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jueves, 19 de agosto de 2010

825.- AKIKO YOSANO


Akiko Yosano - Poeta japonesa, nació en la Surugaya, un célebre negocio de Kaino-cho, en 1878 y murió en 1942. Akiko compuso básicamente tankas, métrica clásica que renovó; también introdujo el uso de palabras chinas dentro de la poesía japonesa. Llamada por sus contemporáneos "poetisa de la pasión", fue una de las figuras principales de la literatura moderna japonesa. Tuvo 11 hijos, fue feminista y escribió ensayos contra la opresión de la mujer japonesa.







a los humanos...

a los humanos
que reclaman amor,
les pondría una miel envenenada
sobre los labios:
ese es
mi deseo...

(Traducción de José María Bermejo
y Teresa Herrero)




descorro el velo...

sosteniendo mis pechos
entre las manos, silenciosamente,
descorro el velo del misterio:
¡aquí hay flores
de un intenso color escarlata!

(Traducción de José María Bermejo
y Teresa Herrero)






murmullos...

murmullos amorosos
tras la cortina de la noche
constelada de estrellas;
lejos del mundo y de la gente,
me arreglo el pelo desordenado

(Traducción de José María Bermejo
y Teresa Herrero)





la campana...

la campana del templo
suena leve, esta tarde...
¡ven ahora y entona los sutras
para estas flores de melocotonero
que se abren en mi pelo!

(Traducción de José María Bermejo
y Teresa Herrero)





detente, primavera...

¡detente, primavera, no envejezcas!
¡oh, mira a las muchachas
en la sala de baile,
como glicinas en la noche!
aunque sea un instante, ¡no envejezcas!

(Traducción de José María Bermejo
y Teresa Herrero)





honda nostalgia...

mucho más cálidas
que la honda nostalgia
de la tierra natal,
las lágrimas que fluyen
en este primer día...

(Traducción de José María Bermejo
y Teresa Herrero)





WAKA


De los innumerables escalones
que trepan mi corazón
es posible que él
haya subido
apenas dos o tres.


Sobre la costa salvaje
he visto cierto vez
un pájaro vestido de blanco.
Y me hallo encadenada
a ese sueño obsesivo.






TANKA

Sólo era
el fino hilo de una nube,
casi transparente,
llevándome a lo largo del
camino
como una antigua canción
sagrada.

(Traducción de Osvaldo Svanascini)



TANKAS

Sin conocer
la sangre ardiente
de un cuerpo tierno,
¿no te sentirás solo,
tú que predicas el camino?

*

La primavera es fugaz.
¿Qué me importa una vida inmortal?
Toqué
con las manos
mis senos abundantes.

*

En Kamakura
aunque sea un Buda
Shakyamuni*
es guapo.
Una arboleda de verano.

*

Hacia Kiyomizu**
la noche de luna y de cerezo
atravesaba Guion.***
Toda la gente bajo la luna
¡Se veía tan hermosa!

*

La joven veinteañera.
Fluye entre los dientes del peine
su cabellera negra.
La ostentosa juventud,
¡oh, maravilla!



NO TE MUERAS

Ay, hermano, lloro por ti,
no te mueras.
Tú que naciste el menor de la familia,
el cariño de tus padres superaba todo,
mas ¿acaso ellos te han educado para matar a la gente
haciéndote empuñar una espada?
¿Te han criado hasta los veinticuatro años
para que mueras después de matar a la gente?

Eres el dueño de una tienda tradicional
de un comerciante de la ciudad de Sakai.
Eres el heredero del nombre de tu padre.
No te mueras.
¿Qué te importa si el Castillo de Puerto Arturo
cae o no cae?
Sólo conoces las costumbres de una familia de mercaderes.

No te mueras.
El Emperador nunca aparecerá en el campo de batalla.
“Que mueran como bestias,
que derramen mutuamente sangre humana,
que es el honor del hombre el morir”
¿Pensará así el Emperador?
No creo, pues tiene una benevolencia profunda.

Ay, hermano,
no te mueras en el campo de batalla.
A tu madre que había perdido al esposo
le han quitado a su hijo
en medio del llanto sin misericordia
el otoño pasado.
Ella mantiene a su familia y
mientras se habla de la paz nacional
aumentan las canas de su cabello.

¿Acaso te has olvidado
de tu mujer joven y frágil
que a la sombra de la cortina
llora inclinada,
con quien no has vivido ni diez meses?
Piensa en el dolor de la joven.
Ay, ¿en quién podría ella apoyarse
sino en ti, el único en este mundo para ella.

Tú no te mueras.






Poeta de la pasión:


como castigo
por sus muchos pecados,
aquí estoy, ante el hombre,
con esta suave y fresca piel,
con este largo pelo negro...


.


Aquí y ahora
cuando me paro a recordar
mi pasión, me parece
que yo era como un ciego
que no teme la oscuridad.

.


Medio vestida
con una leve seda
de color rojo pálido...
no penséis mal: decidles
que está gozando de la luna...


.


Murmullos amorosos
tras la cortina de la noche
constelada de estrellas;
lejos del mundo y de la gente,
me arreglo el pelo desordenado.


.



Hay un mar en mi pecho
que incluso para mí es desconocido;
en una de sus rocas
se vienen a estrellar todos los barcos
y son vanas mis lágrimas.



(Akiko Yosano
en Poeta de la pasión.
Hiperión.)






Frases De Yosano Akiko

El bote se aleja y forma un camino blanco.
Mi dolor y su huella.

Dolor



Viniste al fin, y por eso dejé ir a las libélulas
que conservaba cautivas entre mis cinco dedos
este atardecer de otoño.

Dedos





De los innumerables escalones que conducen
a mi corazón él subió tan sólo quizás dos o tres.

Corazón




Distinta de un pez, mi alma se desliza sin agallas.
Yo canto sobre un suspiro.

Canto




El dia que las montañas se mueven ha llegado.
Aunque lo diga, nadie me cree. Las montañas,
que en otro tiempo fueron activas entre llamas,
sólo duermen un rato. Mas, aunque lo hayáis
olvidado, creedme, amigos, que todas las mujeres
que dormían ya se despiertan y se mueven.

Mujer




¿Será porque siempre anhelas, corazón,
que siempre enciendo una lámpara
en el naranja del ocaso?

Lámpara




La tierra parece una magnífica flor de loto
cuando el sol se alza sobre el paisaje nevado.

Paisajes




Puedo entregarme a ella en sus sueños,
murmurándole sus propios poemas al oído
mientras duerme a mi lado.

Dormir



Dulce y triste, como un amor sobrecogido
por largos suspiros de lo profundo de un sauce
poco a poco va saliendo la luna.

Luna




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