna trampa,
algún águila mecánica traerás
para cazar al león.
Reina el león
aunque lo enjaules
y lo lleves lejos de sí
a rugir a tus circos,
a esconder sus garras en tus fábricas,
a desatar la ira de las bestias del sol
que atesoras en las bóvedas.
Reina el león y reina la espada,
único arbusto que crece silvestre
en las tierras del león,
que no te será dado exterminar
aun si ordenases manar fuego
a tu garganta.











PASO DEL JAGUAR SOBRE EL BLUES

Lo que llevo es mar;
salado y azul es lo que llevo.
Lo golpeo y suena un abismo;
tambor insondable es lo que llevo.
Lo que llevo va conmigo,
de un lado a otro;
se queda aunque yo cambie.
Llanura sin pozo,
canción de arena y sed.
A flor, la traición.
Acampan trampas en lo que llevo
Sobre la piel del animal,
frente al fuego llego y
esta gota de sal,
esta lágrima azul,
salen de mí,
se derraman en la orilla luminosa.
A la verdad,
a la verdad el fuego, lo que llevo.











SUR

La carretera sueña que lleva al mar
mientras asciende al volcán
o cruza el gran pantano.
La carretera de orilla oceánica
recuerda la nieve y la ceguera,
el secreto de la laguna,
la palabrería de la selva.
La memoria de la carretera es nómada:
transitan los recuerdos en cualquier sentido del tiempo,
llevan más acá, más allá.
La carretera recoge aromas idos,
deja enseres olvidados junto a miradas rotas,
contiene adioses que múltiples
se refractan en el retrovisor.
Retorna en ocasiones la carretera
trayendo consigo
paisaje edad huella.









HIEROFANÍA

Águila,
dices que le ves,
que huye de la putrefacción,
que corre con garras encendidas
-pálpito candente-
y cabeza evaporada cuando se vuelve
hacia el pasado.
Has visto
su rastro de azul prófugo anhelante
y tras él
las tropas que asedian su destino.
Tempestuoso
por el sendero de noches avanza.
Apasionado
conduce los truenos,
Te busca,
Águila
le has visto,
construye un navío en las montañas,
estrellas maduran en sus sueños,
explosiones de símbolos,
imperceptibles,
le son manifiestas
y atiende,
el cosmos es un código que entiende,
el centro de la galaxia en su cuerpo,
así lo siente.
Te sigue
Águila
como tú
se dirige hacia el sol,
su labio de oro
lleva sed de fuego.











VIAJE ANÁLOGO

Al centro vamos, sobre un hilo fluimos
Asoma el sol, se anuncian las montañas
Somos impulsados a nacer en la laguna
Ascendemos
En las cumbres, viene el viento
prueba cada poro, pregunta
por las ofrendas y entregamos
el cuerpo y el andar.
En la cúspide:
un círculo blanco sobre una mesa de piedra
propicia la antigua reunión.
Nuestros miembros se silencian
se marcan las fracturas
se sella nuestro tiempo.
Somos arrojados hacia abajo
Rodamos sobre la belleza
que vemos pasar inaudita
en el musgo blanco y fino
del páramo.
Cae también la noche
y descubrimos el pasado mirando desde el cielo.
Alzamos la tienda, nos crecen
raíces en la sombra. Viajamos
en la noche, hasta la mañana.
Despertamos ataviados de paisaje
Levantamos las cordilleras innumerables
Alentamos las manadas a la marcha











CAMINO

El camino entró por la ventana
como rama que avienta la tormenta.
Llovía
agudos nombres caían gravemente
desde arriba entonados
llamados a rodar por las aceras.
Las casas se volvieron caminos
o fueron atravesadas por ellos.
La lucidez se apoderó de las casas
Los habitantes buscaron las terrazas
ascendieron y alzaron sus frentes con fervor
hacia el rayo que reveló el camino
por un instante.









REUNIÓN

Somos luz cuando nos juntamos
en estos y otros tiempos,
en secreto y sin mucho decir
entendemos el camino del cimarrón
y cantamos gozosos,
danzamos: preámbulo de guerra
es nuestro carnaval traemos
música bajo las ruanas.
Somos ágape:
pequeño circulo de amantes.
Desde la caverna nos llama el fuego;
salvaje, entra nuestra antorcha.
Somos llama,
anticipo del sol,
aún oculto en esta noche fría;
lodazal donde vemos crecer la luz
cuando nos juntamos.










PEQUEÑO ARDID

“Acuérdate de tu guardián”
Rene Daumal
Guárdame en mí
gran silencio leve que habitas
más allá de la sombra,
entre los tumultos del enebro
y las mentiras sabias.
Guárdame de mi viento en contra
pues la brisa ha dejado de ser
mensajera tuya de pureza.
Que traerás, que ofrecerás
más acá de las sombras,
en un tiempo de desapariciones,
cuando vuelven las cabezas separadas
a preguntarse descreídas
si no dejaron
algún secreto bajo la lengua.
Te escucho, oh Guardián
pero no alcanzo tu clara diadema de sortilegios acechantes,
pues no perteneces a este lado de la sombra,
donde acaso te tome por un borracho en mitad de la calle.






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