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sábado, 8 de enero de 2011

2980.- ALBERTO E. MAZZOCCHI


Alberto E. Mazzocchi (Las Varillas, 1937- Córdoba, Argentina 1960)
La primera vaga referencia que la mayoría tiene de Alberto Mazzocchi remite al poeta que, a los 22 años, se quitó la vida en el Parque Sarmiento, en 1960. El resto de la información sobre él está marcada por el rumor, el mito, la huella difusa de un fantasma del que nunca se supo demasiado. Además de ese final trágico que ocupó las páginas policiales de los diarios, y ese halo punk de Live fast die young que muchos le adjudicaron años después, Mazzocchi dejó una buena cantidad de poemas que siempre parecieron destinados a la circulación subterránea.

El escritor y periodista Iván Wielikosielek se topó en 1995 con uno de ellos y, desde entonces, se dedicó a acercarse a su obra, sus textos perdidos, su vida, hasta publicar este año con la editorial Llanto de Mudo No sé por qué se debe morir, 37 poesías de Mazzocchi, más un apéndice que intenta aclarar un poco su difusa biografía.

Hasta ahora, su obra había permanecido prácticamente inédita: se publicó en 2004 en Las Varillas (ciudad natal del poeta) Alberto Mazzocchi: introducción a su poesía, con algunos textos rescatados de la Web; antes, aparecieron dos cuadernillos en Montevideo en 1969 y 1970; y una edición bilingüe en Francia, en 1985, Poèmes-Poemas (editorial L’Harmattan) publicada por Federico Undiano, escritor, dramaturgo, amigo y figura clave en la vida de Mazzocchi.

Reconstrucción. De la edición francesa provienen los poemas que componen este libro. "La selección no fue fácil. En ese corpus había una cantidad de poemas de distinta calidad. Mazzocchi no podía saber que su ‘testamento’ iba a estar formado únicamente por los poemas que Undiano fue recopilando. Seguramente hay muchísimos más dando vueltas por ahí, en alguna parte de la ciudad de Córdoba", explica Wielikosielek.

En los textos, muchos sin título, hay dos poesías en homenaje a Paul Éluard y a Dylan Thomas que dan algunas claves de sus influencias. "Su poesía no tiene nada que ver con lo que se escribía en los años ’50 en la Argentina, mucho menos en Córdoba. Aquí había una poesía academicista y otra más experimental, y Mazzocchi no pertenecía a ningún grupo. Escribía con una simpleza demoledora, su yo poético está hecho con su misma carne y su misma sangre, con su misma experiencia vital. Son versos para viajar, no para construir escuelas de poesía", considera Wielikosielek.

La muerte, la inquietud por entender lo definitivo, el vértigo de una inminente caída, la oscuridad de la noche, del invierno, de un lago, son algunos temas en los que indagan los poemas. Ante lo cual Iván reflexiona: "Hay algo tremendamente zen en sus versos, una hondura, un silencio detrás de lo que se dice, un vértigo de precipicio. Como si sus textos hubieran estado escritos desde un estado de fascinación de saber que su yo se estaba desconfigurando, de la imposibilidad de habitar poéticamente la tierra".

Y, más que al perfil de un enfant terrible de la literatura, enlaza el nombre de Mazzocchi al de figuras del rock. "Tipos como Syd Barrett o Kurt Cobain compartían su mismo palo existencial. Lo que en Barrett era viaje alucinógeno y en Cobain grito desgarrado, en Mazzocchi era un susurro zen", añade.

Vida breve. En el libro, la primera hoja muestra una foto en blanco y negro en la que Mazzocchi mira la cámara, con las manos cruzadas sobre el pecho. La mirada, sombría y melancólica, choca con la juventud casi escandalosa que emana de un cuerpo flaco, del rostro de apenas un chico, y de su pose, sentado con las piernas cruzadas. Nada en la imagen excepto la calidad de la foto podría indicar que es de 1958, cuando tenía 20 años.

En el apéndice hay algunas referencias a la vida del poeta, breve, caótica, y con los condimentos necesarios para una biografía excepcional: varios intentos de suicidio, internaciones con electroshock, una relación conflictiva con su madre, una relación tempestuosa y pasional con Undiano, una boda con una mujer 10 años mayor, y una persecución de la policía en pleno mediodía por el Parque Sarmiento, que terminó con su suicidio ante dos oficiales y un colectivo lleno de pasajeros, atónitos testigos de su final.

"Creo que la vida y la obra de Mazzocchi es un todo indisoluble –opina Wielikosielek–. La manera en que pasó por el mundo, tan dura, tan rara, hace que sea más fascinante y es, para muchos, una puerta de entrada a su obra. Pero su poesía se basta por sí sola, más allá de la locura de su biografía".Y rescata también una relación paradójica entre ambas: a diferencia de su vida, signada por el ruido, su poesía está escrita con sobriedad, casi en silencio.

Excepto por una obra de teatro que Alejandro Finzi dirigió hace un par de años, el nombre de Mazzocchi no se destacó en los últimos años. Iván cierra: "Es un poeta que no existe en el imaginario de la ciudad, apenas en un par de escritores o críticos. La idea de este libro es hacerlo circular y que dialogue otra vez con la literatura y la ciudad en la que vivió". El libro se consigue en Llanto de Mudo (Galería Cinerama).

Juliana Rodríguez
jrodriguez@lavozdelinterior.com.ar





Colección poesía -Edición Especial Número 1-
160 Páginas
Edición al cuidado de Iván Wielikosielek.






Olvidaba decirte
que el mar guarda el secreto
que yo no escribí en las piedras mi nombre
ni dejé a propósito una huella en el suelo
encontré la verdadera tristeza en estos cadáveres de pájaros
pero si también he apartado la arena
fue por algo
no temas que las hierbas divulguen mi muerte
las hierbas guardan el secreto
y si he perdido alguna medalla hace mucho
en ellas no hay ninguna leyenda
no temas que en las medallas se diga algo de mi muerte
las medallas son demasiado pequeñas
para escribir en ellas una leyenda
las gaviotas no saben nada
saben de sus nidos y del día
y del alimento que flota en el agua
pero tú sabes que muchos bosques han desaparecido
pero en esos caminos lo único que puedes hallar
es la soledad
no temas
es la soledad que se nutre
y no mi manto ni mi blusa
ni un cabello mío que ha quedado en alguna rama
el viento también guarda el secreto
si inclina los árboles las ramas altas de los árboles
y desparrama las hojas pequeñas de los pinos
o si despeina un niño pobre
o si sacude la falda de una mujer pobre
no es para decir mi nombre
la noche está allá en el barranco
donde estuvo siempre allá en el barranco
este mar guarda el secreto
no dirá a nadie que he muerto.








EPÍSTOLA A DYLAN THOMAS

Te escribiré
que en todos los países hay ríos
mediodías sombras espíritus que se juntan
calabazas llenas de agua para que beban los que se han ido
maderos disecados y extraños de esquifes
donde se aferran las mujeres para llorar
donde sube un cangrejo
diversas muertes que aún no han terminado
medianoches
instintos
máscaras
raíces
nostalgias emponzoñadas que reposan en los vientres
lejos aún de todo incrustadas
árboles que nos recuerdan lo que hemos abandonado
un cocktail distinto todos los días
ruedas de caucho dudas vergüenzas.

Y esto es todo lo que tienes
mientras no hay nadie
y esto es todo lo que tienes
hace tanto que las chovas desveladas han huído

y nada poseías
sólo el frío de tus carnes.

Quédate
ya nunca más
sólo la esperanza necesaria de los pobres.

Estábamos ebrios
desnudos o con las mangas mojadas
así llovía sobre nosotros
y así simplemente éramos hombres
habíamos comido y llorado.

Ahora ya todo está demasiado endurecido
ni los rostros besados.

Te escribiré
que en todos los países hay ríos
y además encontrarás
tu cara de gusano
tatuada en la falda de una mujer inglesa
o en un vaso de cristal.






Tengo que viajar como todos los que viajan a altas horas de la noche
no dejando nada aquí
pronto comenzará el verdadero invierno
el círculo de luz de la luna poco a poco desaparece
un petrel altivo enfrenta el viento
nadie me reconoce como a un enviado
y en el fondo de todo
y en el fondo de mi alma
sólo queda el sencillo recuerdo de lo que he vivido
tengo que viajar como viajan los que se van de aquí para siempre
o para volver con otro rostro
más lejos están las estrellas
y sé que aquí no quedará nada
que tenga que volver a vivirlo
el frío me acompaña
mis sueños me acompañan
y tengo puesta la misma ropa
la misma ropa inveterada que me ha acompañado
y aunque sé que no estoy solo
y aunque sé que iré a seguir viviendo
que iré nuevamente a esperar con mis manos juntas
y con mi sonrisa habitual de pobre
sin embargo
cuántas cosas terribles he hecho para no volver
adentro de todo sé que hay algo mío
que aunque no me lo hayan dado hasta ahora
algún día será mío
aunque permanezca donde estuvo siempre
y yo no lo pueda ir a buscar
como los viejos iré a caminar
hacia lo que está infinitamente solo
y allí recapacitaré como cuando fui más joven
todos los días aprenderé algo profundo
que solamente yo podré interpretar
tengo que viajar
el cielo se extiende cada vez más
se elevan los árboles
duermen los animales y los hombres
se repite la intensidad del frío
alguien demuestra un profundo cariño
quizá todo lo poco que he hecho por mí mismo
sea algo majestuoso
la esperanza estará abierta en todos los lugares
si no me comprendieron
sólo fue
porque fui demasiado extraño.


Alberto E. Mazzocchi (Las Varillas, 1937- Córdoba,1960),
No sé por qué se debe morir, Llanto de Mudo, 2007.





"Las cosas más extraordinarias que nos pueden ocurrir son las que no tienen
sentido."

Alberto E. Mazzocchi





REALMENTE HUBIERA PODIDO

Realmente hubiera podido
no decidir suicidarme si mi encendedor
si estuviera seguro que mi encendedor
no se me perdiera o no se me deteriorara
si estuviera seguro que mi encendedor
fuera lo suficientemente bello
para retenerme en esta vida
para estar en esta vida
y encender los cigarrillos de mala marca
con él
y mirar con su luz las cosas en la oscuridad
y alumbrar con él un camino en la oscuridad.

jueves 22 de junio de 1958








CON QUE FACILIDAD OLVIDAS

Con qué facilidad olvidas
a aquél que te ha dado algo del espíritu
con qué facilidad olvidas
a aquél que ha buscado para tí lo que nadie buscó
con qué facilidad das vuelta tu alma
como si fuera un bolsillo
y dejas caer lo que has guardado
con qué facilidad vuelves a ser lo que eras antes
qué fácilmente te conviertes en nada
y olvidas lo que te han dado
tú tienes el alma de aquéllos que esperan otra alma
para hacer su verdadera alma
tú tienes un alma que necesita que se la haga
y no que se la dé vuelta
para que caiga al suelo lo que ha guardado
nunca te olvides que los que han muerto definitivamente
han muerto porque ya no tenían nada dentro de su alma
y los que no murieron definitivamente aún
son los que nunca en sus vidas
dieron vuelta al revés su alma como si fuera un bolsillo
de manera que ahora cuando están enterrados en la tierra
aún de sus almas sigue cayendo al suelo
lo que han guardado durante su vida
buscar no significa desechar las cosas que nos parecen ya insignificantes
sino llevarlas con uno mismo durante la búsqueda
atravesar con ellas los pantanos y los ríos
caminar con ellas en las calles de las diferentes ciudades del mundo
dormir con ellas en las diferentes camas de las casas donde habitarás
comer junto con ellas en las diferentes mesas de las casas donde habitarás
llena tu alma que el alma no rebasa
hartarse es simplemente no llenar el alma
estar cansada es no tener nada en el alma
la perfección no es no desear
sino desear lo definitivo
y lo definitivo es desear todas las cosas
pero la indiferencia no es no sentir o que todo es igual
la indiferencia es solamente
sentir todas las cosas de una misma manera
no es no sentir
y las cosas se sienten de una misma manera
cuando todas las cosas adquieren importancia
la misma importancia
porque lo ordinario es darle importancia a determinadas cosas
Oh qué fácilmente olvidas lo que te he dado
lo que yo he buscado para ti.









Y TU

Y tú
ahora que nadie ha visto lo que tenemos dentro
deja lo que estás haciendo
y vente con nosotros
y tú
ahora que nadie nos ha perseguido
para escuchar lo que hablábamos apoyados en las barandas de los puentes
o detrás de los cajones en los depósitos del puerto
deja lo que has borrado las monedas y las antigüedades
y vente con nosotros
y tú que has permanecido durante la noche
sentado en el banco de una plaza pública o metido en un bar
tú que has querido aburrirte a ti mismo
haciendo cosas insignificantes que te has querido relajar
deja de dormir de esforzarte en soñar
y vente con nosotros
los parias y los que no tienen zapatos
y los que no tienen ropas y los que no tienen sus cuellos
levantados por el hambre y los que tienen la boca cerrada
y los que no ven bien y los pobres
a los vendedores de carbón y los carreros
o las mujeres encintas o las que sufren
o los niños que sufren una pequeña realidad que se irá agrandando
y los que tienen dinero pero sufren
vente con nosotros gaitero
almacenero verdulero panadero barrendero zapatero
guardián de cárcel policía lustrabotas
farmacéutico doctor en leyes legislador asaltante
juez de paz y juez de guerra soldado sin soldada
mozo de cordel mozo de bar linyera
sacerdote director de orquesta doctor en medicina
terrateniente boyero chófer de ómnibus tranviario
vénganse con nosotros todos aquellos que tienen hambre
los sucios y los limpios los asesinos y los santos
los tuberculosos y los deportistas
las putas y los que se alimentan de las putas
los taximetristas y los turistas sin dinero
y los turistas que no tienen ya pueblo que visitar
los escribientes de las reparticiones públicas
los que han perdido su alma y los que no encuentran su alma
los que dudan y los que creen
y los que tienen un templo
o su cuarto o su cueva
acomodadores del cine carameleros vendedores de helados
generales y empleados de correo
vengan con nosotros todos los que no tienen zapatos y los que tienen zapatos
no voy a hablar de paz ni de guerra
ni voy a pronunciar la palabra esperanza
ni me dirijo a todos Uds.
ni los invito a que escuchen de mis labios la verdad
ni os voy a prometer solución a lo que sufrís y a la injusticia
todos sois buenos para mí
pero yo no tengo ningún amor místico para vosotros
ni tengo guardado en un arca el tesoro
o en el monedero o la cartera que todos queréis encontrar en la calle
ni tengo ese tesoro que se aventuraron a buscar
ni aquél que todos sabemos que está guardado para cuando haya más necesidad
desde esta esquina de esta calle atestada de gente y vidrieras
yo digo que no soy el salvador del mundo ni el mesías esperado
bomberos que apagáis solamente los incendios de las casas
carpinteros que os gusta el buen vino porque estáis acostumbrados
al olor de la pradera y a la resina
yo no os invito a que escuchéis mi palabra
os invito a lo que todos deseáis que se os invite en la vida
a mi casamiento a mi casamiento a mi casamiento
me voy a casar yo un pobre auxiliar 6º del ministerio de gobierno
me voy a casar yo hijo de un mecánico que nunca tuvo suerte
hijo de una mujer hija de un jefe de estación de ferrocarril
me voy a casar yo con la hija de un dueño de un corralón de maderas
invito a todo el mundo a los negros a las razas negras
a los franceses a los ingleses
a los comunistas y a los que no lo son
a las lesbianas y a los partidarios del catolicismo francés
a los burgueses y a los que han superado a los burgueses
a la podrida gente y a la mala gente y a la buena gente
no tengo amigos por eso los invito a todos
no tengo familia por eso invito a todos
no creo en nada por eso invito a todos
no tengo esperanza por eso invito a todos
no tengo dinero por eso invito a todos
quiero que escuchen mi voz también los que han muerto
quiero que escuchen mi voz también los que agonizan
invito a mi casamiento a todo el que viva en la tierra
y los astros evidentemente que sabrán que me caso
y las ranas de los estanques evidentemente que sabrán que me caso
y los saltamontes sabrán que me caso y las ardillas
y los búhos y las lombrices y los gatos monteses
y las víboras y los pájaros de las distintas especies
y las vacas lo sabrán y los caballos lo sabrán
y los milanos lo sabrán y quizá lo sabrán las plantas
y las lechugas y los geranios y los alhelíes
y las zanahorias y los berros y los sapos
y todos lo sabrán y a todos y todos quedarán invitados
y nadie cantará por supuesto ni reirá por supuesto
y nadie se alegrará por supuesto pero todos irán a mi casamiento
que esto no significa fiesta sino mi casamiento
no hace falta ni reírse no cantar para festejar el gran misterio
más bien imitemos a los sacerdotes y a las antiguas pitonisas
el silencio es padre de lo sagrado y de la sagrada satisfacción
y el día de mi casamiento juro que todas las ranas de los estanques
croarán y los silbos vendrán de los pájaros y no habrá viento
y el sol será tan grande como nunca
y la mañana subsistirá hasta el fin del día el sol siempre estará en el
horizonte
juro que todo parecerá haber nacido para mí
y nada me será indiferente
juro que sólo el día de mi casamiento será para mí
ese día me lo habrán regalado
aviadores de todas las fuerzas armadas del mundo
los que hacen la crema de afeitar
tejedoras de las grandes fábricas de hilados
comerciantes de valijas ladrones y criminales
usureros y despilfarradores rengos y paralíticos
me voy a casar con la hija del dueño del corralón de madera
ríos inmensos que corren
paraná uruguay río orinoco amazonas tigris éufrates ganges
amarillo tinto mississipi
ríos inmensos ríos me voy a casar
ahora que me voy a casar las hierbas serán más verdes
y crecerán los arbustos secos y nacerán higos de la higuera maldita
basta ya de tener significado nuestros sentimientos
basta ya de decir soledad
viva mi mujer gran orinadora
viva mi mujer que le gusta tomar vino
viva mi mujer que le gusta pintar
nada de flores cultivadas prefiero las flores del paraíso
nada de tortas con muchos pisos prefiero el pan
basta de decir que no se puede vivir del aire
quiero abrir hoyos en la tierra con mis manos para meter la semilla
quiero sacar alimentos del trigo con mi mano
quiero ayudar a parir a una cerda
me gustan las frutas que he podido cortar con mis manos
viva la que será mi esposa que tiene grandes senos y caderas
viva la que será mi esposa viva viva
viva la muerte de la única que me había olvidado
judíos vendedores de pequeñeces exilados
harapientos sarnosos perros sarnosos os invito a mi casamiento
perro finos también os invito a mi casamiento
mariposas libélulas alguaciles no sé como se llaman
hormigas escorpiones cangrejos estrellas de mar plantas acuáticas
os invito a mi casamiento.

anterior al 22 de marzo de 1959.









PARA LOS GATOS

Para los gatos
en cualquier parte debe existir una noche
no es preciso que los gatos
esos gatos que vemos de noche en los tejados
puedan existir en la oscuridad de las cuevas solamente
o en los pozos profundos
para estos gatos que tienen una voz
parecida a la voz de los niños
debe haber una noche
en la que puedan abrir sus ojos
no es suficiente que los gatos
diminutos espíritus
se conformen con la penumbra de las cocinas o desvanes
tampoco recostados en los sillones
no es suficiente que se imaginen la noche
ni aún en oscuros sótanos donde no entrara ninguna luz
podrían estos gatos disimuladas almas
vivir imaginando una noche
por eso el alma blanca de los gatos
espera acurrucada debajo de las patas de las sillas
o escondida dentro de los desaguaderos de los techos
que llegue la noche
no es una simple oscuridad la que hace
que los gatos como viejos enfermos
salgan de noche a recorrer las azoteas iluminadas
no es la simple oscuridad la que hace que existan los gatos
es la noche la que excita a los gatos
como el sol excita los pétalos de las flores para que se abran
si en algún lugar no existiera la noche
allí tampoco existirían los gatos.

anterior al 22 de marzo de 1959




Datos biográficos tomados de MAZZOCCHI O EL VUELO
DEL POETA de Claudio
Barbará en TERCER MILENIO

Nació en Las Varillas, Departamento de San Justo,
Córdoba, el 21 deseptiembre de 1937.
Fue, se puede inducir, alguien sin demasiado aprecio
por la educación sistematizada, ni aún la académica
formación que le hubiera ofrecido la Facultad de
Filosofía y Humanidades, de la Universidad Nacional
de Córdoba, la que abandonará por el año 1956
cuando contaba con 18 años para abrazar
un derrotero plenamente personal, autodidacta.
Abril de 1957, primer viaje sorpresivo a Buenos Aires,
del cual no tenemos demasiados datos de su actividad
en esa ciudad. Viaje sin reparo que se volverá a repetir
en agosto del mismo año. Por lo que Federico Undiano
relata en su ficha biográfica, tal vez el primero se debiera
a una desazón amorosa y el segundo a la eminencia
de ser incorporado al Servicio Militar Obligatorio.
Motivo este último que lo llevará, ya de regreso en la ciudad
de Córdoba, a perpetrar su primer intento de suicidio,
ingiriendo fármacos que lo llevarán al estado de coma.
Septiembre de 1957, internación psiquiátrica, terapia
de electroshock y fuga. Además, exceptuado de cumplir
con la milicia.
Enero de 1958, segundo intento de suicidio. Luego de una
discusión con la madre y en su presencia, se hiere
a la altura del corazón con un cuchillo.
Nueva internación psiquiátrica a instancias de su madre
en el Sanatorio Las Rosas. Otra vez logra fugarse y con ayuda
de su amigo Federico Undiano obtiene los medios para
viajar nuevamente a Bs. Aires, lejos del alcance de su madre,
quien hasta que él cumpliera la mayoría de edad 22 años-,
tenía derecho a decidir por su hijo y a acosarlo según hizo,
tal nos relata en sus comentarios su amigo antes
mencionado Federico Undiano.
Abril de 1958, Córdoba, tercer intento de suicidio,
cortándose las venas de la muñerca izquierda.
Nuevo intento fallido e internación en el Hospital
Córdoba.
Marzo de 1959, Mazzocchi viaja a Montevideo, Uruguay,
a reunirse con F. Undiano, una vez más para escapar
del cerco materno: aún es menor de edad.
Luego de intentar trabajar infructuosamente,
se dedica un tiempo al vagabundeo.
Junio de 1959, abandona Montevideo rumbo a Córdoba.
Diciembre de 1959, se casa con Lidia, diez años mayor
ue él. La relación se deteriora casi inmediatamente,
en medio de violentas peleas. Lidia lo abandona
y vuelve a la casa paterna. El poeta no se resignará a esto:
a punta de pistola obliga a su mujer a regresar con él.
Se instalan en una pensión de la ciudad de Córdoba
en donde es sorprendido por la policía, que tenía órdenes
de captura sobre él. A cien metros de la pensión, en las
inmediaciones del Parque Sarmiento, siendo las 13,30
horas aproximadamente, se dispara un tiro en la sien.
Era un 5 de febrero hace 41 años, tenía tan sólo 22 años.


Los datos biográficos fueron tomados según lo relatado
por Claudio Barbará en TERCER MILENIO y los poemas
fueron tomados de POEMAS de Alberto E. Mazzocchi, editado
en Francia por Edition L Harmattan, propiedad
intelectual de F. Undiano y E. L Harmattan, 1985.
Editores del único libro editado de Mazzocchi, gracias
a su amigo entrañable Federico Undiano,
dramaturgo muerto hace un par de años.
Nos cuenta también Juan José que descubrió a este poeta
gracias a unos amigos: Florencia Pieroni e Iván
Wielikosielek que le acercaron la bibliografía disponible.

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