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martes, 12 de octubre de 2010

1696.- CAROLINA ESSES


CAROLINA ESSES Nació en Buenos Aires (Argentina) en 1974. Es licenciada en Letras por la Universidad de Buenos Aires. También realizó estudios en la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón. En 2005 publicó Duelo, Edit. En Danza, junto a Cecilia Romana y Mercedes Araujo. "Temporada de invierno", Bajo la Luna,
Buenos Aires, 2009. La serie "Arpones" se publicó en 2006 en la antología Hotel Quequén, Edit. Sigamos Enamoradas.
WEB DE CAROLINA ESSES: UNA TEMPORADA DE INVIERNO




Paisaje


Mis pies avanzan como flechas sumergidas.

Con el agua hasta la cintura
me alejo de tu círculo de sombra.

Quisiera registrar este momento: la luz blanca,
la resistencia blanca del agua, el cuenco pulido
donde apoyo un pie, el otro.

Caminar hasta la otra orilla no parece posible.
Regresar tampoco.

Todo centro es un lago que tiembla.

(inédito)










Visita


Habían atravesado la estepa
como quien recorre un lecho muerto.

Yo era parte de la roca,
la vertiente.

Al llegar mi madre dijo “en este borde no hay arena
ni caracoles.”

Los alimenté como a cachorros
y durmieron en mi cama.

El recuerdo no se concentra en un punto,
se expande sobre una superficie
elástica. Sin variación
mi cuerpo siempre
en el mismo momento del salto.

Al regresar mi padre dijo: tu casa
era el lago.

Yo había pensado más bien
en el hueco de la roca
cubriéndome
como si me alejara.

(inédito)





El lugar de lo mismo
aves como hijas

con su perfil de sombra iluminado
una de las hijas posa para el padre.
sonríe apenas

como si estuviese sola
y el tiempo se enredara
entre las nervaduras del agua.

aves aún más pequeñas la abandonan.
dejan un cauce abierto.

repiten en el plano del aire
el plano suspendido de los peces.

aquí, en lo lacustre
la orilla de las hijas
se desliza y se aparta

ahueca el monte de agua
y navega por esa línes quebrada
donde un pacto vacila

o se desgrana
en puntos cada vez más tenues.

¿y las que desvían su curso
detrás?

¿y mi curso
detenido?

De, Duelo, Ediciones En danza,
Buenos Aires, 2005.


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Y SI FUESE el Capitán Frío?
¿Si el granizo que amenaza con
helarnos las entrañas
fuese sólo una pequeña muestra
de la artillería de un villano
dispuesto a barrernos de la faz del planeta?
¿Correrías de mi mano aún sabiendo
que detrás viene, no el destino
con su compasiva escala de valores
sino la tabla rasa de la nieve?


UN INSECTO flota.
Se hunde.
Desaparece en el fondo turbio del agua.
Mis instrumentos sirven para extirpar
alas, aguijón,
pero éste se ahoga
resbala desde el borde rojo del balde
hacia el agua enjabonada
y nos deja
a los siete años
con nuestro afán de disección intacto
nuestra necesidad de ver las partes sueltas
desprendidas, de un tábano.


SALIR EN BUSCA de elefantes
y encontrar sólo perros pequeños
deambulando por la sábana.
En el camino dejar la túnica
el enjambre florido, a los pies de una acacia.
Desoír el recelo de los hombres.
Mirar cómo calman la fiebre
mujeres, en sus pozos de agua.
Engendrar con ellas el paisaje, moldear
su botánica, nuestra red de filiaciones.

Sentarnos sobre piedras nuevas
a conversar de cosas sin importancia.


Temporada de invierno, Bajo la Luna,
Buenos Aires, 2009






Te imagino en un edificio casi vacío
de esos que suelen usarse para oficinas.
El pelo negro envuelto en una toalla.

Leo tu novela. ¿Es verdad que esos años
fueron así de difíciles? ¿Que el aire
te resultaba espeso, que a duras penas te abrías paso?

Caminamos. Las luces se van encendiendo
el asfalto cede al verano
y sos mucho más veloz que yo
más optimista

cuando me agarrás fuerte de la mano
porque cambia la luz de los semáforos
y si corremos, decís
podemos llegar juntas y a tiempo.

De Bucólico paisaje (inédito)





Herencia

Fue como si una mano levantara las hojas secas y otra
se encargara de revolver el aire
agitarlo, desparramar semillas, polvo
pájaros, billetes, insectos.
Ella tenía un pañuelo al cuello
y un pantalón años setenta
que ya no serviría después de esa tarde.
Se detuvo debajo de un toldo.
Fue como si una mano diera vuelta el presente
lo desparramara en piezas sueltas.
Mi madre perdió un embarazo como consecuencia
de la mala sangre. Nunca aclara a qué
se refiere cuando dice: perdí un embarazo
como consecuencia de la mala sangre
pero en mí, se ve
quedó el resabio de líquidos más pesados
y menos dulces que lo habitual.




INVIERNO 2002

Como en el momento del despegue
con la espalda presionando el respaldo
resisto la inercia del recuerdo.
Lucho contra la garra de un cóndor
que quiere llevarme de vuelta.


SIN TÍTULO

Lo que guardamos
celosamente en invierno
sale a la luz en primavera.
Hilachas, pelusas
polvo
que ahora vuela
dorado como polen.
Así nacen malos poemas
sobre el aire libre
la tibieza
y el devenir flor
de lo que cerrado
podría guardar algún secreto.



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