Luís Filipe Castro Mendes
Poeta portugués, escritor de ficción, Luís Filipe Castro Mendes (Idanha-a-Nova, 1950)
Nació en 1950 y ya en 1965 y 1967, fue colaborador del periódico Diário de Lisboa School. En 1974, se licenció en Derecho por la Universidad de Lisboa y a partir de 1975 trabajó como diplomático, sucesivamente, en Luanda, Madrid y París. El Ministerio de Relaciones Exteriores, lo designó para el Consejo de Europa.
OBRA en portugués:
-Lendas da Índia, 2011 Dom Quixote
-Os Dias Inventados, 2001 Gótica
-Poesia Reunida (1985-1999), 1999 Quetzal
-Outras Canções, 1998 Quetzal
-Modos de Música, 1996 Quetzal
-Correspondência Secreta, 1995 Quetzal
-O Jogo de Fazer Versos, 1994 Quetzal
-Viagem de Inverno, 1993 Quetzal
-A Ilha dos Mortos, 1991 Quetzal
Traducciones al español: Verónica Aranda
Inscripción
Ama silenciosamente tu destino.
Ni patria ni palabras memorables
harán durar la luz en tus sentidos:
Algunos objetos que te recuerden, pocos libros
y versos que sílaba a sílaba transfiguras
hasta atardecer cada palabra.
Tejes tu miedo. Y sobre la piedra
la marca que quedará será de ausencia.
De "Os Amantes Obscuros"
Inscrição
Ama silenciosamente o teu destino.
Nem pátria nem palavras memoráveis
farão durar a luz nos teus sentidos:
alguns objectos que te lembrem, poucos livros
e versos que sílaba a sílaba transfiguras
até entardecer cada palavra.
Teces o teu tremor. E sobre a pedra
a marca que ficar será de ausência.
Del miedo
1
No puede el poema
circunscribir el miedo,
darle el rostro glorioso
de una fábula
o creer intensamente en su aura.
Nosotros permanecemos, cuando
oscurece a nuestro alrededor el frío
del olvido
y dura el viento y una nube leve
separándose de las brumas
nos inicia la noche.
No puede el poema
casi nada. A algunos les inspira
una discreta repugnancia.
Otras veces nos inclinamos, reverentes, ante los epitafios
o nos demoramos escuchando las grandes lluvias
sobre la tierra.
¿Quién reconoce la poesía, ese frío
intermitente, esa
persistencia a través de la corrupción?
Casi siempre la angustia
instaura la luz dentro de las palabras
y les roba los sentidos.
Casi siempre es el miedo
lo que nos conduce a la poesía.
Do Medo
1
Não pode o poema
circunscrever o medo,
dar-lhe o rosto glorioso
de uma fábula
ou crer intensamente na sua aura.
Nós permanecemos, quando
escurece à nossa volta o frio
do esquecimento
e dura o vento e uma nuvem leve
a separar-se das brumas
nos começa a noite.
Não pode o poema
quase nada. A alguns inspira
uma discreta repugnância.
Outras vezes inclinamo-nos, reverentes, ante os epitáfios
ou demoramo-nos a escutar as grandes chuvas
sobre a terra.
Quem reconhece a poesia, esse frio
intermitente, essa
persistência através da corrupção?
Quase sempre a angústia
instaura a luz por dentro das palavras
e lhes rouba os sentidos.
Quase sempre é o medo
que nos conduz à poesia.
2
Volviendo al miedo: las alas
prenden más de lo que liberan;
los pájaros recorren necesariamente
los mismos caminos en el espacio,
sin posibilidades de variación
que no estén seguras con ese mismo vuelo
que siempre describen.
Volviendo al miedo: el poema
dibuja una elipsis alrededor de tu voz
y se ciñe de angustia
y hierbas picadas-nada más
puede hacer.
2
Voltando ao medo: as asas
prendem mais do que libertam;
os pássaros percorrem necessariamente
os mesmos caminhos no espaço,
sem possibilidades de variação
que não estejam certas com esse mesmo voo
que sempre descrevem.
Voltando ao medo: o poema
desenha uma elipse em redor da tua voz
e cerca-se de angústia
e ervas bravias — nada mais
pode fazer.
De "A Ilha dos Mortos"
Poesia Reunida (1985-1999) Lisboa, Quetzal, 1999
Traducciones: Verónica Aranda
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